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ОглавлениеAproximación a Lord Weary’s Castle: análisis de “The Exile’s Return”
Each moment is the fruit of forty thousand years.
Thomas Wolfe
La elegía en Lord Weary’s Castle (1946) y su función en la construcción del sistema imaginario de Lowell conforma el objeto de análisis del presente capítulo. De esta forma, nos centraremos en el poema “The Exile’s Return” como umbral y contextualización. Posteriormente desplazaremos nuestro objeto de análisis hacia las secuencias elegíacas “The Quaker Graveyard in Nantucket” y “In Memory of Arthur Winslow”. Randall Jarrell en el ensayo “From the Kingdom of Necessity”, tal vez en una simplificación excesiva, expresa que la organización de los poemas en el libro titulado Lord Weary’s Castle obedece a dos posibles fuerzas y tensiones, de lo abierto a lo cerrado o de lo cerrado hacia lo abierto:
The poems can have two possible movements or organizations: they can move from what is closed to what is open, or from what is open to what is closed. The second of these organizations – which corresponds to an ‘unhappy ending’ – is less common, though there are many good examples of it: “The Exile’s Return”, with its menacing Voi ch’entrate that transforms the exile’s old home into a place where even hope must be abandoned; the harsh and extraordinary “Between the Porch and the Altar”, with its four parts each ending in constriction and frustration, and its hero who cannot get free of his mother, her punishments, and her world even by dying [...] But normally the poems move into liberation. Even death is seen as liberation, a widening into darkness: that old closed system Grandfather Arthur Winslow, dying of cancer in his adjusted bed [...] (Randall Jarrell 1961: 183)
Lord Weary’s Castle se compone de la revisión de diez poemas incluidos anteriormente en Land of Unlikeness (1944), a los que se suman treinta nuevos poemas11. Según iremos viendo, existe cierta circularidad configurada entre el primer poema y el último, “The Exile’s Return” y “Where the Rainbow Ends”, un marco que contiene secuencias que respiran de forma más independiente y fragmentaria que, digamos, calculadamente estructurados en torno a una esencia u objetivo que desencadene la dinámica del proceso poético, como son las elegías “In Memory of Arthur Winslow” y “The Quaker Graveyard in Nantucket”. A pesar de ello, el primer poema, “The Exile’s Return” anuncia sin duda el umbral al que tanto el proceso poético como el lector se ven abocados a traspasar:
The Exile’s Return
There mounts in squalls a sort of rusty mire,
Not ice, not snow, to leaguer the Hôtel
De Ville, where braced pig-iron dragons grip
The blizzard to their rigor mortis. A bell
Grumbles when the reverberations strip
The thatching from its spire,
The search-guns click and spit and split up timber
And nick the slate roofs on the Holstenwall
Where torn-up tilestones crown the victor. Fall
And winter, spring and summer, guns unlimber
And lumber down the narrow gabled street
Past your gray, sorry and ancestral house
Where the dynamited walnut tree
Shadows a squat, old, wind-torn gate and cows
The Yankee commandant. You will not see
Strutting children or meet
The peg-leg and reproachful chancellor
With a forget-me-not in his button-hole
When the unseasoned liberators roll
Into the Market Square, ground arms before
The Rathaus; but already lily-stands
Burgeon the risen Rhineland, and a rough
Cathedral lifts its eye. Pleasant enough,
Voi ch’entrate, and your life is in your hands.
Este poema dibuja la ocupación de Alemania en la Segunda Guerra Mundial a través de la correspondencia mítica con la intertextualidad latente del descenso a los infiernos en el Inferno de Dante. Robert Lowell expresó públicamente que se inspiró en la novela Tonio Kröger de Thomas Mann para escribir este poema12. Él mismo utilizó el término “borrowing” respecto a esta obra en la última lectura que ofreció en el YMHA en Nueva York en 1976: “from Thomas Mann’s Tonio Kröger and it’s...about a German coming back...maybe a German jewish refugee coming back to Germany after it’s been blasted to pieces...I was very religious then...I am still but I hide it...then, I didn’t” (Lowell en Hamilton 1983). El título del poema hace referencia al trabajo de Malcolm Coeley titulado Exile’s Return que registra definiciones acerca de la llamada Lost Generation a partir de la odisea contemporánea (años 20) de Hemingway del mismo nombre (un concepto que pertenece originalmente a Gertrude Stein, quien identificaba a los escritores de esa década como la Generación Perdida).
