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CAPÍTULO II

Los Marinos de la Postguerra del Pacífico: de Latorre a Montt


En este capítulo, se presentará una breve reseña biográfica de los principales líderes navales enfrentados en la Guerra Civil de 1891.

Por casualidades del destino, la mayoría de los principales actores navales de la revolución de 1891, el almirante Juan José Latorre y los capitanes de navío Jorge Montt, Francisco Molinas y Carlos Moraga, habían compartido toda una vida en la Armada: pertenecían a la misma generación de oficiales de Marina por haber sido compañeros de curso de la Escuela Naval de 1858, integrantes de la generación denominada por la historiografía como “El Curso de los Héroes”.

El vicealmirante Juan José Latorre

Según el historiador Francisco Encina, “Latorre era el marino chileno más distinguido de su generación, y solo era seguido por Montt”91.


Vicealmirante Juan José Latorre Benavente. Grabado de la revista La Ilustración Española y Americana, Madrid.

Héroe de la Guerra del Pacífico de renombre mundial, ascendió en dos oportunidades al grado superior por sus méritos en combate. Fue senador, consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores, y “personifica en la Marina de Chile los mejores hechos de armas que se realizaron en la guerra de 1879”92.

Nació en Santiago en 1846. Realizó sus primeros estudios junto con Carlos Condell en el English College de Valparaíso, uno de los mejores colegios de la época a nivel nacional. En mayo de 1858, ingresó a la Escuela Naval, graduándose como guardiamarina en 1861 y obteniendo el octavo lugar entre 27 alumnos, pero sería el primero en ascender a capitán de navío y a contralmirante93.

Inició su carrera naval embarcándose, sucesivamente, en el vapor Independencia, la corbeta Esmeralda, el vapor Maipú y, nuevamente, en la Esmeralda. En este último buque, durante la guerra contra España, participó en el combate naval de Papudo junto con Arturo Prat y Jorge Montt, entre otros, capturando a la goleta Covadonga. Ascendió a teniente 2° en noviembre de 1865, participando en el combate de Abtao el 7 de febrero de 1866.

En 1867, fue destinado al vapor Arauco como segundo comandante y, posteriormente, desempeñó la misma función en el vapor Abtao. En abril de 1871, ya como teniente 1°, fue destinado a la corbeta O´Higgins.

En 1873, ascendió al grado de capitán de corbeta, asumiendo el mando del vapor Toltén y, en 1876, el de la cañonera Magallanes, efectuando diversos trabajos hidrográficos en el área austral de Chile94. Ascendió a capitán de fragata en 1877 y, con su dotación, contribuyó a controlar el denominado “Motín de los Artilleros” que estalló en Punta Arenas. En enero de 1878, fue designado comandante de la corbeta O´Higgins, volviendo a asumir el mando de la cañonera Magallanes en diciembre de ese mismo año.

En el combate de Chipana, la primera acción naval de la Guerra del Pacífico, Latorre enfrentó con gran valentía a dos corbetas peruanas que sumaban 22 cañones contra solo 3 de la cañonera Magallanes, abriéndose paso a cañonazos entre las corbetas Unión y Pilcomayo. Por esta acción, Vicuña Mackenna efectuó una colecta nacional y le regaló a Latorre un reloj de oro95.

Combatió, por primera vez, contra el blindado Huáscar, en el combate que la historiografía ha denominado como “La noche feliz de Latorre”, el 10 de julio de 1879 en Iquique, demostrando gran habilidad marinera y arrojo. En esta acción, el Huáscar intentaría espolonear en 3 ocasiones a la Magallanes, sin éxito. Después de este combate, se acrecentó su fama, porque los chilenos no se habían olvidado del combate de Chipana96, y “la opinión pública evidencia con claridad sus simpatías hacia Latorre como el marino que puede enfrentar y vencer a Grau”97. Volvería a combatir contra el Huáscar el 28 de agosto cuando ese buque intentó cortar el cable submarino en Antofagasta, también en una acción nocturna.

