Читать книгу Propósito transformador masivo - Angel María Herrera - Страница 10

Оглавление

1. Despierta

Sólo un par de semanas después, Francisco le enviaba a Ángel María un mail con el primer capítulo. En el mensaje del correo venía una explicación sobre lo que le había motivado a arrancar el libro con ese capítulo y el porqué de ese título.

No voy a extenderme en aclaraciones y voy a preservar la intimidad de ambos, pero sí puedo decir que el mensaje de Francisco fue casi tan inspirador como el propio capítulo, con el que sin duda, despertará tu interés, tu consciencia y tus ganas de seguir leyendo.

Parte de un todo

Todos nos hemos preguntado alguna vez quién creó el universo o cómo fue creado. Sin embargo, hay una pregunta que para mí es incluso más relevante: ¿por qué existe el universo?

Nadie sabe la respuesta a esta pregunta, pero lo que sí sabemos es que cada uno de nosotros es un trocito de universo. Somos parte de un todo. Un todo que se inició hace más de trece mil millones de años con el big bang, un todo que se expande empujando sus propios límites, un todo que evoluciona generando elementos cada vez más complejos, con más propiedades e, incluso, conscientes de que existen; como nosotros mismos. Por lo tanto, quizás, la pregunta que tengamos que hacernos es: ¿por qué existimos cada uno de nosotros?

De un modo u otro, todos contribuimos a la propia evolución del universo en general, y de nuestro entorno en particular. Por ejemplo, hace unos doscientos años existió un trocito de universo llamado Thomas Edison que inventó la bombilla y, gracias a él, hoy en día, todos nosotros podemos hacer vida normal una vez que llega la noche, alumbrando habitaciones, carreteras o incluso cualquier lugar al que vayamos con una linterna.

Todos nosotros, sin excepción, estamos aquí por alguna razón, todos estamos aquí para evolucionar el mundo en el que vivimos, para dejar huella, para trascender nuestra vida y alumbrar la vida de las personas que nos rodean y las de las generaciones posteriores, de un modo u otro.

Todos tenemos un propósito en el universo, como parte de este. Ya sea un propósito revolucionario, como el caso de Edison, o un propósito más cotidiano, como el caso de una persona que ama los animales y que dedica parte de su tiempo a cuidar perritos abandonados en un albergue canino. Todos los propósitos son importantes y necesarios.

El propósito no es algo que habla de nosotros o de quién queremos ser, sino que habla de qué huella queremos dejar en el universo, de cómo de diferente debería ser el mundo una vez ya no existamos en el mismo. Posiblemente estemos en el momento histórico en el que más personas y organizaciones son conscientes de su propósito y están dedicados a hacerlo realidad. ¿A qué se debe esto?

Necesidades básicas

A medida que vamos satisfaciendo nuestras necesidades básicas o evolucionando como individuos u organizaciones, vamos desarrollando el interés de contribuir a nuestro entorno. La Pirámide de Maslow describe este fenómeno muy bien y para ello define cinco niveles de necesidades:

• Tener la salud necesaria para vivir adecuadamente.

• Contar con los recursos que nos den seguridad para vivir.

• Establecer y mantener las relaciones sociales (pareja, familia, amistad, etc.) que nos permitan vivir con sentimiento de amor y pertenencia.

• Tener el amor propio y la autoestima necesarios para querernos a nosotros mismos.

• Y por último, desarrollar el sentimiento de autorrealización mediante el desarrollo de actividades que nos hagan sentir que nuestra vida tiene sentido.

Las sociedades modernas, en general, han ido evolucionando de una forma que han permitido a la mayor parte de las personas tener las necesidades más básicas atendidas y centrarse en la autorrealización, que está directamente relacionada con el propósito. Hagamos una rápida e incompleta (pero suficiente) revisión de la historia de la humanidad para verlo con más claridad.

