Читать книгу El Messias en la Negra Nit - Ignacio Luis Caldarola - Страница 10
CAPÍTULO 2.
PANDEMIA
ОглавлениеA finales de enero del 2020 decidí volver a Buenos Aires de vacaciones. Ya se escuchaban algunas noticias sobre el Covid-19 pero no existían las restricciones que más tarde se iban a imponer. En Buenos Aires, voy a Tribunales para pedir una copia del expediente de mi adopción, un archivo de cientos de hojas. Ahí le pregunté a mi mamá cuánto habían pagado por mi, mi madre me quiso pegar por la pregunta y entonces salí de mi casa. Al otro dia tenia un vuelo a Barcelona pero estaba tan alterado por la situación del día anterior que no dormí en la casa de mis papás. Esa noche la pasé en las cañitas en la casa de un amigo. Esa misma tarde tomé el vuelo a Barcelona donde ya se escuchaban rumores sobre un virus desconocido. Días antes me había enterado por un correo que leí estando en Buenos Aires sobre las suspensión de mis actividades laborales en Fira por eso la huida de Argentina no era tan expeditiva. Decidí quedarme unos días más y finalmente partí a mi infierno catalán.
Estando en Barcelona regresé por unos días a la feria por una presentación de celulares y noté a los chinos usando barbijos y quedándose dormidos en todos lados. En ese momento empecé a darme cuenta que todo no iba como antes, la feria fue muy breve y el clima estaba enrarecido. La burbuja del covid ya había explotado.
A las semanas empezaron los confinamientos en toda la ciudad y yo me quedé sin trabajo, sin ingresos y sin pareja.
En esos días me peleé con mi ex y también con mi economía doméstica. Me doy cuenta que vivir solo era más económico que vivir en pareja porque tenía menos gastos que antes y toda la libertad del mundo. Él termina viviendo en la casa de un camello que casi me había matado por sobredosis en el pasado. Ante esta crisis decidí alquilar mi cuenta de Glovo a Agustin, un chico que conocí en un grupo por Facebook. Cuando Agustin no trabajaba con mi cuenta de Glovo, yo realizaba delivery de estupefacientes para otro camello sin tener en cuenta el riesgo que eso significaba para mi propia libertad. A eso se le suma que venía reclamando mi última nominación del trabajo de Fira–que hoy más de once meses sigo esperando-.
Para achicar costos y sabiendo que Agustin se había quedado sin casa, lo invité a que venga a vivir conmigo pero la convivencia con heterosexuales definitivamente no es para mí. La misma no funcionó porque el estaba muy pendiente de mi vida, de mis videos y claramente no trabajaba.