En otra oportunidad, la buena suerte de Latorre le permitiría capturar a un bote torpedero de 10 metros de eslora, a bordo del cual se encontraba el jefe del departamento de torpedos del Perú, el ingeniero Scott98.

En septiembre de 1879, el Gobierno chileno reorganizó las fuerzas navales para intentar aniquilar al poder naval peruano, asignándole a Latorre el mando del mejor buque de la Escuadra: el blindado Cochrane, buque recientemente reparado y carenado, junto con el derecho de escoger a su dotación.

En la batalla naval de Angamos, el 8 de octubre de 1879, Latorre se consumó como un eximio táctico, demostrando una alta eficiencia en combate. Un proyectil de la primera salva artillera del blindado Cochrane penetró la coraza del Huáscar y estalló en su torre de artillería, causando la muerte de más de una decena de artilleros. Otro proyectil cortó la cadena que controlaba el timón del buque y otra granada impactó en la torre blindada del Huáscar, pulverizando al almirante Grau. Finalmente, con el apoyo del blindado Blanco Encalada, en la última parte de esta acción bélica, el Huáscar fue capturado, logrando el control del mar para Chile.

Posterior a la batalla de Angamos, Latorre “se convierte en el marino con vida más querido, popular y respetado de país”99, alcanzando fama mundial, conquistando con esta acción “nuevos y eternos laureles al ya famoso curso de los héroes”. En reconocimiento al éxito alcanzado, fue ascendido al grado de capitán de navío.

El 2 de noviembre, participó en el asalto anfibio de Pisagua y, el 6 de junio de 1880, en el bombardeo Arica. Entre el 13 y el 15 de enero de 1881, participó en las batallas de Chorrillos y Miraflores. El 14 de febrero de 1881, fue designado como Comandante en Jefe de la Escuadra, cargo que ejerció hasta su disolución el 15 de octubre, asumiendo, posteriormente, como comandante de la División Naval en el Callao.

En diciembre de 1882, fue destinado a Europa a inspeccionar el crucero Prat, cuya construcción había sido encargada en 1879, buque que fue rechazado por no cumplir algunas especificaciones técnicas, siendo vendido al Japón100.

El 5 de junio de 1884, ascendió a contralmirante y fue designado por el Presidente Santa María como jefe de una comisión para determinar las mejores opciones para modernizar a los blindados Blanco Encalada y Cochrane. En septiembre de ese año, concluyó su estudio, estableciendo la conveniencia de dotarlos de nuevos cañones de retrocarga de 203 mm, de 4 cañones de 120 mm y de torpedos Whitehead.

En noviembre de 1884, fue destinado a Europa, permaneciendo en ese continente por casi siete años, con una corta interrupción, ocupándose, inicialmente, de supervigilar la modernización de los blindados Blanco Encalada y Cochrane y, posteriormente, de contratar e inspeccionar técnicamente la construcción de los buques incluidos en el plan de modernización naval impulsado por el Presidente Balmaceda.

A principios de 1887, cumplida su primera comisión en Europa, Latorre regresó a Chile, siendo designado, el 7 de marzo, como Comandante General de Marina. Pero el Presidente Balmaceda lo envió de nuevo a Europa en agosto de ese año y en esta segunda comisión estableció su base de operaciones en París. El diario “Le Mondé Ilustré”101, del 20 de noviembre de 1887, publicó un artículo, insertando su retrato y un comentario que decía “acaba de llegar a París un hombre de la prolongada y sangrienta guerra en que tomaron parte tres repúblicas americanas: Perú, Bolivia y Chile. El contralmirante Latorre se ha formado una sólida reputación de hábil marino y táctico consumado”102. El gobierno de Francia lo distinguió con la condecoración “Comendador de la Legión de Honor” y el de Rusia, con la “Cruz de Santa Ana”.

Al almirante Latorre, le tocó el complejo proceso de adquirir los nuevos buques de guerra para la Armada en medio de un creciente clima de tensiones políticas en contra del Presidente Balmaceda en Chile. Requirió los servicios del famoso arquitecto naval británico Edward Reed, uno de los mejores de esa época, para el diseño del nuevo acorazado Prat en base a su propia experiencia operativa103.