En la Prehistoria, el reto principal de los seres humanos era permanecer vivos, ya que por entonces no existía el conocimiento medicinal ni los avances tecnológicos que existen ahora para sanar enfermedades. Podemos decir que aquellos humanos vivieron la era de la supervivencia. En aquel momento, el más fuerte era capaz de conseguir los alimentos necesarios para sobrevivir y una pareja para reproducirse; en la mayoría de los casos, el único sentimiento de autorrealización posible era tener descendencia.

En la Europa medieval, la posición social determinaba totalmente el destino de cada individuo. Si teníamos la suerte de nacer en una familia real, nuestra vida, con todas las necesidades básicas cubiertas, sería cómoda (¡siempre que un hermano celoso no quisiera envenenarte para subir al trono!). Si nacíamos como un campesino, deberíamos servir al dueño feudal para poder obtener así el sustento necesario para vivir. Los matrimonios se realizaban por conveniencia y soñar con el amor verdadero era un lujo alcanzable para muy pocos. Aquella fue la era de las castas, en la que, dependiendo de la familia y el entorno en el que naciera una persona, su vida estaba prácticamente predeterminada.

En la época moderna, con las necesidades básicas atendidas de algún modo, en la mayor parte de las culturas las personas tienen la suerte de gozar de la libertad y de la fortuna de buscar y desarrollar la faceta social y amorosa del modo en el que cada individuo desee. Además, la faceta profesional y económica de cada persona no viene predeterminada por una posición social de nacimiento, sino que está directamente relacionada con las decisiones y los planes que cada persona lleve a cabo. Si en la Prehistoria el nivel de fortaleza física determinaba el destino de cada individuo, en la época moderna el nivel de inteligencia (racional y emocional) ha sido el factor decisivo para alcanzar el éxito y la felicidad. Pasamos a la era de la meritocracia, en la que cada individuo tiene más o menos posibilidades según el resultado de sus propias acciones.

Si miramos atrás, podemos observar que no solo poco a poco se han ido atendiendo las distintas necesidades, según la Pirámide de Maslow, sino que las cualidades que han determinado el éxito de los individuos o de las organizaciones han ido evolucionando en esta dirección del mismo modo. En la Prehistoria lo más importante era la fuerza física. En el periodo medieval, la posición social de partida era determinante en los recursos a los que podía acceder cada individuo y, en definitiva, a su destino en la vida. Y en la época moderna, sobre todo en ciertas sociedades (todavía no en todas), los individuos cuentan con un apoyo de base que les permite acceder a una educación y recursos básicos que serán capaces de explotar de un modo más o menos eficiente, dependiendo de su inteligencia, de las decisiones y acciones que realicen en su vida.

Tecnologías exponenciales

Sin embargo, todo esto está volviendo a cambiar debido al vertiginoso avance tecnológico. Estamos en uno de los momentos más extraordinarios de la historia de la humanidad, con la aparición de nuevas tecnologías como Inteligencia Artificial, Impresión 3D, Drones, Nanotecnología e, incluso, Genética. Con frecuencia, a todas estas tecnologías se las denomina «tecnologías exponenciales» debido a que su rendimiento se duplica cada año o dos años, lo que nos da un crecimiento exponencial (1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, etc.).

Pongamos un ejemplo, para que se entienda la relevancia de esto. Una persona media avanza un metro por cada paso que da, por lo tanto, si damos 30 pasos de avance lineal (cada uno de un metro) avanzaremos 30 metros. Fácil. Sin embargo, imaginemos por un momento que cada paso que diéramos fuera exponencial (tal y como la tecnología avanza), por lo tanto, el primer paso sería de 1 metro, el segundo paso de 2 metros, el tercer paso de 4 metros, el cuarto paso de 8 metros, el quinto paso de 16 metros; y así sucesivamente. El resultado final de dar 30 pasos de manera exponencial sería de más de mil millones de metros (en concreto 1.073.741.824 metros), lo que significa más de 84 vueltas a nuestro planeta Tierra.

