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José María

El fraile sabio


No lo conocí. Falleció bastantes años antes de que yo naciese. Él fue quien convenció a mis padres -que en 1955 acababan de casarse- para mudarse a vivir a Ocaña. Mi padre ejerció en el pueblo durante un tiempo como veterinario y allí nació mi hermano mayor. Él era el Padre Tuñón. Un pariente dominico.

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Siempre me han interesado las esquelas.54 En internet encuentro dos que le conciernen. Están separadas en el tiempo por noventa años -varias generaciones- pero su mensaje es básicamente el mismo. La jerga, no.

La primera de ellas es de 1918. Se halla accesible gracias al esfuerzo por digitalizar su biblioteca que han hecho las anunciatas, una congregación femenina fundada sin embargo por un hombre: el dominico Francisco Coll. La idea era que las mujeres pudieran ayudar a la predicación. Se encuentra recogida en el tomo XXVI de la Revista del Santísimo Rosario, que corresponde al periodo entre los años 1911-1920.

Dice así:

Piedraceda. Pola de Lena.55 Doña Josefa Mallada, viuda de Tuñón. A los 85 años de edad y después de recibir muy devotamente todos los Santos Sacramentos y la Bendición Apostólica, dejó la tierra esta venerable anciana.

Muy devota de San José y de las benditas almas del Purgatorio, cofrade del apostolado y del Santo Rosario. ¡Cuántos pobres llorarán en lo sucesivo la falta de aquella ancianita tan jovial y caritativa, aún en medio de su modesta posición! Era el día 6 de mayo, cuando ya postrada en el lecho del dolor después de recibir con mucha humildad la Sagrada Comunión de manos de su hijo, el R. P. Fray José María Tuñón, le decía: ´Cuán contenta estoy ahora, y también de tenerte a mi lado en el terrible trance que se avecina; pero …si no te conceden más tiempo, marcha con mi bendición a cumplir con tus deberes´.

Tres días después entregaba dulcemente su alma al Creador.

A su hijo, nuestro hermano de santo hábito, el P. Tuñón, profesor en el colegio de Santa María de Nieva, y a las sobrinas, Hermana María Tuñón, dominica de la Anunciata y Sor Micaela de San José, Concepcionista, enviamos nuestro más sentido pésame, y pedimos a nuestros lectores una oración fervorosa por el eterno descanso del alma de la que en vida fue modelo de madres cristianas.56

La otra es más reciente. 2018. Está publicada en una plataforma virtual, esquelasdeasturias.com, y en ella se puede leer:

LA SEÑORA

DOÑA AMELIA TUÑÓN VÁZQUEZ

MELY

Falleció en el Hospital Álvarez Buylla de Mieres

el día 27 de octubre de 2018

Sus hermanos …Celia (Dominica de La Anunciata) -la tradición familiar, católica y dominica, permanece inalterable a pesar de los años- …serán incinerados sus restos mortales en el Tanatorio de Mieres.

UNIÓN DE FUNERARIAS S.A. – TANATORIO DE MIERES

Reservados todos los derechos. Prohibida toda reproducción57

La pieza que permite comprender mejor la relación entre ambas esquelas es un artículo de prensa. Unas declaraciones realizadas diez años antes por Mely acerca del Padre Tuñón -el mismo que en 1918 había dado la extremaunción a su propia madre- publicadas en La Nueva España:

´Dicen que era muy buen hombre. Que nunca hablaba de nada58 y que vivía para los demás y para la investigación. En casa nunca dijo una palabra de las labores que hacía´, con estas palabras recuerda Mely Tuñón a su tío abuelo.59

No puedo asegurarlo, pero creo que Mely tuvo respecto al Padre Tuñón el mismo parentesco que lo unía a mi padre (hija de un primo, solo que ella conservaba primero el apellido Tuñón -lo que indica que el vínculo le venía a través de un varón-). Pudo ser hija de un hermano de mi abuela, en cuyo caso habría sido prima carnal de mi padre, pero no es la única posibilidad.

Rastreo la historia familiar, pero en el siglo XIX la huella se vuelve difusa. El tiempo es implacable.

Sé que mi bisabuela Basilisa Tuñón era oriunda de Puente de los Fierros, en Lena. Se casó con Miguel Muñiz y en 1906 parió a Eugenia Muñiz Tuñón, la que sería madre de mi padre. Murió en 1980, cuando yo tenía 15 años.

Fray Ceferino

Sorprende la cantidad de asturianos, hijos de labradores, que ingresaron durante décadas en la Orden de los Predicadores (los dominicos) y el itinerario vital e intelectual tan deslumbrante que algunos de ellos recorrieron.

Hay entre todos uno cuya trayectoria destaca de manera especial, y cuya historia seguro que debió de ejercer una influencia determinante en el Padre Tuñón durante su juventud. Me refiero a Ceferino González y Díaz Tuñón, natural del concejo de Laviana. Por la procedencia y el apellido es además muy probable que hayan sido parientes.

Cuando nació José María -el futuro Padre Tuñón-, Ceferino (o Zeferino -no sé la razón por la que en varios textos la primera letra de su nombre aparece sustituida por la ´z´-) contaba ya 39 años. Era de 1831.

Ceferino presta hoy su nombre a una calle importante de Oviedo, no lejos de las Salesas, la calle Uría y el Campo de San Francisco. Y es que con los años el chico de Laviana llegó a convertirse en uno de los principales filósofos españoles del XIX.

Como la de muchos de sus paisanos, su carrera intelectual arranca con el ingreso en el convento de los dominicos de Ocaña. Llegó allí con apenas 13 años.

El convento de Santo Domingo de Guzmán le va a marcar de por vida, y a partir de él Ceferino estudiará hasta convertirse en un experto en tomismo (el pensamiento de Santo Tomás de Aquino -claro, otro dominico-).

En 1849 la orden lo envió como misionero a Manila. Un viaje larguísimo -más en aquella época, a él le llevó ocho meses-. Un siglo más tarde Ernesto Giménez Caballero reivindicará la presencia española en Filipinas como parte esencial de la Unidad de Destino en lo Universal.

El fraile continuó en Manila sus estudios de filosofía, pero no solo. También de física y de química. Debió de ser una de esas personas empeñadas siempre en cuestionar qué es lo que hay detrás (el más allá) y acostumbradas a no dar nada por sabido, por obvio que parezca. De hecho, sus primeros dos libros (que publicó en Filipinas en 1857) tuvieron ambos un carácter científico. Los tituló Los temblores de la tierra y La electricidad atmosférica y sus principales manifestaciones. Para entonces ya se había ordenado sacerdote.

En Ocaña Ceferino había tenido como compañero a otro fraile asturiano del que se hizo amigo. Se llamaba Melchor García Sampedro. Melchor -a su pesar- fue convertido en mártir. Ocurrió en lo que hoy es Vietnam. Lo detuvieron el día 8 de julio de 1858 (Ceferino recién acababa de publicar su ensayo sobre los terremotos) y se lo llevaron encadenado a Nam Dinh, la capital de la provincia. Fue despedazado en público veinte días después. Tal vez de niños utilizáramos la expresión ´tortura china´ de una manera muy frívola. No sabíamos de dónde venía.

