Читать книгу La lección de los peces - Claudio García - Страница 12

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Mario era un chico de nueve años que casi todos los días le llevaba una manzana a su maestra.

Los compañeros del grado consideraban ese gesto una especie de traición, sobre todo porque aquella maestra era muy exigente.

Por eso lo cargaban y discriminaban de los juegos en los recreos.

Un día la maestra, luego de dar las gracias a Mario por la manzana, vio tan tentadora la fruta que no quiso esperar a estar sola y le pegó un mordisco delante de los alumnos. Enseguida empezó a chillar. La manzana escondía un gusanito muy raro y evidentemente rebelde que se había sujetado fuertemente con sus diminutos dientes del labio de la mujer.

Desde ese día los compañeritos de Mario lo aceptaron en sus juegos, admirados de que a ninguno de ellos se le hubiera ocurrido una manera tan inteligente de vengarse de la maestra.

La lección de los peces

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