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Capítulo 5
El Propio Sistema de la Biblia
- El Esquema Básico

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EL ESQUEMA BÁSICO de los dos siglos puede explicarse simplemente por medio de tres afirmaciones o proposiciones.

Proposición 1:

Este siglo y el siglo venidero tomados juntamente engloban todo el tiempo, incluyendo el tiempo sin fin del estado eterno.

La manera más simple de poner de relieve la verdad de esta proposición es comparar dos pasajes paralelos en los evangelios: Mateo 12:32 y su paralelo Marcos 3:29. Mateo 12:32 usa la terminología de los dos siglos. Marcos 3:29, el pasaje paralelo, usa un lenguaje diferente pero sinónimo para transmitir el mismo significado. Observa las palabras enfatizadas en ambos pasajes más abajo:

Mateo 12:32 “A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.”

Marcos 3:29 “pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.”

No es necesario para nuestros propósitos discutir los difíciles asuntos relacionados con el pecado imperdonable. Lo importante para el propósito presente es simplemente que es imperdonable.

El carácter imperdonable de este pecado se deja claro en ambos pasajes, pero en maneras diferentes. Mateo dice que este pecado no será perdonado ni en este siglo ni en el siglo venidero. Marcos especifica este mismo punto cuando transmite lo que Jesús quiere decir con las palabras: “no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.” Por lo tanto, aprendemos que un pecado que no es perdonado ni en este siglo ni en el siglo venidero no es perdonado nunca, sino que es un pecado eterno. Claramente, los dos siglos son equivalentes a todo el tiempo. Los dos siglos juntos engloban todo el tiempo incluyendo el tiempo sin fin del estado eterno.

La misma idea la sugiere Marcos 10:29-30.

29Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio.

30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.”

La frase, en el siglo venidero la vida eterna, sugiere claramente que la edad que sigue al siglo presente – el siglo venidero – es tan eterna como la vida recibida en él. Si la vida eterna se recibe en el siglo venidero, la implicación es que el siglo venidero es en sí mismo eterno.

Otro pasaje importante es 1 Timoteo 6:17-19.

17A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.

18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos.

19 atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.”

Este pasaje enseña que existen las verdaderas riquezas y la vida eterna por venir. (El griego que está detrás de esta traducción es literalmente lo venidero y se refiere claramente al siglo venidero). Esto se contrasta con la vida provisional y las riquezas inciertas de este siglo. (El griego aquí es literalmente la edad presente.) La implicación es que estas dos edades engloban todas las condiciones humanas concebibles. Las dos clases de vida y las dos clases de riquezas se corresponden con los dos siglos. La implicación es que este siglo y el siglo venidero engloban toda la historia humana hasta el tiempo sin fin del estado eterno.

Ahora bien, lo que se ha dicho hasta ahora sugiere la respuesta a la pregunta relacionada: ¿Cuándo comenzó este siglo? La evidencia examinada hasta ahora requiere ciertamente que digamos que este siglo se originó con el principio de la historia humana. No obstante, ¿hay más evidencias de que esto se a así?

Sí, las hay. La Biblia enseña que “este siglo” se originó en el principio de la historia humana en el principio de la creación y de la caída de la humanidad. En otras palabras, comienza en ese complejo de acontecimientos registrados en Génesis 1-3. Si eso es verdad, entonces “este siglo” no comenzó en el tiempo de la primera venida de Cristo, sino que estaba en existencia ya desde el principio.

El origen probable de la terminología de los dos tiempos prueba esto. “Este siglo y el siglo venidero” era una terminología que sistematizaba el contraste del Antiguo Testamento entre el presente estado existente de las cosas y el orden redimido futuro. Probablemente se originó con los rabinos del período Inter-Testamental y fue adoptado por Jesús y Sus Apóstoles como una manera precisa de plantear sistemáticamente la enseñanza del Antiguo Testamento. De este modo, “este siglo” ya debía estar en existencia en el período del Antiguo Testamento.


En concordancia con esto, Jesús y los apóstoles nunca enseñaron que este siglo presente fuera de origen reciente. Más bien, desde el principio mismo de Su ministerio, Jesús asume que este siglo ya está en existencia (Mateo 12:32; Marcos 10:30).

El carácter de este siglo también apunta a la conclusión de que se originó en el conjunto de la creación-caída registrado en Génesis 1-3. Muchas frases relacionadas con la terminología de los dos siglos apuntan en esta dirección. Es el orden natural de la creación. Frases como “los hijos de este siglo se casan” (Luc. 20:34) y “los ricos de este siglo” (1 Tim. 6:17) implican esto de manera muy firme. Es el orden malo producido por la caída. Es un “presente siglo malo” (Gál. 1:4), con Satanás como su “dios” (2 Cor. 4:4).

