Читать книгу Cómo cura la cebolla - Francesc J. Fossas - Страница 6

Оглавление

Prefacio

Conocer los alimentos es indispensable para planificar nuestra alimentación, de modo que se cubran las expectativas higiénicas, nutricionales y organolépticas.

Pero el mundo de los alimentos es extraordinariamente amplio y complejo y a los aspectos de orden biológico señalados se deben añadir los culturales. Conocer la historia del hombre supone comprender la de sus alimentos y viceversa. La identidad del ser humano se ha ido conformando de acuerdo con los alimentos que lo han sustentado, y cada uno de ellos ha tenido sus «andaduras» particulares hasta llegar a su situación actual. Tampoco la de hoy es una situación estable, sino que los alimentos están sometidos a un constante cambio en función de todas las demás influencias del entorno.

Por ejemplo, los hábitos alimentarios han registrado desde mediados del siglo XIX cambios tan espectaculares que casi resulta difícil realizar cualquier comparación con los tiempos pasados. Nuestra alimentación se parece muy poco a la de nuestros abuelos, con sus ventajas e inconvenientes; hoy se vive, en el mundo económicamente desarrollado, una situación nueva con respecto a la relación histórica hombre-alimento: hay más oferta de alimentos que demanda. Además, muchos de estos han aparecido de nuevo y otros prácticamente han desaparecido. Se está interviniendo a nivel genético en las materias primas alimentarias de siempre para obtener nuevas variedades de plantas y de especies animales. Hoy los alimentos se adquieren, conservan y preparan como nunca se había hecho. Algunos de los grandes interrogantes son: ¿podrán nuestros organismos hacer frente a tanta modificación o se verá superada su capacidad de adaptación?, ¿son beneficiosos estos cambios para nuestra fisiología?, ¿el motor de la innovación está más de acuerdo con intereses económicos que con el propio desarrollo humano?, ¿corremos el peligro de ser desbordados por la tecnología?, ¿existe criterio y honestidad suficiente para mantener lo válido y desechar lo peligroso?, ¿cuáles son las repercusiones ecológicas de esta nueva situación?

Puesto que probablemente no estemos preparados para digerir estos cambios tan rápidos, los expertos en nutrición actualmente se esfuerzan para que no se pierdan —o para recuperar— los alimentos «de siempre» de nuestros hábitos alimentarios actuales.

En ese sentido, las palabras del filósofo alemán Ludwig Feuerbach (1804-1872) mantienen hoy una vigencia muy especial: «¿Quiere usted que las personas sean mejores? Pues entonces, en lugar de predicar contra el pecado, proporcióneles una alimentación mejor. El hombre es según lo que come. La alimentación humana es la base de su cultura y de su orientación».

Cómo cura la cebolla

Подняться наверх