Читать книгу Escultura Barroca Española. Escultura Barroca Andaluza - Antonio Rafael Fernández Paradas - Страница 19
3.4.Otros maestros antes de Cano
ОглавлениеEl taller de Pablo de Rojas primero, y de Alonso de Mena, a continuación, abastecieron desde las últimas décadas del siglo XVI la demanda de buena parte de Andalucía oriental y se convirtieron en vivero de importantes artistas de escultura, algunos de los cuales tienen trayectorias profesionales más o menos conocidas y que les llevan fuera incluso de la región andaluza, de los que entresacamos algunos ejemplos.
Los datos biográficos sobre Luis de la Peña son casi nulos. Sí se sabe que arriba a Sevilla procedente de Granada. La Virgen de Gracia de la parroquia de la misma advocación en la ciudad del Darro demuestra el apego a los modelos de contrapposto contenido y empaque clásico de Pablo de Rojas, lo que explica que sus obras en Sevilla y Cádiz conecten fácilmente con el credo estético de Montañés, evidente en la Virgen de las Aguas de la iglesia de San Francisco de Morón de la Frontera (Cádiz).
El caso del escultor melillense Juan Sánchez Cordobés (fines del siglo XVI-1653) es un ejemplo extremo de nomadismo y búsqueda de oportunidades[30]. P. Andrés Llordén documentó su discipulaje en Málaga con el escultor Salvador Ruiz entre 1611 y 1613, debiendo pasar entonces a Granada, donde verdaderamente se forma en el taller de Alonso de Mena. Con este colabora en las obras del Monumento del Triunfo de la Inmaculada Concepción, para pasar después a Murcia, donde alcanza gran reconocimiento en la década de 1640 y fallece en 1653. Su única obra granadina documentada y conservada, el san Francisco de Asís de la parroquia de la Encarnación de Lanjarón (Granada), contratado en 1623, demuestra una evidente dependencia del estilo de Alonso de Mena, resultando a la postre una obra vulgar.
Por su parte, Cecilio López (cuñado de Alonso de Mena y abuelo de José de Mora) será un escultor y retablista afincado en Baza (Granada), cuyas obras conservadas son escasísimas. Fue un perseverante retardatario que se mantuvo en su formación plástica inicial, donde el naturalismo apenas balbucea, frente a la evolución de su cuñado Alonso de Mena y de su yerno Bernardo de Mora, el Viejo. En el campo de la retablística, quizás la principal de las ocupaciones de su taller bastetano, se mantuvo fiel a los esquemas rígidos del primer Barroco, de gran rigor estructural y parquedad ornamental, de los que tan solo ha subsistido el de la ermita de Huécija (Granada).