Читать книгу La comunicación en la construcción del mundo social - Fredy Eduardo Vásquez - Страница 14
CONCLUSIONES
ОглавлениеDurante esta primera fase, el proyecto “Soberanía alimentaria y comunicación para la sostenibilidad” tuvo como propósito la identificación y caracterización de aquellos agentes que llevan a cabo prácticas orgánicas y/o agroecológicas. Aunque nuestro público objetivo estaba situado del lado de la producción y la circulación de estos productos, los análisis teóricos sobre la subjetividad no los desligan de los consumidores los cuales empiezan a ser abordados más que desde la descripción de sus características con base en la práctica, desde la manera como sus presencias completan el circuito y constituyen así mismo las subjetividades de productores e intermediarios.
Abordar este tema con base en las categorías de soberanía alimentaria y agroecología nos empezó a constreñir el escenario de las actividades puesto que ambos conceptos implican posiciones políticas evidentes. Las experiencias que se alinean a su alrededor están muy articuladas al activismo intelectual de cierto grupo de académicos que hacen de éste, un grupo muy singular y restringido. Por esta razón, decidimos ampliar nuestras observaciones a prácticas de producción y circulación de productos agroecológicos y/u orgánicos que implicaran subjetividades que, aunque no respondieran estrictamente a los principios agroecológicos estuvieran gravitando a su alrededor. Con esta decisión, nos acercamos a experiencias de agricultura limpia, agricultura orgánica, huertos urbanos, en las cuales se negocian los principios agroecológicos, como por ejemplo la concepción del espacio como un sistema autocontenido o los principios de autonomía y libre decisión sobre el consumo de productos agrícolas.
Desde el punto de vista de los agentes que participan en esta cadena en sus dos primeras fases, hemos podido identificar tres tipos de motivaciones: una, muy evidente, responde a los deseos de un cuerpo saludable y una vida sin enfermedad. Esta posición es individualista y se asienta en la idea de bienestar y placer. Otra, que demanda acciones políticas de compromiso con el entorno ambiental, social y económico que nos circunscribe. Se revela contra los dispositivos biopolíticos de las corporaciones de la alimentación y la producción de productos agroecológicos y/u orgánicos. Una tercera, intermedia entre las anteriormente mencionadas, que promueve un activismo ciudadano y en la cual la dimensión productiva es apenas una de las múltiples manifestaciones que ponen en escena. Expresiones artísticas alternativas acompañan este universo de productos sanos, políticamente correctos.
La conformación de personas alrededor de estas prácticas es también muy variada. Académicos activistas, estudiantes universitarios, productores campesinos, productores urbanos que viven en ambientes rurales, son quienes ocupan las posiciones de liderazgo. Sin embargo, como relatamos, en algunas experiencias, los liderazgos son blandos, imperceptibles, la idea es promover el encuentro y desaparecer hasta nueva orden. Sin cronogramas, ni planes que indiquen una visión de futuro. Son experiencias móviles construidas al filo de la oportunidad.
Entre los intermediarios coinciden los interesados por lo saludable con estilos de comunicación muy difusionistas, mientras que quienes expresan relaciones más complejas y políticas con el entorno, desarrollan estilos de comunicación más dialogales y participativos.
Esta investigación, por sus dimensiones teóricas y de intervención, y por las características mismas de su temática, nos ha llevado a experimentar el proceso de actividades diversas que ocurren simultáneamente en el ámbito escogido. Tal diversidad nos enfrenta con conocimientos muy formalizados y especializados hasta conocimientos experienciales y acciones que responden sólo al deseo de hacer parte de comunidades alternativas que movilizan a la sociedad civil.
Las experiencias recogidas se desarrollan a nivel urbano y rural. Todas se vislumbran como prácticas de transformación social que responden no solo a diferentes posturas políticas y existenciales, sino también a nuevas realidades y retos a nivel individual y colectivo las cuales dan prioridad al problema ambiental del planeta.
Otra de las características de estas experiencias es el trabajo transdisciplinar en el sentido de poner a conversar diferentes conocimientos disciplinares entre sí y a éstos con conocimientos legos, así como el reconocimiento del otro y de lo propio. Se observan en ellas subjetividades emergentes que van desde preocupaciones individuales por la salud y el bienestar hasta personas comprometidas con el destino colectivo. Es aquí donde los procesos de comunicación contribuyen a generar cambios, al facilitar el encuentro para la reflexión de todos los interesados en un mundo distinto del que hasta ahora nos ha sido posible.