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Diabetes 2

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La aplicación de chorros calientes, dos o tres veces al día, según se expone en el apartado anterior (indisposición y espasmos) puede ser una ayuda para recuperar el buen funcionamiento de las células insulares (productoras de insulina) del páncreas cuando los niveles de azúcar en la sangre están algo elevados o cuando se presenta acetona en la orina.

Ojalá pudieras pasar unas vacaciones en el campo, cerca de una lechería, donde pudieras obtener diariamente, por lo menos, medio litro de suero de leche. Si te ves afectado por la exagerada sed del diabético puedes tomar diariamente un litro o más de este suero. A medida que la sed va disminuyendo, hay que reducir también la cantidad ingerida de este suero. Las hortalizas crudas constituyen un gran soporte dietético. Deberías tomar ensaladas con mucha cebolla y bocadillos de pan integral aliñados con un poco de aceite. Las ensaladas más apropiadas son las que contienen plantas amargas como endivias, escarola y diente de león, entre otras. También resultan beneficiosas las infusiones (a partes iguales) de trébol, hojas de nogal, vainas de judías y hojas de arándanos.

Es importante, así mismo, que camines mucho o realices suficiente ejercicio físico con respiraciones profundas para ayudar a regenerar tu organismo. No olvides tampoco comer correctamente, sin prisas y masticando mucho los alimentos que tomes. Cuando te sientes a la mesa, debes estar tranquilo y relajado, y no comas en exceso, ya que cuanto más comas tanto más le cuesta a tu organismo digerir y aprovechar los alimentos ingeridos. Cuando falla el páncreas, lo importante es lo que se digiere y no lo que se ingiere. Si sigues estos consejos darás una alegría a tu «gran doctor» cuando analice unos meses después tu sangre y tu orina.

El pequeño doctor

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