El crimen debió de impresionar en lo más hondo a Ceferino, que mientras tanto continuaba profundizando sus estudios sobre el tomismo. Al año siguiente fue nombrado catedrático de teología en la universidad -no podía llamarse de otra manera- Santo Tomás.

El fraile nunca tuvo una salud fuerte y eso condicionó que en 1866, pese a sus éxitos en la misión, la orden decidiera hacerle regresar. Había pasado 7 años en Filipinas.

A su vuelta a la península Ceferino comenzó a escribir en varias publicaciones, una de ellas con un título tan contradictorio como La ciencia cristiana (la doctrina es por definición una cuestión de fe, no de razón).

Publica una serie de libros. Algunos de ellos sobre Santo Tomás. El más importante será Philosophia elementaria. Me llama la atención que la wikipedia afirme que Ceferino fue traducido al italiano, al alemán, al francés y al ruso, y no diga en cambio nada del inglés. Eran otros tiempos.

En 1871 Ceferino es con 40 años rector del convento de Ocaña. Poco después lo nombran además miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. En esa época mantuvo en el Ateneo de Madrid una polémica con el político Segismundo Moret, que había sido ministro de Ultramar en el gobierno de Prim y lo volverá a ser después (será uno de los que intente sin éxito evitar el desastre de 1898).

Hoy a Moret se lo conoce sobre todo por el paseo en Madrid que lleva su nombre. De ahí es de donde salen los autobuses nocturnos a la sierra norte, una vez que se cierra el intercambiador de Moncloa.

En este punto a la narración le falta una pieza. No he podido encontrarla. En internet hay 4 ó 5 referencias que mencionan ´el contundente enfrentamiento´ entre Segismundo y Ceferino (unas deben de copiarse a otras, sin que sea fácil identificar cuál es la original), pero ninguna alude al contenido del pleito.

En 1873 el fraile fue preconizado. Ese verbo tan raro parece que tiene un sentido eclesiástico diferente del convencional, y se refiere a cuando alguien es propuesto para obispo. Ceferino rechazó el cargo (he leído que estaba sobre todo interesado en escribir). Hizo lo mismo con una cátedra que le ofrecieron en Astorga.

El asunto acabó dirimido por el propio Papa. Pío IX intervino y dejó dicho: …por lo que ha escrito, lo hago obispo. Que lo sea, y que escriba. Además.

Obispo de Córdoba.

En Córdoba Ceferino promovió los primeros Círculos obreros. Aunque el nombre pueda sugerirlo, no debieron de ser precisamente antecesores lejanos del trabajo del Padre Llanos o de las comunidades cristianas de base. Si vamos a sus textos:

…debe atenderse a la instrucción moral y religiosa de los obreros; solo aquí se encuentra el verdadero origen del bienestar para ellos, y de armonía y seguridad para la clase rica y los gobiernos.60

A partir de ahí sus cargos y reconocimientos se suceden. En 1883 Ceferino es nombrado arzobispo de Sevilla (rechazó sin embargo asumir el escaño de senador que dicho puesto traía incorporado -parece que antes iban unidos, una manera inteligente de amarrar el poder civil al religioso-).

León XIII, el mismo Papa que entregó a España las islas Carolinas,61 lo iba a nombrar no mucho después cardenal. La wikipedia añade: …Alfonso XII lo promovió a arzobispo de Toledo. Confieso que lo escribo con mucha inseguridad, porque mi ignorancia en estos temas es grande, pero me temo que la anotación pueda ser una bobada. Una cosa es que los obispos fueran senadores y otra de índole diferente es que el rey tuviera potestad para elegir a los arzobispos. Sea como fuere, Ceferino no duró mucho en Toledo; se enfrentó a las autoridades clericales de la ciudad y acabó renunciando y regresando a Sevilla. Eso no le impidió seguir acumulando títulos tan vistosos como patriarca de las Indias, capellán mayor del rey o vicario general castrense.

También hijo adoptivo de Manila y académico de la lengua.

En la RAE62 iba a haberse hecho cargo del sillón que al morir había dejado vacante José Zorrilla, el autor de Don Juan Tenorio y de Oriental -cuyos versos me recitaba cada día mi madre cuando, siendo niño, me llevaba de la mano a la escuela…-

Si tus castillos mejores

que nuestros jardines son,

y son más bellas tus flores,

por ser tuyas, en León,

y tú diste tus amores

a alguno de tus guerreros,

hurí del Edén, no llores;

vete con tus caballeros.

…dicen que el fraile llegó a escribir su discurso de ingreso en la Academia, pero no llegó a leerlo. Lo mató antes un cáncer en la mandíbula.

Fue en Madrid. En 1894. Faltaban muy pocos años para que naciera Ernesto Giménez Caballero.

Ceferino fue enterrado -cómo no- en la iglesia de los dominicos de Ocaña. En aquel entierro estuvo el Padre Tuñón.

De él escribió el poeta asturiano Ramón de Campoamor:

…ninguno de tan poco llegó a tanto:

fraile ayer, príncipe hoy; mañana santo.

No está nada mal para el hijo de los labradores de Laviana.

Los dominicos

Soy consciente de que escribir sobre la iglesia supone un campo minado. Trece años en un colegio de curas fueron suficientes para muchas cosas, pero no habilitan para hacer de altavoz de algunas de las afirmaciones que circulan en la red como si fueran hechos probados. Aunque por regla general la ignorancia requiere ir acompañada de prudencia, en este caso es un riesgo que estoy dispuesto a correr.

Y es que hay cuestiones para las que no hace falta haber estudiado mucho, porque están ahí -claramente expuestas- aunque no solamos fijarnos. Una de ellas, por ejemplo -y por ir a lo grueso-, es que nos parezca normal que exista un país llamado República Dominicana. Y que su capital sea Santo Domingo. No lo es tanto.

La Orden de los Predicadores -los dominicos- representa probablemente lo mejor y a la vez lo peor de la iglesia católica. A ella pertenecieron frailes como Bartolomé de las Casas o Antonio de Montesinos, que defendieron con coraje a los indígenas americanos; pero también los inquisidores Tomás de Torquemada (uno de los protagonistas de la leyenda negra) o Bernardo Gui (otro protagonista -el malo-, pero en este caso de El nombre de la rosa, la novela de Umberto Eco).

Fueron asimismo dominicos teólogos de la talla de Tomás de Aquino, Alberto Magno, Meister Eckhart o Vicente Ferrer (es un santo valenciano del siglo XV; aunque se llame igual nada tiene que ver con el Vicente Ferrer conocido por su fundación y su trabajo en la India -ése fue un jesuita criado en el Raval de Barcelona que murió hace pocos años-).

