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HUMILLACIÓN Y AGRESIONES
ОглавлениеLa humillación se presenta de muchas maneras: por el acoso escolar, un despido laboral, una crítica injusta o ser menospreciado, sobre todo en público, y por la agresión física, emocional y sexual. El efecto de la humillación sobre el cuerpo emocional puede ser devastador a largo plazo, y puede trastornar los patrones de reacción y de conducta (que a menudo permanecen ocultos), que tarde o temprano deben resolverse porque, si no, generarán una patología que exigirá un tratamiento radical (y normalmente supresor). Por este motivo, prevenir siempre es mejor que curar; si unos padres pueden intervenir para controlar una situación potencialmente traumática, deben hacerlo. Por ejemplo, si a un niño lo acosan en la escuela es imperativo que no se permita que esta situación se prolongue; es mejor sacar al niño del colegio hasta que la situación se resuelva, en lugar de permitir que las cosas sigan igual. Una de las mayores angustias para los niños víctimas del abuso es sentir que sus padres no les apoyan, y los docentes no siempre son rápidos (y a veces son renuentes) a detectar los casos individuales de este tipo de estrés.
Si piensa que su hijo o hija es víctima del bullying o algo peor, tiene que consultar con el homeópata, ¡incluso para usted! Si lo requieren las circunstancias, puede que deba contactar también con las autoridades pertinentes. Los remedios para las diversas circunstancias (y hay más de las que podamos describir aquí) no son difíciles de detectar, y son decisivas para todo el futuro del paciente. Lo mismo sucede con quien ha padecido la humillación de un despido o ha hecho el ridículo, o ha padecido la tragedia de la agresión física o sexual. Los homeópatas no tienen por qué ser necesariamente psiquiatras o consejeros para saber qué hacer en las siguientes circunstancias:
Colocynthis no es un remedio de primeros auxilios en el grado en que lo son Ignatia o Staphysagria, pero cuando resulte indicado es vital que se trate al paciente. Los síntomas de Colocynthis pueden ser tan graves que parezcan exigir medidas drásticas, normalmente supresivas. Cuando la agresión, la humillación o la pérdida de dignidad y de orgullo van seguidos de ira y rabia, el paciente Colocynthis sentirá un dolor muy intenso en el vientre. Parecerá que le estén cortando los intestinos con un bisturí, y se doblará por la mitad e intentará aliviar el dolor presionando la zona dolorosa. El dolor puede ir acompañado de náuseas y sudoración. En tales circunstancias, Colocynthis puede eliminar la necesidad de realizar pruebas hospitalarias, que inquietan y serían inútiles. (Es probable que su terapeuta use una potencia 200 o superior, aunque quizá una 30 baste en un paciente que padece retortijones intestinales debido al acoso escolar.)
Ignatia suele indicarse tras una pérdida de dignidad y de orgullo, sobre todo si el paciente experimenta estados emocionales muy diferentes a consecuencia de la experiencia: un momento solloza, al siguiente se muestra rabioso o angustiado e inquieto, y al siguiente bastante tranquilo y distante. Es más que probable que aparezca el síntoma característico del nudo en la garganta o la sensación de obstrucción y de opresión en el pecho.
Staphysagria es el remedio más recetado para la humillación intensa, cuando después del episodio el paciente queda totalmente anonadado, como si no lograse explicar lo mal que se siente debido a la indignidad o la vergüenza. Puede desbordar de rabia justificada aunque la emoción no encuentre una vía manifiesta para exteriorizarse. Esta es la persona que, más tarde, puede sentirse tan rabiosa que tire cosas por el cuarto y las rompa. Se siente incompetente y pisoteada. Staphysagria se conoce a veces como «el remedio de la suegra», porque lo necesita la nuera que se siente criticada y avergonzada por no ser capaz de alcanzar los baremos marcados por la madre de su pareja. También es el remedio más indicado después de la agresión física o sexual, hasta el punto de que se administra habitualmente. Puede animar al paciente a liberar buena parte de los sentimientos terribles y condensados que, de otro modo, irían emponzoñándole durante años, hasta que la patología fuera la única manera que pudiera usar el cuerpo para resolver la situación. (Staphysagria también suele administrarse demasiado tarde, cuando han pasado años desde el suceso traumático, cuando las emociones soterradas han echado raíces fuertes. Frecuentemente tiene un efecto maravilloso pero transitorio. No es un remedio lo bastante profundo como para hacer algo más que podar el problema que se plantó hace tanto tiempo. Hay otros remedios que son casi siempre necesarios para desarraigar la planta de la agresión; Flor de castaño blanco en potencia homeopática es uno de los más útiles para solucionar un problema Staphysagria crónico. FCB no es un remedio de primero auxilios. Estas recetas generales «profundas» deben ser competencia de un terapeuta experimentado. No le sorprenda si su homeópata utiliza 1M o 10M, incluso en un paciente de corta edad.)
En caso de que el paciente se encierre demasiado en sí mismo, se muestre desagradable e irritable e incluso manifieste tendencia a ser arrogante y dictatorial en un momento y al siguiente quiera pasar desapercibido, sospeche la existencia de un conflicto emocional inexpresado que requiere ayuda homeopática. El remedio habitual para este estado es Anacardium, que resulta muy eficaz para quienes han vivido o trabajado en una situación humillante durante mucho tiempo y a quienes han hecho sentir que no estaban a la altura o que no participaban en el juego. Para las personas que se encierran en sí mismas y se vuelven extremadamente sensibles en el terreno emocional, sin ninguna inclinación a manifestarlo llorando, es probable que el remedio sea Natrum mur. Es de la máxima importancia que estas imágenes las recete un profesional. Existen muchos otros remedios para esta categoría de turbulencia emocional, y a menudo hay que tener ojo experto para diferenciar entre ellos. Además, hace falta experiencia para saber cómo lidiar con los resultados terapéuticos de esos remedios; a pesar del profundo efecto que pueden tener, ninguno de ellos bastará por sí solo para acabar con el problema. Son remedios «a capas»: debajo de cada capa suele haber otra que necesita salir a la luz.