Читать книгу Los celajes de Daniela - Cecilia Domínguez Luis - Страница 14
ОглавлениеCuando más animados estaban, una nube oscura, muy oscura y amenazante, se puso sobre ellos. A su lado, otra nube más pequeña, pero también de un color gris sucio, parecía servirle de acompañante, de escudero o algo así.
–¡Conque estos son los mocosos que están siempre mirando para los celajes, ¿no?!
–Sí, majestad, mi señora Nubarrona Feroz –contestó la nube más pequeña.
–Pregúntales por qué en lugar de mirar a los celajes (esas nubes que son una auténtica birria) no me miran a mí, que soy mucho más fuerte y hermosa.
Y Nimbo Plasta, que era como se llamaba la ayudante de la reina, iba a hacerlo cuando Daniela, armándose de valor, se encaró con la nube.