Durante el tiempo que he vivido en África -ya más de doce años- he conocido a bastantes misioneros. Monjas, sobre todo. Entre los varones tuve trato cercano con jesuitas, salesianos o claretianos, pero no con dominicos. Miento; tal vez el Padre Pepe lo sea (o escolapio, ahora no estoy seguro -le tengo que preguntar-). Sea de la orden que sea, Pepe es un tipo alto y desgarbado que debe fumar tres cajetillas al día y tiene la infrecuente virtud de decir claramente a quien sea lo que piensa. Alguien valiente y dedicado. La clase de misionero que me provoca una franca simpatía.

Pienso ahora en América. En agosto de 1992 me alojé unos días en la Posada de Santo Domingo, en Antigua Guatemala. La habían inaugurado aquella semana. Un hotel de lujo construido aprovechando los restos del viejo convento dominico (uno de los mayores que hubo en América hasta que un terremoto lo echó abajo en 1773).

El lugar era absolutamente asombroso. Deslumbrante. En aquel momento los ambientes estaban decorados con libros auténticos de siglos anteriores. Debieron durar muy poco, porque años después volví a pasar por allí y habían sido sustituidos por otros que imitaban a antiguos.

Leo en internet:

A mediados del siglo XVII el convento de Santo Domingo de la ciudad de Guatemala tenía las posesiones siguientes: un ingenio de hacer azúcar situado en el valle de Salamá, nombrado San Jerónimo, ´corriente y moliente´,63 con más de 150 esclavos negros, hombres y mujeres, de diferentes edades y nombres …este convento albergaba en 1688 a 51 sacerdotes.64

No debe de sorprender; las órdenes religiosas fueron -sin ningún tipo de reparo moral- dueñas de muchísimos esclavos de origen africano. Hoy en Paraguay casi nadie lo recuerda, pero la actual plaza Uruguaya de la capital era en origen la ranchería de esclavos de un convento. Los dominicos albergaban a los suyos en Tavapy, los mercedarios en Areguá y los jesuitas en Paraguarí.

Domingo de Guzmán, el promotor del tinglado dominico, fue un burgalés de Caleruega. Del siglo XIII. En aquella época la iglesia católica tenía un problema bastante serio con los cátaros, que era mitad político y mitad doctrinal. El primero se resolvió a la vieja usanza, con alianzas y batallas. Para atajar el segundo el Papa creó a la inquisición. Simplificándolo hasta la caricatura, los cátaros consideraban el mundo material como algo demoníaco y predicaban la salvación a través del ascetismo. Los llamaban también albigenses y su doctrina se había extendido mucho en Francia y en parte de Aragón.

La tarea de convertir a los cátaros fue encomendada a los dominicos, que estaban entonces recién fundados. En un primer momento para obtener su conversión éstos intentaron seducirlos de manera pacífica; viviendo pobremente como ellos y aceptando algunas de sus costumbres. No funcionó. El fracaso deterioró más la situación, que acabó derivando en una cruzada -alimentando un término que 700 años más tarde será recuperado por Giménez Caballero y los suyos en un contexto que no tenía nada que ver-. No hubo, la verdad, un gran despliegue ecuménico. La iglesia determinó que eran herejes y los derrotaron por la fuerza con ayuda del ejército francés. Los cátaros tuvieron que esconderse y poco a poco se fueron extinguiendo. Bueno, no del todo. Continuaron existiendo más o menos clandestinos.

Las inquisiciones al inicio fueron varias, ligadas desde el principio a los dominicos. A fin de evitar la dispersión Gregorio IX impuso la autoridad directa del Papa y en 1252 Inocencio IV complementó la medida autorizando la tortura. Hasta el nombre de la bula con la que lo hizo suena siniestro: Ad extirpanda. Una vez visité el palacio donde funcionó en Cartagena de Indias. También una exposición de artilugios auténticos de la inquisición, y eran realmente horripilantes. Para diseñar algunas de aquellas torturas había que ser diabólicamente retorcido.

Ha habido quien ha querido buscar el origen de la palabra dominico en domini canis, una expresión que significa ´los perros del señor´ -como ´los perros de la guerra´ de Frederick Forsyth, pero en latín-65 en lugar de como referencia a Domingo de Guzmán. No es cierto. Obvio; el refranero popular sabe que perro no come perro y una de las víctimas más célebres de la inquisición, Giordano Bruno, fue precisamente un dominico. Dicen que cuando escuchó el veredicto el bueno de Giordano exclamó:

Tembláis acaso más vosotros al anunciar esta sentencia que yo al escucharla.

…luego lo quemaron vivo.

Falsa o no la procedencia etimológica, la realidad es que en uno de los monasterios en que vivió el Padre Tuñón (el de Santa María la Real de Nieva) hay esculpido un capitel con una alegoría de la orden representada precisamente por unos perros. Los custodios del ´árbol del señor´.

En Paraguay un profesor me habló de la existencia de un libro antiguo en el que está recogido el testimonio de dos dominicos inquisidores que habían participado directamente en torturas (después de los cátaros vino la caza de brujas -la de verdad, no la de McCarthy-),66 pero en su momento no registré los datos y luego he sido incapaz de encontrarlo.

Ocaña

El lugar donde en 1777 Carlos III mandó construir una plaza enorme -en medio de la meseta castellana- había sido ya, antes de eso, un escenario privilegiado en el que circularon frailes, poetas y reyes. Durante los siglos posteriores continuará siendo un punto de encuentro (ya adoquinado) para sabios, presos, militares y santos. Santos de los que tienen fe y también de los otros. Un sitio interesante.

Rebobinemos dos siglos. En los años 20 y 30 del XVI la autoridad suprema de la inquisición (el Gran Inquisidor, sucesor de Torquemada) era un cardenal español llamado Alonso Manrique.67

Pese a lo ostentoso de su cargo, Alonso tuvo un hermanastro que con el tiempo se hizo mucho más famoso que él. Se llamaba Jorge y rimaba versos.

Toda esta villa de Ocaña

poner quisiera a tus pies,

y aun todo aquello que baña

Tajo hasta ser portugués,

entrando en el mar de España.

No, no -éstos no-; que son de Lope de Vega y bastante posteriores.68

Jorge Manrique escribió:

…después de tan bien servida

la corona de su rey

verdadero;69

después de tanta hazaña

a que no puede bastar

cuenta cierta,

en la su villa de Ocaña

vino la Muerte a llamar

a su puerta.70

Cosas de nobles. El padre de ambos, Rodrigo Manrique -al que está dedicada la elegía- había apoyado a la futura reina Isabel la Católica (quien estuvo refugiada en Ocaña durante un tiempo) en sus pleitos dinásticos con Juana la Beltraneja. De no haber sido así tal vez los reinos de Castilla y Portugal hubiesen permanecido unidos.71

Entre las rimas de Manrique y las de Lope, a mediados del siglo XVI, se construyó en el pueblo el convento de Santo Domingo de Guzmán; el mismo en el que se harán frailes dominicos muchos jóvenes asturianos.

Los entendidos dicen que el valor artístico del convento es extraordinario. Destaca en el conjunto -aseguran- el claustro de Alonso de Covarrubias y sobre todo el coro, esculpido en madera de nogal en 1573.

