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1 ENNODIO , M 5, 5-6.

2 Véase respectivamente la correspondencia con Beato y P II 68, en el que insulta a uno que se ha permitido criticar su obra.

3 ENNODIO , P II 67, 5-6.

4 Ibidem II 66, 5-10.

5 Ibidem P II 109.

6 Ibidem P I 4, 123-124.

7 Cf. F. MAGANI , Ennodio III 378.

8 Sobre este asunto, véase BCG, n. 357, 24-33.

9 Ésta es la sistemática que hemos adoptado en esta traducción. Sobre este tema, véase BCG n. 357, 29.

10 Se trata de una diferenciación discutible, en primer lugar porque es conocida la tendencia de la literatura latina tardía a mezclar géneros, y en este caso concreto, porque entre los epigramas se encuentran, por ejemplo, diez epitafios, que por su carácter —quizás no por su longitud— y por el metro —normalmente dísticos, pero también hexámetros— podrían haber entrado dentro del primero.

11 S. ROTA , «Antiquum credit... » considera que la primera de estas declamaciones es más bien una descripción de viaje o Itinerarium. Sus argumentos no resultan convincentes, sobre todo si se tienen en cuenta los paralelismos que ella misma establece entre este poema y la primera de las declamaciones: cf. D 1, 7-8.

12 Respecto a los epigramas, D. DI RIENZO , Gli epigrammi... págs. 219-231 atribuye algunos —II 1-3. 18. 23-31. 33. 46-55. 57-59. 65. 69-72. 74-88. 96. 105. 110-111. 114-116. 118-122. 132-133. 136-142. 147. 216— al autor mismo, mientras otros procederían del revisor —II 8-9. 11. 21. 35. 61-64. 67-68. 73. 106. 123. 143-46 o los diferentes editores: — SIEMOND Sirmond (II 100. 103. 150-151), SCOTT , HARTEL (II 89). Al mismo tiempo reconoce que es imposible atribuir con certeza muchos de ellos, que son perfectamente neutros, como II 10. 12-16. 20. 32. 34. 36. 37-43.56. 60. 91-93. 124. 128-129. 131.

13 Por desgracia, no siempre es así, como se aprecia a continuación. Por ejemplo, P I 9 corresponde a una celebración que tuvo lugar en el año 496, es decir, unos años antes de que escribiera P I 6-8.

14 Véanse los lugares correspondientes a estos dos personajes entre los destinatarios de la correspondencia ennodiana en págs. 277 y 279 respectivamente.

15 Véase también P II 3.

16 En este poema se encuentran in semine los temas que Ennodio desarrollará en el opúsculo dedicado a Epifanio: cf. BCG 357, págs. 175-244.

17 Un derivado de la epopeya, muy difundido en la literatura de la época helenística, ya cultivado en la Antigüedad, sobre todo por EUFORION DE CALQUIS , nacido en 276/275 a. C., que pasa por ser el gran maestro del género.

18 Cf. D 8.

19 Sobre este viaje, véase BCG 357, pág. 11.

20 Cf. SIDONIO APOLINAR , Epístolas IX 15.

21 Cf. BCG n. 357, págs. 329-334.

22 Faltan en el códice Vaticano y en todos aquellos sobre los que J. SIRMOND basó su edición.

23 No sólo en el metro, sino en todo busca el modelo ambrosiano: Cantem quae solitus, dum plebem pasceret ore, Ambrosius uatis carmina pulcra loqui («Cantaré aquellos himnos hermosos de pronunciar que salían de labios del obispo Ambrosio, cuando alimentaba al pueblo con su palabra»), escribe en su poema sobre la vuelta de Roma (PI 6, 39).