Inicialmente, el “Plan Balmaceda” contemplaba la construcción de dos corbetas de propulsión mixta (a vela y vapor) para reemplazar a las corbetas O’Higgins y Chacabuco, dos cazatorpederos, dos escampavías, un acorazado y cañones para la defensa de costa. Latorre se opuso a la idea de construir esas dos corbetas, prevaleciendo su opinión y, finalmente, se contrató la construcción de dos buques más modernos: los cruceros Pinto y Errázuriz.

En enero de 1889, se recibieron 12 propuestas para la construcción del nuevo acorazado Prat. El astillero francés Forges et Chantiers de la Méditerranée demostró que la propuesta del constructor naval británico Edward Reed excedía en 300 toneladas lo permitido, con lo cual el buque no podría entrar al dique seco que se iba a construir en Talcahuano104. Siguiendo la recomendación de Latorre, el Presidente Balmaceda escogió la oferta del acorazado Prat propuesta por un astillero francés.

Esta decisión fue fuertemente resistida por el comandante Jorge Montt, quien, tras comandar el blindado Blanco Encalada, en su modernización en Gran Bretaña, había sido designado para comandar al nuevo acorazado Prat y era parte del equipo de trabajo establecido para evaluar las ofertas de construcción de este buque. Lo secundó en sus críticas el capitán de navío Luis Castillo, comandante del blindado Cochrane, en proceso de ser modernizado. Ambos oficiales argumentaron que los astilleros franceses carecían de la experiencia para construir este acorazado.

Como consecuencia de esta fuerte disputa profesional, el comandante Montt renunció al mando del acorazado Prat y el comandante Castillo fue relevado del mando del blindado Cochrane, regresando ambos a Chile105. Montt arribó a Chile en abril de 1889, asumiendo nuevamente como comandante del blindado Blanco Encalada.

Pese a que las relaciones entre Montt y Latorre habían quedado deterioradas por la elección del diseño del acorazado Prat, una vez que Montt fue designado como Presidente de la Junta de Gobierno Constitucional en Iquique, durante la Guerra Civil, le ofreció a Latorre un puesto en ella, puesto que fue rechazado por aquel.

El almirante Latorre sufría de cálculos al riñón y de diabetes. Por decreto supremo del 2 de junio de 1891, en medio de la Guerra Civil, se le concedieron 6 meses de licencia médica con autorización de permanecer en Europa.

En septiembre de 1891, Latorre fue separado del servicio naval, autoexiliándose en Francia al finalizar la Guerra Civil106. Regresó a Chile en 1894, una vez amnistiado, y fue electo como senador por el partido Liberal Democrático con una abrumadora mayoría. En 1897, fue designado como consejero de Estado y, en agosto de ese año, se le restituyó su grado de contralmirante. El 14 de abril de 1898, fue designado como ministro de Relaciones Exteriores, permaneciendo en el cargo hasta el 13 de diciembre de ese año.

Por ley del 12 de febrero de 1908, fue ascendido al grado de vicealmirante y se le concedieron los beneficios de ese grado en servicio activo. Falleció el 9 de julio de 1912, siendo despedidos sus restos por su compañero de curso, el vicealmirante Jorge Montt, Comandante General de Marina de la época, recibiendo el homenaje de decenas de miles de chilenos en unos honores fúnebres.

EL CONTRALMIRANTE FRANCISCO JAVIER MOLINAS GACITÚA

El historiador naval Fuenzalida Bade lo describe como “un hombre de excepción, de una preparación profesional extraordinaria, cumplidor y abnegado en todas las misiones que la superioridad de la Armada le asignó en toda su carrera naval”107.


Contralmirante Francisco Javier Molinas Gacitúa. Colección Archivo Histórico de la Armada.

