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1. Mi yo y mi ser

HAZ UNA PAUSA, TOMA PAPEL Y LÁPIZ Y RESPONDE: ¿Quién soy?

Tus respuestas exponen: ¿nombre, profesión, rol (parental, social, laboral)? ¿Te reconoces en esa respuesta de manera íntegra?

Tu respuesta emerge del pensamiento, le dedicaste un espacio o quizás automáticamente lograste enunciarla.

Te invitamos a encontrar algo que no buscabas, la invitación es a descubrir tu ser, con este propósito nos situaremos en los tiempos más remotos.

La humanidad ha dejado sus huellas en la extensión temporal, que denominamos historia, concebida y analizada a partir de la secuencia de acontecimientos destacables en ese recorrido, abriendo o cerrando períodos.

Desde los inicios, el hombre ha buscado responder las poderosas preguntas formuladas sobre su propia existencia:

• ¿Quién soy?

• ¿Cómo se originó nuestra especie?

• ¿Cuál es nuestro propósito en el mundo?

Estos cuestionamientos generaron la creación de relatos míticos que explican, de algún modo, diversos temas, hechos y elementos del universo en aquellos tiempos, sin la alternativa de un sustento científico. Aunque se constituyeron como una posible respuesta, es cierto que son insuficientes. Esta insuficiencia movilizó la búsqueda, promoviendo “la transformación de nuestras categorías mentales”, es decir, en la manera en que los seres humanos piensan sobre ellos mismos y sobre el mundo, como dice Rafael Echeverría.

Con la invención del alfabeto, aquellos poetas u oradores que explicaban el mundo, sus valores y su historia fueron, paulatinamente, desplazados por los textos transmisores de conocimientos escritos. Los personajes mitológicos, representaciones simbólicas de una comunidad, se constituyeron, en consecuencia, como ejemplos de esas representaciones, dado que las preguntas también fueron modificadas: “El énfasis se pone no en las acciones sino en el ser de las cosas . Con ello se abandona el lenguaje del devenir del pasado y se transita hacia una nueva forma de lenguaje: el lenguaje del ser ”, concluye Echeverría. La distinción entre teoría y práctica fue observada desde entonces.

El desplazamiento de un lenguaje de acción a un lenguaje de ideas propició el poder del pensamiento, el nacimiento de la filosofía y, más tarde, el pensamiento científico.

La racionalidad determinó el pensamiento occidental, la razón podía explicar todo, los seres humanos son capaces de conocer, mediante la razón, el verdadero ser de todo lo que los rodea.

Esta interpretación de la realidad fue sustentada por los metafísicos de la antigua Grecia.

Este paradigma asume que:

✓ Somos de una manera dada e inmutable.

✓ El cambio no existe.

✓ Conocer nuestro ser, desde esta perspectiva, facilitaría la vida.

✓ El ser precede al lenguaje.

✓ El lenguaje está al servicio de la razón.

La modernidad heredera del período anterior, la deriva metafísica, prosigue en esa línea de pensamiento articulada por el filósofo Descartes en una continuidad paradigmática:

• Se priorizó pensar (verbo que denomina un proceso interno) por sobre todas las acciones : Cogito, ergo sum , pienso, luego existo. René Descartes al indagar la existencia como fundamento del ser, en el acto mismo del pensar propio, jerarquizó la acción de pensar por sobre las restantes, subordinándolas al pensamiento.

• La razón es lo que nos hace humanos . Determinó la diferencia respecto a otras especies por esta capacidad.

• Yo soy yo mismo porque pienso que yo soy .

Descartes empoderó al individuo, YO, sacrificando al SER, fundado en el pensamiento racional, lógico, que en este sistema filosófico nos supone inmutables.

“Pensar y más precisamente la identificación con los pensamientos, es lo que mantiene nuestro ego, que especialmente en la sociedad occidental está fuera de control. (…) Los estados mentales negativos como son la rabia, el resentimiento, el miedo, la envidia, los celos, son productos del ego”. Eckhart Tolle (2020)

Existen diferentes perspectivas que abordan el YO con el propósito de definirlo.