Debemos concluir que este siglo se originó con los acontecimientos al principio de la historia humana que dio forma al mundo tal y como lo conocemos. Por tanto, “este siglo y el siglo venidero”, se originaron al principio de la historia humana y engloban todos los períodos de la existencia humana hasta toda la eternidad. Si los dos siglos engloban todo el tiempo posible, también, por supuesto, no hay posibilidad de un estado intermedio entre ellos.

No hay ningún período de historia humana antes de este siglo. Comenzó con el principio de la historia humana. No hay ningún período entre “este siglo y el siglo venidero” . El uno sigue al otro inmediatamente. No hay ningún período después “del siglo venidero” . Es eterno.

Proposición 2:

Este siglo y el siglo venidero son estados cualitativamente diferentes de la existencia humana y períodos cualitativamente diferentes en la historia del mundo.

Este siglo no evoluciona ni cambia por medio de ningún proceso natural o gradual hacia el siglo venidero. La diferencia es la que hay entre el orden natural y el sobrenatural. El pasaje crucial aquí es Lucas 20:34-36.

34..Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento;

35..mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento.

36 Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.

El tema del contexto que rodea este pasaje es claramente la resurrección de los muertos. Jesús utiliza la terminología de los dos siglos para contrastar la era presente con la era de la resurrección – el siglo venidero. ¿Cuáles son las diferencias entre este siglo y el siglo venidero según este pasaje? Se encuentran en la superficie de este pasaje tan claro y tan literal. Los contrastes son entre el matrimonio y el no matrimonio, la muerte en contraste con la no muerte, la mezcla de hombres buenos y malos en contraste con sólo hombres buenos, y de los hombres naturales en contraste con los hombres resucitados. Estos contrastes nos recuerdan muy claramente los conceptos paralelos que se encuentran en la parábola de la cizaña (Mat. 13:24-30; 36-43). En ese pasaje también se encuentra el contraste entre la mezcla del trigo y la cizaña (hombres buenos y malos) en el siglo presente y sólo el trigo (hombres buenos) en el siglo venidero. También se encuentra el contraste entre los hombres naturales en el siglo presente y hombres glorificados (“resplandeciendo como el sol”) en el siglo venidero.


Proposición 3:

Este siglo y el siglo venidero están separados por el juicio de los malos y la resurrección de los justos que concluirán este siglo e inaugurarán el siglo venidero.

Existe un apoyo masivo para esta proposición en el Nuevo Testamento. A continuación se encuentra una muestra. Primero, Lucas 20:35 enseña que alcanzar aquel siglo es equivalente a alcanzar la resurrección de entre los muertos. La resurrección es la puerta de salida de este siglo, y hacia el siglo venidero. Sin embargo, ¿cuándo ocurre la resurrección? Ocurre, según la enseñanza uniforme y repetida del Nuevo Testamento, al regreso de Cristo (1 Cor. 15:22, 23, 50-55; 1 Tes. 4:16).

Segundo, Mateo 13:39-43 se refiere, como hemos visto, al mismo acontecimiento que Lucas 20:35. Es claramente una referencia al juicio de los malos y a la resurrección de los justos que ocurre en la segunda venida de Cristo como el propio Evangelio de Mateo indica (Mat. 24:30, 31; 25:31). Tercero, en el siglo venidero, nosotros recibimos vida eterna (Mat. 25:31, 46). Cuarto, Tito 2:11-13 claramente implica que la segunda venida consuma este siglo e introduce el siglo venidero en su plenitud.

Ese pasaje dice: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.”

Nuestra esperanza en el siglo presente es la aparición de Cristo. Compara esto con Mateo 28:20: “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo13.” Aquí Jesús promete estar espiritualmente presente con Su pueblo hasta la consumación del siglo porque en la consumación del siglo Él regresa corporalmente. Aquí es relevante Juan 6:39: “Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.” El último día de este siglo es el día de la segunda venida de Cristo, y es el primer día del siglo venidero.

Aquí, pues, hay tres verdades claras acerca de este siglo y del siglo venidero. Este siglo y el siglo venidero engloban todo el tiempo, incluyendo el tiempo sin fin del estado eterno. Esto significa que no hay período entre ni al lado de este siglo y el siglo venidero. Este siglo y el siglo venidero son cualitativamente estados diferentes de la existencia humana y períodos cualitativamente diferentes en la historia del mundo. Ahí está el contraste más claro entre ellos. Este siglo y el siglo venidero están divididos por el juicio de los malos y por la resurrección de los justos. Estos acontecimientos concluyen este siglo e inauguran el siglo venidero. Estas verdades puras y llanas sugieren tres observaciones prácticas. Se pueden resumir en tres palabras.