Ingresó a la Escuela Naval en 1858, siendo compañero de Prat, Latorre y Montt, graduándose de guardiamarina con honores en 1861. Inició su carrera naval embarcándose, sucesivamente, en los siguientes buques: 1861, corbeta Esmeralda; 1862, bergantín mercante Catalina y la barca Dos Hermanos; 1863, nuevamente en la Esmeralda, fragata Chile y vapor Independencia.

En 1864, a bordo de la barca inglesa Calabar, efectuó un viaje de 140 días de duración a vela, vía Cabo de Hornos, hasta arribar a Liverpool, Inglaterra, integrándose a la comisión técnica, presidida por el almirante Roberto Simpson, encargada de la construcción de las corbetas O´Higgins y Chacabuco.

Durante la Guerra contra España, en 1865, se desempeñó como ayudante del Comandante General de Marina. En 1866, fue designado comandante del vapor Maule, y en 1867, se desempeñó como segundo comandante del vapor Ancud, ascendiendo a teniente 2°. En 1868, fue nombrado instructor de la Escuela Naval, desempeñándose 2 años en ese plantel. En 1870, embarcado en la corbeta O´Higgins, efectuó un viaje de instrucción con guardiamarinas a isla de Pascua. Ese año ascendió a teniente 1°.

En 1871, fue comisionado a Europa para adquirir material hidrográfico. En esta comisión, a petición del embajador de Chile en Francia, efectuó un estudio de los rifles disponibles para la infantería, recomendando la adquisición de los fusiles Comblain, lo que fue aprobado por el Ejército, siendo destinado a Bélgica a supervisar su fabricación.

Posteriormente, integró el grupo de inspección técnica de la cañonera Magallanes que se estaba construyendo en Inglaterra, siendo nombrado, en 1874, como su comandante y habiendo efectuado, por primera vez, la travesía de un buque de guerra nuevo desde Europa a Chile con tripulación chilena. En septiembre, asciende a capitán de corbeta y asume al mando del vapor Toltén.

En 1875, asumió como segundo comandante del blindado Cochrane, dirigiéndose, en enero de 1877, a Inglaterra a efectuar algunas reparaciones. En julio, el buque regresó a Chile, pero Francisco Molinas debió desembarcarse y permanecer en Inglaterra a causa de una seria enfermedad.

Al iniciarse la Guerra del Pacífico, se embarcó en la goleta Covadonga y, posteriormente, asumió el mando del transporte Loa, participando en la batalla naval de Angamos. En 1880, al mando del transporte Amazonas, participó del bloqueo de Mollendo en abril. En tránsito hacia Callao, cayó gravemente enfermo y debió ser desembarcado, desempeñándose por algún tiempo en los Arsenales de Marina.

En julio de 1880, ascendió a capitán de fragata, y fue designado como segundo comandante de los Arsenales de Marina. En mayo de 1881, asumió como Inspector de Máquinas de la Armada y, en 1889, como director de la Oficina de Faros y Capitanías de Puerto. Al iniciarse la Guerra Civil, asumió como Jefe del Estado Mayor de la Escuadra.

El 30 de agosto de 1891, fue nombrado Comandante General de Marina y, el 11 de noviembre de ese año, por decisión unánime del Congreso, ascendido al grado de contralmirante. El 3 de mayo de 1892, deja su cargo por una grave enfermedad, falleciendo el 20 de julio de ese año.

EL CAPITÁN DE NAVÍO CARLOS MORAGA SUZARTE

Carlos Moraga nació en Teno en 1846. Se desempeñó como comandante del cazatorpedero Condell y de la flotilla de cazatorpederos creada por el Gobierno durante la Guerra Civil de 1891, siendo el oficial naval balmacedista de mayor grado sirviendo a flote. También fue integrante del “Curso de los Héroes”, egresando de la Escuela Naval en 1861.


Capitán de navío Carlos Moraga Suzarte. Colección Archivo Histórico de la Armada.