Volviendo al concepto de tecnología exponencial, este tipo de crecimiento tiene un efecto muy relevante en el avance tecnológico. Por ejemplo, la potencia de los computadores ha crecido de manera exponencial desde sus inicios (esto se debe a la llamada Ley de Moore) y gracias a esto, hoy en día tenemos dispositivos basados en la computación, como nuestros propios dispositivos móviles, con una potencia de cálculo millones de veces mayor que el computador que llevó al Apolo XIII a la luna hace más de 50 años.

Otro ejemplo muy relevante en el desarrollo exponencial de la tecnología es la energía solar. Durante los últimos años, la eficiencia con la que las placas solares recogen la energía del sol también ha evolucionado exponencialmente. Es por ello por lo que se espera que en pocos años la energía sea totalmente gratuita y de acceso libre para todas las personas.

Además de estos ejemplos, cualquier otra tecnología que podamos imaginar está afectada por este efecto de desarrollo exponencial: Inteligencia Artificial (pronto tendremos sistemas tan o más inteligentes que cualquier ser humano), Impresión en 3D (pronto podremos imprimir en casa objetos de uso cotidiano), Genética (el coste de lectura del primer genoma humano completo superó los 10 mil millones de dólares, hoy se puede realizar en pocos minutos por menos de mil dólares).

¿Cómo nos afectarán todas estas tecnologías en el futuro, o mejor dicho, desde ya?

Algunos ejemplos de tecnologías exponenciales

Aquí dejamos ejemplos concretos de algunas de las tecnologías exponenciales que actualmente están empezando a impactar a nuestra sociedad y, en definitiva, a nosotros mismos; a las personas.

Tecnología ExponencialImpacto
Inteligencia ArtificialSe ha hablado tanto de la Inteligencia Artificial que algunos líderes parecen haber dejado de prestarle atención. Pero la Inteligencia Artificial está mejorando a pasos agigantados, y el procesamiento de los dato son cada vez más baratos y fáciles de obtener, lo que indica que estamos entrando en la era de la Inteligencia Artificial a nivel mundial.
Realidad Aumentada (RA) y Realidad Virtual (RV)Puede que la RA y la RV sean tecnologías que solo se asocien al mundo del juego y del entretenimiento. Pero tienen aplicaciones en el sector de la medicina, la arquitectura, la construcción, la educación y el estudio aeroespacial. En un futuro muy cercano, se espera que existan más eventos de Realidad Aumentada que de realidad física.
Vehículos autónomosUn rápido vistazo a las empresas pioneras en este ámbito, como puedan ser Google, GM, Toyota, Tesla y Volkswagen, ya nos presenta el gran potencial de este mercado. Se espera que mueva una cifra en torno a las 65.3 mil millones de dólares en 2027. Una gran oportunidad económica que se prevé tendrá un gran impacto.
BlockchainUna forma de eliminar terceras partes en todo tipo de transacciones, tal vez el uso más conocido es la generación de criptomonedas, que carecen de intermediario o entidades reguladoras como un Banco Central. Sin duda estamos solo en la punta del iceberg de lo que esta tecnología puede representar y llegar a disrumpir.
Estudio de DatosEs sabido que los datos son el nuevo petróleo de la economía digital, pero se subestima el impacto que tienen.Los datos seguirán siendo un impulsor clave de la economía global. LinkedIn identificó a Data Scientist como uno de los trabajos de crecimiento más rápido en el mundo, lo que muestra las buenas perspectivas que ofrece.
BiotecnologíaEl sector de la biotecnología está impulsado por el creciente interés en frenar o detener por completo el envejecimiento. El poder construir partes humanas, para reemplazar órganos y tejidos defectuosos, o tratar enfermedades del genoma humano, está llegando a plantear la posible inmortalidad.
Internet de las cosasInternet de las cosas (IoT) además de una red global de dispositivos interconectados, facilitada por las nuevas conexiones de alta velocidad, contando con la rápida expansión que han tenido los dispositivos portátiles y los personales, que hace esté todo conectado.Según Statista, se espera que el número de dispositivos conectados a IoT, supere los 75 mil millones en 2025.
Impresión 3D y fabricación digitalLa impresión 3D es una tecnología exponencial con un potencial disruptivo mucho mayor de lo que muchas personas creen. Sus principales implicaciones ya están fuera del uso doméstico. La impresión 3D podría llegar a reinventar las cadenas de fabricación tradicionales lo que, según Andre Wegner, supone una oportunidad de 1.7 trillones de dólares.
RobóticaLos robots y los drones se están volviendo más asequibles, eficientes y colaborativos, lo que permite un crecimiento sin precedentes en la industria de la robótica.Los robots que trabajan de manera segura y colaborativa con los humanos están a la vanguardia, y pronto dejaremos de verlos solo en la industria, para encontrarlos también en todos los hogares.

