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OPORTUNIDADES DEL MODELO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE DE LA UAM-LERMA PARA LA ENSEÑANZA DE LA DISCIPLINA DE LA POLÍTICA PÚBLICA EN MÉXICO

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Raúl Hernández Mar* María Gabriela Martínez Tiburcio**

INTRODUCCIÓN

En México, las políticas públicas desde su recepción como disciplina en la década de 1990 y hasta nuestros días, llevan alrededor de 30 años desarrollándose como un instrumento para la formulación, implementación y evaluación de cursos de acción y, recientemente, como una profesión y un campo de investigación.

Es importante mencionar que si bien las políticas públicas se insertaron, en primer lugar, como un instrumento que auxiliara el proceso decisorio para la resolución de problemas públicos en un contexto de crisis del sistema político, económico y administrativo de México, la cual inició a principios de la década de 1980 y tuvo como detonador la insolvencia fiscal del Estado mexicano, que fue ocasionada por un gobierno que se conducía sin límites de poder y de recursos. Dicha crisis ha sido, en muchos casos, el punto de partida para analizar, no sólo la transformación del Estado mexicano y la democratización del régimen, sino el establecimiento de un sistema gubernamental centrado en las políticas públicas.

A partir de lo anterior, después de casi cuatro décadas (de 1982 hasta la fecha) de llevar a cabo una gran reforma del Estado, y luego de tres décadas (de 1990 hasta nuestros días) de la inserción de las políticas públicas al sistema político, económico, administrativo y social mexicano, hemos sido testigos de una evolución de las políticas públicas en México, que ha creado una necesidad abrumadora de recursos humanos expertos en la disciplina de las políticas públicas pero, al mismo tiempo, la necesidad de diseñar programas de licenciatura y posgrado en dicha disciplina, así como escuelas y grupos de investigación expertos en este campo de estudio.

Lo anterior es resultado de las reformas institucionales que se han llevado a cabo en nuestro país, no sólo porque han reconfigurado la relación sociedad-Estado, lo cual exige un gobierno con capacidad directiva y de gestión; por lo tanto, los expertos en la formulación, implementación y evaluación de políticas públicas son muy importantes en este nuevo contexto. A comienzos del siglo XXI pasamos de “gobernar por políticas” para salir de la crisis a un “gobierno por políticas” para lograr la eficacia social de la democracia, proceso que se inició con la reestructuración económica y social del Estado.

En este sentido, desde el nacimiento de la disciplina de las políticas públicas, ésta ha buscado “preservar y fortalecer los dos fundamentos distintivos de la acción directiva del gobierno, su institucionalidad o carácter público y su eficacia en la solución de los problemas sociales” (Aguilar, 2012:52). Con respecto a este último punto, se puede decir, irónicamente, que la solución de los problemas sociales es el “talón de Aquiles” moderno de las políticas públicas por varias razones:

Primero, las sociedades cada vez están más informadas, por lo tanto, son más participativas y buscan intervenir en las decisiones públicas con el propósito de que éstas les produzcan mayores beneficios sociales, así, “la cuestión acerca de la competencia y eficacia directiva gubernamental” (Aguilar, 2012:52) se han convertido en elementos esenciales entre los ciudadanos y las disciplinas que estudian al gobierno.

Segundo, las nuevas características que definen a las sociedades contemporáneas y las transformaciones económicas de las cuales han sido objeto, han hecho que los problemas públicos y sus soluciones sean más complejos, poniendo en evidencia la capacidad de respuesta de los gobiernos. En este sentido, la disciplina de las políticas públicas se centra en el aseguramiento de la efectividad directiva del gobierno y, particularmente, “en el proceso de elaboración de las decisiones directivas” (Aguilar, 2019).

Por último, en tercer lugar, un “gobierno por políticas” exige la vinculación de las decisiones y acciones con diversos actores con el propósito de ser eficaces en la solución de problemas públicos, es decir, la política pública es parte de un proceso específico de gobernar, esto es, “acción e instrumento de gobernar del gobierno” (Aguilar, 2019).

A partir de lo anterior, se puede concluir que el siglo XXI estará determinado por la capacidad y eficacia directiva de los gobiernos, como ya lo planteó el doctor Luis Aguilar anteriormente, lo cuales deben asegurar la existencia de al menos cinco elementos: 1) el análisis de las políticas públicas basado en información, conocimiento y cálculo, es decir, decisiones de gobierno adecuadas en la medida en que se sustentan en conocimiento causal probado; 2) la digitalización del gobierno y la administración pública a través del gobierno electrónico, abierto e inteligente, incluyendo el tema de las ciudades inteligentes frente al proceso de urbanización en el que nos encontramos; 3) la nueva gobernanza pública entre el gobierno y las organizaciones económicas y sociales de manera asociada y en red; 4) superar el débil entendimiento de la complejidad y trasladarse a hacia perspectivas multidimensionales y multicausales de los problemas públicos actuales, y 5) no delimitar políticas públicas a las atribuciones de los gobiernos territoriales, cuando los problemas públicos son transterritoriales, lo que implica coordinación intergubernamental e interoperabilidad entre las entidades de la administración pública.

En este punto, utilizaremos una expresión que previamente fue esgrimida por Enrique Cabrero, cuando él se refería al proceso de evolución de la gestión pública en América Latina y al compararla con el proceso de desarrollo en Estados Unidos, para el caso de América Latina, decía, este proceso “no se trata de un punto de llegada, se trata de un punto de partida”.

La frase anterior parte de la idea de que tanto la política como la gestión pública tienen orígenes parecidos, es decir, son enfoques disciplinarios surgidos en el contexto estadounidense, para Cabrero es:

[...] Indudable, por tanto, que este campo de estudio —al igual que el de las políticas públicas— tiene una “denominación de origen” que permea no sólo el tipo de estudios que se realizan y la orientación del desarrollo de la disciplina, sino que también determina la connotación de los conceptos, su contenido intrínseco, la naturaleza de sus objetivos y los supuestos acerca de la acción gubernamental, las instituciones y el comportamiento de los actores, y define asimismo los referentes generales de dónde comienza y dónde termina la gestión pública (Cabrero, 2006:20).

Cuando Cabrero hace alusión al término “denominación de origen”, nos plantea que no podemos desconocer que la disciplina de las políticas públicas, al nacer en un contexto distinto, trae consigo ciertos supuestos que han tenido que desarrollarse en un país con características y problemáticas diferentes al país de origen. Entre estas características y problemáticas podemos destacar que nuestro país cuenta con una economía neoliberal, donde una parte muy importante de su población carece de los mínimos necesarios para que su nivel de vida sea comparable con el del resto de los países desarrollados, por lo que ha sobrevenido un crecimiento de la desigualdad y de la exclusión social, lo cual ha producido una situación de crisis de legitimidad gubernamental permanente o recurrente, debido a que la mayor parte de la población no disfruta de los niveles mínimos de bienestar. Sin duda, lo anterior ha traído implicaciones sobre la problemática en torno a las políticas públicas.

Así, la necesidad de un gobierno eficiente y por políticas públicas lo comparten ambos contextos, pero como lo explica Cabrero:

[...] pero mientras en el caso estadounidense es una reflexión a la que se llega después de lograr los mínimos de cobertura en bienes y servicios, un sistema altamente profesionalizado de servidores públicos y un sistema de escuelas y centros dedicados al estudio de la acción gubernamental, en nuestros países es apenas un primer paso. No se trata de un punto de llegada, se trata de un punto de partida. La eficiencia en la oferta de servicios básicos es importante dada la carencia de recursos; pero la cobertura de éstos en ocasiones es más urgente, esto sin tocar los problemas de legitimidad, crisis institucional y corrupción, aspectos todos ellos enraizados en lo más profundo de nuestros sistemas. En otros términos, la modernización de las dependencias gubernamentales en los países desarrollados es efectivamente un problema de gestión pública. En los países latinoamericanos la modernización es un problema mucho más amplio e interconectado; es un problema de cambio político, social, económico, y también ciertamente de gestión pública (Cabrero, 2006:29-30).

