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INTOXICACIÓN
ОглавлениеEn el hogar medio, la causa más frecuente de envenenamiento es la ingesta de medicinas alopáticas, productos de limpieza, productos químicos industriales, drogas alucinógenas, plantas de jardín y alimentos en mal estado. Algunas de estas cosas provocarán síntomas internos, y otras pueden suscitar reacciones dérmicas. Antes que nada, lo más importante es identificar la fuente de la intoxicación. Si el paciente ha ingerido una medicina destinada a otra persona o padece los efectos de un limpiador químico tóxico o un alucinógeno, es totalmente imperativo buscar la ayuda de un experto. Llame al 061 o lleve al paciente al hospital, ¡y telefonee a su médico lo antes posible! Cuanto más pueda decirle al médico sobre el veneno, mejor podrá él o ella evaluar la gravedad de su efecto y la manera de tratar el problema. Si el paciente manifiesta una reacción a una planta, es probable que los síntomas se presenten al nivel dérmico, en cuyo caso hable directamente con su terapeuta. Puede que le aconseje utilizar uno de sus remedios de primeros auxilios, como Rhus tox., y que lleve al paciente para que lo examine.
Durante una emergencia, hay determinadas cosas que puede hacer. Asegúrese de que el paciente está tumbado de lado, de modo que no se trague la lengua. En caso de intoxicación química o farmacológica, compruebe si la sustancia ingerida puede provocar más daños al inducir el vómito; si se trata de un ácido o un producto derivado del petróleo, podría ser así. El British National Formulary aconseja que no se induzca el vómito de las sustancias tóxicas ingeridas. Llame al 061; el operador le pasará con alguien que le explicará todo lo que debe hacer. Si el paciente tiene frío, tápelo con una manta. Existen varios remedios que podrían ser útiles, y que no interferirán con ningún tratamiento de urgencia.
Medicinas alopáticas: los efectos secundarios de los fármacos incluyen somnolencia, mareos, debilidad, dificultad para pensar, torpeza, náuseas, sed, alteración del gusto, trastornos visuales y fotofobia. Estos síntomas son comunes para muchos de los fármacos sedantes (ansiolíticos) e hipnóticos como las benzodiacepinas. Otros fármacos, como los antiinflamatorios no esteroideos, pueden inducir síntomas gastrointestinales, como náuseas, vómitos, diarrea, sangrados y úlceras. También pueden provocar erupciones, hipersensibilidad, vértigo, cefalea, depresión, nerviosismo, tinnitus, fotofobia e hipertensión. Si a un paciente se le ha recetado una medicina cuyo prospecto incluye alguna de estas reacciones, es conviene volver a ver al médico e informarle de los efectos secundarios. No es aconsejable recetar remedios homeopáticos para eliminar estos síntomas. El alivio de los efectos secundarios tras la receta de un médico exige la supervisión profesional de su homeópata, que debe estar muy al tanto de los matices de la etiqueta profesional. Sin embargo, si alguien ingiere por accidente un fármaco y aparecen estos efectos secundarios, deberá contactar con su homeópata. Los niños muy pequeños y los ancianos, debido a algún tipo de confusión, son los que tienen más probabilidades de requerir un tratamiento para este problema. Puede que le aconsejen que administre uno de entre varios remedios de los que figuran en el botiquín de primeros auxilios. El remedio más frecuente es Nux vom., que puede tratar cualquiera de los síntomas antes mencionados. Este remedio, cuando se administra en potencia 30 durante unos días, puede aliviar la mayoría de síntomas originados por los fármacos. Es mejor tomarlo por la noche o, si se indican dos tomas al día, al mediodía y a la hora de acostarse. Nux vom. es un remedio hepático ideal para librar de toxinas a este órgano, que resulta tan esencial en el proceso de procesar los agentes químicos foráneos al cuerpo. El segundo remedio que podría indicarse es Sulfur, que abarca el calor, la postración, el aumento de sed y la diarrea como efectos secundarios. En ocasiones, el homeópata recomendará que alterne el uso de Nux vom. y Sulfur 30 durante unos días, dado que la acción combinada de ambos hará que el hígado abra sus células almacenadoras e inicie la excreción acelerada de cualquier tóxico farmacológico. Otro remedio que quizá deba tener en cuenta es Pulsatilla. Resulta eficaz cuando los otros dos no están indicados pero el paciente se muestra dependiente, lloroso, presenta un sarpullido en la piel, o sufre vértigo al levantarse o alzar la vista. Los pacientes de Pulsatilla no suelen tener sed, aunque pueden beber por costumbre o por comprender que necesitan hacerlo. A veces los terapeutas recomendarán el uso alternado de Nux vom. y Pulsatilla antes que Sulfur. Pulsatilla tiene fama de ser más adecuado para las personas sensibles.