24 Cfr. F. MAGANI , Ennodio III 93.

25 Cf. ENNODIO , P II 149.

26 Hechos de los Apóstoles 6, 8-7, 60.

27 Sobre la presencia de Ambrosio en la obra, sobre todo en la poesía de Ennodio, véase, L. ALFONSI , Ambrogio...

28 A estas alturas de la Antigüedad tardía, cristianizada, el papel central del mito en el lógos kateunastikós ha dado paso a la naturaleza. Véase a este respecto M. ROBERTS , «The use of Myth... »

29 Cf. ENNODIO E VIII 10.

30 ENNODIO P I 4, 87-88.

31 Sobre este segundo viaje, véase BCG 357, pág. 12.

32 No faltan ejemplos de todas estas características en la colección ennodiana.

33 M. LAUSBERG , Das Einzeldistikon... y DI RIENZO , Gli epigrammi... págs. 233-242, han estudiado las características del epigrama en la literatura clásica. La primera se refiere con frecuencia a Ennodio, el segundo se centra en él.

34 Recientemente DI RIENZO lo ha intentado, distinguiendo seis especies temáticas: epitafios, obispos milaneses, epígrafes —todos ellos probablemente destinados a ser colocados en un muro, aunque de esto no haya ningún rastro arqueológico—, poemas descriptivos, satíricos y literarios. El mismo autor, a quien corresponde el mérito de haber editado y traducido por primera vez en una lengua moderna el libro II de los poemas ennodianos, es consciente de la violación que su modo de proceder supone para la tradición editorial. Cf. DI RIENZO , Gli epigrammi... pág. 19.

35 M. LAUSBERG —ob. cit. págs. 473-74— incluye un cuadro de los epigramas ennodianos escritos en dísticos, ordenados según su longitud. De él se desprende que casi la mitad —el 45,5%— de ellos no pasan de dos dísticos.

36 El epigrama 32 se ocupa de este tema: de eo quod Messala consul Ennodius in cognomine dictus est («Epigrama a propósito de que el cónsul Mesala adoptó el apellido Ennodio»).

37 Recuérdese que en su epistolario Ennodio incluyó ya alguno, concretamente dos en honor de Cinegia, la esposa de Fausto: cf. E V 7; VII 29.

38 Como M. LAUSBERG —ob. cit. pág. 149— señala, Ennodio, que tiende a la brevedad en sus epigramas, no puede por menos de extenderse en los epitafios, en los que era mal vista la concisión.

39 No deja de ser sintomático este alto porcentaje de representación femenina, que habla a favor del importante papel de la mujer en la cultura cristiana de este tiempo. En efecto, los Padres de la Iglesia, a partir de la Revelación, amplían el horizonte vital de la mujer, de modo que puede concluirse que «Christianity did enlarge the possibilities for women». Véase G. CLARK , Women ... pág. 140.

40 Cf. ENNODIO , M 3, 123.

41 No está claro el carácter exacto de estos versos. Mientras los dedicados a Venerio (79), Marolo (80), Glicerio (82), Lázaro (83), Senador (87) aparecen como sendos epitafios, con muchas variantes respecto a nuestras ediciones, en CIL 5.2, págs. 619-21, de los demás no hay noticia epigráfica. La explicación más razonable parece la que damos en el texto. S. A. H. Kennell, sin embargo, supone que el conjunto estaría en algún lugar, acompañando a representaciones de esos prelados, a la manera de las imagines clipeatae de los papas que adornan las paredes de la basílica de San Pablo Extramuros en Roma: cf. S. A. H. KENNELL , Magnus ... pág. 124.

42 Véase también P I 15 y P II 142.

43 AGUSTÍN , Confesiones VIII 1-5.

44 I 46.

45 Cf. P II 8, dedicado a la basílica de San Sixto; P II 9 a la de los Santos Apóstoles; P II 12 a la catedral y sobre todo el siguiente en el que, sin nombrarle, escribe un verdadero panegírico.

46 Puede verse la discusión sobre la identificación y ubicación de todos estos monumentos en F. MAGANI III 202 ss.

47 En esta actitud difiere radicalmente de MARCIAL , si bien el objeto de los epigramas sea análogo.

48 Seguramente en relación con P I 5.

49 Esto último lo hace también en P II 16, 17.

50 También esta última pasa algunas veces por dificultades, como en P I 4, 107, donde, a mi modo de ver, en cláusula de hexámetro tiene que utilizar fatum por fatuum.

