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ANTECEDENTES REMOTOS

En los ochenta, el Dr. Carlos Llano participaba con regularidad en las actividades que la Dirección de Formación Integral ofrecía a participantes y egresados del IPADE; en esos eventos abordaba, desde una perspectiva filosófica, cuestiones humanas fundamentales. Aquellas sesiones despertaron el interés por el estudio del hombre e inspiraron el proyecto de investigación De Homine. La antropología filosófica fue, desde el primer momento, la disciplina rectora de este proyecto.

El proyecto estaba animado por el deseo de saber para ayudar y enseñar; había una intención clara de vincular ciencia, experiencia y docencia. Es posible que el Dr. Llano no haya sido consciente de la influencia que tuvo en el nacimiento de esta iniciativa. El mes de diciembre de 1987 es una fecha señalada en el inicio de la nueva aventura. A partir de ese momento comenzó un periodo de veinte años de estudio ininterrumpido sobre el hombre. Un tema llevaba a otro y las piezas iban encajando unas con otras. Fue una etapa de intensa formación académica en la que el acento estaba puesto en la adquisición de la ciencia.

Durante esos años, el proyecto De Homine creció fuera del IPADE, pero se mantenía vinculado por diversos cauces a la institución. El trabajo fuera de la escuela de negocios permitió ampliar la reflexión a otros ámbitos de la actividad humana (personal, familiar, profesional, académico y gubernamental).

ANTECEDENTES RECIENTES

EL ÁREA DE FILOSOFÍA Y EMPRESA

El proyecto De Homine retornó al IPADE en 2008 y se incorporó a los trabajos del área de Filosofía y Empresa. Los profesores Arturo Picos y Ramón Ibarra, directores del área durante esos años, hicieron suyo el proyecto y lo impulsaron con entusiasmo y eficacia.

El área de Filosofía y Empresa había sido creada trece años atrás, en 1995, con el fin de resolver de forma estable y orgánica la integración de la ética en el plan de estudios de los distintos programas del IPADE. El profesor Carlos Rossell fue su primer director.

Por aquel entonces, el profesor Arturo Picos había introducido un curso de Antropología Filosófica en el programa MEDE (full time MBA). Fue así como el proyecto De Homine se sumó a lo que ya estaba en marcha.

El retorno al IPADE significó un reencuentro con el método del caso y fortaleció el propósito inicial de vincular ciencia, experiencia y docencia. El ambiente del área de Filosofía y Empresa era un terreno fértil para la actividad creativa. Fue un intenso periodo de desarrollo de contenidos y nuevas sesiones. El tamaño del área favoreció el clima de innovación y de trabajo colaborativo.

El equipo estaba integrado por los profesores Arturo Picos, Ramón Ibarra, Luis Felipe Martí, Jorge Merodio, Marco Iván Escotto, Franchi Raúl Martínez y Alejandro Armenta. Los profesores Carlos Rossell y Miguel Ochoa también formaban parte del grupo, el primero en calidad de profesor emérito y el segundo de profesor decano.

Poco a poco se fueron trazando tres líneas de trabajo bien diferenciadas y, al mismo tiempo, estrechamente relacionadas entre sí:

• Generación de contenidos centrados en el director como persona (antropología filosófica).

• Trabajo conjunto con otras áreas académicas (Filosofía y Empresa).

• Ética de la empresa (Business Ethics).

Los contenidos desarrollados comenzaron a introducirse en el aula de forma gradual. Los cauces principales fueron los programas regulares y los programas In Company. En los primeros se seguía la lógica de “dar poco a muchos” y en los segundos la de “dar mucho a pocos”.

El MEDEX fue la punta de lanza en los programas regulares; después vino el MEDE y más tarde los programas de perfeccionamiento. El crecimiento gradual permitió formar y consolidar el equipo de profesores que impartían las nuevas sesiones. Los programas In Company jugaron un papel importante en el desarrollo de nuevos contenidos, debido a que había empresas que solicitaban expresamente un programa centrado en el director como persona; en poco tiempo se ofrecieron cinco ediciones del mismo.

El trabajo en el aula mostró con claridad que la investigación sobre el director como persona era un asunto relevante: la docencia le señalaba el camino a la investigación. Fueron años en los que el área de Filosofía y Empresa vivió una etapa de rápido crecimiento interno.

