Читать книгу Dibuja tu Fe - Danii Marín - Страница 19

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Cuando hice mi primer arte, me sentí apoderado por una gran emoción que emanaba de mi pecho y rápido explotó hasta mis orejas… Se llamaba frustración, porque aquel arte no me quedó nada bien. Estaba tan frustrado que cerré la Biblia y no la volví a abrir por casi dos meses. Sin embargo, lo que me hizo regresar a ella dos meses después era que, aun después de todo ese tiempo, me acordaba de lo que había escrito y leído. Lo irónico era que ese «arte» que me hizo abandonar la Biblia por dos meses lo hice para el pasaje de Filipenses 3:13, que habla de no mirar atrás una vez que comencemos a andar con Cristo.

Un momento, si aún me acordaba del dibujo, del pasaje y de la frustración que me causó (sí, todavía leo Filipenses 3 y me da coraje), imagínate qué ocurriría si en lugar de buscar ligeramente un pasaje al azar para manifestar mi arte, permito que un pasaje me hable, me ministre y simplemente reacciono a él con una ilustración para que mi mente y mi corazón se inviertan y retengan esa hermosa enseñanza. Curiosamente, justo en la página del lado hice, un año y medio después, una de mis reacciones favoritas; fue sobre Filipenses 4:8.

Recuérdalo entonces, lo primero que debes tomar en cuenta al momento de dibujar es que no se trata únicamente del arte, sino también de la idea.

En el siguiente capítulo te mostraré algunos materiales que puedes usar para comenzar a ilustrar tu comprensión de la Palabra, y te compartiré algunos consejos que te servirán no solo para las cualidades técnicas sino también para que puedas disfrutar lo que haces.

Dibuja tu Fe

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