Fundamentalmente, el poema relata la vuelta de un personaje cuyo nombre no se explicita a su ciudad natal tras la guerra. De esta forma, en el poema se expresa la visión de un infierno exterior al que hay que sumar el infierno de la guerra inmediatamente anterior, concentrada y enfocada también en la percepción sensorial de toda la información que el observador va recibiendo a medida que va caminando por el pueblo.
La recreación poemática de esta situación intensa es especialmente interesante. Destaca la estructura prosódica, una gran densidad aliterativa, asonancias, similicadencias, en definitiva, figuras que permiten recrear y evocar los sonidos y las imágenes que impactan en la sensibilidad de este observador (los ecos de Allen Tate son inequívocos). La rima sigue una cuidada estructura donde a pesar de no existir división estrófica los versos se agrupan en cinco secciones:
1ª sección: seis versos rimados en [a-b-c-b-c-a]
2ª sección: cuatro versos rimados en [a-b-b-a]
3ª sección: seis versos rimados en [a-b-c-b-c-a]
4ª sección: cuatro versos rimados en [a-b-b-a]
5ª sección: cuatro versos rimados en [a-b-b-a]
Por lo tanto existen dos patrones que afectan a la rima y que se alternan (6, 4, 6, 4, y finalmente 4) a lo largo del poema rompiendo la monotonía que significaría el seguimiento de un solo patrón. Los cuatro últimos versos introducidos por la conjunción adversativa concluyen de forma inquietante el poema confirmando la escena depresiva que se describe a lo largo del mismo. Esta escena exterior refleja, asimismo, el estado interior del que observa, que viene definida de forma característica por la negación del objeto: “not ice, not snow”, “you will not see”, contrastando finalmente con la expresión “pleasant enough” creando una cierta asimetría irónica respecto a lo que se está expresando. Incluso la flor que viste el “reproachful chancellor” parece conllevar una calculada desazón en cohesión con el título: “with a forget-me-not in his button-hole”. Según Rodríguez Monroy, “en la versión lowelliana el sentimiento se exacerba y la descripción se retuerce. En el relato de Mann, al volver Tonio a su ciudad natal es confundido con un criminal. Lowell se identifica en este sentido con el protagonista” (Rodríguez Monroy 1990: 93).
Observemos ahora la descripción que abre el poema con “rusty mire” y la utilización de “leaguer” para describir la acumulación del fango alrededor del hotel. Se podrían haber usado una multiplicidad de verbos, pero el poeta elige este verbo de acepción militar en cohesión con el campo semántico predominante del poema y a su vez readaptando la semántica del poema “Aeneas at Washington” de Allen Tate. Asimismo, la personificación de los dragones de hierro parece apropiarse del alma del observador a través del verbo “grip” que, como si de unas tenazas se tratara, ahoga el temporal junto a sí mismo. Cohesionando con esta percepción, el sujeto interpreta el sonido de la campana como “grumbles” que, junto a otros términos onomatopéyicos como “strip” y “thatching”, recrean visualmente tanto la escena exterior como la interior. Aquí radica la maestría de este poema temprano: la característica típicamente lowelliana de situar una sensibilidad en la estructura profunda que va pervirtiendo paulatinamente la estructura superficial recreándose en una extraordinaria elaboración de la textura del lenguaje. El sonido elaborado en los versos séptimo y octavo activan de forma sugerente la imaginación auditiva: “the search-guns click and spit and split up timber / And nick the slate roofs on the Holstenwall”, conformando así una alta concentración perceptiva en los detalles físicos de la escena que observa. Esta elegante estrategia será otro punto de contraste estructural respecto a los últimos cuatro versos, sobre todo el misterioso último verso, donde el detalle físico y concreto se torna abstracto e inefable en una activación intertextual de la tradición cultural.
La expresión del penúltimo verso “pleasant enough” reproduce de nuevo esa calculada desazón que venimos describiendo. El contraste con la expresión dantesca “Voi ch’entrate” crea un absoluto desconcierto si recordamos el pasaje de Dante en cuestión: se trata de la inscripción en las puertas del Infierno y versa: “Lasciate ogne speranza, Voi ch’intrate” (Inferno, III, 9). Resulta interesante la alusión el pronombre “voi” que engarza con el apóstrofe que aparece en el poema además del evidente guiño a los Cantos de Pound. Esta referencia cohesiona asimismo con el poema que cierra el libro expresando el juicio final que se cierne sobre la ciudad natal de Lowell, Boston.