Читать книгу La Conquista De Glouster - Enrique Laurentin - Страница 6

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Capítulo Dos

Tres fuertes golpes en la puerta alertaron a Amelia quien se encontraba en la cocina de su vivienda, se apresuró a ver quién tocaba con tanta fuerza a través de una especie de mirilla disimulada que había sido instalada por su esposo, el Sub Comandante Lewis aprovechando un pequeño cristal en forma de prisma que reflejaba la imagen de toda el área externa del porche y que colocó de manera disimulada con la ayuda de una planta.

Abrió rápidamente al ver a Lexi parada frente a la puerta e imaginando que alguna urgencia habría surgido por la forma como golpeó la puerta.

“Amelia entremos y cierra la puerta rápidamente” fue el saludo que dispensó Lexi.

“¿Qué ocurre Lexi, hay alguna urgencia?” Preguntó Amelia disimulando sus nervios.

“No, pero puede haberla si no te pongo al corriente de los hechos”

“Ava vendrá a verte, no sé si hoy, mañana o cuando, pero vendrá”

“¿Pero para qué? ¿Qué desea de mí?” Preguntó Amelia.

“Desea invitarte a que te incorpores a nuestras charlas en el café”

“Pero ¿sabe algo, o tiene alguna sospecha?”

“Estoy segura que no, pero considero que si te niegas a reunirte con nosotras podría despertar sus sospechas”

“Mientras tú estés allí, estaré segura, no me negaré” Respondió Amelia, y luego se quedó pensativa por unos instantes y se llevó una mano sobre la boca.

“¿Qué? Preguntó Lexi viéndola fijamente mientras esperaba una respuesta.

“¿Será que su esposo le ha asignado la misión de averiguar si estamos de alguna manera conspirando?”

“Estoy segura de que no, nadie maneja la información de nuestras actividades y su comunicación con su esposo se limita al saludo, según me ha confesado. Al extremo de que muchas veces se entera de las reuniones de nuestros esposos por algún comentario que yo le haya hecho”

“Bueno y cuéntame acerca de qué hablan ustedes cada vez que se reúnen en ese café, para mantener esa misma línea de conversación”

“Realmente hablamos de todo y de nada, mayormente banalidades de la ciudad o acerca de los territorios, sobre los próximos juegos, o cotidianidades del hogar, sin embargo a veces y de manera inesperada me ha preguntado cosas acerca de la situación de los territorios o sobre alguna decisión reciente que haya dictado el Primer Ministro y es esa la razón por la que me he mantenido alerta. Una simple ama de casa no anda pendiente de ese tipo de informaciones y menos aún si no la lesionan de ninguna manera.”

“Entonces repasaré las recetas de cocina que más domino para ocupar su mente con mis capacidades culinarias, y adicionalmente le hablaré acerca de las técnicas de bordado de los tapices que tanto me gusta confeccionar, ¡la perfecta ama de casa!” Argumentó Amelia guiñando un ojo hacia Lexi.

“Perfecto amiga, ahora invítame un vaso de agua fresca para recuperarme del apuro que me causo venir a verte de inmediato, Recuerda que el factor tiempo es nuestro segundo mejor recurso”.

Al terminar el vaso de agua, Lexi le pidió a Amelia dejarla retirarse por la parte trasera de la casa y así evitar ser vista por cualquier persona mientras salía de regreso a la cotidianidad de su vida doméstica.

“Lewis, ya el tiempo de la acción se aproxima, debemos afinar todos los detalles y sobretodo ser muy precavidos para detectar posibles informantes de Elsum y neutralizarlos silenciosamente". Argumentó el Comandante General Lionel Sangma.

“Sí Señor, ya está todo planificado, las acciones de neutralización también listas y los aliados ya comprometidos” Respondió el Sub comandante Lewis sin ningún titubeo, demostrando la veracidad de sus palabras y la firmeza con que se actuaría en caso de detectarse algún posible infiltrado.

“Recuerda que debemos actuar con la mayor contundencia y rapidez posible para neutralizar cualquier reacción. Que cuando intenten reaccionar toquen nuestras armas, y no las de ellos.” Instruyó con firmeza el Comandante General Lionel Sangma.