Su historia no es menos interesante. El terreno sobre el que fue construido lo cedió Juana, la hija de los reyes católicos y madre de Carlos V que pasó a los libros de historia con el sobrenombre de la loca y permaneció buena parte su vida encerrada en Tordesillas.

Demos un salto de dos siglos y medio. Ahora, hacia delante. En 1836 se inauguraba en París el Arco del Triunfo. El nombre ´Ocaña´ fue grabado en él, en recuerdo de la victoria que las tropas napoleónicas habían tenido allí en 1809. Parece que Napoleón fue un poco tramposo y en la lista del arco se apuntó más de la cuenta -grabando en piedra como victorias triunfales algunas batallas que no lo fueron-.72 Sin embargo en el caso de Ocaña no hay duda alguna. Al general español Aréizaga le dieron por todos lados -sobre todo a sus soldados, que se estima sufrieron más de 4.000 bajas y entre 15 y 20.000 prisioneros-. No está mal para un pueblo que en el censo de 2018 no contaba más de 11.000 habitantes.73

Este asunto tiene una arista sorprendente, y es que en aquella batalla peleó un joven liberal llamado Juan Álvarez Mendizábal.

En el año 1836 -mientras Francia inauguraba con pompa su nuevo arco- Álvarez Mendizábal, convertido en ministro de Hacienda, emprendió una ambiciosa desamortización que suprimía y expropiaba a la iglesia todos los conventos (ésta respondió excomulgando tanto a los confiscadores como a todo aquel que comprara sus antiguas propiedades). Lo interesante es que Mendizábal excluyó de la medida precisamente al convento dominico de Ocaña, que entonces se llamaba Colegio Misionero para Asia. Tal vez alguna promesa.

Por el convento de Santo Domingo pasaron muchos intelectuales. En él vivió Pedro de Soto, que aparte de haber enseñado en Oxford y ser confesor de Carlos V, fue un teólogo de peso en el Concilio de Trento, o fray Juan Cobo -que dejó impresa en 1593 la Doctrina cristiana en letra y lengua china-. También el beato José de Jacinto Salvanés, quien murió quemado en Japón en 1621.

Un amigo mío de Zaragoza vende cosas antiguas. A través de él he conseguido el libro de Cadell Historia de las misiones en el Japón y Paraguay.74 Está dedicado a Antonio María Claret, que en el momento de su publicación (1857) había fundado ya la orden de los claretianos -los que evangelizaron luego Guinea- pero ejercía sin embargo como arzobispo en La Habana.

La presencia española en Japón es parte de una historia que a mí -y creo que a muchos- me resulta del todo desconocida. Cuando se piensa en los misioneros españoles viene enseguida a la cabeza la imagen de América Latina o de África, pero lo que hicieron en Asia ha sido bastante menos difundido. La mayor parte de ellos salieron de Ocaña, empujados desde el siglo XVII por un Estado que pretendía aumentar su influencia.

En 1847 hicieron obras de ampliación en el convento. Albergaba entonces a 78 religiosos y se había quedado pequeño. Tardaron siete años en construir 70 celdas más (entretanto muchos de los aspirantes fueron encaminados al convento de Santo Tomás en Ávila).

Durante mucho tiempo los dominicos enviaron a extremo oriente una media de diez misioneros por año. Se calcula que para 1904 ya habían llegado allí unos 750. Si Íñigo Errejón hubiera escrito sobre el convento de Ocaña lo habría calificado de núcleo irradiador.75 Entre ellos hubo más de treinta obispos y Juan Pablo II canonizó a cuatro de los que fueron asesinados. La iglesia dice martirizados.

La cabeza de uno de aquellos mártires -fray José María Díaz Sanjurjo, que fue decapitado en Vietnam- viajó de regreso a Ocaña y está enterrada en el convento.76

Los años 30 del siglo XX fueron complicados. En los primeros días de la guerra civil desalojaron a los religiosos que habitaban el convento y ejecutaron a algunos de ellos. Eran los compañeros del Padre Tuñón. En Ocaña los asesinatos cometidos por los partidarios de la república fueron crueles, pero duraron poco. El ejército de Franco tomó el pueblo el 27 de septiembre, apenas dos meses después del fracaso del golpe de Estado, y a partir de ahí las salvajadas vinieron del otro bando.

En lo que respecta al convento, tardó en volver a ser abierto hasta 1948, que lo hizo convertido en seminario de misioneros.

Los de Lope y de Manrique no son los únicos versos en que se menciona a Ocaña. Revisando en la hemeroteca encontramos otro poema:

Muy de mañana,

aún de noche,

antes de tocar diana,

como presagio funesto

cruzó el patio la sotana.

¡Más negro, más, que la noche

menos negro que su alma

el cura verdugo de Ocaña!

En varios textos aparece que entre los años 1939 y 1959 fueron asesinados en Ocaña cerca de 1.300 presos políticos. Parecen muchos. No estoy seguro de cuán fiable sea la fuente original. He encontrado repetida la cifra en La España salvaje,77 en un artículo de Público78 y en varias páginas web.

Parece que aparte de sus tres conventos y la hermosa plaza, Ocaña cuenta también en su cementerio con tres grandes fosas comunes. Se dice además que el encargado de dar el tiro de gracia a los sentenciados a muerte fue durante años el capellán de la prisión. Lo cuenta en sus memorias un antiguo preso del PSUC llamado Miguel Núñez.79

En los registros -la burocracia pronto volvió a funcionar- hay documentos que prueban hasta 57 fusilados en una sola noche.

Recuerdo haber escuchado contar a mi padre -él llegó a Ocaña en 1956, por lo que debió todavía de vivir algunas de las últimas ejecuciones- que una vez les dijo a sus contertulios en el casino (el veterinario era en la época, junto al cura, el médico y el farmacéutico, una de las ´personas importantes´ del pueblo) el día que se vuelva a dar la vuelta la tortilla os matan a muchos más.

El casino. Allí decía haber visto jugarse a un paisano las tierras y la mujer. Relataba también, siendo yo niño, otras anécdotas. Sus visitas al convento de clausura Santa Catalina. Las dominicas contemplativas tenían animales y eso hacía que el veterinario fuera de los poquísimos varones que entraban al recinto; o la vez que de madrugada le sacaron de su casa unos gitanos exigiéndole que dopara a un burro moribundo que pretendían vender en la feria al día siguiente. Se negó a hacerlo y la situación se volvió complicada. Aunque mi padre murió hace casi veinte años los muebles del salón de su casa siguen siendo los mismos que fabricaron los presos del penal. Da miedo cómo los objetos nos sobreviven.

Pese al cariño del Padre Tuñón, creo que mis padres nunca se acostumbraron al ambiente del pueblo. No duraron mucho allí. Regresaron a Asturias en septiembre de 1958. Les quedó para siempre un amigo, Ángel, que era dentista. Alguna vez de pequeño fui a su casa en Ocaña -me acuerdo bien del patio- y muchas a su consulta en Marqués de Vadillo. Décadas después supe que Ángel había fallecido en una camilla cuando estaba recuperándose de un infarto. Le dio el segundo.