Productos químicos: los productos químicos presentes en la mayoría de hogares son el amoníaco, la lejía, los detergentes, el pegamento, los disolventes y los pesticidas. Quienes corren mayor riesgo son los niños muy pequeños y los ancianos, aunque algunos adolescentes pueden sucumbir a la tentación de esnifar pegamento. Los síntomas probables son quemaduras en la piel, mareos, debilidad, desorientación, ardor en los ojos que provoca lagrimeo, ardor en el esófago y la zona pulmonar, dificultades respiratorias, náuseas, diarrea y alteraciones en el ritmo cardiaco. Hay dos remedios adecuados para estos síntomas: Arsenicum alb. y Phosphorus. Arsenicum alb. es inconfundible: quemazón dolorosa en la garganta, el esófago, el estómago o el intestino, a menudo acompañada de sequedad de boca y garganta, ganas de beber agua fría (a sorbos y muy a menudo), y ansiedad unida a una gran inquietud y náuseas. Si existen lesiones o urticarias de Arsenicum alb. (posiblemente como reacción a un pesticida), picarán, quemarán y estarán inflamadas, incluso formando pústulas; curiosamente, parecen aliviarse al aplicar agua caliente. Phosphorus también presenta dolores ardientes, pero las reacciones dérmicas son menos agresivas (aunque las erupciones de contacto pueden sangrar con facilidad); mientras que los síntomas internos debidos a la intoxicación química harán que el paciente se sienta débil, mareado, desorientado e hipersensible. Pueden verse afectados los cinco sentidos, especialmente la vista y el oído. Pueden darse palpitaciones o un aumento del ritmo cardiaco. Es muy probable que su terapeuta le recete por teléfono la potencia 30, aunque algunos casos graves pueden requerir la 200. Hay que llevar al paciente a Urgencias.
Intoxicación por monóxido de carbono: es un caso infrecuente, y requiere el tratamiento de un experto. No obstante, el remedio más probable es Carbo veg. Este remedio es importante para cualquiera sumido en un estado de postración con dificultades respiratorias y cuyo rostro adquiere un color rojo subido. Use la potencia 200 y llame al 061. (La pregunta es cómo administrar los remedios cuando la respiración del paciente está muy afectada. Vierta Carbo veg. en medio vaso de agua y moje los labios del paciente, o bien humedezca el punto de la muñeca en que le buscaría el pulso: la cara interna, en el lado del pulgar).
Toxinas de origen animal: véase la página 76, en el apartado de «Mordeduras».
