Читать книгу El laberinto de la vida - Agustin Delgado - Страница 45
Un monstruo
ОглавлениеNo te engañes
Por lo que dicen las noticias
Existen los monstruos
No es ninguna primicia.
En un país arruinado
Descansa la soberanía de un tirano
Dictador en todo sentido
El pueblo siempre será oprimido.
Arte cuya roca
Dureza por naturaleza
Papel escrito en la nevera
Otra vez hoy no hay cena.
Como línea dibujada
En un plano existencial
Ni Pitágoras ni Gauss
Se deben utilizar
Es como la materia
Cuya realidad nunca dobla
Es ideología
En base de drogas.
Donde existen los discursos
Muere el cerebro
Tu economía absurda
Sube los precios.
Como político errante
Nómade de lo cambiante
Una vez más logras escaparte
De una impunidad condenarte.
Es la idea cuya mente despega
El ideal de un principio de escuela
Y fiel vigor de soldado de batalla
Tu estrategia es un arma si el hombre no acata.
Y dicha vacuna que quita contagio
Estricta cuarentena vivo encerrado
Para satisfacer el capricho de un hombre agobiado
Escondo mis miedos debajo de un ambo.
Ya que la salud ha empeorado
Mi economía ha desbordado
Maldito cobarde bigote de comisario
No existe justicia para tremendo acto.
No tienes placa ruin avaro
Ni aquel sombrero llevas colocado
Solo pelos arriba de tu boca
Donde disparas balas de goma.
Discúlpame madre
Porque te he fallado
Te prometí una vida
En mi dulce argentina.
Porque como autómata encadenado
A sentimientos encontrados
Vago por el mundo
En busca del contacto humano.
Y es allí donde muere la simpleza
Cuando llega el hombre de cara vestimenta
En su mirada de demuestran todas sus vilezas
Y cae en nosotros la sentencia completa.
Como religión cuestionada
A ciencia comprobada
Permíteme decirte
Que realidad no cambia.
Secuestraron la decencia
Y la lógica está perdida
Lo único que encuentro hoy en día
Es destruida mi dulce argentina.
Por unos monstruos que disfrazan ideas
Que llevan al resto de la correa
Entre pago y coima las manos se alzan
La gente escucha, pero siempre acompaña.
No son monstruos
Los que se esconden bajo la cama
Son aquellos que llevan mascara
Que disfrazan todo según la gala.
Y cuya mente
Que propensa indecencia
Mi argentina fue raptada
Por un monstruo cuya banda es mi bandera.
Es a imagen viva y representación explicita, que todo político roba en su vida. Por cuestiones propias o excusas obvias, es una naturaleza que escapa de la lógica y no tiene coherencia. Pero aun así, la culpa es siempre de la gente cuya manada es controlada a base de latigazos, donde nuestras mentes encuentran refugio en discursos con promesas donde lentamente nos atrae un monstruo a que veamos debajo de la litera.