Estoy seguro de que el Padre Tuñón debió de conocer de primera mano al capellán de la prisión.

El poema sobre el cura verdugo tiene una historia trágica, pero a la vez hermosa.

Entre 1940 y 1941 Miguel Hernández estuvo preso en Ocaña. Allí debió de terminar su Cancionero y romancero de ausencias. Luego lo trasladaron a la cárcel de Alicante, donde murió al año siguiente de tuberculosis.

Miguel aprovechó su tiempo en la cárcel para enseñar -a escondidas- a otros presos a hacer versos. Es lo mismo que casi ochenta años después hizo Ramón Esono con sus clases de dibujo a los reos de Black Beach.80 Hay sobre ello diversos testimonios y lo cuenta también Miguel Núñez en sus memorias.

Creo que no hay consenso sobre si el propio Miguel Hernández fue el autor del poema, aunque todo parece apuntar a que sí. Lo que es seguro es que se gestó en aquellas ´clases´ impartidas en circunstancias tan extremas.

Él no fue el único poeta conocido que pasó por el penal. En 1944 llevaron también a Marcos Ana, quien más tarde referiría: …en el penal de Ocaña conocí lo más duro para un condenado a muerte, la soledad.

Diecisiete disparos

taladraron la mañana

y fueron en nuestros pechos

otras tantas puñaladas.

Los pájaros lugareños

que sus plumas alisaban

se escondieron en los nidos,

suspendiendo su alborada.

La luna lo veía y se tapaba

por no fijar su mirada;

en el libro, en la cruz

y en la ´star´ ya descargada.

¡Más negro, más, que la noche,

menos negro que su alma,

el cura verdugo de Ocaña!

Una referencia más. La última. Más reciente. El 1º de julio de 2003 un soldado asesinó en Guinea Ecuatorial a una chica de Ocaña que había ido a colaborar con unas monjas misioneras durante sus vacaciones de verano. Se llamaba Isabel Sánchez Torralba y tenía 22 años.81

En un artículo publicado en El Mundo leo:

…la abuela de la joven fallecida, Aurora Torralba, muy vinculada a la orden de los dominicos, declaró entre sollozos: ´Me la han matado´.

La abuela, que fue consolada por un padre dominico en el domicilio familiar de Ocaña, recibió al fraile con la frase de ´¡qué flor tan hermosa vamos a enterrar!´, a lo que éste respondió: ´El desconsuelo es para los que se quedan aquí porque ella está en un buen lugar´.82

Una emigración muy peculiar

Nacer en el campo español durante el último tercio del siglo XIX era una casilla de salida problemática, porque no ofrecía muchas oportunidades de futuro. En otros momentos tampoco. En aquella época Mariano Mora y bastantes oscenses del valle de Benasque encontraron en Guinea un lugar al que emigrar para intentar buscar una vida mejor.83 Ése es el punto de arranque de Palmeras en la nieve, una novela que se ha convertido luego en película de éxito.84

En el concejo asturiano de Lena la situación no debía de ser muy distinta, pero hallaron una ruta diferente. Muchos chicos, hijos de campesinos o pastores de ovejas, se fueron a Ocaña, y no pocos desde allí -hábitos mediante- al sudeste asiático.

Apenas conozco la geografía asturiana. Sería estupendo disponer de un mapa grande de los alrededores de Mieres, y de chinchetas de muchos colores con las que identificar las parroquias de donde procedían los jóvenes que en aquellos años se convirtieron en dominicos.

Hacia 1880 dejaron rastro en internet -mencionando solo a los oriundos de Pola de Lena- fray José García Díaz, fray Joaquín Encinas, fray Santos García Quirós, fray Hipólito Sindulfo González, fray José Hevia Campomanes… y un poco después fray Casimiro Lafuente, fray Cándido Fernández Velasco, fray Félix de Fuentes, fray José Lorenzo (José Lorenzo se convertiría en mártir cuando lo atravesaran con una lanza en Filipinas), Miguel Rodríguez González o José González -estos últimos no debieron de llegar a frailes, pero figuran en la relación de los dominicos-. También he encontrado citados como lenenses a los teólogos Francisco Lavara y José Fernández Castañón, aunque no estoy muy seguro de la época a la que corresponden.

De algunos de ellos en la red puede encontrarse mayor información (seguro que en los archivos debe haberla abundante, pero escribir desde Guinea tiene algunas limitaciones).

La asociación Vindonnus (que se describe a sí misma como un grupo de estudio interesado en el patrimonio cultural de Lena) recoge por ejemplo en su web la historia de fray José Farpón Tuñón. Debió de ser también pariente del Padre Tuñón. Tal vez un primo. Seis años mayor que él.

José Farpón nació como el resto en Pola de Lena, y como ellos se ordenó en el colegio de Ocaña. Fue en 1879. Siete años más tarde fue enviado a las misiones de Filipinas, donde se hizo escritor, teólogo y profesor en la Universidad de Manila.

Un año después de Farpón (y justo un siglo antes que yo, en 1865) nació -también en Pola de Lena- José Pío Ana. José Pío fue enviado a otro lugar del mundo. Geógrafo y filólogo, llegó a obispo y se destacó en la defensa de los indios machiguengas y huarayas, en la cuenca del Amazonas. Falleció en 1938, cuando España estaba en plena guerra civil, en la ciudad peruana de Quillabamba.85

No muy lejos de Lena -en Pelúgano- nacía Luis Suarez Velasco, que será uno de los dominicos asesinados en Almagro durante la guerra civil. Recientemente el papa Francisco los ha beatificado.

La barbarie

Aquí es de justicia abrir un paréntesis. Aunque sea de lectura engorrosa. Hay que dar tres pasos atrás de las listas de Caídos por Dios y por España grabadas en granito -bajo el yugo y las flechas de Giménez Caballero- en muchas iglesias. Alejarse lo más posible de toda esa parafernalia.

Fijándonos solo en los varones, solo en los frailes dominicos y solo en los asturianos -que ya son muchos filtros arbitrarios- encontramos (en la biblioteca digital de las anunciatas) asesinados durante la guerra civil, ordenados por fecha de nacimiento:

Celestino José Alonso Villar (1862, Cangas de Onís); Vicente Álvarez Cienfuegos (1863, Proaza); Buenaventura García Paredes (1866, Luarca -había sido, aparte de prior de Ocaña, rector del colegio de Santa María de Nieva en Segovia, donde estuvo el Padre Tuñón); Maximino Fernández Marinas (1867, Luarca); Alfredo Fanjul Acebal (1867, Oviedo); Enrique Cañal Gómez (1869, Cangas de Narcea); José Luis Palacio Muñiz (1870, Siero); Manuel Álvarez Álvarez (1871, Quirós); Miguel Menéndez García (1885, Belmonte); José Menéndez García -serían hermanos- (1888, Tineo); Enrique Izquierdo Palacios (1890, Oviedo); Miguel Rodríguez González (1892, Piñera de Abajo); Jacinto García Riesgo (1894, Somiedo); Vicente Rodríguez Fernández (1897, Navelgas); José María Palacio Montes (1901, Nava) …no sé si la lista estará completa.

