Читать книгу Enriquéceme despacio, que tengo prisa - Carlos Tusquets - Страница 30

La inteligencia del inversor nada tiene que ver con su coeficiente intelectual; en este sentido, podemos recordar al que seguramente ha sido el científico más relevante de la historia, Isaac Newton, que perdió su capital «apostándolo» todo a una única empresa: Mar del Sur.

Entonces, ¿qué tipo de inteligencia da el éxito a un inversor? La inteligencia emocional. Para empezar a ponerla en práctica, un buen comienzo será reconocer nuestras propias inquietudes y desvincularlas de la situación coyuntural de los mercados, ya que nuestros temores o euforias temporales y la cotización de los títulos de Bolsa en ese momento pueden no coincidir con su valor a medio o largo plazo y la situación real de la economía.

Pero no nos adelantemos, antes de comenzar a invertir tenemos que sentirnos cómodos con los riesgos que vamos a asumir, y para ello es importante saber en qué perfil de inversor estamos encuadrados y por qué pertenecemos a dicho tipo.