Entonces, se puede decir que nos encontramos en el punto de partida, es decir, en los términos planteados por Cabrero, nos hallamos dando el primer paso hacia la profesionalización y formación de los actuales y próximos servidores públicos y el establecimiento de un sistema de escuelas dedicadas al estudio de la acción gubernamental o de las políticas públicas, todo esto, acompañado de una reestructuración (cambio o reforma) al sistema político, social y económico de nuestro país.

En este sentido, es importante reflexionar sobre la enseñanza de la disciplina de las políticas públicas, por lo tanto, hay que destacar que desde el origen de la disciplina ésta ha tenido como propósito la enseñanza del proceso de toma de decisiones y cómo se instrumentan para solucionar problemas públicos; para ello, esta disciplina ha propuesto una doble orientación.1 En este sentido, Meny y Thoenig definen a las políticas públicas “como la ciencia de la acción” ya que tienen como objetivo “orientar la investigación en este ámbito, de tal manera que sea relevante o útil para la acción” (Meny y Thoenig, 1992:7).

Por lo anterior, un reto importante de la disciplina de la política pública es ¿cómo enseñar políticas públicas? y al mismo tiempo ofrecer soluciones a problemáticas locales, regionales y nacionales en un contexto global. En este sentido, partamos de la siguiente analogía; sí consideramos que los estudiantes de políticas públicas serán los “médicos” de la sociedad, por lo tanto, ellos deben aprender a diagnosticar y luego a “curar” o resolver problemas, a partir de conocer el conjunto de posibles soluciones (alternativas) y seleccionar los pros y los contras de cada una de ellas y, posteriormente, implementar la solución que proponen y evaluar si funciona o no, por lo tanto, ¿por qué no enseñar a un estudiante de políticas públicas como se le enseña a un estudiante de medicina en cualquier facultad?

A diferencia de otras ciencias, la medicina y la política pública, responden interrogantes sobre cómo cambiar el entorno de maneras específicas, por lo tanto, los médicos durante su formación aprenden en “hospitales-escuela” la práctica. Si la intención es cuestionarnos la manera en cómo enseñamos políticas públicas a nuestros estudiantes, en este trabajo partiremos de nuestra experiencia docente en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Lerma, en donde se imparte la licenciatura en políticas públicas,2 con el propósito de realizar una propuesta de enseñanza de las políticas públicas considerando el actual modelo educativo de la UAM-Lerma.

Dicho modelo educativo puede ser oportuno para mejorar la enseñanza de las políticas públicas en el marco de la licenciatura que imparte la UAM-Lerma, la cual lleva diez años formando especialistas en esta disciplina. Si partimos del supuesto de que esencialmente las licenciaturas en políticas públicas dejan la práctica a un lado, en este trabajo se realizará una propuesta de enseñanza a partir del modelo educativo de la Unidad Lerma, en el cual las unidades de enseñanza-aprendizaje (UEA) optativas interdivisionales se convertirán en el espacio donde se dará paso a la interdisciplinariedad, mientras que los elementos teóricos, técnicos y metodológicos se impartiría en las UEA obligatorias.

Para cumplir con el objetivo de este trabajo, dividiremos este documento en varios apartados; primero plantearemos en qué consiste la disciplina de las políticas públicas, poniendo énfasis en su doble orientación; en segundo lugar, explicaremos las características del modelo educativo de la UAM-Lerma y la estructura de la licenciatura en políticas públicas; en tercer lugar, plantearemos una propuesta de enseñanza de las políticas públicas a partir de los elementos anteriores y, por último; en quinto lugar, haremos una reflexiones finales.

LAS POLÍTICAS PÚBLICAS Y SU DOBLE ORIENTACIÓN: UN ELEMENTO DETERMINANTE PARA SU ENSEÑANZA

El concepto de políticas públicas surge a principios de la década de los años cincuenta del siglo XX, en un momento en que los procesos mediante los cuales los gobiernos formulaban y decidían sus políticas económicas y sociales no había sido objeto de estudio. En las ciencias sociales no existía una disciplina que estudiara sistemáticamente el proceso de decisión de las políticas, que explicara la manera en que los gobiernos seleccionaban y definían los problemas públicos y aclarara cuáles eran los criterios que seguían al decidir las acciones que consideraban apropiadas para resolver los problemas públicos y producir los objetivos públicos deseados.

Por lo tanto, de acuerdo con Luis Aguilar

[...] el proceso decisorio de las políticas (the policy decision-making process) era objeto de opinión, según los intereses políticos en juego, pero no era objeto de conocimiento, es decir, no se sabía fundadamente cómo se desarrollaba y concluía la decisión ni cómo y por qué permanecía o cambiaba en el tiempo (Aguilar, 2004:16).

Si bien existían otras disciplinas de las ciencias sociales comunes a las llamadas ciencias de políticas, como la ciencia política y la administración pública, éstas no estudiaban el proceso decisorio y la puesta en marcha de esas decisiones, por ejemplo, “la administración pública se encarga de organizar la forma en que habrán de ejecutarse las decisiones del gobierno a fin de que sean eficaces, pero no del proceso mediante el cual las decisiones son elaboradas” (Aguilar, 2004:17).

De esta manera, la disciplina de las políticas públicas surge para llenar este vacío de conocimiento, para conocer cómo se adoptan las decisiones de gobierno y para saber si se toman con base en datos, análisis y cálculos racionales, que incrementan la eficacia de la acción decidida, o si en cambio se sustentan en otros criterios. Se sabe que la disciplina de las políticas públicas fue impulsada por Harold D. Lasswell, quien desde un principio ideó una disciplina multi e inter disciplinaria y la denominó ciencias de políticas (policy sciences), de acuerdo con Lasswell, la pregunta que la disciplina quería resolver era “¿cómo aumentar la función inteligencia para aumentar la racionalidad de la política?” (Lasswell, [1951] 2003:13).

A partir de lo anterior, Lasswell definió a las ciencias de políticas como “el conjunto de disciplinas que se ocupan de explicar los procesos de elaboración y ejecución de las políticas, de la recopilación de datos y de la producción de interpretaciones relevantes para los problemas de políticas en un periodo determinado” (Lasswell, [1951] 2003:14). Sin duda, el foco analítico de la definición de Lasswell fueron las decisiones relativas a “los problemas fundamentales del hombre en sociedad”, a “los conflictos básicos de nuestra civilización” y, en positivo, “la plena realización de la dignidad humana” (Lasswell, [1951] 2003:14). El nombre recapitulador de este programa de investigación es policy sciencies of democracy.

Se puede decir que la disciplina de las políticas públicas tiene siete décadas de existencia en el campo de las ciencias sociales (de 1951 hasta la fecha); sin embargo, en nuestro país la inserción de esta disciplina al sistema político, económico, administrativo y social lleva apenas tres décadas (a partir de 1990). En este sentido, el contexto en el cual se inserta la disciplina se caracteriza por una crisis del sistema político, económico y administrativo de México, la cual inició a principios de la década de 1980 y tuvo como detonador la insolvencia fiscal del Estado mexicano. Dicha crisis ha sido el punto de partida para la reestructuración o reforma del Estado mexicano, la democratización del régimen y el establecimiento de un gobierno centrado en políticas públicas.

El contexto anterior es el detonador de un proceso que se inició con la reestructuración económica y social del Estado. En un principio esta reestructuración tenía como propósito ampliar las libertades económicas y la democratización del régimen autoritario; según Luis Aguilar, la reforma del Estado “es la respuesta a la crisis de toda una economía política; es decir, de un modelo de desarrollo económico y de la red de instituciones y prácticas políticas que lo sustentaban. Por ello, la reforma es, sobre todo, el intento serio y global de armar un nuevo sistema económico, político y administrativo para México” (Aguilar, 2000:139).

Es en este nuevo contexto, marcado por una gran crisis económica, en el cual la disciplina de las políticas públicas se inserta en nuestro país, entre finales de la década de 1980 y más notoriamente a principios de la siguiente. El primer efecto de la evolución de la disciplina fue la pérdida de su carácter multi e inter disciplinario, que fue sustituido por el enfoque unidisciplinario del análisis económico, que acentuaba la racionalidad y eficiencia del gasto de las políticas (particularmente las sociales), hasta el punto en que la disciplina abandonó su nombre original y llegó a llamarse “análisis de políticas” (policy analysis).

