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“Todo momento grande y exigente que se produce en los anales del mundo, es el triunfo de algún entusiasmo”.

Ralph Waldo Emerson

EL ENTUSIASMO

El entusiasmo es una cualidad peculiar de la mente, definida como ‘fogosidad y exaltación del ánimo, estimulado por algo que lo atrae y admira’.

La antigua idea griega de la inspiración, ha dado origen al término, del cual nace la palabra entusiasmo y, cuyo significado, literalmente, es ‘estar inspirado, estar en posesión del genio’.

El entusiasmo es la base de lo que nosotros llamamos el sentimiento de un orador, de un actor, de un predicador, etc. Es lo que nos hace decir

que un hombre está lleno de vida y, de otros, que están faltos de ella.

Decía el escritor argentino José Ingenieros: “El entusiasmo era ya, para los platónicos, una exaltada inspiración divina, que encendía en el ánimo el deseo de lo mejor. El entusiasmo es salud moral; embellece el cuerpo más que todo otro ejercicio; prepara

una madurez optimista y feliz. El joven entusiasta hace converger su mente hacia un ideal; sus energías son puestas en tensión por la voluntad y adquiere fuerzas desconocidas por los tibios y los timoratos.

“Los entusiastas despiertan los temperamentos afines, los conmueven, los afiebran, hasta atraerlos a su propio camino; obran como si todo obedeciera a su gesto, como si hubiera la fuerza de un imán en sus deseos, en sus palabras, en el sonido mismo de su voz, en la inflexión de su acento”.

POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE EL ENTUSIASMO

1) El entusiasmo es comparable al combustible que pone en marcha a la máquina para pasar de la idea a la acción. Es “un gran escalador de montañas”.

Una idea, por sí misma, no es una fuerza; lo sería si existiera sola en la conciencia, pero como se encuentra allí en relación con los estados afectivos, se ve obligada a solicitar de los sentimientos la fuerza que le falta para luchar.

2) El entusiasmo es amor e interés, es un estado afectivo. “Lo que la idea tiene de fuerza ejecutiva le viene casi siempre del concurso de las verdaderas potencias, que son los estados afectivos. A cada instante la experiencia nos pone de manifiesto cuán débil es el poder de la idea. Hay gran distancia del asentimiento puramente formal a la fe eficiente e instigadora de los actos”.

“No es posible llevar adelante por el camino del éxito un negocio o una empresa, cualquiera sea, si no se siente amor por ella, si no se pone en ella todo el corazón, como no es posible tampoco obtener el menor éxito en ninguna clase de negocio sin un continuo y complaciente interés en su progreso y crecimiento”.

“El entusiasmo es la celebración del deseo de hacer algo. Puede usted cambiar un neumático o hacer cualquier cosa más eficientemente si le entusiasma hacerlo.

“Si celebra estar en un pozo, será consciente de los detalles que harán que la salida sea más fácil y más agradable. Si descalifica su situación, automáticamente, dirigirá su energía para soportar las emociones desagradables que le sobrevendrán”.

3) El entusiasmo es la luz interna que ilumina nuestras capacidades.

“No hay nada como el fuego para encender el fuego; cuando nos sentimos inflamados por el entusiasmo, nuestras fuerzas se expanden, y toda nuestra efusión se vuelve contagiosa”.

CÓMO SE DESARROLLA EL ENTUSIASMO

1. PARA TENER ENTUSIASMO HAY QUE ACTUAR CON ENTUSIASMO.

El entusiasmo es tanto una actitud como una emoción.

“No basta con quedarse sentado y pensar que le gustaría sentirse alegre, feliz o entusiasmado. Debe actuar como si sintiera esas emociones para sentirlas”.

2. “¡CREAR EL HÁBITO DE TENER ENTUSIASMO! Ese es el secreto para exprimirle el júbilo y la alegría a todos los momentos de la vida”.

“El entusiasmo se desarrolla cultivando el interés y el cariño por nuestra tarea. El interés, la confianza y el deseo aumentan el entusiasmo. El entusiasmo será disipado o usado, pero sólo concentrándolo en una dirección produce resultados; no proceder así es un necio despilfarro y derroche. Cuanto más nos interesa una cosa, más grande debe ser nuestra confianza y deseo de ella; y con esto sube el nivel del entusiasmo. Por eso debe recordarse siempre que el interés es la madre del entusiasmo”.

“El hombre entusiasta tiende, naturalmente, hacia la forma optimista de la inteligencia y, por ser así, difundirá a su alrededor una atmósfera de confianza, de alegre expectación que hace que los otros confíen en él, y que le ayuden en sus esfuerzos. Se circunda a sí mismo con un aura mental de éxito, irradia éxito, y los que se le aproximan, inconscientemente participan de esa irradiación.

Nada le aportará a Ud. tanto de las riquezas de la vida, como empezar todos los días con esa fuerza y esa dedicación”.

4) El entusiasmo hay que nutrirlo con nuevas acciones, nuevas aspiraciones, nuevos esfuerzos y nuevos planteamientos. Debe ser alimentado hasta que se convierta en parte de las actividades cotidianas, en un estilo de vida.

Las claves del éxito

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