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1 Act 7, 58.

2 Conversión y primeros trabajos de Saulo, Act 9, 1-30.

3 Act 13, 46.

4 Act 9, 39 ss; Act 16, 13.

5 Act 16, 14; 18, 23 s.; 21, 17 s.

6 Act 25, 10 s. Dos años duró esta cautividad (58-60) en la cárcel de Cesarea, pues Félix, aunque convencido de su inocencia, no se atrevía a indisponerse con los judíos. Por esto mismo Pablo gozaba de relativa libertad. Mas como el procónsul Festo, sucesor de Félix, insistiera en que debía ser juzgado por el Sanedrín, Pablo apeló al César, por lo cual fue remitido a Roma. En la costa de Italia lo recibieron los cristianos de Puzzuoli con grandes muestras de cariño (Act 28, 13); luego fue conducido a Roma, en donde los cristianos le salieron al encuentro. Fue retenido allí, en prisión, durante dos años con la sola vigilancia de un soldado, pudiendo así mantener frecuente trato con los cristianos y continuar su apostolado con los demás.

7 G. BOISSIER, «L’incendie de Rome et la première persécution chrétienne», en Journ. Sav. (1902) 558 ss.; A. PROFUMO, Le fonti ed i tempi dello incendio neroniano, Roma, 1905.

8 P. ALLARD, Histoire des persécutions pendant les deux premiers siècles, 3.a ed., 2 vols., París, 1903-1905; Id., Le Christianisme et l’Empire romain de Néron à Théodose., 7.a ed., París, 1908.

9 Cf. A. G. HAMMAN, La vida cotidiana de los primeros cristianos, Madrid, 1985.

10 TÁCITO, An. 15, 44. Véase también SUETONIO, Claud. 25.

11 H. LECLERCQ, «Accussations contre les chrétiens», en Dict. Arch; A. BOUCHÉ-H. LECLERCQ, La intolérance religieuse et la politique, París, 1911; L. HOMO, Les empereurs romains et le christianisme, París, 1931.

12 La posición que tomó Trajano frente a los cristianos queda bien clara en el asunto de Plinio el Joven, gobernador de Bitinia. La respuesta que dio el Emperador a su pregunta sobre el modo de tratar a los que eran acusados de cristianos, marca la nueva línea de conducta: conquirendi non sunt; si deferantur et arguantur, puniendi («no hay que buscarlos; si se les acusa y se demuestra, hay que castigarlos»; PLINIO, Epíst. 10, 96, 97). J. BENEYTO, Trajano, el mejor príncipe, Madrid, 1949.

13 EUSEBIO, Historia eclesiástica 5, 1-4. La persecución comenzó con un levantamiento popular en agosto del 177 d. C. A la pregunta del gobernador respondió Marco Aurelio: confitentes quidem gladio caederentur; hi uero qui negarent dimitterentur («los que lo admitan serán castigados, pero aquellos que lo nieguen serán perdonados»), y, en general, que se cumpliese el rescripto de Trajano.

14 Apologético 37.

15 A pesar de la mejora de la situación de los cristianos en el reinado de Septimio Severo, en África siguió la persecución, debida al procónsul Escápula. De ella habla largamente TERTULIANO, en Ad Scapulam 4, que afirma también que Caracalla fue lacte christiano educatus. Hay algunas actas de mártires de este tiempo, pero tienen poco valor.

16 P. ALLARD, Histoire des persécutions pendant la première moitié du troisième siècle, París, 1908; E. CICCOTTI, Il problema religioso nel mondo antico, Milán, 1933; P. MONCEAUX, Histoire littéraire de l’Afrique chrétienne, II: St. Cyprien et son temps, París, 1902.

17 P. J. HEALY, Valerian’s persecution, Boston, 1905.

18 P. ALLARD, La persécution de Dioclétien et le triomphe de l’Église, 2 vols., 1908; WICKERT, s. v. Licinius, Galienus, etc., en PAULY-WISSOWA, RE.

19 JERÓN., De uiris illustribus 67.

20 En la Vita Cypriani IV, este clérigo es llamado «Ceciliano».

21 HARTEL cree que aquí hay un error y que se debería leer: «una gran parte de su fortuna», cf. Corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum (CSEL), vol. III, pars III, Viena, 1868-1871, págs. 90-110. De las Cartas 7, 17 y 81 se deduce que mucho después de su conversión san Cipriano poseía todavía bienes propios.

22 W. HARTEL, «Vita Cypriani», Corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum (CSEL), vol. III, Viena, 1872, págs. 90-110.

23 A. VON HARNACK, Das Leben Cyprians von Pontius, die erste christliche Biographie unters., Leipzig, 1913 (Texte und Unters., XXXIX 3).

24 W. HARTEL, op. cit., págs. CX-CXIV.

25 San Jerónimo dice que Cipriano tomó el nombre del presbítero que le llevó al cristianismo. MONCEAUX (Hist. Littéraire de l’Afrique Chrétienne, II, pág. 203) no lo cree probable: Caecilius Cyprianus debe ser el verdadero nombre del santo. Hay que tener en cuenta que, según la Vita Cypriani, el nombre de su maestro era Caecilianus.

26 Thascius no es su praenomen, como se había creído; es un sobrenombre que quizás ya llevaba cuando era pagano, pues así, por lo menos, le llamaban siempre los paganos. La fórmula Caecilius Cyprianus qui et Thascius de la carta 66 indica muy bien que se trata de un sobrenombre (cf. R. CAGNAT, Cours d’épigraphie latine, París, 1898, pág. 57, y Glotta, IV, 1912, núm. 1-2).