Poco después vino la participación en eventos internacionales. El primero fue la reunión Internacional de Profesores del área de Managing People in Organizations del IESE y sus escuelas asociadas; en Perú, Arturo Picos presentó uno de los casos desarrollados por el área y su nota pedagógica. A partir de ese momento, profesores de otras escuelas comenzaron a solicitar material del área de Filosofía y Empresa. Más tarde vinieron otros eventos:

• 25.ª Conferencia anual de EBEN (IESE, Barcelona 2012).

• Tercer Coloquio sobre Humanismo Cristiano en Economía y Negocios (Washington D. C., 2012).

• Seminario de Antropología Filosófica y Perfección Humana en las Organizaciones (Pontificia Università della Santa Croce, Roma, 2013).

La presentación de lo que se estaba haciendo en el área de Filosofía y Empresa despertó el interés de profesores de otras escuelas de negocios. Mirar hacia el exterior ayudó a entender mejor lo que se estaba haciendo dentro del IPADE. La presencia de la filosofía en una escuela de negocios era el factor clave que explicaba los resultados.

FUSIÓN CON EL ÁREA DE FACTOR HUMANO

El crecimiento del área de Filosofía y Empresa comenzó a demandar más espacios para ofrecer los contenidos que se estaban desarrollando. Surgió el dilema de si convenía dejarla crecer o fusionarla con el área de Factor Humano. Se optó por la fusión tomando en cuenta que Factor Humano ha sido un área emblemática desde la fundación del IPADE. La fusión también convenía para promover la integración de los contenidos y perspectivas de estudio de las dos áreas. Fue así como se puso en marcha un diálogo fecundo entre las perspectivas psicológica y filosófica que predominaban, respectivamente, en las áreas de Factor Humano y Filosofía y Empresa.

CREACIÓN DEL CIFE

La integración de las dos áreas fue acompañada de la creación del Centro de Investigación de Filosofía y Empresa (CIFE) en la primavera de 2014. Se erigió con el propósito de impulsar la investigación y la generación de contenidos que realizaba el área de Filosofía y Empresa.

La actividad del CIFE coincide con una línea de investigación que el IPADE considera estratégica debido a su relación con los valores fundacionales de la institución. El nuevo centro de investigación comenzaba su actividad sobre la base del proyecto de investiga-ción De Homine.

OBJETIVOS

La actividad del CIFE se guía por la convicción de que el hombre es el autor, centro y fin de la acción directiva y de toda la vida económica y social. Poner al hombre en el centro exige una visión recta e íntegra del ser humano. Por este motivo se eligió a la antropología filosófica como la ciencia rectora que sustenta todos los trabajos del CIFE. La elección de la perspectiva filosófica se hizo con intención de abordar las cuestiones humanas desde el punto de vista más amplio posible, y con el anhelo de encontrar el fundamento último del conocimiento.

Los objetivos del CIFE se derivan de la convicción fundamental que lo anima y de la perspectiva de estudio que informa su trabajo:

• Identificar y estudiar con profundidad las cuestiones humanas que conciernen al director de empresa.

• Promover espacios de reflexión y diálogo con los actores principales de los temas de estudio.

• Propiciar el diálogo interdisciplinario con las diferentes áreas académicas, centros de investigación del IPADE y demás ciencias que estudian al ser humano.

• Producir y publicar contenidos originales sobre las líneas de investigación del centro.

• Ofrecer el programa “El Director como Persona. Un Alto en el Camino” para promover el desarrollo integral de los directores de empresa.

LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

La investigación del CIFE guarda una relación de continuidad con la que realizaba el área de Filosofía y Empresa en tres ámbitos:

• El director como persona (antropología filosófica).

• Trabajo conjunto con otras áreas académicas (Filosofía y Empresa).

• Ética de la empresa (Business Ethics).

EL DIRECTOR COMO PERSONA

El estudio del hombre es la principal línea de investigación del CIFE. La visión del ser humano que aporta la antropología filosófica es la fuente de la que se nutren todos sus trabajos. Esta visión, abierta a la riqueza y complejidad de la realidad, proporciona la plataforma que promueve y hace posible el diálogo con las diferentes áreas académicas del IPADE y con las demás ciencias que estudian al hombre.Al mismo tiempo, aporta elementos que permiten fundamentar y dar solidez a los análisis de las cuestiones éticas de la empresa; sirve como marco de referencia para entender y atender los complejos problemas prácticos que se presentan en la labor de consultoría; y proporciona recursos conceptuales que enriquecen el trabajo en el aula. El estudio del hombre tiene un alcance que va más allá del ámbito de las escuelas de negocios.

