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Contexto en México. ¿Por qué emprender?

Emprender en México es alejar la miseria,

buscar la justicia, transformar las comunidades.

Gregorio Chávez Ortega

México es un país de grandes retos que se pueden convertir en grandes oportunidades. Emprender en nuestros días, más que una moda pasajera, es una tendencia de vital sobrevivencia que, en el contexto mexicano, tiene su origen en los vértices intrínsecos a la realidad palpable de hambre, injusticia y necesidad de cambio en contraste con el deseo real, los constantes esfuerzos y programas de desarrollo que existen, ya sea de los gobiernos federal, estatal o municipal y de asociaciones privadas.

Según el sitio de negocios CNN Expansión, en su emisión de abril de 2013, en conjunto con la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), actualmente un 40% de egresados de instituciones de educación superior en el país se encuentran desempleados en un sistema desequilibrado; las empresas contratan al personal más calificado con el menor salario, además, para el sistema económico actual es imposible proveer puestos de trabajo a todos los egresados. Se prevé que para 2020 existirán más de 3 millones de profesionistas sin empleo, sumados a la gran cantidad de personas desempleadas que no han egresado de instituciones de educación superior, media superior u otros (2013).1

Ante tal situación, la sana ambición de emprender no nace sólo del sueño de tener prosperidad, sino de sobrevivir; en el crecimiento y adquisición de experiencia emprendedora (resistir siempre que sea viable), aprender a negociar y la obtención de aliados lleva al emprendedor a crecer. La realidad mexicana nos hermana a contribuir al desarrollo y crecimiento de los más cercanos a nosotros, nuestras familias, nuestra comunidad, entorno y cultura. La prosperidad en el emprendimiento mexicano es en sí una lucha constante por progresar, de manera que se puede definir el emprendimiento mexicano como el alejamiento de la miseria, la búsqueda de la justicia y la transformación de las comunidades. Cuando lo que se produce o se ofrece, cuando el impacto y el valor de la microempresa no daña a la sociedad, a la cultura, la economía y la naturaleza, el valor generado es trascendental, porque es un valor que se crea para los clientes, que hace que los emprendedores crezcan como seres humanos en su día a día, y que juntos busquen la transformación y mejora de la realidad.

La palabra emprender viene del latín inprenděre, que significa tomar con la mano, enganchar, aferrar. Si realizamos una búsqueda en internet, la mayoría de los resultados concuerdan que la palabra francesa entrepreneur, que desde principios del siglo XVI hacía referencia a los aventureros, los que realizaban expediciones; a principios del siglo XVIII el término se extendió a los constructores, para después así llamar a los que iniciaban una empresa.

El emprendimiento tiene muchas variantes de significado según los países y regiones en donde se realice, depende mucho de la “necesidad sentida” para otorgar una solución, un satisfactor; mas todos concuerdan en la generación de valor, de algo valioso por medio de un producto o servicio a los clientes, siendo éstos los que pagan por obtenerlo con impactos diferentes en la sociedad, cultura, naturaleza, etcétera.

Existen diferentes tipos de emprendimiento: científicos, tecnológicos, sociales, ambientales, culturales, tradicionales, digitales, por mencionar algunos, sin excluir o hacer coincidir de manera forzada cualquier emprendimiento con estas categorías, sino con el objetivo de acercarse a las bases, consecuencias, herramientas e impactos de los que se puede servir el emprendimiento para transformarse en realidad.

1 Ivonne Vargas Hernández. Desempleo aqueja al 40% de egresados. CNN Expansión. Consultado el 18 de diciembre de 2015: http://www.cnnexpansion.com/mi-carrera/2013/04/15/desempleo-predomina-en-profesionistas