Читать книгу El universo mental - Francesc Vieta - Страница 7

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La partida

La noche es oscura,

de acuerdo, pero…

¡mirad las estrellas!

Tendidos sobre el suelo…

observamos el cielo iluminado

El universo conocido es físico. Parece estar ahí afuera. Lo podemos observar. Y sin embargo formamos parte de él. Estamos en él. Los entendidos en la materia nos aseguran que todos los objetos de este universo se hallan unidos a través del espacio-tiempo. Comprender esta realidad supone un esfuerzo impresionante. Avanzar en dicha comprensión requiere una enorme ilusión, una increíble valentía y una profunda esperanza. Mostrar una nueva manera de entender algo tan grande, tan universal, es todo un desafío. Se dice que “En el universo físico hay más estrellas que granos de arena en todas las playas del mundo”. La luz de algunas de esas estrellas aún no nos ilumina, porque no han nacido o lo han hecho tan lejos y en un tiempo cósmico tan relativamente reciente, que para nosotros aún no existen; la luz de otras estrellas nos sigue llegando, a pesar de haber muerto hace ya tiempo. Es una cuestión de espacio, tiempo y de la velocidad de la luz en cruzarlo.

Existe otro universo que está inextricablemente unido al físico. Es el universo mental. También en el universo mental todos los objetos se hallan unidos a través del espacio-tiempo. La luz que cruza ese espacio-tiempo es la que da sentido a todas las cosas. En el universo mental esa luz es la conciencia, que nos permite conocer el Cosmos a través de la conexión emocional, cuya riqueza y gama de matices, quizás infinitos, intentamos captar, comprender y transmitir. La cantidad, la cualidad y la calidad de esta luz dependen, en primera instancia, del espacio y del tiempo.

Lo que conocen las disciplinas físicas acerca del universo del que formamos parte, puede servirnos de guía al navegar por el universo mental. El hecho de formar parte de ese cosmos físico, de estar compuestos en última instancia por los mismos elementos básicos, sigue despertando en muchos de nosotros el deseo de comprender cómo se conectan lo físico y lo mental. Si pensamos en el momento y el lugar actuales, veremos que hoy en día hay - a lo largo y ancho de nuestro pequeño planeta-, conocimientos suficientes para alcanzar un nivel de comprensión distinto. Muchos de estos conocimientos están desconectados. Distintos colectivos de personas, especialistas en diversos campos, estamos desarrollando, muy a menudo de forma aislada, saberes acerca de múltiples materias o aspectos de la realidad. Relacionar estos distintos conocimientos alberga grandes esperanzas: puede que nos conduzca a un nivel de comprensión más universal, que nos transforme como individuos y como especie.

En este cuento científico vamos a intentar honestamente guiarnos siempre por aquello más universal, en el sentido físico y mental del término…Por tanto, consideraremos al ser humano, a los animales, las plantas, los objetos, las estrellas, los planetas, todas las galaxias y quizás alguna sorpresa aún muy oscura, como elementos físicos que observamos con nuestra mente.

Nuestro viaje a través del universo mental comienza mirando las estrellas.


El universo mental

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