Читать книгу Fragmentos - Ennio - Страница 42

XXIX

Оглавление

34-50 (35-5IV) CICERÓN , Sobre la adivinación I 40-41

En Ennio cuenta aquella famosa vestal 41 :

[34] Y la anciana, pronta, le llevó una luz con sus miembros temblorosos.

Entonces ella, tras despertar aterrorizada de su sueño, recuerda llorando lo siguiente:

«Hija de Eurídice, a la que amó nuestro padre,

en este momento le faltan a mi cuerpo entero las fuerzas y la vida misma,

pues me pareció que un hermoso hombre, en medio de una floreciente sauceda

y una ribera, en unos parajes desconocidos, me raptaba. Y así, sola,

[40] a continuación, hermana mía, me parecía que vagaba errante

y, lenta, ni podía seguir tus pasos ni buscarte

ni alcanzarte en mi alma: ninguna senda daba seguridad a mi pie.

A continuación me pareció que nuestro padre me animaba con su voz

con estas palabras: “Hija mía, primero has de sobrellevar

calamidades; después se volverá a enderezar tu destino por [45] medio de un río.”

Tras decir esto, hermana, de repente se alejó nuestro padre

y no se dejó ver aquel que deseaba con toda mi alma,

por más que, llorando, extendiera mucho las manos hacia las azules regiones

del cielo y lo llamara con voz suplicante.

En ese momento me abandonó el sueño dejándome con el [50] corazón angustiado».

Fragmentos

Подняться наверх