La Cuarta Revolución Industrial

A esta explosión de diferentes tecnologías exponenciales que, a su vez, se combinan entre todas ellas, es lo que se conoce como la Cuarta Revolución Industrial. Y como ocurrió en las anteriores revoluciones industriales, estamos observando cómo las distintas industrias y empresas se ven afectadas debido a los cambios tecnológicos en el entorno.

Como Peter Diamandis y Steven Kotler describieron a la perfección en su libro «Abundancia», el progreso tecnológico está generando abundancia en distintas áreas. Hoy en día, tenemos abundancia de información gracias a Internet y acceso a recursos como la Wikipedia que nos dan información totalmente actualizada y validada por expertos. Tenemos abundancia de contenidos, como de música y de películas, gracias a servicios como Netflix. Y también estamos acercándonos a la abundancia de recursos fundamentales para nuestras vidas, como es la energía, tal y como comentábamos antes.

El paso de la escasez a la abundancia está generando un impacto muy fuerte en las distintas industrias. De hecho, vemos cómo la mayor parte de las organizaciones tradicionales que estaban optimizadas para vender servicios y/o productos escasos no supieron transformarse, como es el caso de Kodak (cuyo modelo de negocio estaba basado en vender rollos de fotografías, que era algo limitado, ya que cada rollo nos permitía hacer un número determinado de fotografías). Y, a raíz de esta nueva revolución industrial, surgieron empresas que disrumpieron las industrias tradicionales, aprovechando un modelo de negocio adaptado a la abundancia, como es el caso de Instagram (cuyo modelo de negocio se beneficia de la abundancia de fotografías que se realizan y se comparten en Internet de manera continua).

Salim Ismail dedicó varios años a analizar por qué ocurría esto y cuál era el nuevo modelo de compañía que estaba aprovechando este nuevo entorno dominado por las tecnologías exponenciales. Y precisamente denominó a este nuevo tipo de compañías del mismo modo que el título del libro en el que describió todos los detalles: «Organizaciones Exponenciales».

Una Organización Exponencial (ExO) es aquella que es capaz de conectar adecuadamente con la abundancia y gestionarla de tal modo que consigue crecer de un modo exponencial, al igual que lo hace la tecnología. Pero, el crecimiento no es el único factor a tener en cuenta. De hecho, las ExOs no son únicamente aquellas que crecen de forma exponencial, sino que son organizaciones cuyo impacto puede tener una escala exponencial precisamente por tener una definición muy clara y también porque apuesta notablemente por el Propósito Transformador Masivo.

Algunos ejemplos de estas compañías son Instagram que, como comentábamos antes, conecta con una abundancia de fotografías; Google que conecta y gestiona la abundancia de información que encontramos en Internet; AirBnB que conecta con la abundancia de lugares disponibles para alojarse y los ofrece a los turistas. Todas ellas han crecido de un modo exponencial, como por ejemplo AirBnB, que a los pocos años de surgir se convirtió en la compañía de alojamiento más grande del mundo.

Cuando Salim Ismail y sus colaboradores analizan los elementos concretos, que normalmente caracterizan las Organizaciones Exponenciales, descubren que hay once características, a las que denominan Atributos ExO, que son los elementos que siempre implementan las Organizaciones Exponenciales. Algunos de estos Atributos ExO están centrados en conectar con la abundancia y otros están centrados en gestionarla para crecer de manera exponencial. Todas las Organizaciones Exponenciales no siempre implementan los once atributos, sino que dependiendo de la compañía se implementarán unos más que otros.