Esta primera línea de investigación ha dado lugar a un nuevo programa enfocado (open enrollment) del que se hablará ampliamente en el capítulo 2: “El Director como Persona. Un Alto en el Camino”. Por ahora basta mencionar que es una aportación singular que nutre el aula y, al mismo tiempo, orienta e impulsa el trabajo de investigación que lo hace posible.

FILOSOFÍA Y EMPRESA

La segunda línea de investigación corresponde al trabajo interdisciplinar con las demás áreas académicas. Esta labor ya había comenzado en el área de Filosofía y Empresa; el Programa de Continuidad y Actualización la promovía de forma natural y eficaz.

Fue así como se impartieron varios módulos del Programa de Continuidad en colaboración con las áreas de Política de Empresa, Control e Información Directiva, Comercialización, Finanzas y Análisis de Decisiones. El programa enfocado “Consejos en Acción” también ha promovido el diálogo con el área de Política de Empresa sobre el gobierno corporativo y la antropología del poder.

El trabajo conjunto con las demás áreas dejó ver una función transversal de Filosofía y Empresa que el CIFE heredó e hizo suya. Esta labor contribuye a imprimir el sello humanista que caracteriza la enseñanza del IPADE en su conjunto.

El diálogo interdisciplinario es una contribución recíproca en la que el CIFE aporta y recibe. Aporta porque la antropología filosófica ayuda a identificar y a abordar las facetas humanas de las demás áreas y permite analizar los presupuestos humanistas que subyacen en sus perspectivas de estudio; de este modo, los profesores ensanchan sus horizontes intelectuales y conocen mejor los alcances y límites de sus temas de especialización. Recibe porque las áreas académicas proponen cuestiones de estudio que estimulan y orientan la investigación del CIFE. El trabajo conjunto hace posible que la reflexión humanista tenga en cuenta la lógica y la complejidad técnica de los saberes de cada área; de esta forma se favorece una reflexión realista y concreta. El trabajo interdisciplinario es muy conveniente y responde bien al nombre del Centro de Investigación de Filosofía y Empresa.

De este diálogo han surgido casos prácticos, notas técnicas y ensayos. Los casos pueden llamarse híbridos porque abordan cuestiones de empresa y, al mismo tiempo, contienen información detallada de la persona del director. Los profesores de otras áreas afirman que estos casos constituyen una aportación específica del CIFE a la literatura del management, ya que en los asuntos de empresa se suele hacer abstracción del director como persona. En estos casos, por contraste, se observa con detenimiento y de forma deliberada el interior del director y se advierte la estrecha conexión que hay entre su vida personal y el ejercicio de la acción directiva.

El CIFE también mantiene un diálogo interdisciplinar con otras ciencias que estudian al hombre (biología, psicología, medicina, sociología, teología, etc.). Al poner al hombre en el centro, los casos desarrollados también pueden ser discutidos en ámbitos que van más allá de las escuelas de negocios. Este carácter universitario es un rasgo propio del proyecto De Homine.

ÉTICA DE LA EMPRESA

La tercera línea de investigación corresponde a la ética de la empresa, comúnmente llamada Business Ethics. Conviene subrayar que la segunda línea de investigación (Filosofía y Empresa) también es parte de la ética de la empresa, ya que el trabajo interdisciplinar permite advertir y abordar las cuestiones humanas y éticas de las diferentes áreas académicas.

Es clave que todos los profesores tengan la sensibilidad y la preparación necesarias para tener en cuenta los aspectos éticos de sus campos de especialización. Hay, sin embargo, cuestiones éticas que exigen una atención especial y demandan una formación singular en los profesores. Es aquí donde la ética de la empresa se abre espacio como saber especifico. El área de Filosofía y Empresa ya tenía centrada su atención en este campo, y la antropología filosófica ha ayudado a consolidar la profundidad y solidez de sus análisis.

