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LA PALABRA

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Una tercera idea importante en el judaísmo era «Palabra». Cuando Dios deseaba comunicarse con los hombres, les hablaba. Moisés oyó su voz desde la zarza que se quemaba (Ex 3, 2 ss.). Comunicó su palabra a los profetas66. Cuando fue creado el mundo, este llegó a la existencia al conjuro de su palabra.

«Por la palabra de Yavé fueron hechos los cielos,

y todo su ejército por el aliento de su boca…

Dijo Dios y se hizo;

Él mandó y así fue enseguida» (Sal 33, 6, 9; cf. Gn 1, 3. 6).

Sin embargo, en el Antiguo Testamento la «Palabra» no está personificada. Describe la manera que tiene Dios de ejecutar su propósito. No es ella en sí misma un ser existente. Ni siquiera en los escritos apócrifos se encuentra personificada realmente. Lo más aproximado se encontraría en Sab 18, 15. 16:

«Tu palabra omnipotente se lanzó de los cielos… llevando por aguda espada tu decreto irrevocable; e, irguiéndose, todo lo llenó de muerte; y caminando por la tierra tocaba el cielo».

El lenguaje fantástico parece más metafórico que literal, y aporta una prueba no segura de la personificación de la idea.

Se ha discutido si el concepto Memra («Palabra») se personificaba en los Targums. Memra se usó como un sustituto reverencial de Dios, y por este motivo frecuentemente se dice que realiza actividades personales y que tiene personales sentimientos. Pero desde el momento en que esta palabra y otras fueron empleadas como sustitutos del divino nombre de Yavé, no hay motivo para dar por sentado que Memra fuera personificada67.

Filón hace uso frecuente del término λόγος («palabra»), de tal manera que a veces sugiere tratarse de una persona. C. H. Dodd comenta: «A pesar de toda personificación, Filón no piensa realmente en un guía personal y compañero»68. El «Logos» es el mundo de las ideas. Y, con todo, es difícil borrar la impresión de que Filón considera al Logos como persona, pues dice que sostiene el mundo y a sus habitantes, y lo describe como un sumo sacerdote, un ángel, un capitán y un piloto69. Aunque su explicación del λόγος no siempre es consecuente, en muchos lugares escribe como si el λόγος fuese un ser consciente.

Γόγος está destacado en el primer capítulo del cuarto Evangelio, donde se le usa como un título de Cristo. Este capítulo manifiesta la influencia de la historia de la creación del Génesis. W. F. Howard ha dicho que los evangelistas sacaron la idea del λόγος del Antiguo Testamento y de la tradición rabínica70. Pero esto no tiene que ver a propósito de si el término se usa en un sentido personificado. El uso hecho por Juan del λόγος en un sentido personal se explica muy bien por la influencia de Filón, o de los desconocidos predecesores de Filón. A través de la tradición helenística la idea de «Palabra», como las ideas de «Sabiduría» o de «Espíritu», ayudó a preparar el camino a la teología cristiana.

Otros dos términos influyentes son «Ley» y «Gloria». La palabra «Ley» en el pensamiento judío está relacionada con «Sabiduría» y «Palabra». El Eclesiástico 24 identifica «Ley» con «Sabiduría». Y en el Salmo 119 «Palabra» y «Ley» son usadas recíprocamente. Según la tradición rabínica, la «Ley» existía antes de la creación del mundo y fue instrumento en la creación71.

Shekinah («Gloria») se aplicó, lo mismo que Memra, como sustituto reverencial al nombre divino. No hay indicios de que los rabinos la considerasen persona72.

Tanto «Ley» como «Gloria» estuvieron fuertemente relacionadas con Cristo en el Nuevo Testamento. Era Él mismo la personificación de la nueva Ley del Espíritu73. Él era el mediador de la nueva alianza, que contrastó su ley con la ley de Moisés. Él estuvo en posesión de una gloria que manifestó en diversas ocasiones durante su vida terrenal con milagros y en su transfiguración. En su estado de resucitado reinó con gloria junto al Padre74.

Ya hemos dejado expuesto que los judíos posteriores al exilio tuvieron una idea de pluralidad dentro de la Divinidad; idea que expresaron principalmente a través de conceptos como Espíritu, Sabiduría y Palabra. Esta idea de pluralidad no se encontrará en todos los escritos judíos, pero aparece en ciertas partes del Antiguo Testamento, en algunos de los libros apócrifos y en las obras de Filón.

Teniendo en cuenta que los antiguos (escritores) judíos hablaban de los ángeles como si fueran extensiones de la personalidad divina, los viejos conceptos de Sabiduría, Espíritu y Palabra eran naturalmente menos personales. El lenguaje de los escritores frecuentemente implica que estas entidades tenían una existencia independiente, y pensamiento y sensaciones como los hombres. Pero Sabiduría, Espíritu y Palabra no aparecen en forma humana. Ellas pertenecen más bien al orden de las emanaciones, conscientes en sí mismas, de Dios. Los judíos creían en los ángeles; pero los ángeles eran criaturas de rango inferior a Dios. La Sabiduría, aunque era una criatura, tenía un rango de especial elevación a causa de su conexión con Dios.

Los puntos generales expuestos por Johnson y Knight son verdaderos. El concepto de pluralidad en la Divinidad no es extraño a los judíos. Es, pues, concebible que una doctrina trinitaria hubiera podido crecer en suelo judío. Mientras que el pensamiento helenístico contribuyó en gran manera a la expresión de la doctrina, la idea de pluralidad dentro de la unidad estaba ya implícita en la teología judía.

La Trinidad en el Nuevo Testamento

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