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INTRODUCCIÓN

Un buen mentiroso sabe que la mentira más efectiva es siempre una verdad a la que se le ha sustraído una pieza clave.

Carlos Ruiz Zafón

Hay una pequeña ciudad risueña y tranquila en el estado de Oregon, en Estados Unidos. Es un pueblito costero llamado Florence que, en 1970, vio perturbada su tranquilidad por un hecho imprevisible, algo que sus habitantes nunca habían experimentado: la marea, en su incesante ir y venir, había arrastrado a una ballena muerta hasta dejarla varada en sus playas. La ballena era un problema grande, realmente grande, pues medía alrededor de 14 metros de largo y pesaba entre 40 y 65 toneladas. Las autoridades del pueblo deliberaron sobre la manera más eficaz de deshacerse de ella. Por su gran tamaño, no podían simplemente enterrarla, tampoco quemarla, y nadie consideró seriamente la posibilidad de cortarla en trozos porque significaba demasiado trabajo que no estaban dispuestos a hacer.

A alguien se le ocurrió una manera fácil, rápida y sencilla de deshacerse de la ballena: colocar cargas de dinamita debajo del enorme cuerpo. En principio parecía una idea muy buena y las autoridades se dispusieron a llevarla a cabo. La noticia se esparció y pronto el canal de televisión local, al enterarse, dispuso una cámara para grabar el acontecimiento. Gracias a eso tenemos un video disponible en Youtube que ha viajado a través del tiempo para dejar constancia de una lección que a estas alturas ya tendríamos que haber aprendido. Ustedes pueden ver el video colocando en el buscador la siguiente frase: “The exploding whale: the greatest news broadcast in televisión history”.

“La ballena explosiva: la mejor transmisión de noticias en la historia de la televisión”. No hay duda de que en Oregon tienen sentido del humor, además de soluciones fáciles a grandes problemas.

En el video, un conductor de noticias expone la situación mientras se ve al fondo el cuerpo de la ballena; al mismo tiempo, un grupo de obreros coloca las cargas y la cámara hace un recorrido por la playa, donde ya se acomodaron los lugareños para disfrutar del espectáculo. No se sabe muy bien cuál va a ser el resultado, pero se espera que la dinamita desintegre a la gran ballena en pequeños trozos de carne que luego las gaviotas se comerán hasta desaparecer todo rastro. Como precaución añadida, un oficial pide a los espectadores que se alejen un poco más. El conductor de noticias está claramente emocionado cuando dice: “¡Aquí vamos!” La cámara capta el momento en que la dinamita explota y lanza al aire una lluvia de trozos de ballena recorriendo más de cien metros.

Segundos después, todos se dan cuenta que la idea, la cual parecía espectacular y muy fácil de llevar a cabo, no dio el resultado que se esperaba. La explosión arrojó al aire trozos tan grandes de ballena que hirieron a algunos espectadores, destrozaron autos y bañaron a todos en sangre y restos orgánicos. Para colmo, la mayor parte del cuerpo de la ballena permaneció intacta sobre la arena convertida en una montaña de carne que, al final, cortaron trozo a trozo. Un absoluto desastre.

A menudo, cuando leo libros de autoayuda sobre empoderamiento o escucho algunas conferencias acerca de estos temas, recuerdo esa transmisión de la ballena explosiva. Para empoderarse, la mayoría de los llamados “especialistas” recomiendan a la gente una actitud superficial y una negación del malestar y de los sentimientos “desagradables”, rayando en lo neurótico. Cada día nos topamos en nuestras redes sociales con frases como: “Ser feliz es una decisión”, “Aprende a soñar y llegarás lejos”, “Ser grande no es una cuestión de tamaño, sino de actitud”, “La vida te pondrá obstáculos pero los límites los pones tú”. Si sigues las enseñanzas contenidas en esas frases, te prometen poder e independencia para mejorar tu situación personal. Y cuando esas frases explotan en tu interior, como las cargas de dinamita bajo una ballena, no desaparecen las emociones “inadecuadas”. ¿Por qué? Porque la tentación de evitar el conflicto o las dificultades arrojándose en brazos del pensamiento mágico contenido en esas líneas no funciona. No está sustentado en bases sólidas, sino en simples palabras que nos conectan con un empoderamiento ficticio y superficial, una carga de dinamita cuyo “poder” es espectacular pero no elimina nuestros problemas.

Para desaparecer a la ballena –empoderarse– se requiere un trabajo serio y sostenido. No por soñar llegas lejos; no eres grande por tener una buena actitud; y aunque los obstáculos son parte de la vida, no siempre sabemos cómo sortearlos.

Yo no creo en las instrucciones milagrosas para ser feliz ni en los diez pasos para triunfar en la vida. Creo en las transformaciones surgidas del autoconocimiento y en las habilidades adquiridas que nos permiten expresar todo nuestro potencial. Con esto no quiero alentarlos a concentrar sus esfuerzos en la semilla causante del dolor. Al contrario, los invito a abrazarla, porque por ella son como son, y eso es adecuado. Mientras no aceptemos ser lo que somos por nuestras vivencias, nuestra capacidad de empoderamiento real seguirá dormida porque nuestro verdadero poder radica en:

• Superar las situaciones problemáticas o traumáticas del pasado y del presente;

• Y en descubrir y manifestar todas nuestras posibilidades como seres humanos.

Todos estamos expuestos a sufrir injusticias o arbitrariedades y a tener conflictos con los demás cuando los deseos de unos chocan con los otros. No siempre triunfaremos ni nos saldremos con la nuestra, porque no controlamos todo. Y aparecerán la rabia, la envidia o los celos, emociones inseparables de la experiencia humana. Arrinconarlas nos aleja de la realidad y nos coloca en un mito ideal, en una fantasía que la vida se encargará de desmentir una y otra vez, acumulando la misma frustración de la cual tratamos de huir.

No se trata de sufrir desgracias como parte de la enseñanza de la vida, sino de afrontar las crisis cuando aparecen, y esto sólo se logra al aprender dónde están nuestros recursos y nuestros límites. Y lo aceptamos.

Desaparecer a la ballena no es tarea fácil, pero te embarca en una extraordinaria aventura, la de tu propia vida. Te aseguro que en el transcurso de esta lectura lograrás contactar con tus recursos internos y, al llegar al punto final, afirmarás tu capacidad de desarrollar las habilidades necesarias para atravesar la frontera del miedo y entrar al territorio propicio donde alcanzarás tu meta: una filosofía de vida auténtica que te conducirá a un empoderamiento verdadero.

Cómo desaparecer una ballena y otras fábulas del empoderamiento

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