La primera persona nombrada por los latinos como EGO, es aquella parte del ser humano que también piensa, siente y actúa y a la vez es consciente de sí misma y de que es distinta de los otros a su alrededor, explica la RAE.

Según la psicología es: El yo individual, considerado en su aspecto consciente. Se ocupa de la realización de las actividades psíquicas y del control de los impulsos del ello para adecuarlos a las posibilidades de la realidad externa.

Desde el punto de vista antropológico, en el análisis del parentesco, refiere a la persona que se toma como punto de partida.

Ciertas expresiones o muletillas presentan esa figura denominada EGO, socialmente, pero sin poseer una idea clara, reflejan lo que observamos en otros, por ejemplo:

“Su ego le impide reconocer que se ha equivocado”. “Ella tiene un ego muy desarrollado”.

Entonces:

Esa primera persona YO es una conversación interna (estructura de interpretación histórica).

Como tal, debe ser mantenida como algo que tengo, de otro modo, me tiene. Está comprometida a la autojustificación y la autogratificación. Es, metafóricamente, la máscara social, con la habilidad de hacerte creer que ES el SER.

¿QUÉ VOCES DERIVADAS DEL EGO CONOCES?

¿PODRÍAS DEFINIRLAS O EXPLICARLAS?

Nombremos algunas: egocentrismo, egotismo, egoísmo, egolatría.

Todas se caracterizan por destacar al yo por sobre los otros YO.

¿Cómo se alimenta el EGO?

✓ Con un pensamiento recurrente automático, que no contempla la posibilidad que somos. (Se observa el pasado interpelando a ese quien fui para llevarlo al futuro, incapaz de considerar la posibilidad presente, quién estoy siendo).

✓ Evidenciando resistencia a la transformación, intentando permanecer en un determinado modelo mental (que a menudo nos mantiene en la esclavitud).

✓ Queriendo perpetuarse (busca siempre un porqué).

✓ En la búsqueda de controlar y cuidar la imagen (un deber ser, una forma de ser adecuada, apropiada, correcta para el mundo).

✓ Proyectando en otros a sí mismo (el resto de los seres humanos deben responder a su modelo o criterio, semejantes a él).

✓ Las emociones lo lideran (buenas compañeras, pésimas líderes).

✓ Universo (su cosmovisión es la única validada).

✓ En su circularidad (somos el ombligo del mundo, nuestro mundo, nos interesamos por una única persona en el universo, Yo).

Otras perspectivas nos ofrecen miradas diferentes respecto al paradigma metafísico.

Las diversas disciplinas que contemplan, analizan y conceptualizan las acciones humanas ensayaron sus propias respuestas sobre el SER. El lenguaje siempre vehiculizó esas interpretaciones, subrayando la observación sociológica, psicológica, económica, médica, filosófica, etc. Por ejemplo:

• Los sociólogos dicen que somos seres sociales, que nuestra naturaleza es vivir en grupos.

• Los psicólogos dicen que somos seres psicológicos, que nos pasan cosas por dentro.

• Los economistas dicen que somos seres económicos, que nos movemos en un intercambio constante de productos.

Martín Heidegger, filósofo, sostiene la provocadora y desafiante afirmación de que el SER, a partir de Parménides, ha caído en el olvido. Cuestiona los supuestos básicos de los metafísicos griegos y el cartesianismo. Heidegger continúa la línea filosófica de Heráclito para construir una nueva respuesta.

El pensador alemán considera que las primeras grietas de este olvido aparecieron en el momento especulativo en que la verdad y actividad del ser como acto fueron sustituidas por la prioridad de la esencia como contenido real. Una concepción del ser que comienza con el esencialismo platónico y que ha originado, lo que Heidegger denomina como la desontologización del ser, la caída y pérdida del ser, en el sentido de que el ser, de forma progresiva, se ha ido vaciando de su contenido existencial, desembocando en el olvido especulativo.

