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Capítulo 4
El Propio
Sistema de la Biblia

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No existe ningún asunto más básico o formativo para nuestro entendimiento de la estructura de la escatología bíblica y, de hecho, de muchas otras cosas en la doctrina bíblica, que la enseñanza de la Biblia con respecto a lo que he dado en llamar los dos siglos. En este y en los dos capítulos siguientes examinaremos este asunto formativo bajo tres encabezamientos:

La Terminología Bíblica de los Dos Siglos

El Esquema Básico de los Dos Siglos

El Esquema Modificado de los Dos Siglos

La Terminología Bíblica de los Dos Siglos

La palabra griega para siglo ( aion) se refiere no sólo a tiempo, sino también a espacio. Incluye en sí misma tanto una dimensión temporal como espacial. Los intérpretes mezclan estos dos significados en sus definiciones. Es “un amplio período de tiempo marcado por lo que ocurre en él” o “el mundo en moción”. Los usos del Nuevo testamento de esta palabra confirman que combina en sí misma las ideas de mundo y edad. Tal vez la mejor manera de expresar su significado sería por el uso de la expresión compuesta con un guión mundo-edad. Esto se puede ver en Gálatas 1:4 que habla “del presente siglo malo”. Puesto que no es un siglo malo en el cielo, el término, siglo, debe referirse a una época en la historia de este mundo. De manera similar, en Lucas 20:35 Jesús habla de aquellos “que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo”. De nuevo, la referencia al tiempo de la palabra no se puede cuestionar, pero la dimensión de espacio de esta palabra es asumida claramente. Los malos no dejan de existir en el siglo venidero. Por el contrario, no habitan el mundo en el siglo venidero. La terminología clave contrasta este mundo-edad con el mundo-edad venidero.


El uso de esta palabra única para referirse tanto a la vida presente y a la futura deja claro un hecho importante. La Biblia ve la existencia futura, eterna como una existencia sin fin en espacio y tiempo. Para ponerlo de manera diferente, la Biblia considera la eternidad como el siglo venidero, un tiempo sin fin. Como criaturas siempre viviremos en el espacio y en el tiempo. Sólo Dios trasciende esas categorías tanto ahora como para siempre.

George Eldon Ladd ha comentado apropiadamente:

En el pensamiento bíblico la eternidad es un tiempo sin fin. En el helenismo los hombres anhelaban la liberación del ciclo del tiempo en un mundo sin tiempo más allá, pero en el pensamiento bíblico el tiempo es la esfera de la existencia humana tanto ahora como en el futuro. La impresión que da la Biblia del rey Jaime en Apocalipsis 10:6, “que el tiempo no sería más”, es corregida por la Versión Revisada Estándar, “que ya no habrá dilación”.11,12

Ladd está en lo cierto al decir que la idea bíblica de eternidad para los seres humanos es de un tiempo sin fin. También es correcto con respecto a Apocalipsis 10:6. La palabra para tiempo usada allí puede significar un momento de tiempo, una ocasión, o un retraso. En la mayor parte de las versiones modernas de la Biblia la palabra se traduce como dilación y no como tiempo.

Este punto pone al descubierto un defecto en muchos estudios de escatología. Muchos intérpretes proféticos dan por sentado que si la profecía bíblica predice que un acontecimiento sucederá en el espacio y en el tiempo, eso significa que debe ocurrir antes del estado eterno. Piensan que si la Biblia predice que algo ha de suceder en la historia y en la tierra, eso significa que debe suceder antes de (lo que llamamos) el fin del mundo. Una lectura cuidadosa de muchos manuales proféticos revelará esta premisa defectuosa.3 No obstante, la Biblia no comparte esta suposición defectuosa. Ve el estado eterno como el mundo-edad venidero. Acontecimientos que se predicen como sucediendo en el tiempo y en el espacio (en la historia y en la tierra) pueden ser cumplidos en el mundo-edad venidero sin fin o eterno. Uno de los temas principales de la profecía bíblica es la gloria del mundo-edad venidero. El contenido de la profecía bíblica está lejos de ser cumplido en la consumación de este mundo-edad.

Para darle el peso adecuado a la importancia de la fraseología, este siglo y el siglo venidero, es importante echar una mirada general a los lugares en los que ocurre en el Nuevo Testamento. Esos usos nos dirigirán de varias maneras a una terminología estrechamente relacionada que tenderá a vindicar más el hecho de que las ideas incorporadas en esta terminología están en el núcleo de la enseñanza bíblica.

Hay 16 lugares en el Nuevo Testamento donde se usa esta terminología o una parte distintiva de la misma:

Mateo 12:32: A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.” Este siglo y el siglo venidero cubren completamente todo el tiempo. Observa cómo el pasaje paralelo en Marcos 3:29 confirma esto: “pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno”.

Marcos 10:30: que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.” Este pasaje enseña que junto con las bendiciones de ser parte de la comunidad cristiana, las persecuciones serán la suerte de los discípulos de Cristo en este siglo.

Lucas 16:8: Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.” Los hijos de este siglo son contrastados con los hijos de luz. Esto sugiere que el siglo venidero es la edad de la luz. También sugiere que los hijos de este siglo son hijos de luz.

Lucas 18:30: que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.” Un sinónimo para este siglo es este tiempo.

Lucas 20:34-36: Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.” Más adelante examinaremos en detalle el contraste significativo entre este siglo y el siglo venidero.

Romanos 12:2: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Aquí el deber de ser transformados por la renovación de nuestras mentes es descrito negativamente en la exhortación: “No os conforméis a este siglo”. En el original es la palabra siglo ( aion). El contraste ético entre los dos siglos (o las dos edades) es sugerido por esta exhortación.