Sin embargo, de entre todos los Atributos ExO hay uno en específico que es implementado por esta nueva generación de Organizaciones Exponenciales sin excepción. Precisamente se trata del Propósito Transformador Masivo (MTP), que describe el motivo por el que la organización existe y cómo pretende impactar positivamente al mundo.

El propósito sitúa a las organizaciones en otro nivel, en muchos sentidos. Por un lado, podemos asegurar que hoy en día las mayores oportunidades de negocio están asociadas a resolver los grandes retos a los que se enfrente la humanidad. Aunque este tipo de organizaciones va más allá de los resultados económicos, realmente tienen un propósito que las mueve y esto hace que se generen comunidades alrededor de ellas dispuestas a ayudarlas a conseguir su propósito. Un buen ejemplo de esto es TED, una organización exponencial de eventos que ha conseguido movilizar a millones de personas en todo el mundo, en tan solo unos pocos años.

El Propósito Transformador Masivo es un complemento a la visión y a la misión de las organizaciones tradicionales. Las Organizaciones Exponenciales ya no solamente quieren definir en qué quieren convertirse en el futuro (visión) y cómo lo conseguirán (misión), sino que también definen por qué existen en el mundo (propósito).

Las Organizaciones Exponenciales y aquellas que adoptan los Atributos ExO de un modo u otro, se están convirtiendo en la siguiente generación de compañías que están emergiendo exitosamente de esta Cuarta Revolución Industrial y que están sustituyendo a las empresas tradicionales.

La Primera Revolución Evolutiva

La explosión de las nuevas tecnologías exponenciales tiene y tendrá, si cabe, un mayor impacto en las personas que, incluso, el que ha tenido y el que tendrá en las organizaciones.

Tal y como describieron Peter Diamandis y Steven Kotler en su libro «Bold» (Valiente), el efecto del progreso tecnológico se puede encapsular en las famosas 6 D’s, que describen las implicaciones prácticas de las tecnologías exponenciales en nuestra vida real: Digitalización, Decepción, Disrupción, Desmonetización, Desmaterialización y Democratización.

La primera de ellas es la Digitalización, ya que es lo primero que ocurre cuando aplicamos tecnología a cualquier dominio y, de hecho, hoy en día la mayor parte de las actividades que hacemos está afectada por la digitalización de algún modo. A continuación, entramos en una fase de Decepción, al no encontrar los resultados esperados en el corto plazo tras la implementación de la tecnología en un nuevo dominio. Pero, debido a la evolución exponencial, tarde o temprano todo termina Disrumpiéndose, debido al eventual éxito y al cambio que genera la tecnología en la forma en la que se hacen las cosas en dicho dominio. La siguiente fase es la Desmonetización, ya que la tecnología hace que todo sea mucho más económico o, incluso, gratuito. Por otro lado, la tecnología también genera una Desmaterialización de los objetos, simplemente piensa en cuántos dispositivos que antes eran físicos llevamos hoy en día en nuestros dispositivos móviles (linterna, calculadora, bloc de notas, etc.). Y finalmente, llega la fase más importante: la Democratización, ya que tarde o temprano los nuevos avances tecnológicos terminan llegando a todo el mundo, lo que nos da a todos posibilidades que antes eran inimaginables para una gran mayoría.

Todos llevamos en nuestros bolsillos dispositivos móviles con mayor capacidad de procesamiento que el mayor supercomputador que la NASA tenía hace 50 años. Además, estos dispositivos cada vez son más inteligentes y nos ayudan a tomar decisiones del día a día o decisiones complejas. En unos años, todos contaremos con impresoras 3D en casa para poder imprimir diferentes tipos de objetos o, simplemente, educar a nuestros hijos en el diseño y fabricación de distintos elementos. Y por supuesto, muy pronto seremos capaces de curar enfermedades complejas mediante la edición genética. Y esto será solo el principio, llegará un momento en el que mejoremos la especie gracias a ello.