27 JERÓN., loc. cit. La provincia romana de África correspondía aproximadamente a la actual Túnez.

28 Parece poderse deducir así de la Vita Cypriani, XV, que habla de los jardines y de la casa que poseía en Cartago sin decir que fuesen de adquisición reciente ni que tuviese fincas en ningún otro lado.

29 Cf. J. CAMPOS, Obras de san Cipriano, Madrid, B. A. C., 1964, págs. 3-4.

30 JERÓN., De uir. ill. 53.

31 La provincia de África constaba de más de ciento cincuenta obispados que, al menos de hecho, reconocían una cierta primacía de Cartago (H. F. VON SODEN, Die Prosopographie des Afrikanischen Episkopats zur Zeit Cyprians, pág. 20).

32 CIPR., De lapsis 6.

33 En esta época, seguramente, hay que poner las cuatro primeras cartas, que tratan de cuestiones disciplinarias, y quizás, también, la carta 63.

34 Cf. cartas 14, 20, 59 y 67; Vit. Cypr.

35 Murió el día 20 de enero del año 250.

36 Carta 8.

37 Carta 15.

38 Carta 27.

39 Carta 23.

40 Carta 34.

41 Carta 41.

42 Fue Novaciano quien escribió en nombre de la clerecía romana la carta 30 y quizás también la 36.

43 Cf. EUSEBIO, Hist. ecles. VI, 43, 8-9.

44 Carta 55, 24.

45 Alrededor del 257.

46 Cartas 44, 45 y 47.

47 Carta 45.

48 Carta 44.

49 Carta 46.

50 Carta 55.

51 Cartas 48, 51 y 54.

52 Carta 62.

53 Carta 63.

54 Carta 67.

55 Carta 68.

56 Carta 69.

57 Carta 71.

58 Carta 73.

59 Carta 74.

60 Cartas 70 y 72.

61 Acta proconsularia y Vita Cypriani 11-12.

62 Carta 80.

63 Carta 81.

64 LACTANCIO, Instituciones divinas V 1.

65 P. DE LABRIOLLE, Hist. de la Littérature Chrétienne, París, 1920, pág. 181.

66 JERÓN., Ep. LVIII 10.

67 CAS., Instituciones I 19.

68 AUG., Ad Vincentium Rogatianum epistula (XCIII 39)

69 LACT., loc. cit.

70 Adv. Marcionem II, IX 1-2 y De monogamia XI 11.

71 Cf. T. AYUSO, La Vetus Latina Hispana, I, Madrid, 1953.

72 Descubierto por Mommsen en un manuscrito del siglo X de la biblioteca de Felipe de Cheltenham (cf. Hermes 21 [1886], y Gesamm. Schriften 7 [1909], 282).

73 P. MONCEAUX, Saint Cyprien, Évêque de Carthage, París, 1914, págs. 322-324.

74 L. BAYARD, Saint Cyprien, Correspondance, París, 1925, pág. 46.

75 «Sancti Thascii Caecilii Cypriani opera omnia». Corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum (CSEL), edit. W. HARTEL, vol. III, Viena, 1872; ibíd., «Vita Cypriani», págs. 90-110; ibíd., «Acta Proconsularia Cypriani», págs. 110-114.

76 H. F. VON SODEN, Die Cyprianische Briefsammlung, Leipzig, 1904, XXV 3.

77 PEYRON, Ciceronis orationum fragmenta, págs. 156 ss.

78 C. H. TURNER, «A newly discovered leaf of a Fifth-Century Ms. of St. Cyprian, The Turin and Milan fragments», The Journal of Theol. Studies 2 (1901), 276-288.

79 C. H. TURNER, «The original order and contents of our oldest Ms. of St. Cyprian», The Journal of Theol. Studies 3 (1902), 282-285.

80 RAMSAY, «The contents and order of the manuscripts LNP», The Journal of Theol. Studies 3 (1902), 585-594.

81 Fue reimpresa en Venecia, en 1471 y 1483, en Memmingen en 1477, en Deventer el mismo año y en París en 1500 y 1512.

82 Sus principales reimpresiones son: Lyón, 1537; Amberes, 1541; Colonia, 1544; y Venecia, 1547.

83 Roma, 1563.

84 Amberes, 1568.

85 París, 1648.

86 Oxford, 1682.

87 «Sancti Thascii Caecilii Cypriani opera omnia», Corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum (CSEL), edit. W. HARTEL, vol. III, Viena, 1872.

88 L. BAYARD, Saint Cyprien, Correspondance, 2 vols., Collection des Universités de France, París, 1925.

89 G. MERCATI, D’alcuni nuovi sussidi per la critica del testo di S. Cipriano, París, 1899.

90 A. MIODONSKI, Anonymus aduersus aleatores und die Briefe an Cyprian, Lucian, Celerinus, und an den Karthaginiensischen Klerus, Erlagen, 1889.

91 P. CAPELLE, Le psautier latin en Afrique, Roma, 1913.

92 H. F. VON SODEN, «Das neue Test, in Afrika zur Zeit Cyprians», Text und Unters., 38 (1909).

93 M. BÉVENOT, «Cyprian», New Catholic Encyclopedia, New York... Londres, Sydney, 1967, vol. IV; The tradition of manuscripts. A study in the transmision of St. Cyprian’s treatises, Oxford University Press, 1961; St. Cyprian’s De unitate chp. 4 in the light of the manuscripts, Universidad Gregoriana de Roma, Roma, 1939, pág. LXXXVI.

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