Читать книгу El inconsciente del niño - Helene Bonnaud - Страница 7
OBERTURA
ОглавлениеMe encontré con el psicoanálisis al tratar con niños en los inicios de mi práctica. A la cita, acudió la angustia, que indica que el objeto del que se trata es consistente, absoluto. El niño me tocaba de lleno, pero yo no lo sabía todavía con certeza. Por otro lado, la única experiencia de la infancia que tenía era la mía. Si bien esta me resultaba pasada y ya lejana, estaba sin embargo convocada en mi análisis. Fue en este lugar donde descubrí la importancia de la palabra y de la verdad —no la verdad objetiva de mi historia, sino el encadenamiento lógico de los acontecimientos de mi vida con lo que yo fui para el deseo del Otro.
El encuentro con la obra de Freud, al final de la adolescencia, no había hecho más que reforzar mi deseo de saber un poco más sobre la cosa. Quería saber cómo funciona esta ventana oscura que llamamos inconsciente. Mi primera lectura de Lacan fue algo más tardía. Compré un libro titulado Scilicet, que llevaba como subtítulos dos frases: «Tú puedes saber», y justo debajo, «Lo que piensa la École Freudienne de París».1 Emprendí mi propio análisis precisamente a partir de esta idea de poder saber.
Ha llegado para mí el momento de transmitir este «tú puedes saber» encontrado en el margen de mi práctica. Después de años de experiencia, mi curiosidad se mantiene viva. Acoger al otro es todavía lo que motiva mi presencia, de la misma manera que la certidumbre de que la palabra cuenta. De hecho, se trata de una práctica exigente y delicada que pone el juego el propio deseo. A veces es muy difícil saber cómo actuar ante los niños y ante sus padres, soportar sus angustias, sus expectativas o sus excesos...
Este libro se dirige de entrada a aquellos que se preguntan lo que es la práctica psicoanalítica con los niños cuando esta se inscribe en un marco terapéutico; cómo se sirve ella de los conceptos del psicoanálisis para orientar su acto. El anudamiento entre teoría y práctica me parece indispensable. Sin este anudamiento, la práctica se vuelve rutinaria, o peor aún, se lleva a cabo para solucionar una cuestión que quedó sin resolver. La práctica analítica no está fundada en la escucha del otro, aunque realmente lo parezca. Se apoya en el inconsciente y en la estructura que lo determina, y hace del síntoma una manifestación de su existencia. Es por el hecho de que un sujeto sufre sus síntomas por lo que el encuentro con un psicoanalista puede resultar necesario.
El psicoanálisis debe transmitirse sin la jerga que le perjudica. En este libro, he intentado mostrar, más que instruir; declarar algo una práctica más que teorizar sobre ella. Porque creer en el inconsciente2 —fórmula que Lacan utiliza para indicar que se trata de una creencia fundada en una decisión del sujeto— tiene consecuencias. La escritura de este libro es una de ellas.