“Ya nuestros Grunters están realizando el doble de los entrenamientos cotidianos, a los comandantes de combatientes se les ha instruido acerca de la necesidad de aumentar el nivel de entrenamiento porque se ha observado el aumento de bajas por falta de entrenamiento y condición física adecuada, además de la necesidad de mejorar la capacidad de reacción de nuestras fuerzas en cualquier contingencia que pueda presentarse”

“Excelente Sub Comandante Lewis, no podía esperar menos de usted conociendo su trayectoria y la posibilidad cierta de que más adelante me sustituya en este cargo como bien merecidamente lo tiene. Un nuevo amanecer y una nueva realidad son necesarios en Ramsary y nosotros propiciaremos esos cambios para siempre”.

Ava recordó que debía recoger una tela que había encargado para la confección de un nuevo uniforme para su esposo y otra para unos vestidos que deseaba confeccionar para ella y su hija, por lo que se vio forzada a desviarse antes de llegar a su casa.

“Buenos días bella dama, bienvenida nuevamente”. Le dijo el tendero al verla entrar a la tienda.

“Buenos días, caballero, Vengo a buscar unas telas que encargue y que debían llegar el día de ayer”

“Tiene razón madame, por acá están las telas que ordenó. Hoy pensaba hacérselas llegar con uno de mis hijos a quien le encomiendo las entregas de nuestros mejores y más selectos clientes”

“Muy agradecida por el gesto, ¿le adeudo algo todavía?” Preguntó Ava.

“No madame, ahora si desea para su comodidad puedo pedir a mi hijo la acompañe cargándole sus paquetes sin ningún costo para usted”

“Nuevamente gracias, es usted muy amable”

Al salir Ava de la tienda, el tendero le ordeno a uno de sus hijos seguirla de lejos para averiguar su rutina de regreso a su casa.

El joven caminando a unos 100 metros detrás de Ava disimulaba estar buscando una dirección cuando repentinamente un grupo de tres jóvenes de su edad pasaron en dirección contraria al lado de Ava y le gritaron a Jeremy saludándolo, lo que obligó a Ava a voltear para ver la escena que se le hizo cotidiana para ignorarla antes de seguir su camino, de igual manera Jeremy le dijo a sus amigos que estaba ocupado en ese momento cumpliendo un encargo de su padre y que no podía parar.

Cuando trató de observar nuevamente a Ava, ya no estaba en el camino, se preocupó y se hizo a un lado del camino disimulando que acomodaba algo en una de sus botas para ganar tiempo y pensar mientras observaba que podía ocurrir. Luego de breves minutos y cuando Jeremy se encontraba a punto de retirarse desesperado por el posible fracaso en la tarea encomendada, vio a Ava salir de una casa y reanudar su avance.

“Al llegar a casa buscaré los figurines del uniforme de mi esposo para comenzar los trazos sobre la tela” Pensaba Ava mientras avanzaba distraídamente hacia su casa ya cercana.

Jeremy se detuvo al observar que Ava se encontraba manipulando una cerca para entrar a una casa, su casa finalmente. Luego de unos breves instantes se acercó cautelosamente al cercado cubierto de plantas que rodeaba la casa adonde Ava había ingresado y pudo deducir que esa era su casa pues ella se había descalzado antes de entrar cargando los paquetes de manera desordenada y ya sin mayor cuidado.

“¡Hola hija ya he regresado!” comentó en voz alta Ava cuando entró a la casa haciendo maromas con los paquetes y sosteniendo torpemente sus sandalias con un dedo.

“Mamá Ava” Gritó su hija efusivamente. “Te he extrañado, ¿Qué te demoró tanto hoy? La abuela me dijo que seguro te habías escapado a visitar a papá y que ambos se habrían ido a vivir nuevas aventuras sin nosotras”.

“Nunca Melany, jamás ni en juego las abandonaría. Estuve en la ciudad comprando abarrotes, luego tomé un café con una amiga y finalmente fui a recoger la tela para el vestido que le confeccionaré a una niña hermosa”

“Siii, mi nuevo vestido, Te Amo mamá desde este momento sé que luciré hermosa. Desde el mismo momento en que tomaste las medidas y lo dibujaste sobre aquel trozo de papel ya lo sabía” respondió alegremente Melany.