Hay que añadir al menos a dos más: fray Francisco Fernández Escosura, que era un chaval también de Pola de Lena que cuando estalló la guerra tenía 19 años y fue fusilado junto con otros dominicos en Paracuellos.

El otro es un caso un poco especial; un asturiano que además de fraile fue sindicalista y diputado. Benedicto XVI lo beatificó en 2007.

Se trata de José Gafo Muñiz. Gafo había fundado en 1914 el Sindicato de Ferroviarios y participó en la formación de la Confederación de Sindicatos Libres de España. Fue preso por conspirar durante el intento de golpe de Estado de Sanjurjo y ¿adivina dónde cumplió condena? en el penal de Ocaña. Le soltaron enseguida y en 1933 fue elegido diputado por Navarra en la candidatura del Bloque de Derechas.

Conforme a la wikipedia:

…en diciembre de 1934 firmaba el manifiesto del Bloque Nacional inspirado por José Calvo Sotelo y se manifestaba partidario de la acción extraparlamentaria, siguiendo la trayectoria de la extrema derecha tradicionalista.

En agosto de 1936 Gafo fue detenido y llevado a la cárcel Modelo, donde fue asesinado. He leído que escribió una carta a Indalecio Prieto confiándole el cuidado de sus libros.

Fray Juan Bautista

Uno de los frailes oriundos de Lena que sobrevivió a la guerra -probablemente le salvó la vida que al estallar ésta se hallaba en el extranjero- fue Juan Bautista Velasco Díaz, quien tuvo después un itinerario fascinante.

De los montes asturianos Juan Bautista marchó a formarse con los dominicos, y de allí a los Estados Unidos. Estudió te ología en Luisiana y en 1935 se ordenó sacerdote en Nueva Orleans.

De América partió a China, yendo como misionero a Amoy (hoy se llama Xiamen, en la costa continental justo frente a la isla de Taiwán). Además de inglés, italiano y francés, allí aprendió a hablar varios dialectos chinos. Fue vicario general de la misión y más tarde obispo (lo nombraron con solo 36 años). Sin duda un tipo listo.

Los tiempos venían sin embargo a contrapié. Y con ellos el ejército rojo de Mao -a quien le atribuyen la frase el poder nace de la boca del fusil-. Lo arrestaron.

El periodista Julio Vivas asegura en un artículo publicado en La Nueva España que a continuación fue desterrado (la palabra precisa debiera haber sido ´expulsado´, puesto que era extranjero).86

De regreso a España la orden no lo entretuvo mucho tiempo -tras la sangría que había sido la guerra civil no debían de contar con demasiados misioneros- y volvió a enviarlo otra vez al sureste asiático. A Manila, donde ejerció como vicario general de los chinos; primero de la ciudad y más tarde de todo Filipinas.

Juan Bautista fue también obispo (auxiliar) en Manila, donde según internet promovió vocaciones sacerdotales, organizó diez parroquias personales (son las encomendadas a una sola persona), así como nueve distritos misionales y diecisiete escuelas católicas.87

Esas líneas remiten -por ser calcadas- a un juego de mesa de los años 40 pensado para acompañar la evangelización y el crecimiento de la iglesia. Se llama Imperio, lo que proporciona ya una idea de por dónde van los tiros, y a él voy a referirme más adelante.88

En 1962 el fraile asturiano participó activamente en el Concilio promovido por Juan XXIII (el Vaticano II). Según declaraciones de su sobrino recogidas en el artículo de Julio Vivas:

…pudo haber ascendido más dentro del clero. Sin embargo la experiencia vivida en China le hizo ser un religioso tradicional, que no casaba del todo con la tendencia que había entonces en la iglesia.

Murió en 1985 en el Centro Médico de Oviedo cuando iba a ser operado de la próstata.

El vínculo entre la iglesia, Pola de Lena, los intelectuales y el apellido Tuñón no es algo que se agote en el siglo XIX. Continúa en el XXI. Veo en internet media docena de libros firmados por Juan José Tuñón Escalada, que es doctor en Historia de la Iglesia y fue durante años abad de la basílica de Covadonga.89 Allí fue donde se casaron mis padres. Justo antes de mudarse para Ocaña.

El Padre Tuñón

Pero a quien me quería referir desde el principio es al Padre Tuñón. Mi pariente lejano.

José María Tuñón Mallada nació en 1870. En Piedraceda, una parroquia del concejo de Lena. El 19 de febrero. Sus padres fueron Gaspar y Ramona. Hoy hay censadas en Piedraceda menos de 60 personas y si uno se asoma a google maps encuentra una tienda con el nombre de María Mallada Prieto. Debe pertenecer a algún familiar.

Una vez hubo finalizado en el pueblo la escuela primaria fue enviado a estudiar latín y humanidades en Oviedo. Seguro que lo hizo siguiendo los pasos de algún pariente religioso. Tuvo que ser un alumno aplicado -un chaval muy despierto, le describe Mely Tuñón-.90 De Oviedo marchó al convento de los dominicos en Ocaña.

Se me escapa cuál es el significado preciso de los pasos en la carrera eclesiástica, pero sabemos que José María tomó los hábitos con 19 años e hizo sus primeros votos con 21. Tenía 28 cuando recibió las órdenes sagradas. Imagino que con los votos se hizo fraile y con las órdenes, sacerdote. Aunque tuvo estudios superiores en filosofía y teología -como todos los dominicos, supongo-, en lo que pronto destacó fue como naturalista.

A través de internet he localizado su nombre en la lista de socios que en 1914 estaban suscritos al boletín de la Sociedad Española de Historia Natural. Textualmente figura como:

Tuñón y Mallada (Rvdo. P. José María), Dominico – Santa S.Y. ÍAaúa de Nieva (Seˆo-ˆlá) (Mineralogía) (..debe tratarse de una diablura informática; supongo que querría decir Santa María de Nieva, Segovia).

Un par de años más tarde hallamos una referencia a él en las fiestas de Ribadesella:

Ribadesella. Fiestas dominicanas en el Colegio de Religiosas. ´Hermosas resultaron las fiestas que el día 4 de agosto celebraron las religiosas en honor del glorioso Patriarca de los Predicadores. Hubo sermón los tres días, predicando el R.P. Fray José Tuñón, poniendo de relieve la vida y virtudes de nuestro Santo Patriarca y el fin exclusivo de nuestra Orden´.91

Antes de acabar destinado en Ocaña la orden lo envió a Almería, a Córdoba y a Segovia.

En este punto existe un poco de confusión, porque conforme a Mely Tuñón:

…en 1927 fue destinado a la parroquia de Santa María de Nieva en Almería.

…además de impartir lecciones de ciencias naturales aprovechó la calidad mineralógica de la zona.