Sin duda, el momento en el cual se insertó la disciplina de las políticas públicas en México determinó en gran medida la orientación del desarrollo de la disciplina, la connotación de los conceptos, su contenido intrínseco, la naturaleza de sus objetivos y los supuestos acerca de la acción gubernamental, las instituciones y el comportamiento de los actores, ya que, en gran medida, destacó una de las dos orientaciones de las políticas públicas (policy orientation), en particular, nos referimos al “conocimiento de” (knowledge of) o el momento normativo o técnico de las políticas públicas. Sin duda, este acontecimiento desató un debate muy importante sobre si las políticas públicas se podrían considerar una disciplina de las ciencias sociales, debate que influyó en el propio proceso de enseñanza de las políticas públicas en México. De acuerdo con Luis Aguilar,

La primera corriente redujo el análisis de las políticas al análisis económico o dio a éste la más alta prioridad. Por este camino la información económica del comportamiento económico de las políticas era condición básica para proceder después a hacer el análisis de la asignación de los recursos públicos e identificar cuál era el esquema de acción que hacía posible la eficacia y la eficiencia económica en la realización de los objetivos de la política. Los más finos esquemas de costo-beneficio, costo-eficacia, de establecimiento de precios de los bienes y servicios públicos, de presupuestación (por insumos o por resultados) de las políticas y sus programas, de los trade-offs entre las asignaciones de recursos a las políticas de un gobierno, etcétera, constituyen el corazón del análisis de políticas o, por lo menos, la cumbre de los otros análisis. Indudablemente en nuestro país es el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), que abrió el programa pionero de maestría en política pública en el país (1988), el que se distingue por llevar a cabo este análisis de manera sistemática y productiva. En gran medida, su preferencia por este tipo de análisis se debe a su reconocida excelencia en la docencia e investigación económica y a las preocupaciones de los años ochenta y noventa por poner orden no sólo en la macroeconomía, sino en la microeconomía de la presupuestación y gasto público de las políticas particulares, cuyas propuestas de asignación de recursos y sus esquemas de gasto eran cuestionables o podían ser mejorados. En su programa académico el enfoque económico es transversal a todo tipo de políticas, cuya diferencia de objetivos no puede cancelar su común denominador de consumo de recursos públicos que son limitados y que obligan a su cuidado y maximización, para no poner en riesgo la salud de la hacienda pública y optimizar los recursos de los ciudadanos contribuyentes (Aguilar, 2004:30)

Hay que hacer notar que la discusión sobre este tema presenta puntos de vista encontrados, propios del proceso de construcción de una disciplina. Actualmente, existen opiniones particulares de varios autores, pero no hay aún un consenso por parte de la comunidad científica que nos permita hablar de una definición aceptada. Empero, hay una coincidencia en las ciencias sociales sobre las políticas públicas, como campo de análisis reconocido de las decisiones de gobierno, los problemas públicos y la implementación de estrategias.

No obstante el crecimiento editorial de los últimos años y el aumento de cursos y programas de estudio sobre las políticas públicas, como instrumento de análisis, se puede plantear que la disciplina todavía no cuenta con una definición acabada. Según Parsons, “la expansión ha sido tan rápida que muchos de quienes nos desempeñamos en la docencia y la investigación sobre el tema empezamos a sentir grandes dificultades para enfrentarla” (Parsons, 2007:31). Sin poder estar en desacuerdo con Parsons, parte de esta dificultad reside en que el análisis de las políticas públicas, como se le ha denominado actualmente, es una extraordinaria fuente de ideas y técnicas, traspasa todos los límites entre disciplina y subdisciplina.

A partir de lo anterior, Wildavsky argumentaba que “las políticas públicas son un subcampo aplicado cuyo contenido no puede ser definido a partir de límites entre disciplinas, sino con base en aquello que parece adecuado a las circunstancias del momento y a la naturaleza del problema” (Wildavsky, 1979:15). Sin duda, Wildavsky era partidario de la orientación aplicada y práctica del análisis de las políticas públicas, como discutiremos más adelante; sin embargo, su argumento pone al descubierto tres rasgos básicos de este análisis: un objeto de estudio, su orientación aplicada y su autocontención.

A despecho del proyecto original de Harold D. Lasswell, quien se incluía en una sociedad propia de Occidente, que “reclama y construye un gobierno ilustrado, basado y cuestionado por la razón” (Aguilar, 2003:39), en la actualidad, las ciencias de políticas (policy sciencie) no han logrado construir modelos para anticiparse a los cambios del entorno, esto se ha convertido en una asignación pendiente.

Sin embargo, hay que advertir que Lasswell destacaba que el contenido específico de la orientación hacia las políticas, que llamó policy sciencie (Lasswell, [1951] 2003:81) o ciencias de política, ponían énfasis en el proceso de toma de decisiones dotándolo de racionalidad e inteligencia. En este sentido, el autor sentenciaba que:

Nos hemos vuelto más conscientes de que el proceso de la política (policy process), de su elaboración y realización, es objeto de estudio por derecho propio, fundamentalmente con la esperanza de aumentar la racionalidad de las decisiones.

[...]

Se ha venido así desarrollando una orientación hacia las políticas (policy orientation) que atraviesa todas las especializaciones establecidas. Esta orientación tiene una doble dimensión: por una parte, se interesa en el proceso de la política y por otra en las necesidades de inteligencia de este proceso ([1951] 2003:80).

De acuerdo con Meny y Thoenig (1992), (Bardach, 1998), Parsons (2007), Aguilar (2003) y (Merino, 2013), entre otros, esta doble dimensión es construida artificialmente por Lasswell ([1951] 2003; 1971) para fines analíticos.

Por una parte, el “conocimiento de” o knowledge of se ocupa del conocimiento acerca de la elaboración y desarrollo de las políticas por parte de los gobernantes, cómo definen los problemas públicos, cómo un problema público se inserta en la agenda, cómo se formulan las políticas públicas, cómo se toman las decisiones y cómo se implementan y evalúan, éstas son preguntas que hacen referencia al objeto de estudio de esta dimensión. Para Aguilar, el “conocimiento de”,

[...] alude a la tarea de conocer el proceso de decisión de la política, así como de hecho sucede. Es una empresa de teoría positiva que busca producir descripciones, definiciones, clasificaciones, explicaciones del proceso por medio del cual un sistema político dado —y en especial el gobierno— elabora y desarrolla las decisiones relativas a asuntos públicos (2003:52).

Por su parte, el “conocimiento en” o knowledge in tiene como propósito el análisis en y para el proceso de las políticas públicas, éste incorpora teorías de distintas disciplinas con el fin de explicar, corregir y mejorar el proceso de toma de decisiones por parte de las autoridades, para Parsons “comprende el uso de técnicas de análisis, investigación y propugnación en la definición de los problemas, la toma de decisiones, la evaluación y la implementación (2007:32).

Hasta aquí se puede señalar, que estas dos dimensiones “interdependientes y complementarias, además de interdisciplinarias y contextuales” (Aguilar, 2003:53) son un intento de conexión entre política y las ciencias de las políticas. Sin embargo, para Luis Aguilar, desde el comienzo la propuesta de Lasswell se dividió en dos corrientes:

De inmediato, los que disciplinariamente se interesaban sólo en el momento normativo-técnico y, por ende, en el análisis y diseño de la política, se separaron de los que (inter) disciplinariamente se interesaban también en el proceso decisorio pero exclusiva o primordialmente para entender la manera como se tomaban de hecho las decisiones. Los primeros prefirieron y aún prefieren para sí la expresión policy analysis, los segundos policy sciences (Aguilar, 2003:58).

La principal crítica que se le puede hacer a la doble dimensión de las políticas públicas de Lasswell, y no es poca cosa, reside en el hecho de haber dividido la disciplina en dos corrientes —aunque ése no fuera el propósito de Lasswell—: 1) el análisis técnico-normativo del proceso de las políticas públicas (policy analysis), y 2) el uso de conocimientos analíticos en y para la formulación e implementación de políticas públicas (policy sciences).

