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1.1. CONCEPTO DE CAMBIO CLIMÁTICO

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Actualmente, la mayoría de la población relaciona el cambio climático a través de los efectos que produce, dado que éstos son visibles y sufridos por la totalidad del planeta, pero; ¿cómo cabría definir el cambio climático? De acuerdo con la Real Academia española, el cambio climático “es un cambio previsible en el clima terrestre provocado por la acción humana que da lugar al efecto invernadero y al calentamiento global”2. Para la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992, el cambio climático se define como “un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables.”3, con lo que distingue dos grupos causales, el atribuido a la naturaleza y el provocado por la actividad del hombre.

Ahora bien, dichas definiciones resultan ser incompletas para deter-minar en qué consiste el cambio climático. Es necesario partir del término cambio global, el cual se define como “el conjunto de cambios ambientales afectados por la actividad humana con especial referencia a cambios en los procesos que determinan el funcionamiento del sistema Tierra.”4, los cuales repercutirán en todo el planeta, independientemente de donde se produzca la actividad que lo propicia.

Este cambio global es el que se ha producido a lo largo de toda la historia, entendiendo que forma parte del propio sistema de la Tierra y del cambio inherente a la naturaleza en conjunción con el desarrollado por la propia actividad humana5, dado que los seres humanos formamos parte de todo el sistema de la Tierra.

Sin embargo, en los últimos años, en el periodo llamado antropoceno6, en el que vivimos, centrado en las actividades económicas del hombre este cambio global acrece a un ritmo sin precedentes, produciendo alteraciones patentes en todo el medio ambiente7. La razón de ello radica en que cada modificación que se produce en uno de los elementos constitutivos del sistema, como puede ser en la tierra, en el agua, en el aire, en la flora o en la fauna, repercute en el resto de los elementos que lo conforman.

Es por ello que, a medida que se producen más variaciones en dichos elementos, más cambios se desarrollan en el resto de los demás, gene-rando así un efecto dominó que repercute en todo el funcionamiento del sistema de la Tierra8. Como consecuencia de ello, ese cambio global está afectando a la propia supervivencia del sistema Tierra.

Por su parte, el adjetivo climático deviene de esos cambios o variaciones que se pueden ocasionar en el clima, pero realmente no es más que una de las consecuencias del cambio global, no siendo una modificación cíclica inherente a la naturaleza sino que, todo lo contrario, es una variación en el sistema de radiación solar producido por la actividad del hombre que provoca modificaciones en el clima y que ello, a su vez, genera efectos negativos que disminuyen la capacidad de supervivencia de nuestro planeta.

De la radiación solar que el planeta Tierra recibe y que se modera con la propia temperatura de las zonas más frías y más calientes de aquella, debe emitirse parte de ella nuevamente hacia el exterior de la Tierra9. Sin embargo, al llevar a cabo actividades que generan los llamados gases de efecto invernadero (GEI), el equilibrio entre emisión y reemisión se obstruye, dado que parte de la radiación que debería expulsarse, se mantiene dentro del planeta, en la superficie.

La atmósfera, por tanto, recibe radiación terrestre y del Sol, pero la que efectivamente calienta la Tierra es la recibida de ese efecto rebote, habiéndose generado a día de hoy un aumento del doble de la temperatura del aire en la superficie terrestre en comparación con la época preindustrial10, provocando así el denominado efecto invernadero que aumenta la temperatura de la tierra y como consecuencia genera cambios en el clima11.

El clima se mantendría estable si se mantuviera un correcto equilibrio entre la energía recibida y emitida, haciendo un uso razonable de los recursos naturales, los cuales también generan gases de efecto invernadero, pero que son necesarios para dicho fin, por lo que el problema comienza cuando se producen gases de efecto invernadero en una cantidad exacerbada que proviene de la actividad del hombre12 y no de los propios recursos que mantienen el correcto funcionamiento del sistema13.

Por todo lo cual, cabe concluir que el cambio climático es una modificación de las condiciones climáticas que se genera a causa de las diferentes actividades desarrolladas por el hombre, y cuyas consecuencias se evidencian en todo el planeta Tierra, independientemente de donde se lleven a cabo las actividades que propician ese cambio.

Justicia climática y eficiencia procesal

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