Venenos vegetales: la reacción más frecuente a las plantas venenosas se produce en la piel. Pueden provocar urticarias, pústulas, inflamaciones edematosas y sensación de picor o de quemazón en cualquier parte del cuerpo, incluso en los labios y en la boca o los ojos (véase «Urticaria»). Es posible que el paciente no sepa qué planta le ha causado el problema; a algunas personas les afectan plantas que son inocuas para la mayoría. La planta que se sabe que causa más síntomas es el Rhus toxicodendron, que proporciona uno de los remedios más usados en un botiquín de primeros auxilios, y que abarca mucho más que los síntomas dérmicos. Es de la familia del zumaque, todos los miembros de la cual pueden provocar síntomas, aunque los más virulentos son los del Rhus toxicodendron; es capaz incluso de provocar síntomas en los más susceptibles sin necesidad de contacto. Sin embargo, las plantas que causan problemas más habituales son las que tienen hojas pilosas; un ejemplo es Fremontodendron, un arbusto alto con flores amarillas cerosas. Los remedios más frecuentes son Rhus tox., Urtica urens, Arsen. alb., y de vez en cuando Clematis erecta. Los síntomas de Rhus tox. son intensos: picazón, inflamación, sequedad y calor. Se produce un enrojecimiento; la parte afectada puede causar quemazón. La epidermis puede adoptar la apariencia de un eccema. Por lo general, el paciente se siente inquieto y muy irritable; las glándulas próximas a la parte afectada pueden inflamarse. Los músculos cercanos a la zona suelen ponerse rígidos y duelen. Urtica urens es el remedio para una reacción dérmica que se parece mucho a la que produce una ortiga, con su picazón y quemazón características, con pústulas pálidas en la superficie sobre fondo enrojecido. (Urtica también es útil como tintura; en una solución de cuatro gotas para un cuarto de taza de agua, puede aplicarse por vía tópica.) Arsen. alb. también presenta quemazón, picazón y calor, pero el paciente se muestra inquieto y angustiado; cuanto más angustiado esté, más probable es que sea necesario Arsen. alb. Una curiosidad es que los dolores de Arsen. alb., aun los superficiales, > con el calor o la aplicación de paños calientes.
Clematis erecta, un remedio poco habitual en los primeros auxilios, se sabe que afecta a los ojos: sensación de quemazón con un lagrimeo profuso y fotofobia, aunque, paradójicamente, empeora al cerrar los ojos. La propia planta puede ser la responsable en las personas sensibles a ella. Una planta silvestre muy frecuente con la que hay que tener cuidado es la hierba cana, que puede provocar dolor y enrojecimiento de la piel; para tratarla son eficaces Urtica y Arsen. alb.
Intoxicación etílica: la intoxicación etílica grave puede ser molesta e incluso peligrosa. Las personas que corren el mayor riesgo son los niños y las personas que toman somníferos y ansiolíticos. Los órganos más afectados por la ingesta copiosa de alcohol son el hígado, el corazón y el cerebro. En el caso de una persona mayor propensa a beber demasiado, que se siente confusa, somnolienta e inconstante, a quien las manos le tiemblan y se le agitan, es imperativo consultar con un médico. La gama de posibles reacciones sintomáticas puede ser amplia; algunos pacientes serán agresivos, otros tendrán sueño, otros estarán mareados y vomitarán. Normalmente sienten necesidad de aire fresco y de mucha agua. (En el caso de quienes vomitan abundantemente y necesitan rehidratarse, es necesario que recuperen el equilibrio electrolítico. Esto es especialmente así en las personas ancianas, que por naturaleza no sienten mucha sed.) Si el paciente es paralítico, vigílelo atentamente para que el vómito no le asfixie. Si es posible, haga que el paciente pasee. El remedio más eficaz es Nux vom. Abarca la toxicidad hepática y de la sangre, así como las típicas características del estado de ánimo, incluso cuando el paciente manifiesta un buen humor plácido, que no suele asociarse con Nux vom. (un remedio que, generalmente, irrita), pero que a pesar de ello forma parte de la imagen de algunas personas