El análisis de las políticas públicas ha estado fuertemente influido por esta dicotomía desde su nacimiento, ya que, la doble orientación de las políticas públicas tiene sentido sí, y sólo sí, el resultado de sus investigaciones apunta hacia la solución de problemas públicos. Sin embargo, hoy en día, los criterios técnicos-normativos han definido por mucho al análisis de las políticas públicas, lo que ha traído como consecuencia una crisis disciplinaria del campo, que puede provocar, en un futuro, que la disciplina de las políticas públicas no puedan abordar exitosamente su objeto de estudio, que es la definición y la búsqueda de soluciones a los problemas públicos, a partir del uso de múltiples enfoques y de métodos de investigación, divididos en distintos momentos del proceso de las políticas públicas.

Desafortunadamente, el policy analysis ha ganado terreno en detrimento del policy sciences, que es igual a decir que hoy en día es más valorado el conocimiento de la elaboración y desarrollo de las políticas por parte de los gobernantes que el conocimiento en y para el proceso de las políticas públicas. Por eso, aunque Lasswell hizo una gran aportación al diseñar la estructura en donde descasarían las ciencias de políticas, en la actualidad “todavía carecemos de una preimagen exhaustiva y suficientemente concreta de esta [ciencia] como un área integrada de conocimiento, investigación, enseñanza y profesionalización” (Dror, [1971] 2003:119).

De esta manera, algunos autores que han estudiado a las políticas públicas reflejan en sus estudios el interés de fortalecer la disciplina de las políticas públicas y construir un paradigma que vaya más allá de la sola opinión de un autor o autores, y se genere a partir del consenso de la comunidad científica. En la actualidad, las políticas públicas existen y son un término que se utiliza indiscriminadamente, tanto por gobernantes como por ciudadanos, pero “si en verdad las ciencias de política emergen y se desarrollan como un área significativa profesional y científica, seguramente tomarán formas y moldes impredecibles” (Dror, [1971] 2003:122).

En este sentido, Meny y Thoenig definen a las políticas públicas “como la ciencia de la acción”, ya que tienen como objetivo “orientar la investigación en este ámbito, de tal manera que sea relevante o útil para la acción” de gobierno (1992:7). Asimismo, para Charles Lindblom, hablar de políticas públicas es referirse:

A procesos, decisiones y resultados, pero sin que ello excluya conflictos entre intereses presentes en cada momento, tensiones entre diferentes definiciones del problema a resolver, entre diferentes racionalidades organizativas y de acción, y entre diferentes perspectivas. Estamos ante un panorama pleno de poderes en conflicto, enfrentándose y colaborando ante opciones específicas (Lindblom, 1991:3).

Hace poco, Mauricio Merino y Guillermo Cejudo, definieron a las políticas públicas como una “intervención deliberada del Estado para corregir una situación social o económica que ha sido reconocida como problema público” (2010:17). En este sentido, la importancia de las políticas públicas hoy en día es su capacidad para resolver problemas, además de “estudiar qué hacen los gobiernos, por qué lo hacen y cuál es su efecto” (Dye, 1976:1 en Parsons, 2007); así como la exigencia de evitar una perspectiva uniforme y echar mano de una variedad de enfoques y disciplina.

Joan Subirats, Peter Knoepfel, Corinne Larrue y Frédéric Varone, explican que se requiere “una definición ‘operacional’ para calificar el objeto y el campo de estudio de esta disciplina” (2008:38) y proponen la siguiente definición de política pública como:

Una serie de decisiones o de acciones, intencionalmente coherentes, tomadas por diferentes actores, públicos y a veces no públicos —cuyos recursos, nexos institucionales e intereses varían— a fin de resolver de manera puntual un problema políticamente definido como colectivo. Este conjunto de decisiones y acciones da lugar a actos formales, con un grado de obligatoriedad variable, tendentes a modificar la conducta de grupos sociales que, se supone, originaron el problema colectivo a resolver (grupos-objetivo), en el interés de grupos sociales que padecen los efectos negativos del problema en cuestión (beneficiarios finales) (Subirats, Knoepfel, Larrue y Varone, 2008: 38).

En este punto, Bardach incluso asegura que el análisis de políticas públicas “es más un arte que una ciencia” (1998). La crítica implícita de Bardach va dirigida a las restricciones de la propia propuesta de una nueva ciencia de políticas de Lasswell, que buscó estructurarse conforme al arquetipo neopositivista, desarrollando técnicas de observación precisa, al introducir la modelación matemática (estadística y cálculo) en la representación de la realidad y a desagregar las hipótesis explicativas más sugerentes en variables y valores susceptibles de cuantificación a prueba empírica.

No obstante, Giandomenico Maione asegura que las capacidades básicas del analista no son algorítmicas, “sino argumentativas: para examinar con espíritu crítico los supuestos, para producir y evaluar pruebas, para conservar muchos hilos en la mano, para buscar un argumento en muchas fuentes dispares, para comunicarse efectivamente” (Maione, 2005:57).

Por lo anterior, se puede pensar que el análisis de las políticas públicas esta cambiando y, paradójicamente, aunque no se puede decir con contundencia que es una ciencia, tampoco se puede cuestionar su relevancia y pertinencia en un mundo tan complejo como en el que habitamos. Especialmente, porque es cada vez mas evidente a escala internacional que enfrentamos, como humanidad y como sociedad, genuinos problemas públicos mundiales.

Para finalizar, se debe reconocer que las políticas públicas, buscan constituirse como una disciplina, ya que después de siete décadas desde su nacimiento, vivimos tiempos de cambio, que ha traído un crecimiento editorial insospechable y un aumento de cursos y programas de estudio cuya temática principal son las políticas públicas, a pesar de todo esto, se puede señalar que la disciplina todavía no cuenta con una definición acabada, pero vivimos una época de exploración más que de certezas.

CARACTERÍSTICAS DEL MODELO EDUCATIVO DE LA UAM–LERMA Y LA ESTRUCTURA DE LA LICENCIATURA EN POLÍTICAS PÚBLICAS

La universidad pública se enfrenta a nuevos desafíos producto de la globalización y la nueva sociedad del conocimiento, desafíos que han transformado su función social. Una de sus principales funciones, en este momento, es la de ser un espacio donde se desarrollen soluciones a las problemáticas locales, regionales o nacionales más importantes. En la universidad, los estudiantes deben mirar con ojo crítico las problemáticas sociales y crear soluciones que beneficien a la sociedad.

A partir de lo anterior, es importante mencionar que la Unidad Lerma de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-Lerma) inició actividades en agosto de 2011, es decir, en pleno siglo XXI y en el año 2021 la unidad celebrará su décimo aniversario. La UAM-Lerma, es la quinta unidad de la UAM, la cual se creó por decreto del poder ejecutivo federal a través de la promulgación de una ley para la creación de la universidad, de esta manera inició actividades en 1974 y al mismo tiempo su ley orgánica entró en vigor. De esta manera, la Unidad Iztapalapa abrió sus puertas en septiembre y las unidades Azcapotzalco y Xochimilco a finales de ese mismo año, fue hasta 2005 cuando se apertura la Unidad Cuajimalpa.

Cada unidad académica de la UAM es diferente, en el caso de la Unidad Lerma se decidió que desde su origen contemplará la inclusión de las ciencias básicas, las ciencias naturales, las ciencias sociales, las humanidades y las artes. La Unidad Lerma parte de la articulación entre docencia, investigación y difusión y preservación de la cultura que caracteriza a la UAM. Sin embargo, en la Unidad Lerma se parte de la idea de que la globalización ha complejizado la realidad, lo que permite que emerjan nuevos objetos, campos de conocimiento, paradigmas y problemáticas que demandan abordajes transdisciplinarios.

Por lo anterior, en la Unidad Lerma se reconoce que la complejidad de los sistemas obliga generar estructuras y categorías compartidas a partir de trabajos de investigación interdisciplinarios. En síntesis, y de acuerdo con el documento fundacional de la UAM-Lerma, “el conocimiento no puede ya limitarse al trabajo de disciplinas aisladas, sino que debe ser construido a partir de la colaboración inter y transdisciplinaria” (UAM, 2009:3), por lo anterior, parece que estas características de la Unidad Lerma la vuelven un sitio adecuado para revalorar la idea de la ciencia de políticas de Lasswell.