51 Omnia Memphitis retinentur saecula textis: / Servivit numquam Laurentius ante Neroni, / Nec timuit validas vicit qui corpore flammas. DI RIENZO —Gli epigrammi... págs. 83-84— sugiere relacionar esta composición, que en las ediciones aparece aislada o encabezando la serie II 52-55, con P II 9. Así se podría responder mejor a algunos de los interrogantes que planteamos en los siguientes párrafos.

52 Véase BCG, 357, pág. 15.

53 De modo análogo nos encontramos en su obra con E VII 23, 2, pasaje en el que alude precisamente a la composición del epitalamio I 4. Cf. también P I 8, 5.

54 Cf. OVIDIO , Ars amandi I 77; III 393.

55 E. Dʼ ANGELO , en «Enigmistica Ennodiana: il carme 2, 51...» sugiere que se trata de los textos sagrados egipcios y traduce: «todas las épocas están contenidas en los textos de Menfis». Tal interpretación deja de lado el fuerte contraste entre el primero y los dos hexámetros restantes.

56 Por ejemplo, mide cui como bisílabo en seis ocasiones y el doble como monosílabo, aunque probablemente se pronunciaría en ambos casos cu i . Véase, MGH AA VII, pág. 395.

57 Un elenco se encuentra en A. DUBOIS , La latinité ... págs. 38-39.

58 Excepciones se encuentran en la primera parte de P II 107, que es una estrofa sáfica, y en P II 123, compuesto en tetrámetros trocaicos.

59 Ése es el caso de P I 10, 140. 144. 147.

60 Véase P I 4, 98; I 5, 3. 6. 47-48; I 7, 9. 11; I 9, 11. 112. P II 9, 7; 95, 4. 7; 103, 2; 147, 4.

61 Tal es el caso de P I 9. 32.

62 Véase P II 95, 2.

63 Cf. BCG 357, págs. 307-320.

64 Templa Deo faciens ymnis decoravit et auro («Al construir iglesias para Dios, las adornó con himnos y con oro»): CIL V 2 n. 6464 v. 17. De hecho, hay testimonios de que algunos de ellos (P I 13. 16. 18) estaban difundidos en Italia aún en el s. XI . Cf. W. BULST , Hymni latini ... pág. 13.

65 SEDULIO , en el segundo cuarto del s. v, había compuesto el himno cristológico, cuyas estrofas comienzan por las letras del abecedario A solis ortus cardine , en el que la Virgen María es citada repetidas veces. Lo mismo hace en su Poema pascual II 67.

66 Cf. JUVENAL , Liber de spectaculis 5.

67 Esto vale incluso para aquellas composiciones que se ocupan de temas neutros, como las inscripciones ante las diversas habitaciones de la catedral. Véase a este respecto S. A. H. KENNELL , Magnus ... págs. 105-106.

68 Ésta es la actitud, que desde F. MAGANI o J. FONTAINE , ha prevalecido en la crítica literaria hasta muy recientemente. Véase, por ejemplo, F. MUNARI , «Die spätlateinische...», pág. 135.

69 Comienza por mantener en el anonimato al dueño de este objeto.

70 Cf. P II 101-102.

71 Por ejemplo, ridiculiza la historia de Rómulo y Remo amamantados por un loba: cf. P II 24, 2.

72 Esa actitud vale también para la homosexualidad, o más bien el hermafroditismo, que aparece zaherido en P II 52, 54-55. 106. Véase, a este respecto, E. Dʼ ANGELO , «Tematiche omosessuali... pág. 654.

73 Véase sobre este tema M. ROBERTS , «The Use of Myth in Latin Epithalamia from Statius to Venantius Fortunatus». TAPA 119 (1989): 321-48.

74 Cf. SIDONIO APOLINAR , Poemas 11 y 15.

75 Cf. VIRGILIO , Eneida XI 789-90.

76 No era ésta la única actitud posible. Muy diferente es la de Paulino de Nola, citado más arriba. Al comenzar su epitalamio, asegura que de intento quiere prescindir de «la frivolidad disoluta del vulgo: Juno, Cupido y Venus, nombres de la lujuria»: PAULINO DE NOLA , Poema 25, 9-10.

Poemas. Epístolas.

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