“Será el vestido más bello de todo Ramsary” comentó Ava.

“¿Y adivina quién también estrenará uniforme?” Preguntó

“Papá, él también lucirá muy apuesto en su nuevo uniforme”

De regreso en la tienda Jeremy convocó a su padre a la oficina y le contó que la mujer había hecho una parada breve en una casa en la que entró camino a su propia casa y luego de unos minutos había salido y reanudado la marcha.

“¿Alguien te vio?” Preguntó su padre

“Aparte de tres amigos que correteaban por ese camino, no. Además el detenerme a saludarlos sirvió para disuadir cualquier sospecha que la dama pudiera tener de mi a pesar de la distancia que nos separó en todo momento”

“Muy bien muchacho, si lo decides, serás un gran Grunter” le comentó su padre, orgulloso por la forma de actuar de su hijo y ante la posibilidad de que al finalizar su adolescencia se incorporara a las fuerzas defensivas como un Grunter.

Ya transcurrido el día el Sub Comandante Theodore Lewis y el Sub Comandante Bernard Dartnell conversaban amenamente acerca de los venideros juegos y como los mismos representaban una nueva oportunidad para establecer alianzas con las otras ciudades. Comentaban también acerca de unos problemas surgidos en la ciudad de Lambar con algunos comandantes de combatientes que se habían revelado y pretendían deponer al Comandante General de esa ciudad.

“Realmente considero desafortunadas las decisiones tomadas por esos Comandantes de Combatientes” Opinó el Sub Comandante Dartnell viendo fijamente al Sub Comandante Lewis.

“Las investigaciones revelarán cuales fueron sus motivaciones, debido a que conociendo los beneficios inherentes a sus cargos dificulto que hayan estado molestos. Sin embargo estoy consciente de que algún hecho o situación motivó sus actuaciones” Ripostaba Lewis a Dartnell.

“Si, habrá que indagar la información que cada uno aporte durante los interrogatorios y buscar todas las ramificaciones para eliminar cualquier foco de esa rebelión que permanezca activo.”

“Dispensaré una visita cordial al Sub Comandante Cross para indagar en el suceso” comentó Lewis mostrando interés en el asunto, y levantándose de su asiento ya dispuesto a regresar a su hogar debido a la culminación de la jornada.

De camino a la salida se dió un paseo a través de las barracas pasando una revista de manera disimulada a las actividades que en ese momento cumplían los Grunters y sus respectivos Comandantes. En una de las Barracas fue observado y saludado por el Comandante de combatientes Carl Biorg quien se acercó rápidamente y luego de saludarlo marcialmente le informó acerca de todas las actividades que su personal de Grunters estaba cumpliendo en ese momento.

“Comandante de Combatientes Biorg Señor, cuento con 130 Grunters cumpliendo tareas de mantenimiento operacional, Señor. Hoy más listos que nunca, cuente Usted con nuestra Lealtad y preparación, Señor”

“Excelente Comandante, llegada la necesidad de acción contamos con usted y sus hombres para alcanzar, sobrepasar y consolidar todos los objetivos” Le respondió devolviéndole marcialmente el saludo.

A la Salida del Comando General de Crestor le fueron rendidos los honores correspondientes y al concluir la breve ceremonia abordó un carro de guerra que se encontraba siempre dispuesto y con escoltas para trasladar a los jerarcas militares cada vez que necesitaran movilizarse desde o hacia el Comando General.

El ruido emitido por el tránsito del carro de guerra alertaba a los ciudadanos que caminaban por las calles, al pasar frente a la tienda de telas llamó la atención de Jeremy quien se incorporó rápidamente para asomarse a las ventanas de la tienda a observar el paso del carro de guerra sin dejar de concentrarse en la figura del Sub Comandante y volviéndose hacia su padre para preguntarle que debía hacer para llegar a ese grado militar.

“Padre, ¿Qué debo hacer para llegar al grado de ese oficial y ser yo quien sea trasladado sobre ese carro de guerra?”