…fue el hallazgo de las pinturas rupestres, en una cueva de un pueblo vecino a la parroquia, lo que hizo que Tuñón aparezca en la enciclopedia Espasa como uno de los nombres importantes en el estudio de la paleontología.

…le llevó a publicar numerosos estudios científicos.

…nunca dio importancia a ninguno de sus logros. Le dedicó su vida al oficio religioso y a la investigación mineralógica. Aunque su mayor éxito se encuentra en el campo de la antropología, con el descubrimiento de unas inscripciones rupestres en pueblos vecinos a Santa María de Nieva en Almería.92

Creo que se trata de un error. Efectivamente, en el norte de Almería se encuentra una localidad llamada Santa María de Nieva (pertenece a Huércal Overa), pero el descubrimiento arqueológico lo hizo en los alrededores de Santa María la Real de Nieva, un municipio segoviano a medio camino entre Cuéllar y Villacastín.

Tampoco las fechas son muy precisas, hay quien ubica el hallazgo cinco años antes:

A pesar de las escasas referencias conservadas, la técnica de molde no parece desconocida en España, pues, según reseña del Conde de Cedillo en el Boletín de la Sociedad Española de Excursiones de 1931, los grabados prehistóricos descubiertos por el Padre Tuñón hacia 1922 entre la villa de Santa María de Nieva y el pueblo de Ochando (Segovia) son reproducidos en escayola y enviados al Conde de la Vega del Sella.93

Tiene más lógica que haya sido en 1929, dos años después de su traslado a la zona (en el supuesto de que Mely estuviera confundida y en 1927 su tío abuelo no hubiese sido destinado a la parroquia de Santa María de Nieva en Almería, sino a la de Santa María la Real de Nieva en Segovia).

Así, leemos:

…la presencia humana en el término municipal de Domingo García se constata desde fechas prehistóricas. De estos repobladores hoy quedan los petroglifos o grabados rupestres que se encuentran en el cerro de San Isidro.

…las primeras noticias de este yacimiento arqueológico se remontan a 1929 cuando Tuñón Mallada incorpora la zona de Santa María la Real de Nieva al panorama prehistórico.94

…las primeras informaciones sobre el Cerro de San Isidro las expone Tuñón Mallada (1929) …una datación paleolítica …el caballo piqueteado sería el grabado más llamativo.95

En los petroglifos encontrados hay representadas figuras de equinos y de otros animales junto a escenas de guerra y de pastoreo. Parece que el dibujo del caballo corresponde a la época solutrense, unos 15.000 años antes de cristo. Se dice pronto.

Con la guerra civil todo aquello cayó en el olvido y no fue hasta 1970 que un militar, comandante de artillería, llamado Gonzalo Quintanilla retomó los estudios en la zona.

He visto una foto reciente de los petroglifos y justo encima de ellos alguna imbécil ha grabado el nombre Luisa Rojas.

En 1936 el Padre Tuñón fue afortunado. Tomó vacaciones en el mes de julio y volvió a Pola de Lena, donde le sorprendió el estallido de la guerra. Es probable que de no haber sido así hubiera alargado la lista de los dominicos asesinados en Ocaña. De todas maneras estuvo preso durante tres años. Según cuenta Mely:

…aún no sabemos cómo logró salir de ésa. Cuando terminó la guerra lo liberaron y no abandonó el oficio religioso. Volvió de pleno a su carrera en la parroquia de Ocaña.

No es difícil imaginar la impresión que habrá causado en el ánimo de José María Tuñón la noticia del asesinato de tantos compañeros de pupitre y de vocación, muchos de ellos sin duda amigos suyos.

Más tarde lo trasladaron a Ontígola, y allí permaneció durante catorce años. En esa parroquia encontró a su gran amigo Jesús Santos, también religioso.

Ontígola está a las afueras de Aranjuez, a apenas 18 kilómetros de Ocaña. En cuanto a fray Jesús Santos Montes, compartía con el Padre Tuñón el interés por la arqueología y la mineralogía. La colección que reunió de diversos yacimientos de la zona se exhibe hoy en un museo en Ocaña que lleva su nombre. En él hay también piezas de China, de Japón y de Filipinas. Tiene lógica.

Mely ilustra el artículo de La Nueva España con una de las dos únicas fotografías del Padre Tuñón que he visto. Fue tomada en 1956, dos años antes de su muerte, y en ella aparece en el campo con el hábito dominico, sonriente, abrazado a un libro y acompañado por su hermano Telesforo. Ambos tienen un gran parecido.

Encuentro en internet un anuncio de la época:

´El Paraíso´

FÁBRICA DE CHOCOLATES

Telesforo Tuñón

Especialidad en cafés tostados

Depósito de galletas y confituras

Ultramarinos finos

Teléfono 56

La Pasera

Mieres

Justamente esos últimos años de su vida fueron los que mi madre conoció más al Padre Tuñón. Estaba ya muy mayor y supongo que un poco senil.

Me ha contado varias anécdotas. La vez que fue al cuartelillo a pedir una pareja de guardias civiles y cuando le preguntaron para qué los quería respondió que era para llevar a la gente a misa, porque de lo contrario no iban. Le reprochaba a mi madre que no tuviera en sus brazos más tiempo a mi hermano recién nacido y parece que, cuando se enfadaba, utilizaba a menudo como insulto la palabra cernícalo.

Al Padre Tuñón le pasó con la muerte lo mismo que con la guerra. Le pilló durante el verano descansando en su tierra. Falleció el 24 de agosto de 1958 en Mieres. En casa de su hermano Telesforo, supongo. El chocolatero.

El mes siguiente mis padres se fueron para siempre de Ocaña.

El Espasa

En la biblioteca municipal de Collado Villalba he encontrado un ejemplar. La Enciclopedia Universal lustrada Espasa Calpe S.A. El Espasa. Ya con internet y la wikipedia las enciclopedias han caído en desuso, pero eran unos esfuerzos magníficos.

Busqué la entrada del Padre Tuñón. Está en el tomo 65. Veo que fue publicado en 1929, justo el año en que descubrió el yacimiento segoviano. Tal vez sea eso lo que explique su inclusión.

Viene acompañada del retrato de medio cuerpo de un joven con el pelo corto en el que cuesta un poco reconocer al anciano de la fotografía aportada por Mely. Ayuda fijarse en la nariz.

El texto dice así:

TUÑÓN MALLADA (JOSÉ MARÍA). Biog. Religioso y naturalista español, n. en Pola de Lena en 1870. Hizo sus estudios en Oviedo y ha llevado a cabo numerosas excursiones científicas en las que ha recogido numerosos ejemplares, especialmente de mineralogía, habiendo descubierto también algunas inscripciones rupestres. Es director del Colegio de segunda enseñanza de Santa María de Nieva y ha publicado diversos trabajos.

Para mi padre haber salido retratado en el Espasa era casi lo máximo que uno podía llegar a aspirar en la vida.

