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17 de marzo

La vacuna contra la varicela

“Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y sanando todaenfermedad y toda dolencia” (Mateo 9:35, NVI).

¿Has tenido varicela alguna vez? Hoy en día, muchos niños no han contraído la enfermedad gracias a un reciente avance en el campo de las inmunizaciones médicas. El 17 de marzo de 1995, el gobierno de los Estados Unidos aprobó el uso público de la vacuna contra la varicela. La vacuna se vendió por primera vez en Nueva Jersey y se comprobó que tenía una eficacia de entre un 70 % y un 90 %. La varicela nunca ha sido tan peligrosa como la viruela. Las llagas y los síntomas pueden parecer similares al principio, pero los resultados finales son drásticamente diferentes. La viruela, que ahora se cree totalmente erradicada, solía acabar en la muerte.

Durante la época medieval, la palabra “viruela” significaba “maldición”. Esto llevó a mucha gente a creer que la varicela era una enfermedad provocada en los niños debido al uso de la magia negra. Se cree que la varicela fue descubierta y descrita por primera vez por Giovanni Filippo durante el año 1500, en Italia. Richard Morton, un médico inglés de la década de 1600, la llamó varicela porque pensaba que era una forma más suave de viruela.

La varicela es una enfermedad muy contagiosa, y sus llagas abiertas pueden provocar picazón en todo el cuerpo. Se incuba durante un período de 10 a 21 días, y puede transmitirse a través de la tos o los estornudos, o por contacto directo con una persona infectada. La varicela rara vez es mortal, aunque suele ser más grave en los adultos que en los niños. Puede ser una enfermedad bastante incómoda, pero la buena noticia es que, una vez que se ha padecido, no se vuelve a contraer. La varicela, junto con otras muchas enfermedades, es muy incómoda. No puedes concentrarte en nada porque te pica el brazo, luego la pierna y después la espalda. Es difícil acostarse o incluso sentarse. La mayoría de las enfermedades, al igual que la varicela, se caracteriza por diversos grados de incomodidad. Pero hay una enfermedad que puede ser bastante cómoda, al menos por un tiempo. Esa enfermedad es el pecado.

Cuando Jesús estuvo en la tierra, le daba placer curar a las personas que estaban plagadas de molestias por diversas enfermedades. Y especialmente, le gustaba sanar a los que estaban plagados de pecado. El pecado es extremadamente peligroso porque nuestra inclinación natural no es temerlo. Sabiendo que el pecado puede llevarnos a una muerte permanente, Jesús extiende su mano sanadora a todos los que quieren ser curados.

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