Párate a pensarlo por un momento; la evolución de nuestra especie humana ya no se rige únicamente por la selección natural, por el ensayo y el error de mutaciones genéticas en la naturaleza, tal y como han evolucionado las especies animales hasta nuestros días. Los seres humanos están complementando sus funciones y habilidades con la tecnología, llevamos haciéndolo siglos: mejorando nuestra propia piel natural con ropa, desplazándonos con mayor rapidez mediante distintos tipos de vehículos, etc. Y la velocidad con la que estamos adoptando nuevos tipos de tecnologías está acelerando. Pronto aumentaremos nuestra inteligencia natural con la Inteligencia Artificial. De hecho, ya lo hacemos de manera continua cuando utilizamos nuestros dispositivos móviles para buscar información de cualquier tipo o, simplemente, para hacer una operación compleja utilizando la calculadora. Pronto editaremos nuestro organismo mediante la edición de nuestro propio ADN.

¿Qué está ocurriendo?

Lo que realmente está ocurriendo es la Primera Revolución Evolutiva, ya que es la primera revolución que no solo afecta a las empresas y a las industrias, sino también a todos nosotros, a la especie humana. La pregunta ahora es: ¿qué deberíamos hacer las personas para navegar adecuadamente en esta revolución?

Como vimos antes, en distintas etapas históricas los humanos han conseguido sobrevivir o tener éxito por distintos factores. Y por lo tanto, en esta nueva etapa en la que estamos entrando, dominada por la tecnología y caracterizada por la integración de nuevas tecnologías exponenciales con nuestra propia vida y especie, el factor de éxito será diferente a los anteriores. En este momento ya no es tan relevante la fortaleza física (ya que vivimos en un mundo civilizado en el que la violencia no domina nuestro día a día y para obtener alimentos no es necesario cazar), ni es tan relevante la posición social en la que nace una persona (ya que tenemos estructuras sociales que atienden las necesidades más básicas) y pronto ni siquiera será tan relevante la inteligencia (ya que todos contaremos con acceso a sistemas de Inteligencia Artificial que podrán extender nuestra propia inteligencia).

Para saber cuál será el factor que diferenciará a las personas exitosas y felices de las que no lo son, en esta nueva etapa, tenemos que volver a tomar como referencia la Pirámide de Maslow. En un mundo en el que las necesidades más básicas dentro del modelo están cubiertas (e incluso las intermedias), es precisamente el propósito lo que diferencia a los individuos que viven una vida con sentido de los individuos que no la viven.

Hoy en día, las personas que tienen las necesidades cubiertas (incluso, a veces, cuando tampoco las tienen) y que no cuentan con un propósito claro de vida, en muchas ocasiones se sienten vacías, se sienten perdidas. Como Marcus Aurelius expresó hace siglos: «Una persona que no sabe cuál es su propósito en la vida, tampoco sabe quién es ella ni qué es el universo».

Sin embargo, cuando una persona es consciente de su propósito en la vida, más allá de su trabajo (aunque, a veces, coincide), lo que observamos es una persona apasionada, una persona con una energía y una vitalidad que le permiten desarrollarse a un nivel por encima del resto.

La nueva generación de líderes y de jóvenes está profundamente marcada por esta tendencia; son personas con un claro propósito y una fuerte determinación para hacerlo realidad, incluso generando cierta controversia. Un claro ejemplo es Elon Musk (CEO de Tesla) quien, más allá de los objetivos económicos de su compañía, tiene el claro propósito de llevar a la humanidad al siguiente nivel, desarrollando nuevos modelos que nos permitan contar con energía libre y gratuita para todos, o desarrollando una nueva tecnología que no solo nos permita alcanzar nuevos planetas (como Marte), sino que también nos permita transportarnos de un modo mucho más rápido y eficiente.