De acuerdo con el documento fundacional de la UAM-Lerma (UAM, 2009:3), los ejes transversales de la unidad son: 1) complejidad, 2) diversidad, 3) creatividad, 4) complementariedad, 5) ética, 6) responsabilidad social, 7) sustentabilidad e 8) innovación, estos ejes se explican a continuación:

EJES TRANSVERSALES DE LA UAM-LERMA

Complejidad
El reconocimiento de la complejidad como un eje transversal y por tanto articulador de los proyectos, planes y programas de una unidad académica alude, por un lado, a la necesidad de construir los mecanismos de la vinculación y articulación de los elementos que han sido separados con fines meramente analíticos, pero que en la realidad están indisolublemente articulados unos con otros; y por otra parte, se refiere a un nivel de análisis de lo que, a diferencia de lo simple, requiere de explicaciones multicausales y multidimensionales.

Diversidad
Considera a lo múltiple en transformación. En el contexto del conocimiento se reconoce el valor de la singularidad, de la diversidad de enfoques y de su irreductibilidad. Esto incluye la aceptación de que la diversidad de saberes puede darse en condiciones de diálogo y de conflicto.

Creatividad
Es una capacidad básica de la subjetividad humana que hace posible construir y procesar imaginativamente los distintos temas y problemas que enfrentan los individuos y los grupos sociales. Constituye el eje rector de las distintas expresiones de la cultura, la ciencia, el arte y la tecnología.

Complementariedad
Se refiere a la capacidad de enriquecer el objeto desde distintas miradas. La complementariedad será fundamental entre las divisiones y departamentos de la unidad para buscar mejoras en la construcción del conocimiento y en la comprensión de la realidad.

Ética
Aspira a proveer los principios orientadores de la conducta y de la acción humana. Constituirá un elemento regulador de todas las actividades sustantivas de la Unidad Lerma, desde el diseño y construcción de sus instalaciones hasta su actividad cotidiana: en lo relativo a la interacción entre las personas, en la relación con el medio ambiente y en la construcción de saberes, conocimientos y prácticas.

Responsabilidad social
Las actividades que se desarrollen en la Unidad Lerma deberán responder a las necesidades y demandas de la sociedad. Se inculcará en los miembros de la Unidad Lerma la conciencia sobre el impacto que sus acciones tengan dentro de la propia comunidad universitaria y en la sociedad en su conjunto.

Sustentabilidad
Se refiere al equilibrio de las partes que integran a la institución en todas sus manifestaciones con las condiciones generales de su entorno. En todas las actividades de uso de recursos y su transformación, se considerará la sustentabilidad como un criterio de selección de alternativas para la optimización de los mismos.

Innovación
Es la aplicación del conocimiento, la intuición y la creatividad a la transformación de ideas, conceptos, productos, servicios y prácticas para la satisfacción de las necesidades individuales y sociales y el mejoramiento de la calidad de vida.

FUENTE: elaboración propia con información del documento fundacional de la UAM-Lerma.

A partir de los ejes mencionados anteriormente, la unidad organiza sus licenciaturas en cinco niveles curriculares o troncos de formación, esta organización se convierte en el marco en el que se organiza la trayectoria formativa para alcanzar los objetivos y grados académicos. En el caso de la licenciatura en políticas públicas, la cual se da en 12 trimestres, durante los cuales se transita por cinco niveles curriculares: tronco general divisional, tronco básico de carrera, tronco interdivisional, tronco específico de carrera y tronco de integración.

Continuando con lo anterior, en cada trimestre que constituyen cada tronco de formación, se conjuntan dos tipos de unidades de enseñanza aprendizaje (UEA), según el documento Modelo Educativo de la Unidad Lerma (UAM-L, 2011:43-45), las UEA son las siguientes:

• Las UEA obligatorias de carácter disciplinario e interdisciplinario, desarrollan aquellos contenidos, habilidades, destrezas y actitudes que determinan de manera gradual, el trayecto de la formación profesional del estudiante. Los contenidos de cada una de estas UEA son articulados por un eje integrador que consiste en proponer proyectos que el estudiante desarrolle a lo largo de cada una de estas unidades de enseñanza aprendizaje.

• En las UEA obligatorias, el eje integrador dinamiza y pone en juego las unidades de contenido a partir de una situación o problemática concreta; supone la mutua implicación entre teoría y práctica; genera interacciones entre el conocimiento disciplinar y toma a la investigación como fundamentación metodológica. Constituye el núcleo pedagógico que partiendo de una situación específica que atañe primordialmente a la disciplina, lleva a la interconexión reflexiva de los diversos contenidos, de acuerdo con el nivel del trimestre de que se trate.

• Las UEA optativas interdivisionales, también conocidas como talleres, laboratorios o seminarios interdisciplinarios (TALASE).3 Estas UEA promueven la convergencia de alumnos procedentes de diferentes disciplinas en torno al desarrollo de conocimientos, aptitudes y valores que promueven su formación integral.

• Los TALASE tienen como propósito fomentar habilidades, destrezas e inteligencias; conforman un escenario destinado a crear y recrear conocimientos con un valor esencial para garantizar al estudiante no sólo una formación profesional, sino humana, en la que el diálogo con la realidad concreta y con el saber de otros campos genera espacios de construcción de pensamiento complejo y herramientas para la creatividad en la solución de problemas y en la elaboración de propuestas innovadoras.

A partir de lo anterior, la licenciatura en políticas públicas4 de la UAM-Lerma comenzó actividades en el trimestre 2011-P (primavera), con el propósito de:

Formar profesionales en el área de las políticas públicas con un sólido conocimiento científico de la realidad social y política, y de manera particular de la nacional, capacitados para incidir en las acciones de gobierno a través del diseño, ejecución y evaluación de políticas, planes y programas orientados a la solución de los problemas sociales.5

Actualmente, la licenciatura en políticas públicas6 esta dividida en cinco troncos, 12 UEA y 20 UEA optativas interdivisionales (ver cuadro 1).

CUADRO 1

ESTRUCTURA GENERAL DEL PLAN DE ESTUDIOS

Tronco Trimestre Nombre de UEA Optativas (TALASE)*
General divisional I Historia, sujetos y saberes Taller optativo interdivisional I Seminario optativo interdivisional I
Básico de carrera II Fundamentos del Estado moderno Taller optativo interdivisional II Seminario optativo interdivisional II
III Estado y sociedad en México Taller optativo interdivisional III Seminario optativo interdivisional III
IV Gestión e instituciones Taller optativo interdivisional IV Seminario optativo interdivisional IV
De formación interdisciplinaria V Complejidad e interdisciplina Taller optativo interdivisional V Seminario optativo interdivisional V
Específico de carrera VI Gobierno y políticas públicas Taller optativo interdivisional VI Seminario optativo interdivisional VI
VII** Administración y políticas públicas Taller Optativo Interdivisional VII Seminario Optativo Interdivisional VII
VIII Instrumentación de las políticas públicas Taller optativo interdivisional VIII Seminario optativo interdivisional VIII
IX Políticas públicas y sistema internacional Taller optativo interdivisional IX Seminario optativo interdivisional IX
X Temas selectos Taller optativo interdivisional X Seminario optativo interdivisional X
De integración XI Análisis de problemáticas complejas I
XII Análisis de problemáticas complejas II

* En pocas ocasiones se han registrado UEA laboratorio optativo interdivisional.

** A partir del trimestre VII el alumnado de la licenciatura en políticas públicas puede optar por realizar movilidad internacional o nacional, ya que, en este momento ha cubierto al menos 50% de los créditos del plan de estudios.

FUENTE: elaboración propia con datos del Plan de Estudios de la licenciatura en políticas públicas (sesión número 336).