El CIFE se ha propuesto, en este ámbito de investigación, profundizar en la conexión que hay entre las personas y las estructuras; es decir, el modo en que las acciones individuales del director colaboran a la creación o consolidación de estructuras y, al mismo tiempo, el modo en que las estructuras o sistemas influyen en las acciones del director. Esto exige mirar dentro y fuera de la persona y poner de nuevo al hombre en el centro de la reflexión.

CÁTEDRA CARLOS LLANO

En adición a sus tres líneas de investigación, el Centro de Investigación de Filosofía y Empresa procura continuar y desarrollar el campo en que incursionó como pionero el primer director general y fundador del IPADE, el Dr. Carlos Llano Cifuentes. Al abordar cualquier tema de estudio, su pensamiento es punto de partida y referencia obligado.

CONTEXTO DE TRABAJO

En el trabajo del CIFE hay una estrecha relación entre investigación, docencia y consultoría. Las tres actividades establecen entre sí una circularidad virtuosa y se relacionan de modos muy variados.

A veces el proceso comienza por la consultoría: una persona se acerca en busca de ayuda y plantea un problema. La consulta presenta materia que exige atención y provoca y orienta la investigación. La reflexión se pone en marcha y se apoya en la información sobre el problema real, la preparación filosófica remota y el recurso a las fuentes y lecturas convenientes. Se activa un ir y venir de la práctica a la teoría y de la teoría a la práctica; surge un diálogo con la realidad que somete a prueba la teoría y promueve su asimilación y progreso. La interacción con la persona que plantea el problema permite observar muy de cerca el problema real, en toda su riqueza y complejidad. Cuando la reflexión madura, llega el momento de aconsejar y proponer. En esta primera fase, la consultoría promueve una investigación que procura vincular la experiencia con la ciencia.

Después viene otra etapa de trabajo en la que la atención se centra en los modos de comunicar y expresar la reflexión realizada. Es el momento de la generación de publicaciones que nutren la docencia. El trabajo en el aula permite confirmar, ampliar y madurar la reflexión. Esta segunda etapa promueve la vinculación de la investigación con la docencia. Supone un avance en la conexión de la experiencia con la ciencia, pues las publicaciones que recogen la reflexión se discuten ante personas experimentadas y profesionalmente competentes. El aula enriquece la reflexión, abre nuevas vetas de investigación y propicia nuevas consultas.

Es así como se completa la relación circular entre investigación, docencia y consultoría; se cierra el círculo, pero la investigación no se detiene sino que avanza.

En el conjunto de las tres actividades, la ciencia (investigación) y la experiencia que se adquieren en la labor de consultoría juegan un papel muy importante. La docencia se fortalece con la complementariedad de estos dos saberes, teórico el primero y práctico el segundo.

El estudio habitual, apoyado sobre la base de una formación académica sólida, amplía la visión y permite vislumbrar las causas y la relevancia de los problemas que el aula y el contacto con la experiencia ponen frente a los ojos. Con frecuencia surgen intuiciones que más tarde se esclarecen y se afirman mediante el trabajo intelectual.

El ambiente de trabajo que promueve el IPADE constituye un terreno fértil para el desarrollo de una investigación relevante. Una investigación que combina rigor y relevancia: se estudian con seriedad y profundidad problemas reales que son cercanos e importantes para personas experimentadas.

En la actividad del CIFE la consultoría no se entiende siempre ni en primer lugar como un servicio profesional remunerado. Se considera más bien una actividad que propicia, por un lado, el encuentro y diálogo con personas y, por otro, el contacto con los problemas reales. Es un trabajo que brinda la oportunidad de ayudar, invita a entender para ayudar y a entender para, más adelante, enseñar. La consultoría se adapta a la agenda de investigación, aunque a veces la puede modificar al incorporar nuevos temas de estudio. Con frecuencia, el profesor toma la iniciativa y consulta a personas experimentadas sobre las materias que ocupan su atención.

PANORAMA ACTUAL

Después de haber considerado el pasado reciente y remoto del CIFE, la atención se vuelve al presente. El panorama actual comprende las actividades realizadas a partir de la creación del centro y los eventos que aparecen en el horizonte cercano.

PRIMEROS PASOS

Las primeras actividades han estado concentradas en la línea de investigación original del centro:

1. Primeras dos ediciones del programa enfocado “El Director como Persona. Un Alto en el Camino” (octubre-noviembre de 2015 y octubre-noviembre de 2016).

