Читать книгу The Dog Who Loved Tortillas - Benjamin Alire Saenz - Страница 7

Оглавление

n sábado por la mañana, la hermana

mayor de Dieguito, Gabriela, vio por

la ventana a un hombre que cantaba a la vez

que caminaba con su perro. “Las personas que

tienen perros siempre están felices. Sonríen

más que los demás”. Se preguntó cómo sería

tener su propio perro. Quería una perrita. Una

cachorrita que fuera completamente suya.

Casi al mismo tiempo que Gabriela

pensaba en una perrita, Dieguito estaba

jugando pelota en el Memorial Park con su

amigo Manny. Mientras lanzaban la pelota

de béisbol de un lugar a otro, Diego se dio

cuenta que un perro los observaba.

—¿Crees que muerda? —preguntó

Dieguito.

—No sé —dijo Manny—. Algunos

perros son malos.

Manny mostró sus manos como si

fueran garras. —GRRRRRRR —dijo.

—GRRRRRRR —dijo Dieguito.

Miró que el perro parecía tranquilo y

en paz. No parecía malo, nada malo.

The Dog Who Loved Tortillas

Подняться наверх