Tengo conmigo un libro que le perteneció. El Padre Tuñón tenía la costumbre de firmar en la primera página. Lo hizo en azul. Su nombre se entiende bien y casi ocupa todo el ancho de la hoja. Dice P. Tuñón y a continuación, cuidadosamente colocadas, hay entre los trazos de la rúbrica dos iniciales. O.P. Provienen del latín y significan Ordo Praedicatorum (la orden de predicadores, los dominicos).

Se trata de un tocho gordo -tiene 1747 páginas en un solo volumen- que siempre ha estado en la casa de mis padres. Mi madre dice que por su grosor solía utilizarlo como alza para sentarse encima cuando cosía a máquina.

Me fijo en él. Aunque está escrito en castellano fue publicado en París. En 1894. El título dice Diccionario enciclopédico de Ciencias, Literatura y Artes96 y en su primera página se añade:

Redactado en vista de los últimos adelantos en todos los ramos de los conocimientos humanos.

Normal, que ocupe tantas páginas.

Vuelvo al artículo de Mely:

Ahora, ya medio siglo después de su muerte, tan solo una reseña en la enciclopedia Espasa y la voz de uno de sus familiares recuerdan al que fuera un gran hombre en todas sus vertientes, en lo humano y en lo profesional.

La corrijo. De más de uno.

54 Hipervínculo. Libro 3. Rafael. Divagaciones y formalidades.

55 La localidad fue fundada por Alfonso X el Sabio.

56 Revista del Santísimo Rosario. Biblioteca Digital Anunciata. Tomo XXVI. Pg. 80.

57 La lógica de esto último me parece incomprensible. Lo estoy infringiendo.

58 Seguro que fue un buen hombre, pero ´no hablar de nada´ no es un argumento que lo avale. Los recuerdos de mi madre sobre el Padre Tuñón no coinciden en ese punto con los de Mely.

59 Cincuenta años sin José María Tuñón, el fraile investigador. Carmen M. Basteiro y Aitana Castaño. La Nueva España, 22 de septiembre 2008.

60 La Economía Política y el Cristianismo. Zeferino González. Manila, 1862. Citado en La gran restauración católica: un enfoque sobre el obispado de Córdoba. Gloria Priego de Montiano. Universidad de Córdoba. 2012.

61 Hipervínculo islas Carolinas. Luis. "La cooperación".

62 Real Academia Española, cuyo lema limpia, fija y da esplendor parece más la publicidad de un detergente.

63 El sentido original de la frase corriente y moliente proviene de ´molino´.

64 La orden de los dominicos en el reino de Guatemala 1535-1700. Rodolfo Esteban Hernández Méndez. Instituto de Investigaciones Históricas Antropológicas. Universidad de San Carlos de Guatemala.

65 La novela que recrea el régimen de Macías en Guinea Ecuatorial. Hipervínculo. Libro 1. El fang loco. El fulano.

66 También se llamó así a la campaña de delaciones y acusaciones de simpatizar con el comunismo promovida en Estados Unidos durante los años 50 por el senador Josep McCarthy.

67 Pese a ser cardenal católico, Alonso tuvo varios hijos. Uno de ellos, Jerónimo Manrique, siguió la tradición familiar y llegó también a ser Inquisidor General (y obispo de Ávila).

68 Peribáñez y el Comendador de Ocaña. Lope de Vega. 1604.

69 Se refiere a Fernando El Católico.

70 Coplas a la muerte de padre. Jorge Manrique. No se sabe la fecha exacta en que fue escrito, pero es posterior a 1476.

71 Hipervínculo Juana la Beltraneja. Libro 1. La previa.

72 Ya lo decía José Luis Borges: la verdad histórica no es lo que sucedió, sino lo que juzgamos que sucedió. Ficciones, 1944.

73 Durante la dictadura franquista el penal de Ocaña fue una de las cárceles más grandes, llegando en algún momento a albergar a casi 15.000 presos.

74 Historia de las misiones en el Japón y Paraguay. C. M. Cadell. Librería de Salvador Sánchez Rubio, editor. Madrid, 1857. Fue escrito en inglés y traducido al castellano por Casimiro Pedregal.

75 En 2015 hubo mucho cachondeo en twitter con Íñigo Errejón a causa del tono pedante en el que afirmó ´La hegemonía se mueve en la tensión entre el núcleo irradiador y la seducción de los sectores aliados laterales´.

76 Relación del martirio del Venerable Señor Don Fray José Díaz de Sanjurjo. M. García Sampedro. 1858.

77 España Salvaje. Los otros episodios nacionales. VVAA. La Felguera. 2019.

78 El ‘cura verdugo’ del penal de Ocaña. Alejandro Torrús. Público. 24 de marzo 2013.

79 Mil vidas más. Miguel Núñez. P. Gálvez, A. López y J. Mundet. Edicions de Ponent. 2010. Posteriormente se han hecho sobre el libro una versión en cómic y un documental con el título Al final de la escapada.

80 Hipervínculo. Libro 1. Ramón. Black Beach

81 Hipervínculo Isabel Sánchez Torralba. Libro 1. Carmen. Otros cooperantes asesinados en Guinea.

82 La madre de la cooperante muerta rechaza que se investigue el suceso porque fue ´voluntad de dios´. El Mundo, 2 de julio 2003.

83 Hipervínculo. Libro 1. Escombros imperiales.

84 Palmeras en la nieve. Luz Gabás. Temas de hoy. 2012.

85 Pequeños recuerdos de Lena. Carlos Urdambidelus Aza. 4 de agosto 2019.

86 El prelado misionero de Lena. Julio Vivas. La Nueva España. 3 de julio 2011.

87 El concejo de Lena en el siglo XX a través de sus personajes. Gaudencio Tomillo. Ed. Trabe. Oviedo, 2002.

88 Hipervínculo juego Imperio. "Luis".

89 Natural de Pola de Lena y sacerdote desde hace 30 años. Ana Moriyón. El Comercio. 29 de septiembre 2009.

90 Cincuenta años sin José María Tuñón, el fraile investigador. Ibíd.

91 Biblioteca Digital Anunciata. Revista del Santísimo Rosario. Tomo XXVI 31 (1916) 639.

92 Cincuenta años sin José María Tuñón, el fraile investigador. Ibíd.

93 Primeros sistemas de reproducción de Arte Rupestre en España. M. Dolores Moneva Montero. Espacio, Tiempo y Forma, Serie I, Prehistoria y arqueología t. 6. 1993. Pgs. 413-442.

94 Domingo García posee una de las estaciones de arte paleolítico al aire libre más importantes de España. Elena Rubio Aragoneses. El Norte de Castilla, 2 de abril 2009.

95 El arte rupestre postpaleolítico en la campiña segoviana. El conjunto de Domingo García. Hipólito Pecci. Tesis doctoral. Facultad de Geografía e Historia. UNED. 2014.

96 Diccionario enciclopédico de Ciencias, Literatura y Artes. V. Desplats y L. Grégorie. Garnier Hermanos, Libreros y Editores. París, 6 Rue des Saints-Péres, 1894.

El fascista estrafalario

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