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El efecto de pequeñas dosis de alcohol en la salud

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El término «alcohol saludable» puede parecer un oxímoron, pero cuando examinamos los orígenes del consumo de alcohol, es fácil entender el papel clave que juega en la salud humana. El alcohol fue la primera medicina del ser humano.

Nuestros ancestros hacían infusiones de plantas en alcohol para preparar jarabes para la tos y tinturas curativas. Los beneficios para la salud inherentes a las plantas se potenciaban a través del proceso de fermentación y se transferían fácilmente al paciente, ya que el alcohol también diluye la sangre, produciendo una absorción acelerada.

A medida que los humanos desarrollaron un mayor conocimiento de las plantas, nuestro consumo de tónicos hechos a base de hierbas, ya fueran alcohólicos o no, también aumentó. En el caso de la kombucha, las trazas de alcohol sirven para una doble función: extraen los compuestos nutritivos y curativos de las plantas y otros ingredientes, y actúan como un conservante.

La kombucha es una bebida tradicional para todos los públicos, fermentada de forma natural y con un bajo contenido en alcohol. Las bebidas fermentadas con bajo contenido en alcohol pueden alcanzar como mucho entre un 1 y un 2 por ciento de alcohol en volumen, normalmente mucho menos, y no producen embriaguez. Antaño consumidas en todo el mundo tanto por jóvenes como por mayores, han sido desplazadas en gran medida por los refrescos y las bebidas energéticas.

Sally Fallon, autora de Tradiciones culinarias, conjetura que «el apetito tanto de alcohol como de refrescos azucarados surge de la memoria ancestral colectiva, que recuerda el tipo de bebidas lactofermentadas que aún encontramos en las sociedades tradicionales. Estas bebidas reaniman el cuerpo cansado al suministrar los iones de minerales que perdemos a través del sudor, y contribuyen a una asimilación fácil y completa de los alimentos al suministrar lactobacilos, ácido láctico y enzimas». Sus palabras concuerdan con nuestra propia teoría: que los humanos tenemos un apetito instintivo por las bebidas carbonatadas porque la carbonatación es un sinónimo de nutrición (véase el epígrafe «¿Es la kombucha una bebida no alcohólica?» en la p. 370).

El gran libro de la kombucha

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