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Casa habitación en el barrio de Santa Teresita

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En los límites entre los barrios de Santa Teresita y El Refugio, se desarrolló desde principios del siglo XX una cantidad de viviendas populares que aún subsisten conservando todavía su vocación habitacional. A una cuadra hacia el poniente de la avenida Enrique Díaz de León (antes Munguía), entre las calles Garibaldi y Joaquín Angulo, se localiza el predio Frías número 345 sobre el que se edificó una modesta casa habitación con decoración neoindigenista. El contexto urbano inmediato corresponde con el uso habitacional y, a lo largo de esa cuadra, pueden identificarse otras tres viviendas edificadas con elementos eclécticos del art déco. El inmueble de nuestro interés ya no desempeña funciones domésticas y parece servir como establecimiento comercial.

FIGURA 2.7 MASCARÓN DE CHAC, BARRIO DE SANTA TERESITA


Fotografía: Alejandro Mendo Gutiérrez.

Esta vivienda ostenta un llamativo y bien conservado mascarón de Chac ornamentando la fachada de la construcción (véase figura 2.7). La edificación es de un solo nivel y su frente está recubierto casi totalmente de ladrillo de arcilla cocida aparente. En la parte superior de la puerta y arriba de la única ventana, se adosaron elementos decorativos con iconografía maya. Coronando el pretil, se alza un par de remates geométricos sencillos a manera de tocado, pero igualmente atrayentes por su impacto visual para el conjunto.

Es de notarse que el refinamiento iconográfico es ligeramente mejor logrado en esta obra pues se detallaron más delicadamente los componentes del mascarón. Por ejemplo, sobre la sencilla, pero prominente nariz de Chac, sobresale el llamado entrecejo que Paul Gendrop reconoce como elemento representativo del arte maya clásico (1983, p.91). En el mismo tenor, surge con fuerza la mandíbula inferior dotada de tres filas de colmillos a ambos lados de una insólita lengua extraña para el bagaje estilístico pan–maya. Hay que apuntar el creativo tratamiento de los párpados que, arriba y debajo, adornan con grecas mixtilíneas el contorno del globo ocular. A su vez, separando los ojos respecto del maxilar superior, una franja de rectángulos y motivos grecados divide la composición en dos hemisferios.

Cerramos esta descripción señalando que un detalle menor acrecienta la calidad estética de este tablero neoindigenista. Nos referimos al dintel ornamental de la puerta que está decorado con un pequeño y escueto mascarón de Chac —a manera de mascarita subsidiaria— replicando los mismos motivos del friso horizontal de grecas, pero que, en este caso, recuerda los recursos formales previos para dar estructura al rostro del numen.

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