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Conocer al cachorro para elegirlo bien
Un test para elegir al cachorro

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Este test, conocido con el nombre de su creador, el doctor William E. Campbell, fue estudiado expresamente para la persona que compra un perro. Su objetivo es valorar las cualidades psíquicas, y sirve para escoger el cachorro más adecuado para la casa en la que deberá vivir.


Se puede comprobar la atracción social del cachorro agachándose y dando unas palmadas para llamar su atención. (Fotografía de Visintini)


Para probar la aptitud para el seguimiento del cachorro, se debe caminar sin incitar al perro a que nos siga. (Fotografía de Visintini)


Son suficientes 30 segundos boca arriba para ver cómo responde a la constricción. (Fotografía de Visintini)


La tendencia a la dominación del perro se valora levantando al cachorro pasándole las manos por la barriga. (Fotografía de Visintini)

Test de Campbell

PREPARACIÓN


El test debe ser realizado entre las seis y las ocho semanas de edad, por una persona que el cachorro no conozca, en un lugar nuevo para él y que no le ofrezca posibilidades de distraerse (por ejemplo, en un cercado). Mientras dure el test no hay que hablar nunca al cachorro, ni felicitarlo o acariciarlo.

El pequeño debe ser manejado siempre con cuidado, y no nos preocuparemos si orina o defeca (si lo hace, no limpiaremos hasta que hayamos finalizado la prueba).



Identificaremos cada cachorro con una letra (A, B, C, etc.). En la columna correspondiente a cada letra marcaremos la valoración obtenida en cada prueba (md = muy dominante; d = dominante; s = sumiso; ms = muy sumiso; i = inhibido).


DESARROLLO


1. Atracción social: apenas hayamos entrado en el recinto, nos alejaremos del cachorro en la dirección opuesta a la que hayamos llegado, nos agacharemos y daremos una palmada para llamarle la atención, sin llamarlo. En una tabla anotaremos la respuesta más o menos rápida con la que acuda – o no— hacia nosotros.

2. Facilidad para el seguimiento: partiendo de un punto próximo al cachorro, nos alejaremos de él a un paso normal, sin hacer nada que pueda incitarlo a ir detrás de nosotros. Anotaremos su reacción en la tabla.

3. Respuesta a la obligación: nos arrodillaremos, colocaremos el cachorro boca arriba y lo mantendremos en esta posición (aguantándolo suavemente por el pecho con una mano) por espacio de 30 segundos. Anotaremos su reacción en la tabla.

4. Dominio social: nos agacharemos para acariciar tranquilamente al cachorro, empezando por la cabeza y avanzando hacia el cuello y el lomo. Anotaremos su reacción en la tabla.

5. Consentimiento a ser levantado: nos agacharemos, sujetaremos al cachorro por debajo de la barriga con los dedos entrelazados y lo levantaremos a un palmo del suelo por espacio de 30 segundos. Anotaremos su reacción en al tabla.


INTERPRETACIÓN


* Dos o más respuestas m d, con alguna d en otras partes del test: cachorro muy dominante y agresivo. En el futuro puede ser un perro mordedor. En lo que respecta al trabajo de guarda y defensa, necesitará una mano experta para el adiestramiento. No es un perro apto para principiantes.

* Tres o más respuestas d: cachorro que tiende a imponerse y a ser dominante. Es el mejor perro de trabajo, con el carácter necesario para llegar a ser un buen ejemplar, sin excesos en ningún sentido. Puede ser apto también para principiantes, especialmente si las otras respuestas son s y no m s. Dos o más respuestas m s, junto con respuestas d indican, por el contrario, un perro inseguro y no adecuado para inexpertos.

* Tres o más respuestas s: cachorro que se somete sin problemas, fácil de educar y de adiestrar, aunque no siempre posee las capacidades necesarias para trabajos de guarda y defensa.

* Dos o más respuestas m s, especialmente si se acompañan de alguna respuesta i: cachorro muy sumiso, con poca aptitud para el trabajo. Puede morder sólo para defenderse. En algunos casos se pueden obtener ataques discretos, pero se necesita mucha paciencia, tacto y, sobre todo, experiencia.

* Dos o más respuestas i, especialmente si una se refiere a la prueba de dominio social: cachorro difícil, tímido y que se inhibe del hombre. Si las respuestas i están acompañadas de respuestas m d o d puede ser desequilibrado. Totalmente desaconsejado para quien busca un perro de trabajo.

