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ANTÍDOTO CONTRA EL RIESGO

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La única estrategia que garantiza fallar es no correr riesgos.

MARK ZUCKERBERG

Tras hablar de estas tres cestas con Quique, me fijé en que parecía bastante desesperanzado.

¿Comprar el mundo? Eso se le queda un poco grande a mi economía —confesó.

No es una cuestión de cantidad, sino de saber invertir —le dije para animarlo—. El porcentaje de ganancias será el mismo para el que invierta mil que para el que ponga un millón.

Carlos, ¿tú crees que yo puedo comprar acciones en todo el mundo? Si no sé ni cómo funciona la Bolsa española... ¿No es un poco arriesgado lanzarme así, sin saber cómo se manejan los mercados?

Quien no arriesga no gana. Pero no te asustes, el riesgo se puede reducir, amortiguar y controlar. Ya te lo explicaré más adelante.

No podía culparle, lo desconocido da miedo. Y si se trata de poner nuestros ahorros en manos de personas que no conocemos, incluso en países cuyo nombre apenas nos suena, aún más.

¿Quién va a gestionar nuestro dinero? ¿Adónde va a ir? ¿Quién va a responder por las pérdidas si llega a haberlas? Estas (y algunas otras) son preguntas lógicas que frenan a muchos posibles inversores.

Toda inversión conlleva un riesgo, no existe la seguridad total en finanzas, pero no todas las inversiones presentan el mismo grado de riesgo ni algunas son tan seguras como muchos creen.

En otras palabras, ganará más quien gestione mejor el riesgo de sus inversiones.

Enriquéceme despacio, que tengo prisa

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