que la necesitan; normalmente, son personas con un temperamento irascible e impulsivas cuando están sobrias. Nux vom. es también muy conocido como remedio para una resaca. Algunas personas toman Nux vom. antes de irse de fiesta; otras lo toman antes de acostarse después de pasar la noche fuera, de modo que cuando se despierten no padezcan cefaleas ni náuseas. Ambos métodos funcionan bien, pero ¡cuidado! Nux vom. es un remedio contundente, y puede muy bien ser el antídoto de otros remedios que se hayan tomado recientemente. Antes de usar Nux vom. de esta forma tan brusca, consulte con su médico sobre su idoneidad. Hay otros remedios necesarios cuando la imagen es más concreta. Los ancianos, sobre todo los de conocida afición al alcohol, que se vuelven sensibleros, quejosos y espesos, necesitarán Crotalus horridus 30, que no es un remedio habitual en el botiquín de primeros auxilios a menos que dentro del hogar exista una necesidad concreta. El paciente que ha «tomado unas copitas» tiende a adormilarse y a estar de mal humor. Arsen. alb. es útil cuando el paciente se vuelve quisquilloso, busca la palabra exacta y siente ansiedad, una inquietud nerviosa seguramente fruto de la náusea. Puede mostrarse exigente, pero no se deje intimidar. Simplemente, administre al paciente Arsen. alb. 30 y prepare una bebida caliente para que se la tome a sorbos. Pueden ser necesarios Arsen. alb. y Pulsatilla cuando alguien ha tomado vino barato que contiene muchos productos químicos; el dióxido sulfúrico suele usarse como conservante, y provoca síntomas que pueden requerir la administración de cualquiera de los dos remedios. Pulsatilla mostraría síntomas de un sobrecalentamiento y desea aire fresco. El paciente muestra una expresión de angustia, de indefensión; puede ponerse lloroso y negarse a beber o a comer nada. Quienes se acaloran (sobre todo en el rostro, con los labios enrojecidos), se adormecen, se muestran un tanto injuriosos y desaliñados suelen responder bien a Sulfur. (Este es el remedio para aquellos que, cuando están bebidos, cuentan historias largas, deshilvanadas y posiblemente obscenas.) Quienes se ponen de mal humor, dicen palabras malsonantes y sospechan de las motivaciones de todo el mundo necesitan Lachesis. Es un estado de remedio que quizá resulte más asumible con el respaldo de un terapeuta, aunque usted disponga del remedio. Quienes se vuelven muy excitables pierden los estribos y hacen tonterías y parecen estar en pleno subidón de adrenalina (a menudo por no haber comido antes de beber) necesitan Coffea 30. El resultado probable es que se adormilen y necesiten acostarse. Ranunculus bulbosus, el botón de oro común, es una imagen del remedio curiosa para la intoxicación etílica: el paciente intenta respirar hondo, pero el hipo se lo impide. Pretende fingir sobriedad, y cuando habla intenta con todas sus fuerzas pronunciar con claridad cada palabra, lo cual a menudo resulta cómico. Como este no es un remedio habitual en el botiquín de primeros auxilios, es posible que deba llamar al homeópata. En cualquiera de los casos anteriores, use la potencia 30 a menos que el terapeuta le indique otra. El remedio puede administrarse repetidas veces; una dosis cada 20–40 minutos, si es necesario. Hay otras posibilidades para una intoxicación etílica, pero lo cierto es que exigen un tratamiento profesional. Telefonee en busca de apoyo y administre el remedio más parecido, mientras se asegura de que el paciente está libre de sus síntomas.
Intoxicación por alucinógenos: las drogas alucinógenas más frecuentes que provocan síntomas son el cannabis, la cocaína y el éxtasis. Otras son las anfetaminas, las setas mágicas y la heroína. Los alucinógenos que más a menudo causan síntomas agudos de intoxicación son el éxtasis, el LSD y la heroína: jaquecas, náuseas, vómitos, alucinaciones, temblores y convulsiones. Llame al homeópata y lleve al paciente al hospital. Véanse las páginas 477–479 para más información. (Nota para los terapeutas: Ayahuasca en potencias altas suele ser homeopático para este trastorno.)