El lanzamiento fue una experiencia muy positiva. El programa ha tenido una clara incidencia formativa en los participantes y ha despertado su interés. Los integrantes de las dos primeras generaciones han solicitado, de forma prácticamente unánime, una extensión del programa. Se están estudiando vías para atender la petición y, de esta forma, llevar el programa a la extensión prevista desde un principio.

2. Edición abreviada del programa enfocado a un grupo de profesores europeos.

La iniciativa fue un eco de la participación en la EBEN (Barcelona) y posteriormente en el Seminario Internacional en Roma. El programa tuvo una frecuencia semanal y una duración de dos meses y medio. El ritmo fue de una sesión y un coloquio a la semana. Las sesiones se impartieron de forma virtual. Los profesores participantes se encontraban en diez ciudades de siete países: Italia (Roma), Estados Unidos (Boston), Lituania (Vilnius), Finlandia (Helsinki), Portugal (Lisboa), España (Madrid, Barcelona, Valencia y Pamplona) y Colombia (Bogotá).

Esta edición internacional ha propiciado el trabajo colaborativo con profesores de otros países y ha enriquecido los temas de estudio con una perspectiva multicultural. Algunos profesores participantes no trabajan directamente en escuelas de negocios. Este hecho ha permitido ampliar el horizonte de la discusión más allá del ámbito de las escuelas de negocios.

El programa también dio lugar a una experiencia valiosa en la discusión de casos prácticos por telepresencia; permitió concluir que es posible impartir sesiones aunque los participantes no estén presentes en el aula.

La experiencia de la edición europea confirmó la lógica de compartir: cuando se da algo, se recibe más a cambio.

HORIZONTE CERCANO

En el horizonte cercano hay solicitudes y compromisos que el centro debe atender:

a. Edición del programa “El Director como Persona” (EDCP) para profesores de escuelas de negocios de Latinoamérica. La petición ha sido, desde hace algunos años, insistente. En algunos casos, la solicitud proviene de docentes que desean prepararse para impartir sesiones del programa; en otros, la petición la hacen directores de escuelas de negocios que desean promover la formación personal y humanista de sus profesores.

b. Edición interna del programa para profesores del IPADE. La solicitud la hizo la Dirección de Personal Académico y Programas (DPAP) como resultado de la inclusión de un programa de Antropología Filosófica en el plan de formación de profesores. Los objetivos son colaborar en la formación personal de los profesores y proporcionar una visión adecuada del ser humano que sirve de referencia en el estudio de los temas de las áreas de especialización de cada uno. Esta iniciativa propiciará el trabajo interdisciplinario.

c. Solicitud de elaboración de un programa de Antropología Filosófica que, con base en las experiencias del programa “El Director como Persona”, pueda ser utilizado en ambientes distintos a los de una escuela de negocio. Esta petición permitirá ampliar los horizontes del trabajo intelectual y abre al IPADE cauces de aportación que trascienden sus aulas.

d. Peticiones de pequeños grupos de empresarios y directores que solicitan sesiones sobre temas del programa EDCP. La mayoría son personas que no forman parte de la comunidad del IPADE. El formato, la frecuencia y la sede que ellos sugieren son diferentes a los acostumbrados. Estas actividades abren la posibilidad de influir en otros ambientes y establecer diálogos que alimenten y estimulen los trabajos de investigación.

MOMENTO DE LA DOCENCIA

El panorama actual plantea una demanda creciente del programa “El Director como Persona”, que manifiesta una necesidad relevante no atendida y, de ordinario, no expresada. La atención de esta necesidad hace que la docencia juegue, en este momento, un papel singular en el conjunto de las actividades del CIFE. El programa EDCP es un producto docente que despierta el interés dentro y fuera del IPADE y entre participantes y profesores. El programa es fruto de la investigación, pero al mismo tiempo, la impulsa; abre nuevas vetas y permite advertir relieves y matices; genera consultas que plantean preguntas que orientan la investigación hacia nuevas cuestiones relevantes. Al mismo tiempo, el programa exige transmitir con claridad los temas estudiados, lo cual promueve formas creativas de comunicación. Es así como la docencia está preparando e impulsando el desarrollo de publicaciones. El aula ayuda a identificar el género literario que se debe emplear y la extensión con la que se debe escribir.

El director como persona

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