Читать книгу Yo elegí Arquitectura - David Antonio González Piña - Страница 6

EL FUNDAMENTO DEL ARQUITECTO Introducción

Оглавление

Mi generación heredó una ciudad en proceso de crecimiento, menos tecnificada, aunque cargada de cualidades morales, religiosas, culturales, deportivas, artísticas y científicas. Esto fue a partir de los años sesenta. El desarrollo generacional ha sido vertiginoso: cambiamos nuestra forma de vida sin darnos cuenta, nos comunicamos de forma distinta, modificamos nuestra forma de trabajar, de relacionarnos, de vestir, de producir, de divertirnos, etcétera. Estoy seguro de que a partir de estos cambios sociales se ha propiciado la transformación y superación constante en la mayoría de las personas, pero, sobre todo, se ha producido un fenómeno generalizado, el de la “adaptación”.

De una generación a otra, la gente ha dado menor importancia a la comunicación de proximidad física. Antes se estudiaba y se trabajaba sin la ayuda de la tecnología, el ser humano era menos dependiente de los recursos tecnológicos para vivir. Pero todo parece indicar que la tendencia en el comportamiento del ser humano es que se subordine a una conducta semejante a las máquinas. Ahora adoramos a los ordenadores, conectados a una red virtual somos como robots, como chips, abrazamos poco, insensibles, dejamos de leer libros, somos como viajeros, siempre llevamos prisa, no esperamos, transitamos y no avanzamos, nada nos detiene. Nos hemos convertido en iconos, nombres, contactos, ligas. Habitamos el ciberespacio, ese espacio intangible, donde hasta la risa se ha convertido solo en un texto. Hemos deformado el lenguaje, somos datos, viajeros de la red.

Esta acelerada manera de vivir nos envuelve en un proceso de repetición constante. La rutina nos aleja de cosas que pudiesen parecer insignificantes, sencillas e intrascendentes, incluso nos alejan de lo natural y lo divino.

Es conveniente propiciar descansos en el ritmo de nuestras vidas de vez en cuando y preguntarnos quiénes somos y de dónde venimos. Estoy convencido absolutamente de que es necesario. La naturaleza propia del ser humano lo exige, pero, ante esas dudas, debemos mantener una postura indagatoria con la capacidad de discernimiento que nos identifica, gracias a la inteligencia.

Nos encontraremos con distintas posturas que tratarán de responder tales interrogantes. El punto de vista científico y filosófico, la ciencia, las religiones, los tratados, las teorías, las corrientes ideológicas y tendencias de pensamiento, todos hablan sobre la existencia del ser humano desde la antigüedad. Sin embargo, la sociedad siempre seguirá en la búsqueda de respuestas, y es natural. Cada quien debe elegirlas con plena libertad.

Ante ese desafío mental, aparecerán preguntas inherentes constantemente, entre otras, como la de saber cómo influye la naturaleza en nuestro comportamiento y ocupación, o cómo se propician nuestras aficiones, nuestras necesidades, nuestras acciones ante la vida, y en especial, ¿cómo aparecen nuestras profesiones?

Entender en qué radica la diferencia de capacidades entre los individuos de una sociedad es algo muy importante que quisiéramos saber para poder aplicarlas en beneficio propio y de los demás. Son preguntas comunes que nunca dejarán de existir.

Yo elegí Arquitectura

Подняться наверх