Su primera destinación fue la corbeta Esmeralda. En 1863, se embarcó en la barca Gravina, en 1864, en el vapor Maipú y, en 1865, volvió a embarcarse en la Esmeralda, buque en el que permaneció hasta 1867. En 1868, fue transbordado al vapor Valdivia y, en 1869, ya como teniente 2°, al transporte Arauco. En 1872, ascendió a teniente 1° y fue destinado al transporte Abtao. En marzo de 1873, fue designado segundo comandante del vapor Ancud. En 1875, obtuvo el retiro voluntario de la Armada.

Al declararse la Guerra del Pacífico, se reincorporó a la Marina, asumiendo como segundo comandante de la corbeta Chacabuco, que estaba al mando del capitán de fragata Óscar Viel. En julio de 1880, ascendió al grado de capitán de corbeta y fue destinado como segundo comandante de la cañonera Pilcomayo, asumiendo como comandante de ese buque en enero de 1881, participando en las acciones navales de la Escuadra efectuadas en Arica, Callao, Ancón y Chancay, y en las batallas de Chorrillos y Miraflores. Poco antes de estas batallas, se ofreció como voluntario para levantar las minas que estaban sembradas en el puerto de Callao.

En la Guerra del Pacífico, adquirió la fama de ser un muy buen oficial artillero, “donde Moraga ponía el ojo, ponía la bala”108. A este oficial, le cupo la responsabilidad de probar el primer cañón Armstrong de retrocarga que este fabricante construyó y facilitó a la Armada de Chile para que fuera probado en forma operacional109. En 1881, fue designado Gobernador Marítimo de Talcahuano y, en 1885, se le concedió el retiro de la Armada, dedicándose luego a desarrollar actividades agrícolas en tierras de su propiedad en la Araucanía.

Al inicio de la Guerra Civil de 1891, fue llamado al servicio activo y se le designó inicialmente como comandante de las fuerzas balmacedistas de Valdivia con el grado de coronel de la Guardia Nacional. Posteriormente, con el grado de capitán de fragata, se reincorporó al servicio naval y el 21 de febrero, asumió el mando del cazatorpedero Condell y como jefe de la flotilla de cazatorpederos que se conformó en Buenos Aires110. El capitán de Ejército Julio Olid, quien sirvió bajo sus órdenes, embarcado durante la Guerra Civil, hizo una corta semblanza del comandante Moraga, que dice así:

“Dos cualidades se destacan dominantes en el carácter de Moraga: la franqueza y la audacia. Por franco es independiente en sus opiniones. Por audaz, es intransigente con el miedo que se llama respeto, cualidad que se desenvuelve con frecuencia entre persecuciones y arrestos. Además de las cualidades del valor y la lealtad que le son propias, Moraga posee en su carácter dos virtudes: la fidelidad a la amistad y el cumplimiento del deber. Puede sacrificarse por la obligación o por el cariño, pero jamás por la influencia y la traición”111.

Después del ataque en Caldera, que tuvo como resultado el hundimiento del blindado Blanco Encalada, el Presidente Balmaceda solicitó al Congreso su ascenso al grado de capitán de navío112.

Al finalizar la Guerra Civil, fue desvinculado de la Armada, viajando a Europa, Estados Unidos, Argentina y Brasil, y permaneció casi 2 años en el extranjero, participando en el movimiento revolucionario de este último país en 1894. Ese año Jorge Montt dictó una ley de amnistía y se le reconoció su derecho a pensión de retiro, regresando a Chile y fijando su residencia en Santiago.

Retornó al servicio naval en 1909, desempeñándose como Gobernador Marítimo de Mejillones hasta su fallecimiento ese mismo año113.

EL VICEALMIRANTE ÓSCAR VIEL TORO

Distinguido almirante que en su carrera naval participó en la guerra contra España, en la Guerra del Pacífico y en la Guerra Civil de 1891. Fue Gobernador de Magallanes, Intendente de Valparaíso y Comandante General de Marina. Este fue el oficial de mayor graduación que sirvió bajo las órdenes del Presidente Balmaceda en la Guerra Civil de 1891.


Vicealmirante Óscar Viel Toro. Imagen reproducida del libro Punta Arenas en su primer medio siglo, de Mateo Martinic.