En su afán por recuperar al Ser, avanza en su análisis ontológico del Ser ahí (dasein: el arrojado en el mundo, el ahí del ser). El hombre es ese ser privilegiado que se pregunta por el “ser”, siente la presencia de la nada, de la muerte.

La ontología es el vocablo propuesto por la filosofía para designar “el estudio del ser”. Hace referencia a nuestra comprensión genérica, a nuestra interpretación de lo que significa ser humano. Hay algo en nuestra naturaleza que es la esencia de quiénes somos.

Heidegger se pregunta por la explicación de la naturaleza de algo desde sí mismo, de cuál es el Ser desde su propio punto de vista.

La ontología del lenguaje reúne los aportes de diversas disciplinas para construir un sustento teórico desde el que interpretemos los fenómenos humanos y postula:

• El ser vive en el lenguaje. Los seres humanos son seres lingüísticos, seres que viven en el lenguaje.

• El lenguaje es la casa del ser. La experiencia humana, lo que para los seres humanos representa la experiencia de existencia se realiza desde el lenguaje.

• El lenguaje nos permite existir como seres que pueden autoconocerse, evolucionar, crear comunidades, edificar, matar, amar.

• Todos los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él.

El protagonismo del lenguaje en esta perspectiva permite la observación y la transformación dado que la constante en nuestro SER es la posibilidad de estar siendo. El cambio y el tiempo son elementos constitutivos de este.

Convivencia: ego y ser

Ser y ego conviven, quizás en forma desleal el ego olvida esta relación para solaparlo.

El Ego definido por el paradigma metafísico es psicológico, vive en la emoción: piensa, siente, desea, quiere.

Su lenguaje expresa:

✓ Lo que quiero

✓ Lo que siento

✓ Lo que deseo

✓ Lo que pienso

Me lleva a ser quien no soy, me hace creer lo que pienso que soy, yo no soy lo que pienso, soy lo que soy. Es muy listo me hace creer que soy lo que pienso.

ME HABLA DE MÍ.

Mi ego responde a la sociedad desde la transparencia cultural.

El Ser generativo definido en la ontología vive en el lenguaje.

Su lenguaje expresa:

✓ Yo soy, en mi declaración, te permite ser quien sos.

✓ Yo soy mi compromiso, soy lo que es mi compromiso.

✓ Yo soy quien elijo ser, el ser no lucha, no se resiste.

Mi ser se observa en sus tres dominios (lenguaje, emoción y cuerpo) gracias a su capacidad ontológica.

YO LE HABLO.

Aquí cabe cuestionarse:

• ¿Cuáles son las preguntas que nos provocan?

• ¿Realmente es esa la intención de quién pregunta o tu ego no acepta sus errores?

• ¿Por qué somos capaces de reconocer defectos en otros y no en nosotros?

• ¿Por qué hiero a quienes amo?

La ontología nos sitúa como responsables de tres aspectos que pertenecen

al Ser:

• Lo que decimos

• Lo que escuchamos

• A lo que estamos comprometidos

Somos responsables de todo lo que decimos, de aquello que escuchamos y la interpretación que pegamos a lo escuchado, dado que ambos se conectan con nuestro compromiso.

HABLAMOS Y ESCUCHAMOS PARA NUESTROS COMPROMISOS.

¿Con qué estás comprometido, con tu ego o con tu ser?

El compromiso con el Ser permitirá observar la emergencia del YO.

El Ego aparecerá, es el quiebre, no es la constante, cuando habitamos el Ser.

Podemos elegir quiénes deseamos ser, la transformación se desarrolla a un nivel más profundo que el cambio, requiere de tu compromiso para dejar la máscara que la cultura te impone.

El pasado y el futuro son solo una historia. ¿Qué historia te gusta? Comprométete con ella. Las acciones van a ser coherentes con tus compromisos, no con tus dogmas.

Ahora, haz el siguiente ejercicio:

1. Vuelve a tus respuestas iniciales.

2. Busca un espejo, mírate detenidamente.

3. Compara respuestas y reflejo ¿coincide con lo que ves?

4. ¿Qué cambiarías en tu vida para Ser quien eliges?

Ser para crecer

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