De acuerdo con la información que aparece en el cuadro 1, la licenciatura en políticas públicas se divide de la siguiente manera. En el tronco general divisional, se desarrolla el trimestre I “Historia, sujetos y saberes” y el propósito de este tronco es proporcionar, a manera de introducción, elementos básicos del ámbito propio de acción y conocimiento de las ciencias sociales y humanidades; los trimestres II, III y IV, “Fundamentos del Estado moderno”, “Estado y sociedad en México” y “Gestión e instituciones”, respectivamente, forman parte del tronco básico de carrera, en el cual se proporcionan elementos teóricos, técnicos y metodológicos, que definen el saber y hacer profesional en el ámbito de las ciencias políticas y sociales; por otro lado, el trimestre V, forma parte del tronco de formación interdisciplinaria, por lo que, la UEA “Complejidad e interdisciplina” es el espacio para la reflexión interdisciplinaria que propicia el desarrollo de habilidades y saberes desde distintas visiones y prácticas, a través del trabajo en equipo.

La UEA VI, VII, VIII, IX y X forman parte del tronco específico de carrera, cuyo objetivo es proporcionar a los estudiantes elementos teóricos, técnicos y metodológicos, que definen campos delimitados del saber y hacer profesional en el ámbito del diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas. Por lo anterior, las UEA “Gobierno y políticas públicas”, “Administración y políticas públicas”, “Instrumentación de las políticas públicas”, “Políticas públicas y sistema internacional” y “Temas selectos”, son el espacio donde los estudiantes se forman en la disciplina de las políticas públicas. Por último, en el tronco de integración se imparten los trimestres XI y XII, es decir, las UEA “Análisis de problemáticas complejas”, I y II, en las cuales se realiza una reflexión interdisciplinaria que propicie el desarrollo de habilidades para la integración de saberes desde distintas visiones y prácticas, a través del trabajo en equipo orientado al análisis de problemáticas y alternativas de solución.

Por último, en el plan de estudios de la licenciatura se explica que, además de las UEA obligatorias mencionadas anteriormente, los estudiantes deberán cursar diez UEA optativas interdivisionales, las cuales se dividen en: seminarios optativos interdivisionales, laboratorios optativos interdivisionales y talleres optativos interdivisionales.

A continuación, se presenta una propuesta de adecuación del proceso de enseñanza de las políticas públicas a partir de los elementos ya citados.

UNA PROPUESTA DE ENSEÑANZA DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS DESDE EL MODELO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE DE LA UAM-LERMA

En este trabajo, después de tres décadas del ingreso de la disciplina de las políticas públicas al campo de las ciencias sociales en México, se ha planteado la necesidad de reflexionar sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje de las políticas públicas, además, se ha mencionado la importancia que tiene la formación de recursos humanos en el policy decision-making process, en un contexto, que cada vez más demanda profesionales en la formulación, implementación y evaluación de políticas públicas, siendo esto un punto importante; ya que para el caso de nuestro país, la profesionalización de los servidores públicos y la creación de un sistema de escuelas y centros dedicados al estudio y la enseñanza de la acción gubernamental, es apenas un primer paso, es decir, un punto de partida para construir una red que sustente la modernización de las dependencias públicas que orientaran el cambio político, social, económico y administrativo que requiere nuestro país.

Sin duda, a partir de lo anterior, un reto muy importante de las escuelas de política pública en México es que éstas se desarrollen de forma independiente al desenvolvimiento de sus ciencias básicas, como la administración pública y la ciencia política, al desarrollar, sus propios criterios de excelencia, planes de estudio, revistas académicas, etc. Uno de los retos más importantes en la enseñanza de las políticas públicas es la adquisición de experiencia práctica, procurando un equilibro con la formación teórica. En este punto encontramos dos retos estrechamente vinculados; por un lado, la importancia de contar con profesores con experiencia práctica y, por el otro, enseñar a resolver problemas. Según Hausmann,

[...] a los profesores jóvenes se les desaconseja adquirir experiencia práctica en políticas públicas antes de que alcancen la titularidad (tenure) y no es frecuente que la adquieran. Y hasta los profesores titulares tienen una interacción sorprendentemente limitada con el mundo exterior, debido a las prácticas de contratación prevalecientes y al miedo de que un compromiso externo pueda implicar riesgos para la reputación de la universidad. Para compensar esta carencia, las facultades de política pública contratan a los llamados “profesores de la práctica”, que han adquirido previamente una experiencia en políticas públicas en otra parte (Hausmann, 2010).

Es tiempo de remitirnos a la doble orientación de las políticas públicas construida artificialmente por Lasswell ([1951] 2003, 1971) para fines analíticos y utilizarla en nuestro favor; es decir, las políticas públicas producen dos tipos de conocimiento, el “conocimiento en” y el “conocimiento de”; el primero se ocupa del análisis en y para el proceso de las políticas públicas, mientras que el segundo, estudia los saberes acerca de la elaboración y desarrollo de las políticas por parte de los gobernantes; es decir, según Price, el primero se interesa por el “progreso del conocimiento y del saber”, mientras que el objetivo del segundo se organiza en torno de una “combinación de un objetivo social y de un cuerpo de saber extraído esencialmente de la ciencia” (Price, 1965).

Así, la política pública es una disciplina que produce conocimiento, por lo tanto, el aprendizaje de políticas (policy learning) es importante utilizarlo en la enseñanza de esta disciplina, el policy lerarning se refiere

[...] a las formas en que los sistemas de políticas generan y utilizan conocimientos sobre los fundamentos, el diseño, el funcionamiento y los impactos de las políticas y combinaciones de políticas. Tiene lugar en todos los puntos del ciclo de políticas [...]. Como tal, el aprendizaje de políticas exige las capacidades organizativas para enmarcar las cuestiones en términos de problemas y soluciones, adoptar una visión holística y anticipar las necesidades futuras (OECD y Wold Bank, 2013).

El conocimiento generado para los procesos de aprendizaje se puede agrupar en los siguientes tipos, según Johnson y Lundvall (2001: 18-20):

• Saber cómo (know how): la capacidad de hacer algo.

• Saber qué (know what): conocimiento sobre hechos.

• Saber por qué (know why): conocimiento sobre principios y leyes.

• Saber quién (know who): conocimiento sobre quién sabe qué.

Además, según Kemp y Weehuizen (2005), se puede considerar que el aprendizaje ocurre a través de los siguientes modos:

• Experiencia (aprender haciendo y aprender usando).

• Observación de otros (aprender observando).

• Estudio sistemático (aprender estudiando o aprender aprendiendo).

• Interacción (aprender interactuando).

Desde el punto de vista de la enseñanza, se podría pensar que las escuelas de política pública adoptarían una estrategia similar a las facultades de medicina, ya que tanto los médicos como los especialistas en política pública son llamados a resolver problemas y necesitan diagnosticar las causas respectivas, por lo que también necesitan entender el conjunto de posibles soluciones y descifrar los pros y los contras de cada una de ellas. Finalmente, tienen que saber cómo implementar la solución que proponen y evaluar si funciona o no. Por ello, el aprendizaje de políticas ha ayudado a las organizaciones gubernamentales a ser más competitivas, ya que los formuladores de políticas tienen fácil acceso al conocimiento de políticas globales y locales a través de la internet, acceso a grupos de expertos (think tank), instituciones internacionales y nacionales.

La cuestión en este punto es cómo a partir del policy learning producido después de más de tres décadas de la recepción de la disciplina de las políticas en México y, a partir del surgimiento de licenciaturas, maestrías y doctorados en políticas públicas, se pueden innovar los modelos de enseñanza-aprendizaje de las universidades para realizar procesos de enseñanza pertinentes para la formación de los analistas de políticas públicas en el futuro. De acuerdo con Hausmann,

[...] las escuelas de política pública esencialmente dejan de enseñarles a los alumnos después de sus dos primeros años de una educación esencialmente en las aulas y (aparte de los programas de doctorado) no ofrecen los muchos años adicionales de formación que brindan las facultades de medicina. Sin embargo, el modelo de hospital escuela podría ser efectivo en política pública también (Hausmann, 2019).

A partir de los argumentos de Hausmann, una propuesta de innovación de los modelos de enseñanza-aprendizaje en las escuelas de políticas públicas, como es el caso de la UAM-Lerma, sería la incorporación en la docencia e investigación del uso de los talleres, laboratorios, seminarios y un observatorio7 en políticas públicas, con el propósito de que

[...] al abordar los problemas de nuestros “pacientes”, el Laboratorio [Observatorio] desarrolla nuevas herramientas de diagnóstico para identificar tanto la naturaleza de las restricciones que enfrentan los países como los métodos terapéuticos para superarlas. [...] En verdad, es allí donde más aprendemos. De esa manera, garantizamos que la teoría enriquezca a la práctica, y que los conocimientos obtenidos en la práctica enriquezcan nuestra investigación futura (Hausmann, 2019).