Ingresó a la Escuela Militar en 1854, egresó como guardiamarina en 1855, embarcándose en la fragata Chile y, posteriormente, en el bergantín Ancud. En 1856, se embarcó en la fragata francesa Forte destino a Europa y regresó a Chile a bordo de la nueva corbeta Esmeralda. Se embarcó, en 1859, en la corbeta Constitución y posteriormente en los vapores Maule y Maipú.

En 1864, fue nombrado segundo comandante del vapor Independencia. En 1865, ascendió a teniente 1°, desempeñándose como segundo comandante del vapor Maipú. Asumió el mando del vapor Lautaro en la Guerra contra España, participando en el combate de Abtao. En 1867, ascendió a capitán de corbeta, siendo nombrado comandante del vapor Valdivia.

En noviembre de 1867, fue designado como Gobernador de Magallanes, impulsando por casi 9 años una serie de medidas dispuestas por el Gobierno para acelerar la colonización de la zona austral.

En 1872, ascendió a capitán de fragata. En 1874, fue designado como comandante del blindado Cochrane, recientemente arribado a Chile. En 1875, fue designado como comandante de la corbeta Chacabuco, desempeñándose en el área austral.

En la Guerra del Pacífico, hizo toda la campaña al mando de la corbeta Chacabuco, tomando parte en los bloqueos de Iquique, Arica, Pacocha, Mollendo y el Callao. Participó también en las batallas de Miraflores y Chorrillos.

De regreso a Valparaíso, en 1881, fue ascendido a capitán de navío y designado en el puesto equivalente al de Jefe del Estado Mayor de la Armada. El 22 de junio de 1886, ascendió a contralmirante. En 1889, viajó a los Estados Unidos para desempeñarse como delegado ante la Conferencia Internacional Marítima, desarrollada en Washington y, posteriormente, desarrolló una extensa comisión del servicio en Europa, regresando en noviembre de 1890 a Chile.

En enero de 1891, fue designado Intendente de Valparaíso y Comandante General de la Marina Balmacedista. Ese año ascendió a vicealmirante. Al finalizar la Guerra Civil, se autoexilió en Francia, falleciendo en París en septiembre de 1892.

EL VICEALMIRANTE JORGE MONTT ÁLVAREZ

“Hijo de la antigua Marina y padre de la nueva”114.

Fue el segundo almirante que ha ejercido la Presidencia de la República en nuestra historia, después del almirante Blanco Encalada. Líder de la Guerra Civil de 1891, Comandante General de Marina por 15 años y alcalde de Valparaíso por 3 años. Jorge Montt es uno de los oficiales de Marina con mayor tiempo de mando a flote en toda la historia de la Armada: 17 años115, y también de mayor tiempo de servicio en la Institución: 55 años.

En palabras del historiador Francisco Encina, “Montt fue el último Comandante en Jefe de la Escuadra en la Guerra del Pacífico, y era el marino más distinguido de su generación, después de Latorre”116.


Vicealmirante Jorge Montt Álvarez. Colección Archivo Histórico de la Armada.

A los 12 años de edad ingresó a la Escuela Naval, integrando, como ya hemos visto, “El Curso de los Héroes”, siendo compañero, entre otros, de Arturo Prat, Carlos Condell, Juan José Latorre, Francisco Javier Molinas, Luis Uribe Orrego y Carlos Moraga. En noviembre de 1861, egresó como guardiamarina.

El 26 de noviembre de 1865, en el combate de Papudo, en que se logró la captura de la goleta española Covadonga, Montt y sus compañeros de curso Arturo Prat y Juan José Latorre, entre otros, obtienen el ascenso a teniente 2° por méritos de combate y una medalla de oro concedida por Bolivia. El 9 de septiembre de 1869, ascendió a teniente 1°.

Montt siempre se caracterizó por ser muy buen amigo de sus compañeros de curso, especialmente de Prat, Latorre y Condell. Fue testigo del matrimonio de Arturo Prat con Carmela Carvajal el 5 de mayo de 1873117.

