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Capítulo 1 Economía del crecimiento hacia adentro (“InwardLooking”)

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Este período comprende desde el final de la guerra civil española hasta mediados del año 1959.

Durante este tiempo la economía española se caracteriza por los siguientes rasgos distintivos:

 El mercado nacional estuvo cerrado a la competencia de los restantes países.

 La industria nacional era la única que suministraba sus productos al mercado interior español.

 Se protegía y se reservaba el mercado nacional a la incipiente industria española, para que el país pudiera experimentar el desarrollo económico que con tanta urgencia estaba necesitando.

 La razón principal que animaba a llevar a cabo una política económica de este signo, era desconfiar de que mediante la diversificación y la ampliación de las actividades productivas y comerciales se pudiera desarrollar nuestra economía.

Para poder alcanzar los objetivos enumerados en los párrafos anteriores, la política económica de este período utilizó los instrumentos que se indican a continuación:

 Se implantó una fuerte protección arancelaria.

 Estaba prohibido efectuar importaciones de gran número de artículos.

 Se promulgaron leyes que específicamente protegían a la industria nacional.

 Se estableció un fuerte control de las importaciones.

 La mayoría de las escasas importaciones realizadas se llevaron a cabo mediante el procedimiento de Comercio de Estado.

 Las restantes reducidas importaciones pudieron efectuarse después de cumplir los exigentes requisitos de las licencias de importación y los límites cuantitativos de los contingentes.

 Se estableció una paridad de la peseta muy por encima del tipo de cambio real, lo cual frenó las posibilidades de expansión de los sectores con mayores ventajas para la exportación, así como también propició una mayor formación de capital interior.

 El origen de la capitalización nacional fue doble, ya que de un lado intervino el sector público, y de otro lo hizo el sector privado.

 La capitalización de origen público se llevó a cabo fundamentalmente mediante las inversiones realizadas por las empresas públicas, las cuales asumieron un mayor riesgo y una menor rentabilidad empresarial.

 La inversión del sector privado que aumentó gracias a medidas de tipo monetario, de tipo fiscal, de fomento de la actividad exportadora, y de otro tipo, supuso un verdadero proceso de acumulación.

Los instrumentos utilizados para alcanzar los objetivos de la política económica de crecimiento "InwardLooking" produjeron los efectos económicos que se indican en los siguientes puntos:

 Las importaciones quedaron reducidas a la mínima expresión debido al empeño de las autoridades económicas de llevar a cabo una política de sustitución de importaciones.

 Al elevar por encima de su paridad real el tipo de cambio de la peseta, nuestras exportaciones fueron escasas por resultar más caras a los países compradores.

 La dimensión del mercado español era bastante escasa, y ello no permitía conseguir economías de escala en la producción industrial, lo cual originaba unos crecientes costes de producción que alimentaban un permanente proceso inflacionario.

 La escasa productividad industrial, unida a la poca especialización de las empresas y a la dificultad existente para aprovisionar la materia prima y los bienes de equipo procedentes del exterior, daba como resultado un tejido industrial que nacía con claros síntomas de envejecimiento prematuro.

Cuando las autoridades políticas y económicas españolas comprendieron las enormes limitaciones que tenía la aplicación de una política de desarrollo "hacia adentro", comenzaron a plantearse una estrategia de cambio basada en una mayor apertura hacia el exterior.

Una economía que fue aplicada

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