A partir de lo planteado, se podrían realizar algunos ajustes e incorporar algunos elementos a la estructura curricular de la licenciatura en políticas públicas de la UAM-Lerma, con el propósito de que la formación de los estudiantes sea integral y funcional para enfrentar los retos que la sociedad les impone a los profesionales en esta disciplina.

Como se puede observar en el cuadro 2, lo importantes es coordinar con pertinencia las UEA obligatorias con las UEA optativas, por ejemplo, en las UEA obligatorias del tronco básico de carrera deberían incorporarse talleres y seminarios, los primeros, buscarán la manipulación de herramientas y materiales para el desarrollo de habilidades técnicas, mientras que los segundos serán un espacio donde se cultivarán y promoverán corpus teóricos y metodológicos que apoyen la formación disciplinaria.

En la UEA “Gestión e instituciones”, por lo contenidos que se imparten en ese módulo es pertinente que se apoye con la impartición de dos laboratorios, considerando que éstos son un espacio para la experimentación y la recreación o simulación de fenómenos bajo condiciones y variables controladas, por lo tanto, esta UEA, que se imparte a partir del segundo año de formación, será la primera experiencia de los estudiantes con la práctica.

En el mismo cuadro 2, podemos observar que a partir de la UEA V y hasta la UEA XII, debe darse una combinación entre talleres y seminarios; sin embargo, a partir de la UEA VI y hasta la X, se sugiere la programación de talleres y laboratorios, es decir, espacios donde se manipulen herramientas para el desarrollo de habilidades técnicas y espacios donde se recreen o simulen fenómenos bajo condiciones y variables controladas. El tronco específico de carrera que inicia en el trimestre VI se imparte casi en el segundo año de la licenciatura, por lo tanto, es muy importante que los estudiantes comiencen hacer visitas regulares al Observatorio de Políticas Públicas e Incidencia (OPPI), con el propósito de acercarse cada vez más a la realidad y, que los estudiantes, desarrollen y fortalezcan sus habilidades para diagnosticar, adoptar decisiones, formular políticas, implementarlas y evaluarlas, de acuerdo con el trimestre que se esté impartiendo.

Sería deseable que en el trimestre X, cuando los estudiantes comienzan a cursar el último año de la licenciatura, analicen una política pública desde el inicio hasta el fin del ciclo de las políticas públicas, por ello, se sugiere que se impartan dos laboratorios que apoyen en este proceso de análisis. Es importante que desde el trimestre I al X, los estudiantes elaboren ejes integradores, los cuales son proyectos de investigación que responden a problemas de investigación que se discuten en las distintas UEA y su objetivo es articular las unidades de contenido de estas UEA. Los ejes integradores refuerzan la transversalidad en los procesos de enseñanza-aprendizaje y pueden promover la inter y trans disciplina.

CUADRO 2

PROPUESTA DE AJUSTES A LA ESTRUCTURA CURRICULAR

DE LA LICENCIATURA EN POLÍTICAS PÚBLICAS

Trimestre Unidad de enseñanza aprendizaje Talleres (T), laboratorios (L) y seminarios (S)
I Historia, sujetos y saberes T+S
II Fundamentos del Estado moderno T+S
III Estado y sociedad en México T+S
IV Gestión e instituciones T+L
V Complejidad e interdisciplina T+S
VI Gobierno y políticas públicas T+L
VII Administración y políticas públicas T+L
VIII Instrumentación de las políticas públicas T+L
IX Políticas públicas y sistema internacional T+L
X Temas selectos L+L
XI Análisis de problemáticas complejas I Proyecto terminal “conocimiento en” y “conocimiento de”: vincular momento técnico y teórico de las políticas públicas
XII Análisis de problemáticas complejas II

FUENTE: elaboración propia.

Por último, en las UEA XI y XII, los estudiantes tendrán que elaborar un proyectos terminal en el cual realizarán un análisis de políticas públicas a partir de un problema de investigación intentando conjuntar el “conocimiento en” y “el conocimiento de” de las políticas públicas, vinculando el normativo-técnico y teórico de la disciplina de las políticas públicas, por lo anterior, los estudiantes tendrán que realizar “residencias” en organizaciones públicas, sociales o no gubernamentales, centros de investigación, bibliotecas, comunidades, etc. De tal manera que los estudiantes logren hacer una reflexión interdisciplinaria que propicie el desarrollo de habilidades para la integración de saberes desde distintas visiones y prácticas, a través del trabajo en equipo orientado al análisis de problemáticas y alternativas de solución, por ello, los estudiantes se apoyaran en los resultados que se produzcan en el Observatorio de Políticas Públicas e Incidencia.

El modelo presentado propone un aprendizaje de políticas sistemático y continuo, basado en la experiencia y la reflexión en la acción misma, complementado a partir de la obtención de conocimientos o capacidades sobre un tema. Leicester señala que “el aprendizaje de políticas es cíclico e iterativo y debe ser interpretado y usado para ajustar las acciones siguientes en un rápido ciclo de aprendizaje” (Leicester, 2007:180).

CONCLUSIONES

Es necesario que, a tres décadas de la recepción de la disciplina de las políticas públicas en México, se cuestione sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje que las escuelas y universidades que se encuentran formando analistas en políticas públicas han diseñado, y en su caso, innovarlo.

Es importante mencionar que en México, en los último años han aparecido nuevos cursos y programas de estudio sobre las políticas públicas en los niveles de licenciatura, maestría y doctorado, por lo que la expansión ha sido tan rápida que empezamos a sentir grandes dificultades para enfrentarla, dicha dificultad reside en que el análisis de las políticas públicas, como se le ha denominada actualmente, es una extraordinaria fuente de ideas y técnicas que traspasan todos los límites entre disciplinas y subdisciplinas.

El desarrollo tan notable que ya se ha mencionado, apenas es un primer paso, es decir, un punto de partida para construir una red que sustente la modernización de las dependencias públicas que orientaran el cambio político, social, económico y administrativo que requiere nuestro país. Por ello es muy importante discutir sobre ¿cómo se enseñan las políticas públicas en México?

A partir de lo anterior, parece haber un acuerdo sobre que las políticas públicas deben enseñarse a partir de la adquisición de experiencias prácticas, por supuesto procurando un equilibro con la formación teórica. En este trabajo se planteó que se podría pensar que las escuelas de política pública adoptarían una estrategia similar a las facultades de medicina, ya que tanto los médicos como los especialistas en política pública son llamados a resolver problemas y necesitan diagnosticar las causas respectivas, por lo que también necesitan entender el conjunto de posibles soluciones y descifrar los pros y los contras de cada una de ellas.

Para ello se puede utilizar la doble orientación de las políticas públicas en nuestro favor, siempre y cuando realicemos algunas innovaciones a los modelos de enseñanza-aprendizaje de los programas de estudio de las licenciaturas en políticas públicas, además, de incorporar algunos componentes como talleres, laboratorios, seminarios y observatorios.

La propuesta que se presentó en este trabajo se apoya en la idea de que la política pública es una disciplina que produce conocimiento; por lo tanto, el aprendizaje de políticas (policy learning) es muy importante en un proceso de enseñanza. En este sentido, la forma en que las políticas se difunden y adoptan a través del tiempo y el espacio se conoce como policy diffusion o difusión de políticas.

Con respecto al aprendizaje, se puede decir que una propuesta de modelo de análisis del aprendizaje de políticas públicas es el aprendizaje instrumental, que puede ser de tres tipos: “actividades académicas formales, experiencias externas, experiencias y conocimientos internos” (Rubio Campos, 2019).

Con respecto a lo expuesto por Rubio, la propuesta que se describe en este trabajo, que consiste en realizar algunos ajustes (innovaciones) e incorporar algunos elementos, ya existentes en el modelo educativo de la UAM-Lerma, y algunos novedosos, como un observatorio, a la estructura curricular de la licenciatura en políticas públicas, con el propósito de que la formación de los estudiantes sea integral y funcional para enfrentar los retos que la sociedad les impone a los profesionales en esta disciplina, bajo un tipo de aprendizaje instrumental.