Asumió como comandante de la corbeta Esmeralda el 24 de noviembre de 1874 y, en diciembre de 1876, de la corbeta Abtao, hasta el 8 de marzo de 1877, fecha en que fue designado nuevamente como comandante de la Esmeralda, efectuando un viaje de instrucción a isla de Pascua y Tahití.

En septiembre de 1877, siendo capitán de fragata, contrajo matrimonio con Leonor Frederick Ledesma, hija de un marino inglés. Alejandro Frederick, su cuñado, se desempeñaba como oficial contador de uno de los buques de la Escuadra118.

Asumió el mando de la corbeta O’Higgins el 3 de diciembre de 1878 y, el 9 de febrero de 1879, zarpó trasladando tropas a Antofagasta. El 14 de febrero, desembarcó las tropas junto con las del blindado Blanco Encalada y Chile ocupó ese puerto. El 3 de abril, Montt zarpó al norte integrando la Escuadra de Williams Rebolledo. El 5, se declaró la guerra a Perú y Bolivia y se estableció el bloqueo del litoral norte. El 14 de junio de 1879, recaló a Valparaíso para reemplazar las calderas de su buque.

Participó en la batalla naval de Angamos, persiguiendo con su buque a la corbeta Unión, buque que logró escapar. El 2 de noviembre, participó en el asalto del morro de Arica y, posteriormente, en el bloqueo de Arica, Ilo y Mollendo. En abril de 1880, integró las fuerzas navales que bloqueaban Callao.

Por problemas con el Comandante en Jefe de la Escuadra, almirante Galvarino Riveros, fue destituido del mando de su buque, regresando a Valparaíso a principios de ese año. El 3 de junio de 1881, asumió el mando del blindado Blanco Encalada y en noviembre, el mando de la División Naval en el Perú.

En marzo de 1883, regresó a Valparaíso y, a fines de 1884, zarpó a Europa al mando de su buque, para efectuarle la modernización planificada en Gran Bretaña. Regresó a Chile en enero de 1887, y fue nombrado Gobernador Marítimo de Valparaíso. En noviembre de ese mismo año, fue designado para integrar la Misión Naval en Europa que seleccionaría la mejor propuesta para construir el nuevo acorazado Prat. Regresó a Chile en abril de 1889 y, el 23 de septiembre de ese año, volvió a asumir el mando del blindado Blanco Encalada.

El 8 de enero de 1890, Montt fue designado en el puesto equivalente al de Jefe de Estado Mayor de la Armada, pero, en marzo, el Presidente Balmaceda nombró como Comandante General de Marina al contralmirante Williams Rebolledo, que hasta el año anterior había estado prácticamente alejado del servicio naval desde su renuncia al mando de la Escuadra en 1879, siendo el comandante Montt destinado como Gobernador Marítimo de Valparaíso.

El 21 de julio de 1890, se produjo en Valparaíso una violenta huelga portuaria, réplica de las huelgas acaecidas en la zona norte, la cual no fue sofocada con la energía deseada por el Gobierno. El subsecretario de Guerra y Marina escribió una carta al almirante Williams, diciéndole que en Santiago se aseguraba que Montt había tenido alguna parte en la última huelga, sea cooperando con ella u omitiendo adoptar medidas efectivas para reprimirla, “esto hizo estallar de furia a Williams, que personalmente no había quedado conforme con la actuación del Gobernador Marítimo y mandó a buscar a Montt a su presencia. Esta entrevista dio lugar a un durísimo diálogo, después del cual Montt fue destituido de su mando”119.

El almirante Williams no solo lo destituyó del mando, sino que solicitó su retiro de la Armada el 25 de julio de 1890120. El Presidente Balmaceda no quiso extremar la sanción impuesta y dispuso mantener al comandante Montt en servicio en un puesto administrativo. Este incidente influyó, sin duda, en los sentimientos de Montt contrarios al Presidente Balmaceda, y también en la mayoría de los oficiales de la Armada, por ser Montt uno de los líderes más respetados de la Institución.

