Читать книгу Cómo ser empleado público y no morir en el intento - Carlos G. Fernández - Страница 8

Оглавление

Ejemplo 1:

Corría agosto de 1973 cuando comencé mis primeras tareas en el Departamento Provincial de Aguas de Río Negro. Por aquellos tiempos, la ciudad de San Antonio Oeste todavía no contaba con una fuente propia para suministro del vital elemento a su población (agua potable). ¿Saben cómo llegaba el agua a la población? Había que trasladarla en camiones o tren. Después llegó esa obra faraónica para la época que fue el Canal Pomona-San Antonio Oeste, pero hasta ese entonces obtener agua potable era una odisea.

Ejemplo 2:

En la misma época en el D.P.A. trabajábamos en toda la provincia apenas 90 empleados. Hoy si sumamos les aseguro que somos muchísimos más.

Ejemplo 3:

En esos años, por cada trabajo mecanografiado se necesitaba un empleado y muchas horas de trabajo. Hoy presionás un botón y en pocos segundos salen los informes contables detallados de todas las delegaciones de la provincia.

Ejemplo 4:

En la misma época no nos alcanzaban los maletines para traer los billetes del banco destinados a pagar los sueldos. Luego ensobrábamos el dinero persona por persona. Hoy no vemos un sope en efectivo. Con una tarjetita magnética cada empleado retira su dinero directamente en los cajeros electrónicos.

Ejemplo 5:

En aquel tiempo, utilizábamos dos escritorios para apoyar el libro contable de tan grande y pesado que era. Hoy está todo almacenado en una memoria de tamaño microscópico.

Grandes cambios, ¿no les parece? Pero el tiempo pasó y sigo aquí. Me aggiorné, me sumé, me adapté a los cambios, me capacité y continué vigente, a pesar de todo, al igual que muchos compañeros. Cueste lo que cueste. Le guste a quien le guste. El hoy me encuentra firme y paradito frente a Uds. expresando mis sentimientos, sin esperar nada a cambio, solo con el deseo de exigir mayor respeto y un mejor reconocimiento para nuestra profesión. Porque estoy convencido de que lo merecemos, ya que aportamos lo nuestro a diario para una mejor empresa, para una mejor ciudad, para una mejor provincia, en definitiva, para una mejor nación.

Cómo ser empleado público y no morir en el intento

Подняться наверх