Otro de los ejemplos que más me inspira es el de Jack Andraka, un adolescente estadounidense que, con tan solo 14 años, encontró un nuevo método diagnóstico para el cáncer de páncreas, mejorando considerablemente los métodos previos. Y consiguió realizar este nuevo descubrimiento investigando a través de la información que encontró en Google.

También merece ser mencionado el caso de Greta Thunberg, quien tiene un claro propósito de salvar nuestro planeta y está dedicándose por completo a ello, con numerosas apariciones en prensa y televisión a pesar de tener un trastorno del espectro autista.

Esta nueva generación de líderes y de jóvenes no está sola; siempre han existido las personas con un propósito claro. Uno de los elementos comunes de las personas con un propósito es que suelen desarrollar habilidades orientadas a alcanzar sus metas. Las personas orientadas a un propósito siempre contarán con una ventaja competitiva respecto a las que están motivadas por una obligación impuesta, por cuestiones económicas y por imposiciones externas frente a algo que nace de dentro: el propósito.

Y, por último lo que también parece estar claro en esta Primera Revolución Evolutiva es que el nuevo criterio evolutivo, que diferenciará los individuos exitosos de los que no lo sean, es el propósito. Ni siquiera la inteligencia va a ser un componente tan determinante, ya que todos contaremos con tecnología que aumentará y mejorará nuestra capacidad de tomar decisiones. Si quieres tener una carrera de éxito o una vida plena, es necesario que encuentres aquello que le da sentido a tu existencia, que sientas el motivo por el que estás en este universo.

Por lo tanto, si todavía no tenemos claro nuestro sentido en la vida, la siguiente pregunta que debemos respondernos es: ¿cómo encuentro mi propósito?

Conecta con tu niño interior

Hemos visto cómo hay niños y adolescentes que cuentan con un propósito tan claro en sus vidas que no hay duda de que han nacido para ello. Sin embargo, muchos de vosotros no tenéis tan claro cuál es vuestro propósito en la vida, cuál es el legado que queréis dejar y cómo os gustaría trascender. Algún día lo supisteis, el problema es que se os ha olvidado.

Vivimos en una sociedad en la que el sistema educativo nos forma para ser máquinas productivas, desde pequeños se nos forma para tener una profesión, para ganar dinero, para ganarnos la vida. Soñar es optativo.

Vivimos rodeados de personas que buscan nuestra seguridad y nos aconsejan no arriesgar, nos aconsejan encontrar un camino estable, nos aconsejan seguir un camino predeterminado, porque en la mayoría de las ocasiones «funciona». Salirse del camino es arriesgado.

Vivimos en culturas que definen lo que está bien y lo que está mal, nos hacen sentir culpables si no seguimos las reglas establecidas, nos hacen sentir diferentes. Ser distinto está penalizado.

Sin embargo, todos y cada uno de nosotros es distinto a los demás, cada uno tiene una serie de habilidades e intereses diferentes. El problema es que, con el tiempo, la educación, nuestro entorno social y nuestra cultura ocultan nuestro verdadero yo, ocultan nuestra verdadera identidad. Esto hace que terminemos viviendo la vida que se espera de nosotros, pero no la vida que realmente se supone que debíamos vivir cada uno de nosotros. Y, al final, olvidamos quiénes somos realmente; vivimos dormidos.

Para encontrar nuestro propósito tenemos que despertar, tenemos que volver a conectar con nuestro yo interior y tenemos que sentir cuál es el motivo por el que el universo nos ha puesto aquí.

Si le preguntas a un niño qué quiere ser de mayor, no dudará ni un momento en darte una respuesta. Millones de ideas, ilusiones y sueños inundarán su cabeza y, posiblemente, tenga clara una respuesta concreta o te bombardeará con numerosas posibilidades; todas ellas envueltas en un mundo de ilusión.

Los niños saben disfrutar del momento, los niños saben soñar, los niños saben cuál es su propósito (aunque, a veces, no sepan expresarlo). Para encontrar nuestro propósito solo tenemos que desenterrar al niño interior que llevamos dentro, tenemos que eliminar las capas educativas, sociales, culturales. Y tenemos que conectar con él, mirarlo a la cara y preguntarle. Ese niño os recordará quiénes sois de verdad.

