Читать книгу El laberinto de la vida - Agustin Delgado - Страница 44
Un asesinato en otoño
ОглавлениеCaen las hojas digno de otoño
Y no hay espacio para semejante ojo
Que se proyecta al frente donde ocurre la magia
El árbol de la vereda nos lo relata.
Pasa el tiempo y caen sus hojas
La estación llegaba siempre a hora
Nunca tarde siempre correcto
Te hace acordar lo que es bello.
Que todo tiene un tiempo
Que la vida es un reloj de arena
Que mientras pasan los días
Menos te acuerdas.
Y aparece un hombre
Que contempla tal acto
Observa detenidamente
El pasar del año.
En el patio de su casa
Coloca una silla
Deja su vista siempre atenta
Los detalles le sobrevuelan.
El color rojo anaranjado
Una mezcla de colores cálidos
Las hojas tocan el suelo
Y el comprende lo feo.
Que aquel árbol estaba muriendo
Día a día seguía perdiendo
Y la mirada de un hombre que parecía serio
Se convirtió en un niño abrazado por el viento.
Es el ciclo explico la vida
Que la muerte llega
Cuando el cuerpo lo indica
Dejándonos sin alternativa.
Y poco a poco su color moria
Un gris amargo que trae pesadillas
Horrible aspecto de cuerpo envenenado
Con sus ramas intenta tocar al humano.
¿Y que podría hacer un sujeto?
¿Para poder detener tal suceso?
Si es la naturaleza
La que controla la ruleta.
La lluvia cae
Mañana fría de otoño
No queda una sola hoja
En todo ese tronco.
Las ramas aún conservan
Un poco de su energía
Y el viejo hombre reza
Para que algún día reviva.
Y fue entonces
Cuando surgió la primavera
Pero ese pobre árbol
Fue talado de la vereda.
Digno anciano conservador de épocas pasadas, a ti te han arrebatado un sentimiento tan humano. El cariño hacia un árbol, una planta que respira, que con sus ramas se extiende al mundo como el humano profetiza. No se basa en fe, en la creencia o la ciencia, es simple naturaleza la que lo representa. Porque fiel extensión que viaja bajo tierra, a simple hoja que lidera el viento, a mañana de otoño cuando comienza lo feo, espera la primavera para verlo de nuevo. Pero tal humano victimario, asesinato de otoño, corto el ciclo sagrado, el cual pertenecemos todos.