1 Corintios 1:20: ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? ” El disputador de este siglo es el abogado de la sabiduría de este mundo.

1 Corintios 2:6, 8: Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. … la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.” Observa que los tres usos de “este siglo” en este pasaje se refieren una vez a la sabiduría de este mundo y dos veces a sus gobernantes. Ambos están desposeídos de la sabiduría de Dios.

1 Corintios 3:18: Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.” Paralelo a los pasajes anteriores en 1 Corintios, este pasaje habla del hombre “que piensa que es sabio en este siglo”.

2 Corintios 4:4: en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.” ¡El dios de este siglo es Satanás! Las tinieblas de este siglo se contrastan con la luz del siglo venidero, la luz del evangelio de la gloria de Cristo.

Gálatas 1:4: el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre”. La liberación del “presente siglo malo” es el fruto de la muerte de Cristo por nuestros pecados.

Efesios 1:21: sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero”. Cristo es el rey ya y lo será para siempre: “no sólo en este siglo, sino también en el venidero”.

Efesios 2:2: en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”. “Seguir la corriente de este mundo” es una descripción del modo de vida dominado por el “príncipe de la potestad del aire” y “la voluntad de la carne” y es característico de “los hijos de ira”.

1 Timoteo 6:17-19: A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.” Aquí tenemos el contraste entre las riquezas y la vida de “(ahora) este siglo (y) …lo por venir. La vida venidera es “lo que en verdad es vida” [LBLA].

Tito 2:12: enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente.” El siglo presente (ahora) ha de vivirse con un ojo puesto en la bendita esperanza de la gloriosa manifestación de Cristo mencionada en el versículo 13. Esta esperanza bienaventurada culmina este siglo. No obstante, el versículo 11 enseña que la gracia de Dios que trae la salvación a todos los hombres también se ha manifestado en este siglo.

Hebreos 6:5: y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero.” Los poderes del siglo venidero ya están vigentes en el mundo. Con toda probabilidad esto es una referencia a los dones milagrosos del Espíritu de los cuales los apóstatas “fueron hechos partícipes” en el tiempo de su conversión. Estos poderes sobrenaturales o milagros son una proyección de la edad futura sobrenatural sobre la edad presente.

La terminología del Nuevo Testamento íntimamente relacionada con la fraseología de los dos siglos es revelada por la perspectiva general anterior. Juan en todos sus escritos del Nuevo Testamento nunca usa siglo ( aion) de la manera descrita anteriormente. En su lugar usa mundo (cosmos). Mientras que este mundo es sinónimo de este siglo, mundo (cosmos) nunca se usa para el siglo venidero por Juan. La razón es probablemente que el término “mundo” para él conllevaba una connotación negativa (Juan 12:25, 31 y 16:11). Este tiempo es sinónimo de el tiempo presente (Mar. 10:30; Rom. 8:18). El tiempo presente de Romanos 8:18 se contrasta con la gloria venidera.

El mundo (la economía) venidero también tiene su paralelo en Hebreos 2:5: “Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando”. El reinado de Cristo ya está inaugurado, pero aún no está consumado en Hebreos 2:8-10. La frase, el fin del siglo, es paralela (Mat. 13:22, 39, 40, 49; 24:3; 28:20). Hay variantes textuales en Mateo 13:22, 40 que dicen “el fin de este siglo”, en lugar de “el fin del siglo”. Esto y conceptos que se encuentran en Mateo 13 son paralelos a Lucas 20:34-36 (véase el capítulo siguiente) confirman que esta terminología también es paralela.

Tanto este siglo como el siglo venidero están compuestos de muchas edades menores que no deben confundirse con los dos siglos. Las muchas edades que componen este siglo son mencionadas en 1 Corintios 10:11 y Hebreos 9:26; y las muchas edades que componen el siglo venidero se mencionan en Efesios 2:7. La identidad exacta y los límites de esas edades menores permanecen sin identificar en esos pasajes y no parecen ser de importancia para la enseñanza bíblica.


Hay tres conclusiones prácticas garantizadas por este repaso general de la terminología de los dos siglos en el Nuevo Testamento.

Primera, este repaso de la terminología de los dos siglos y la terminología relacionada manifiesta claramente cómo esta terminología impregna el Nuevo Testamento. La fraseología explícita es frecuente y se extiende a lo largo de la mayoría de los escritores del Nuevo Testamento. La terminología íntimamente relacionada complementa esta terminología en los otros escritores del Nuevo Testamento. En esta terminología, por lo tanto, tenemos un aspecto realmente básico de la enseñanza del Nuevo Testamento. Aquí estamos tocando el corazón latente del esquema bíblico de la historia de la redención y la escatología.

Segunda, los pasajes considerados anteriormente no se consideran normalmente como pasajes proféticos. No obstante, son unos de los pasajes más claros y literales del Nuevo Testamento. Está claro, pues, que no es necesario desentrañar los misterios de Daniel y Apocalipsis para obtener una comprensión básica de la doctrina bíblica de las últimas cosas. Los pasajes claros, literales y generales, considerados aquí nos proveerán los planos básicos de la escatología.

Tercera, el lenguaje de los dos siglos (tan crucial para la profecía bíblica) impregna la enseñanza del Nuevo Testamento sobre casi todo. Esta es la razón por la que es tan importante un estudio de la escatología. Nos ayuda a entender más claramente la enseñanza de la Biblia sobre muchas otras cosas.

El fin de los tiempos

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