Apunta a las estrellas

Si hay algo que diferencia a los humanos del resto de especies animales es nuestra capacidad de desear, nuestra capacidad de soñar, nuestra capacidad de imaginar lo imposible. Hasta que lo conseguimos y es entonces cuando lo imposible se vuelve posible y los locos se vuelven héroes. Como decía Steve Jobs, «las personas que están lo suficientemente locas para pensar que pueden cambiar el mundo son aquellas que lo cambian».

Para poder cambiar el mundo, para poder perseguir un propósito y conseguirlo, tenemos que creérnoslo. Esta es la única manera de hacer nuestros sueños realidad y que el sentido que podamos darle a nuestra vida se convierta en realidad. Al igual que a las personas optimistas, que, en general, obtienen mejores resultados de sus acciones que los pesimistas (quienes, en muchas ocasiones, ni siquiera se dan la oportunidad de intentar algo porque piensan que no lo conseguirán), a las personas y a las organizaciones que están orientadas a propósito les ocurre algo similar. La clave para que las personas alcancen su propósito es despertar, conectar con la identidad para definirlo y vivir una vida con determinación para conseguirlo. Y la clave para que las organizaciones tengan y alcancen su propósito es la cultura, contar con un equipo inspirado y comprometido con él. Hoy en día ya no es una cuestión de recursos, sino de contar con la mentalidad correcta.

Y la mentalidad correcta no solo nos tendría que hacer conectar con nuestro interior para descubrir nuestro propósito, la mentalidad correcta debería hacer que soñemos en grande, que realmente seamos conscientes de nuestro potencial. Porque todos contamos con superpoderes esperando a ser aprovechados, solo tenemos que desbloquearlos y utilizarlos.

El ser humano es una especie que ha conseguido cosas tan increíbles como llegar a la luna, que hace no tantos años era considerada un dios por ciertas culturas. En 1969, Neil Armstrong fue el primer humano en pisar la luna, pronunció aquellas famosas palabras que todos conocemos: «es un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad». Y así era, el equipo responsable de hacer que la misión fuera un éxito, no solo consiguió llevar al primer hombre a la luna, sino que le demostró a la humanidad entera que somos capaces de conseguir cualquier cosa que nos propongamos.

Cuando un astronauta entra en el espacio por primera vez y observa la Tierra por encima de la atmósfera, dicen que siente algo muy poderoso en su interior que se ha denominado «efecto perspectiva». Los astronautas en ese momento sienten que toda la Tierra es una, que los problemas de «allá abajo» no son tan importantes, que tienen que mirar las cosas desde otro ángulo y centrarse en lo realmente importante, en aquellas cosas que impactarán positivamente a la humanidad, y dejar a un lado los problemas cotidianos (o, al menos, que no les afecten y dirijan su vida por completo).

Cuando una persona busca su propósito, sabe que lo ha encontrado cuando detecta la Estrella Polar que guiará su camino, la dirección que le ayudará a tomar las decisiones más importantes de su vida.

Cuando una persona tiene un propósito, se convierte en un astronauta en un viaje interestelar, el efecto perspectiva se apodera de su vida y se centra en las cosas realmente importantes, dejando a un lado problemas cotidianos.

Cuando una persona se centra en su propósito, da lo mejor de sí por el bien colectivo y por impactar positivamente al mundo. Y cualquier pequeño paso que consiga hacia su objetivo, se convierte en un gran paso para la humanidad.

Imagina un mundo en el que todos pudiésemos estar dedicados a nuestro propósito, impactando positivamente al mundo, cada uno con nuestros superpoderes personales, ¿no piensas que sería un mundo mejor?

El camino está claro, ya solo te queda recorrerlo. ¡Despierta, conecta con tu niño interior, vuelve a soñar despierto y alcanza las estrellas!

Propósito transformador masivo

Подняться наверх