“Hijo, lo primero es que te conviertas en un Grunter y ya formando parte de las fuerzas, apliques al cargo de oficial” Respondió su padre sin dejar de mostrar interés en la inquietud de su hijo y acercándose a él, mientras imaginaba al joven uniformado en un futuro no muy lejano.

“Es una carrera que exigirá tu disciplina y abnegación, y sé que tienes lo necesario para triunfar”

“He observado cuanto entrenan en los campos del cuartel general y siento entusiasmo al pensar en formar parte de los Grunters” comentaba como pensando en voz alta.

“Mañana te asignaré una misión hijo. Me contaste que la señora que el día de hoy llevó las telas había estado dentro de una vivienda durante su trayecto de regreso a su casa. Entonces voy a necesitar que averigües quien vive allí, cuantas personas y de ser posible a que se dedican quienes allí habitan. Es de suma importancia contar con esa información.

“¡Cuente con eso Padre!” Respondió mientras retomaba las tareas que previamente cumplía.

“Amelia” llamó en voz alta el Sub Comandante Theodore Lewis luego de despedir a la tripulación del carro de guerra y entrar a su vivienda.

“Amor acá estoy” respondió suavemente Amelia secándose las manos sobre el delantal que vestía sobre sus ropas.

Se abrazaron y luego de un beso, él se dirigió a su habitación a sacarse las botas y la pesada chaqueta del uniforme mientras ella se retiraba el delantal para dejar al descubierto su llamativo vestido.

“La tina está lista para ti si deseas darte un baño antes de cenar” Comentó Amelia señalando en dirección del baño.

“Así lo haré deseando tenerte a mi lado en la tina” Respondió su esposo mientras la tomaba de una mano para no permitirle salir.

“Pero iba a terminar de preparar la mesa…”

“La noche será larga y los estómagos podrán esperar”

Ante el agarre de su esposo, Amelia se dejó llevar y se acercó a él, sentándose sobre sus piernas y besándolo en la boca antes de que él pudiera reaccionar, robándole cualquier iniciativa que pudiera tener planificada.

Luego de besarlo se levantó rápidamente y corrió hacia el baño tomando la delantera mientras su esposo permanecía en la habitación quitándose las demás piezas del uniforme antes de dirigirse al baño. Mientras caminaba hacia el baño se preguntaba la razón del gran silencio que provenía del recinto. Al entrar no vio a Amelia, quien segundos después emergió del agua de la tina entre risas y chapoteos.

La expresión facial de Amelia causó una gran sorpresa a Lewis quien inmediatamente profirió grandes carcajadas al ver el color rojo de la cara de su amada casi ahogada de esperar oculta bajo el agua.

Amelia arrojo agua con ambas manos sobre su esposo antes de que el lograra entrar a la tina.

Ya tranquilos y disfrutando del baño Amelia comenzó a contarle a Theodore sobre su día y la visita intempestiva que le había dispensado Lexi.

“Hoy vino Lexi a visitarme, me quería alertar acerca de una invitación que me hará Ava para que compartamos una tarde de café en los próximos días”

Theodore volteó a verla directamente a los ojos con asombro conociendo los riesgos que implicaba que ella se reuniera con la esposa del Sub Comandante Dartnell, por la fama que tenía de ser una mujer inquisitiva y que manipulaba todas las situaciones hasta obtener cualquier fin que persiguiera.

“Debes ser muy cuidadosa cuando hables con ella, pues tiene la capacidad de Manipular a las personas hasta obtener lo que sea que ande buscando”

“No te preocupes amor, como la perfecta ama de casa que soy, solo se hablar sobre los quehaceres del hogar” le contestó guiñándole un ojo.

“De cualquier manera no le des ningún detalle de nuestras vidas o de nuestros sueños y deseos, hazle sentir que tenemos una vida aburrida e insulsa en comparación a lo que puede ser su vida personal” le instruyó Theodore a Amelia.

Theodore arrojó de improviso una gran cantidad de agua sobre Amelia tomándola desprevenida y dejándola boquiabierta buscando recuperar la respiración.

La Conquista De Glouster

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