Читать книгу Enriquéceme despacio, que tengo prisa - Carlos Tusquets - Страница 25

Es aquí donde claramente debemos intentar ganar el poder adquisitivo que, muy probablemente, no habremos conseguido con las otras dos cestas.

Esta tercera cesta debe garantizarnos un futuro de confort económico. Hablamos de un dinero que no necesitamos en absoluto por el momento, de esas reservas a las que recurriremos el día de nuestra jubilación, cuando ya no tengamos los ingresos habituales con los que contamos hoy (por ejemplo, nuestros salarios actuales).

Como los objetivos son a largo plazo, disponemos de un mayor margen para que los mercados financieros actúen a nuestro favor. En este caso debe prevalecer en nuestra cartera principalmente la renta variable (las acciones en Bolsa) a través de fondos de inversión bien diversificados globalmente que inviertan en las mejores empresas del mundo. Invertiremos, así pues, como lo hacen los ricos.

Veremos los detalles en el capítulo 9, pero de momento quedémonos con la idea de que la posibilidad de «comprar el mundo» está a nuestro alcance.

Características de la cesta 3:

• Horizonte superior a los seis años —idealmente de diez años en adelante—.

• Para planes preestablecidos sin fecha clara (como la jubilación u otros), pero siempre a largo plazo.

• Nos debe dar «la» rentabilidad.

• Instrumento ideal: principalmente fondos de renta variable global, o sea, acciones en todo el mundo.