En resumen, la propuesta consiste en incorporar de manera equilibrada actividades académicas formales, experiencias externas y experiencias y conocimientos internos. En cuanto a las actividades académicas formales, la revisión de literatura científica, estudios académicos y evaluaciones se llevarían a cabo en las UEA obligatorias de la licenciatura, con el propósito de que los estudiantes se formen una mayor comprensión de los problemas que podrían enfrentar y la forma de solucionarlos.

Con respecto a las experiencias externas, éstas se obtienen de la revisión formal de instrumentos en experiencias de otros entornos geográficos o históricos, a fin de aprender de los mismos, por lo que los talleres, laboratorios y seminarios (TALASE), serán muy útiles en este proceso de aprendizaje instrumental, que tiene como propósito que los estudiantes tengan un conocimiento profundo de cómo funcionan esos instrumentos y no sólo confiadamente seguirlos.

Por último, las experiencias y conocimientos internos se sustentarán en el Observatorio de Políticas Públicas e Incidencia (OPPI), el cual tendría una función de administración del conocimiento general, ya que, el observatorio será un espacio en el cual a través de un proceso de planeación, se llevará a cabo la organización, monitoreo y despliegue sistemático de personas, procesos, tecnologías y ambiente para facilitar la creación, retención, transferencia, identificación, adquisición, utilización y medición del conocimiento de las personas en formación en la disciplina de las políticas públicas, quienes desarrollaran su conocimiento y experiencias a través de los ejes integradores (trabajo en equipo) y en el proyecto terminal de la licenciatura.

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1 Por un lado, el knowledge of cuyo propósito es el análisis del proceso de elaboración y desarrollo de las políticas por parte de los gobernantes y, por otro lado, el knowledge in que tiene como propósito el análisis en y para el proceso de las políticas públicas, éste incorpora teorías de distintas disciplinas con el fin de explicar, corregir y mejorar el proceso de la toma de decisiones por parte de las autoridades públicas.

2 La licenciatura en políticas públicas de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Lerma (UAM-L), aprobada por el Colegio Académico de la UAM en su sesión número 336 del 24 de febrero de 2011 (<www.uam.mx/colegioacademico/>), a partir del acuerdo 331.6 “creación de la licenciatura en políticas públicas, con el plan y los programas de estudios correspondientes, de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Unidad Lerma”. Oficialmente esta licenciatura inicio actividades el 2 de mayo de 2011, en el trimestre 2011-P (primavera) y su objetivo es “Formar profesionales en el área de las políticas públicas con un sólido conocimiento científico de la realidad social y política, y de manera particular de la nacional, capacitados para incidir en las acciones de gobierno a través del diseño, ejecución y evaluación de políticas, planes y programas orientados a la solución de los problemas sociales” (<www.uam-lerma.mx/upload/aa19a9_planpoliticaspublicas.pdf>).

3 El seminario se considera como un semillero en el cual coinciden maestros y alumnos para cultivar y promover el corpus teórico-metodológico de una determinada temática. Tiene como propósito que el estudiante cultive habilidades de índole fundamentalmente intelectivo y de carácter lógico o conceptual. Procura que los alumnos desarrollen destrezas para la presentación y exposición de sus ideas y los argumentos que sostengan sus propuestas analíticas.

El taller puede suponer la manipulación de herramientas y materiales. Implica trabajo cognitivo y el desarrollo de habilidades técnicas, manuales o corporales, para obtener un logro adecuado. Exige un trabajo sobre la esfera intelectual y afectiva. Las habilidades o destrezas por desarrollar tienen un carácter muy claro de naturaleza práctica y se centra en la creatividad.

El laboratorio es un espacio para la experimentación, su eje es la recreación o simulación de fenómenos bajo condiciones y variables controladas. Puede implicar la utilización de equipo e instrumental de alta especialización, cuya aplicación suponga el seguimiento de ciertas rutinas preestablecidas para llegar a los resultados esperados o para abrir campos a nuevas indagatorias ante la obtención de resultados divergentes.

4 Las políticas públicas nacen como disciplina a partir de la publicación del trabajo académico de Harold Lasswell titulado The Policy Orientation en 1951, en donde se estableció el propósito de esta ciencia, que consistía en racionalizar el policy-decision making. En México, la disciplina y profesión de las políticas públicas estuvieron marcadas por tres sucesos importantes: 1) la crisis económica, política y administrativa de principio de los años noventa, 2) la publicación de cuatro antologías a cargo de Luis F. Aguilar Villanueva en 1991 y 3) la fundación de la primera maestría en políticas públicas creada por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) en 1989.

5 Plan de Estudios de la licenciatura en políticas públicas, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Lerma, DCSH. Aprobado por el Colegio Académico de la UAM en su sesión número 336 del 24 de febrero de 2011. Consultado el 15 de marzo de 2014 en <www.uam-lerma.mx/upload/aa19 a9_planpoliticaspublicas.pdf>.

6 En este momento se esta iniciando un proceso de acreditación de la licenciatura en políticas públicas, con la acreditadora Asociación para la Acreditación y Certificación en Ciencias Sociales, A.C. (ACCECISO).

7 En la actualidad existe un proyecto de investigación titulado “Observatorio Metropolitano de Políticas Públicas e Incidencia (OMPPI)” aprobado por el Consejo Divisional de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAM-Lerma, con clave de aprobación DCSH.014.41, cuyo responsable es el doctor Raúl Hernández Mar. En este proyecto se plantea que el propósito del OMPPI es realizar estudios sobre políticas públicas y desarrollar planteamientos novedosos que permitan entender el desarrollo conceptual y metodológico del análisis de las políticas públicas, que intenten articular los interés e iniciativas de los múltiples actores sociales en proyectos relevantes, lo que transformaría la idea tradicional de gobierno, como centro de recursos y decisiones, por una idea de redes de gobernanza, con el propósito de: 1) enriquecer la formulación e implementación de políticas o programas con información, el conocimiento y la colaboración de otros actores; 2) lograr mayor aceptación y legitimación social de políticas o programas, lo cual reduciría el costo de ejecución y aumentaría su efectividad, y 3) analizar cómo las redes incrementan el capital social de las comunidades, creando un espacio de participación interactiva y simétrica.

Los objetivos específicos son los siguientes:

• Ser un espacio de investigación en el campo de las políticas públicas.

• Promover y divulgar elementos para un análisis crítico de las políticas públicas en México.

• Consolidar una fuente de información para el estudio de los procesos de políticas públicas en México.

• Propiciar la reflexión y el debate entre científicos sociales, redes y grupos de investigación, académicos, estudiantes, organizaciones, movimientos sociales y ciudadanos, con el objetivo de contribuir a la renovación del planteamiento de las políticas públicas en México.

• Realizar estudios comparados de políticas públicas.

• Ser un espacio de integración entre profesores y estudiantes mediante proyectos de investigación trimestrales (eje integrador) y proyectos de investigación divisionales.

• Convertirse en un espacio de formación de profesionales que corresponda a las necesidades de la sociedad en el campo de las políticas públicas, a través de seminarios y servicio social.

• Organizar eventos científicos y de divulgación sobre la temática.

• Crear una revista académica-científica denominada Revista Mexicana de Políticas Públicas e Incidencia.

* Profesor-investigador adscrito al Departamento de Procesos Sociales en al área de investigación Políticas Públicas, Economía, Sociedad y Territorio (PPESyT) de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Lerma. Correo electrónico: <r.hernandez@correo.ler.uam.mx>. Doctor en Ciencias Sociales por la UAM-Xochimilco, integrante de la Red Gobernanza Metropolitana del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Sus líneas de investigación son política pública, gestión pública, ciudades y gobernanza <https://orcid.org/0000-0002-0752-8778>.

** Profesora-investigadora adscrita al Departamento de Procesos Sociales en al área de investigación Procesos Sociales, Políticos e Instituciones (PSPI) de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Lerma. Correo electrónico: <g.martinez@correo.ler.uam.mx>.

Experiencias, retos y desafíos de la enseñanza de las políticas públicas en México

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