En plena Guerra Civil, a mediados de abril de 1891, Jorge Montt fue nombrado Presidente de la Junta de Gobierno Constitucional, con base en Iquique. Terminada la guerra, el 26 de diciembre de 1891, fue elegido en forma unánime por los electores del país, como Presidente de Chile, gobernando hasta 1896.

El almirante Montt como Presidente propició la reincorporación al servicio de la Armada de oficiales y gente de mar que habían participado en la Guerra Civil en el bando balmacedista. Como se lee en Revista de Marina: “al asumir el poder de la nación, supo desprenderse de su espada y trabajar para reestablecer la paz, manifestándose un gran estadista y un gobernante ecuánime, refrendando pasiones y conteniendo impaciencias, con su ejemplo y con su acción, prudente y enérgico”121. Al dejar la presidencia, Montt había convertido a la Marina de Chile en “la primera potencia marítima de la América española y la décima del mundo”122. El 10 de agosto de 1898, es nombrado Director General de la Armada, cargo que ejerció por 15 años, hasta el 10 de julio de 1913.

En diciembre de 1912, fue condecorado con la orden de San Miguel y de San Jorge de Gran Bretaña, que se le concedía el Título de Caballero123, distinción otorgada por primera vez por el Rey de Inglaterra a un extranjero. También fue condecorado por Austria, España, Alemania, Suecia, Italia y Argentina124.

Montt vivió con modestia y murió sin fortuna, demostrando un espíritu de probidad y honorabilidad intachables. Destacando sus cualidades de austeridad, Roberto Huneeus escribió: “al salir de la presidencia en 1896, como le ocurrió a Aníbal Pinto, en 1881, no tuvo Jorge Montt una casa donde reposar sus servicios prestados al país. Pinto y Montt gobernaron con facultades extraordinarias y dejaron la presidencia más pobres aún que cuando la asumieron…”125.

Retirado de la Armada, en julio de 1913, asumió como alcalde de Valparaíso, cargo que ejerció por 3 años. Falleció a los 76 años de edad, el día del aniversario del combate naval de Angamos, el 8 de octubre de 1922.

EL ALMIRANTE MONTT SEGÚN ALGUNOS DE SUS CONTEMPORÁNEOS

“Como marino, ha servido durante 50 años a la Patria, con abnegación y sin excusar sacrificios; como gobernante rigió sus destinos con inteligencia, con prudente firmeza y con espíritu de justicia, y tuvo siempre por norte el progreso, la paz y la grandeza de la República”126.

“Tuvo don Jorge Montt un carácter muy firme e independiente; y no es raro, en consecuencia, que no figurara jamás entre los favorecidos de sus jefes” 127.

“En todas sus actuaciones públicas y en su vida privada el almirante Montt ha demostrado una rectitud inflexible, sin solicitar jamás una ventaja, sin doblegar su altivez de su carácter, conquistándose los ascensos por méritos que nadie podía discutir. Como Presidente de la República, fue justo y generoso con los vencidos, supo borrar las huellas sociales de la Guerra Civil e impulsó el progreso del país en todos los órdenes. Rectitud, patriotismo, espíritu público, consagración absoluta a sus deberes: he ahí los rasgos del carácter de don Jorge Montt”128.

“La energía de su carácter, la rectitud de su criterio y su acrisolada honradez, son cualidades que lo enaltecen y que le han valido el prestigio y el respeto que goza dentro de la Institución, como fuera de ella”129.

“Por los combates de Papudo, Angamos y Pisagua ostenta las condecoraciones que le otorgó el Congreso Nacional, como asimismo 4 que le han discernido gobiernos extranjeros. Las condecoraciones suplen en él la falta de fortuna. El vicealmirante es pobre, entre las dos escuelas que dividen los actuales jefes superiores de las potencias navales, personal y material, el vicealmirante Montt pertenece a la primera, por su afán constante, por su decidido empeño llevado con tesonera firmeza, para dotar a la Marina de un personal capaz de llenar sus deberes en el momento que se requiera su actuación”130.

1891:  Historia naval de la Guerra Civil

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