* Valoración promiscua: si un cachorro obtiene valoraciones contradictorias es preferible repetir el test en un lugar distinto. Si se obtiene el mismo resultado, el cachorro es imprevisible, por lo cual no debe considerarse adecuado para el trabajo.


OBSERVACIONES


Tal y como recuerda su creador, no debemos olvidar que este test fue elaborado para examinar las «tendencias del comportamiento» de los cachorros, que naturalmente pueden ser modificadas o potenciadas por factores ambientales y por el dueño, por lo cual las informaciones obtenidas deben considerarse como sugerencias.

Por otro lado, el test está condicionado por la persona que lo realiza. Por lo tanto, no debemos conformarnos con saber que el criador ha llevado a cabo el test de Campbell a toda la camada, porque lo realmente útil es que lo realicemos nosotros mismos.[1]

Consejos para los nuevos propietarios*


• Permitir que el cachorro, aunque sea durante las primeras noches, duerma en la habitación de los dueños, porque podría llorar y ladrar a causa de la separación repentina de todos los componentes del grupo familiar; el cachorro dormirá toda la noche y logrará retener fácilmente la orina y las heces hasta la mañana siguiente. Si, por el contrario, se le deja solo, se despertará con frecuencia, se pondrá nervioso y evacuará cada vez que se despierte.

• Para propiciar la evacuación de orina y de heces en el exterior, debemos llevarlo a pasear varias veces al día (después de cada comida, después de dormir, para jugar, etc.) y felicitarlo cada vez que haga sus necesidades en un lugar correcto; es aconsejable no usar periódicos, porque esto podría dar pie a que el animal ya adulto evacuara dentro de casa, incluso sin periódicos).

• Es conveniente sacar a pasear al cachorro, tanto en la ciudad como en el campo, aunque el programa de vacunas no haya concluido; simplemente habrá que evitar las zonas frecuentadas por muchos perros para disminuir el riesgo de transmisión de enfermedades.

• Visitar por lo menos dos veces por semana un lugar ruidoso y concurrido, como por ejemplo un mercado, la estación ferroviaria, el centro de la ciudad el sábado por la mañana.

• Alentar al cachorro a acercarse a otros perros (de talla grande y pequeña, de sexo masculino y femenino) y a relacionarse con ellos; de este modo se perfecciona la comunicación y los rituales sociales.

• Favorecer el contacto entre el cachorro y los seres humanos (niños, mujeres, ancianos).


*Fuente «El criador aficionado y el criador profesional. La función del médico veterinario generalista», Dra. Sabrina Giussani – SISCA Observer octubre de 2002.

Conclusión


No es oportuno dejarse enternecer por el cachorro más pequeño o más tímido de la camada, aquel que se queda en un rincón y no va a buscar las caricias. Tampoco hay que buscar al más agresivo. Lo ideal es escoger uno de los que están en el centro del grupo, ni demasiado miedoso, ni demasiado independiente, que nos dará más garantías de equilibrio social.

Debemos asegurarnos de que el perro haya completado el desarrollo psíquico y físico que corresponde a su edad, y también que haya sido desparasitado y vacunado; si un criador (un particular, un comerciante o el titular del criadero) se preocupa de la salud de sus animales es porque los quiere. Puede ser una buena prueba para valorar la fiabilidad del vendedor, y con toda seguridad es una garantía de que el cachorro está sano.

Si se busca un perro adulto, intentaremos ponernos en contacto con el antiguo propietario para preguntarle acerca de los hábitos del animal.

El test de Campbell es un instrumento de valoración, aunque también deben considerarse otros factores: nuestras exigencias (que sea dócil, agresivo, juguetón), el gusto personal, el lugar en donde llevaremos al perro (casa de campo o piso de ciudad), etc. Además, para una valoración completa del carácter del animal hay que observarle, sin ser vistos, cómo se comporta con sus hermanos y padres, lo cual nos dará una idea del grado de socialización con sus similares.

Una buena elección es un buen inicio, pero la forma en que eduquemos a nuestro perro será decisiva.

1

Para un estudio más exhaustivo recomendamos el libro de B. Frosolini, Los test para conocer a su perro, Editorial De Vecchi, Barcelona, 1998.

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