Sencillez

¿Qué podía ser más simple que este sistema? Sólo dos edades, no 7, 10, 12, 21 o más. No podría haber una escatología más simple. Los cristianos podrían poner a un lado sus suposiciones de que la escatología bíblica es demasiado compleja para ellos. Sólo hay dos edades – una temporal y natural, la otra eterna y sobrenatural, separadas por la segunda venida, y la resurrección. Si uno capta esto, sabrá mucho más que la mayoría de los así llamados “profesores proféticos” de nuestros días. Son los hombres los que hacen difícil la escatología, no Dios.

Por supuesto que las dificultades de los detalles aún permanecen. No obstante, el esquema básico de la Biblia no está oscurecido. La Biblia enseña un esquema netamente definido y hasta humillantemente simple. ¿Es esta una de las razones por las que tantas personas lo han pasado por alto? ¿Es el sistema de profecía de la propia Biblia como su enseñanza sobre la salvación? ¿Es sólo demasiado simple para los sofisticados?

Aquí, en el esquema básico de los dos siglos hay un sistema integral de profecía. Si se capta este esquema, muchos de los detalles de la profecía bíblica se aclararán de manera extraordinaria.

Similitud

En nuestro estudio de los sistemas de escatología sostenidos por diferentes cristianos durante la historia de la iglesia, distinguimos varias perspectivas. Todas estas perspectivas, se podrían categorizar ya sea como premilenaristas o postmilenaristas en su naturaleza. En otras palabras, se podrían categorizar por la relación del regreso de Cristo con el milenio. Si en una determinada perspectiva se decía que Cristo regresa antes del milenio mencionado en Apocalipsis 20, clasificábamos esa perspectiva como premilenarista. Si en una determinada perspectiva se decía que Cristo regresa después del milenio, clasificábamos esa perspectiva como postmilenaria. En este sentido observábamos que tanto el Amilenarismo (paradójicamente) como el Postmilenarismo eran postmilenaristas, mientras que el Dispensacionalismo y el Premilenarismo Histórico eran premilenaristas. De este modo, hay básicamente dos tipos de perspectivas cristianas sobre la relación del regreso de Cristo y el milenio.

PREMILENARISTA POSTMILENARISTA
Dispensacionalismo Premilenarismo Histórico Amilenarismo Postmilenarismo

La pregunta que tenemos ante nosotros ahora es muy simple. ¿A cuál de estas dos clases de escatología es similar el esquema básico? ¿Con cuál de estas dos perspectivas es concordante?

La esencia del premilenarismo es, y la acabamos de notar, que hay un reino terrenal de Cristo de mil años después de Su segunda venida y antes del estado eterno. Según cada forma de premilenarismo este es y debe ser el significado de Apocalipsis 20:1-10. En cualquier interpretación premilenarista de ese pasaje, hombres no-resucitados, impíos habitan el período milenario junto con hombres no-resucitados justos después del regreso de Cristo. ¿Es esta doctrina bíblica de los dos siglos coherente con esta perspectiva que es esencial para el premilenarismo? No. La doctrina de los dos siglos confronta al premilenarismo con un dilema imposible. ¿Dónde pondrá el premilenarismo al milenio dentro del esquema de los dos siglos? En este siglo o en el siglo venidero? No puede ponerlo en este siglo. ¿Por qué no? Porque según el premilenarismo el milenio ocurre después de la segunda venida de Cristo, y este siglo concluye con la segunda venida de Cristo. Sin embargo, tampoco puede ponerlo en el siglo venidero. De nuevo preguntamos, ¿por qué? Porque ningún hombre impío no-resucitado permanece en ese siglo. Como hemos visto, sólo hay hombres justos en una condición resucitada. Puesto que no hay ningún otro período intermedio aparte de los dos siglos, el premilenarismo no se puede conciliar con el esquema bíblico de los dos siglos.


¿Será que una de las razones por las que la profecía bíblica ha sido tal misterio para muchos es que se les han enseñado teorías falsas de la profecía que les llevan a afrontar preguntas imposibles en cada página de sus Nuevos Testamentos? Sospecho que, los hermanos premilenaristas tienen problemas y confusión sobre la escatología debido al sistema que han heredado. El premilenarismo es confuso simplemente porque es imposible hacerlo coherente con los pasajes bíblicos más claros y más simples.

Sobrenaturalismo

La escatología bíblica implica un sobrenaturalismo enfático. Ningún proceso gradual puede traer el cumplimiento que la Biblia nos enseña a esperar. La teoría de la evolución no nos sirve de ayuda. No puede haber evolución hacia el siglo venidero. No existe una explicación naturalista ni materialista para la gloria que será revelada. Incluso las mejoras en los hombres y en el mundo producidas por la predicación de la Palabra de Dios nunca transformarán por sí mismas a los hombres hacia la gloria de la resurrección. La esperanza bíblica es y debe ser francamente sobrenatural en su carácter. Sólo la intervención todopoderosa, divina y sobrenatural, puede producir la gloria del siglo venidero – esa es la esperanza cristiana.


El fin de los tiempos

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