Читать книгу Platón y la voluntad - Esteban Bieda - Страница 12

I. Dioses, azar y necesidad

Оглавление

En el primer grupo de causas por las que Helena puede haber viajado a Troya (A) hallamos: (i) “los propósitos de la fortuna”, (ii) “los mandatos de los dioses” y (iii) “los decretos de la necesidad”; luego vendrán (B) el secuestro con violencia física, (C) la persuasión mediante la palabra y, finalmente, (D) el enamoramiento. Cabe destacar que, según Gorgias, estas serían causas por las cuales Helena “hizo lo que hizo” (épraxen hà épraxen), de lo que se desprende que Gorgias no dice que Helena no haya actuado u obrado, sino que, según intentará mostrar, hizo lo que hizo por causas que la eximen de responsabilidad.

Comencemos, pues, por el análisis del primer grupo de causas que consiste, de manera evidente, en factores externos y ajenos a Helena.

(A) Con respecto a los propósitos de Fortuna (Týkhe), la orden divina y los decretos de Necesidad, es evidente que se trata de elementos externos que han incidido para que la mujer de Menelao hiciera lo que hizo. En efecto, en cualquiera de estos casos la divinidad es responsable, dado que “es imposible impedir el anhelo (prothymía) de un dios con la previsión humana” (§6). Resulta fácil eximir a Helena, pues se trata de razones naturales: lo naturalmente inferior –los hombres– no puede impedir a lo naturalmente superior –los dioses–, sino que, a la inversa, lo inferior es naturalmente gobernado y conducido (árkhesthai kaì ágesthai) por lo superior.

Platón y la voluntad

Подняться наверх