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Dolor de tobillo

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Hay una postura de yoga en la que el dolor de tobillo se hace más evidente que en otras: Padmasana (postura de la flor de loto). Para algunos, aparece a mitad de la postura o con la flor de loto completa. A otros solo les duele con la postura completa. Otros sienten dolor al hacer posturas de media flor de loto, como Marichyasana B o D. Por supuesto, esto se debe a varios motivos, pero voy a citar algunos de los más habituales.

La primera causa potencial es la tensión en el tobillo. No estoy hablando del mismo tipo de tensión que puedes sentir en los isquiotibiales. Me refiero a tensión en el tejido conectivo compuesto o adhesión, si lo prefieres. Si sientes una sensación de quemazón o dolor en una zona amplia del exterior del tobillo, hay grandes probabilidades de que se trate de adhesiones.

Todo el mundo en algún momento se ha torcido el tobillo, de hecho, algunos más que otros. Los gimnastas, los corredores, los jugadores de tenis, los futbolistas y cualquier tipo de atleta que corra y cambie de dirección deprisa son en especial propensos a las torceduras de tobillo, y algunos incluso se han torcido el mismo tobillo más de una vez. ¿Es el tobillo que te has torcido el que más te duele? Es lo más probable. Cada vez que te lo tuerces, los ligamentos del exterior del tobillo se desgarran. La reacción natural del cuerpo al desgarro es crear tejido cicatricial. Si has mantenido el tobillo en reposo (como seguramente era lo más adecuado en su momento), es posible que se haya acumulado demasiado tejido cicatricial y que se hayan creado adhesiones. Eso hace que sea más probable que te vuelvas a torcer el tobillo porque has debilitado los ligamentos. Cada torcedura acumula más tejido cicatricial sobre el antiguo tejido cicatricial.

Un tobillo debilitado, en combinación con otros dos factores contribuyentes, la colocación del pie y la tensión de cadera, puede provocar un dolor extremo en la parte exterior del tobillo cuando te colocas en la media flor de loto o en la flor de loto completa. Si es así, seguramente tienes adhesiones. Tienes que verlo de esta forma: si el pie está «falciformado» (invertido), estás comprimiendo el interior y estirando el exterior. El dolor que sientes no es resultado de la compresión (o al menos es poco probable). Es más probable que se deba a los tejidos que se están estirando. Al estirarlos, también se estira el tejido cicatricial que pudiéramos haber desarrollado al correr y crecer.

Es muy importante dónde pones el pie para llevarlo hasta la postura de la media flor de loto. Lo ideal sería que el extremo externo del pie quedara dentro del pliegue de la cadera. Hay un factor limitante crucial: lo flexible que sea la cadera. Si la cadera no es lo suficientemente flexible, el pie no podrá llegar al lugar correcto y acabarás ejerciendo más presión en el lado externo del tobillo. Intentar forzar el pie para que llegue al lugar adecuado no es lo más correcto. Tampoco es buena idea evitar el problema real, que es la cadera tensa. La mejor forma de aliviar el dolor de tobillo en la flor de loto6 es dar un paso atrás y trabajar la apertura de la cadera.

Nota: Veremos la cadera más adelante, en el capítulo 4. Puedes leer más sobre la colocación específica del pie en el apartado dedicado a las posturas de yoga en flor de loto y sus variantes.

Anatomía funcional del Yoga

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