Читать книгу Adultez y libertad - Agustina Garber - Страница 8

Carta de reclamo a mi madre

Оглавление

Mamá, te amo. Antes que nada y realmente, te amo. Y te perdono de corazón, aunque el reclamo sea serio y repetitivo a lo largo de estos 33 años compartidos. Es que creeme que realmente yo comprendo tu incapacidad para entender y ser receptora de este reclamo que suena absurdo, pero no lo es para mí. Puedo ver la impotencia en tus ojos al oírme reclamarte una y mil veces lo que para vos es una verdadera locura.

Mi hermano Eze me entiende, y sé que lo hace sin esfuerzo. Y que además no dice creerme solo para que me calle o por saberme fuera de mis cabales, como otros sí lo harían. Él es melómano, entiende a qué me refiero. Sin ir más lejos, de su mano llegué ese mundo en mi adolescencia y fue así que es que lo conocí a Bob. Protagonista de este, mi berrinche. A la distancia, claro. No como a Fito Páez que lo tuve de frente, hablando y hasta dándome el lujo de besarlo. Es nacional, lo entiendo, no es el mismo desafío. Y es contemporáneo. Ése es el otro punto exacto de mi anuncio.

Vivo en este planeta, o por lo menos en este plano, desde 1986. Agosto más precisamente. Nací en Argentina en la ciudad de Buenos Aires. Hasta ahí todo perfecto, con la suerte de haber nacido en una familia cual Ingalls, con 3 hermanos y padres en una perfecta y encastrada sociedad conyugal funcionando perfecto hasta el día ineludible de su implosión.

Fui inmensamente feliz, aún lo soy, pero tu incumplimiento a mi pedido, a mi deseo de hoy día es irreparable. Me lastima el alma y la consciencia…

Recuerdo exacto esas semanas en las que me zambullí de lleno en la belleza de su música, su pelo, sus formas. Su aura, su encanto y mi respirar su mismo aire ¡que hermosura! Tanto que muchos mueren por él y se pasan la vida imitándolo (Andrés Calamaro por nombrar un ejemplo). Me sentí en el paraíso ese día en el estadio de Vélez, llovía a cántaros, pero jamás me sentí tan plenamente empapada en felicidad.

A partir de entonces recuerdo, surgió la idea base de este reclamo, este pensamiento. No fue premeditado, ni malintencionado lo juro. Desde ese día, no puedo evitar pensar que hubiese sido de mí si hubiese nacido cuando él, y con lo obstinada que soy imaginarme yendo a buscarlo me parece un sueño real. Siendo que los sueños son posibles realidades y las locuras, posibilidades. ¿Lo hubiese encontrado? ¿lo hubiese amado? Escuchado y perseguido. Bailado y abrazado. Si cierro los ojos con el sol de frente hasta puedo visualizarlo, y sentir el calor de su encuentro.

Y entonces ma ¿ahora qué? Ahora ya es tarde. Ahora él es un señor mayor, más mayor de “lo que se permite socialmente” para una relación con una mujer 46 años menor. Son casi 50 años mamá, medio siglo ¿me entendes mami? Y soy consciente de que en esa época no era buena la propaganda, la difusión, ni parecida a la de ahora. Pero lo hubiese descubierto igual en alguna radio, en alguna tienda de discos, o de oído al pasar…

Es una desagradable sorpresa verme en este mundo sin haber compartido esos años 60 y 70 con su edad, con su contemporaneidad. Considero que no deberías haberlo permitido mamá, si antes de mi decidiste discontinuar un embarazo (quién bien podría haber sido yo esa suspensión). Ok, no tuve “esa suerte” pero tampoco la tuve para nacer cuando yo quería, en la época en la que nació Bob Dylan a quién amo y admiro enormemente. Cuánta lástima me da, si supieras lo que siento dentro. Entiendo tu argumento fundado en que vos no hayas podido prever esto que te reclamo, ni tener control sobre ello ¿Pero D’s tampoco? Él no debiera haberlo permitido.

Los recursos de nosotros, los hijos, las almas por nacer debieran estar a disponibilidad de los respectivos padres o de nosotros mismos para poder cumplir nuestro derecho número uno: nacer en la época en que deseamos hacerlo. Yo quisiera haberlo hecho en la misma exacta en que nació mi ídolo ¿es muy difícil de entender?

Ahora escucho a Jakob Dylan, es más cercano a mi edad. Se parece bastante a él física y musicalmente, por eso me cuesta menos perdonarte. Igual te amo, te lo repito.

Adultez y libertad

Подняться наверх