Читать книгу Delirios y afines (Compilación neurótica) - Ignacio Nazapatto - Страница 14
ОглавлениеDaño colateral
(Con la actuación estelar de Thomas Pánfilo, como Enriqueto)
Así terminaba su día, sorbiendo un chocolate caliente como si fuera whiskey, arremolinando un humo que hacía varios minutos tenía estacionado en una de sus orejas. De refilón, veía el matorral de afuera, las nubes cargadas yéndose al mar, luces lejanas flotando, cruzando de lado a lado parsimoniosamente, mientras el salitre inundaba el aire. La luna era callada por el éxodo hipnotizante de las gaseosas figuritas, y su cabeza no paraba.
Todo afuera de la casa era un hermoso caos encarnado en un espectáculo nocturno, mientras que adentro todo era caos también… pero en su obscura habitación, él se sentía a salvo de alguna forma, protegido de esa vehemencia con la que discutían sus compañeros de casa. Enriqueto sabía que, si decía algo, se iba a desatar una muy difícil, por eso se lo aguantó; por eso y porque no tolera ser interrumpido (más sabiendo lo que le cuesta expresarse correctamente). No se siente a gusto cuando le hacen preguntas inquisidoras, solo quiere disfrutar su brebaje caliente y su simpático cigarrillo.
Así fue cómo lo encontraron unos días más tarde, ya fallecido, sentado en su silla, una mano en su taza, una de ellas, una de sus manos… Aparentaba mucha paz, aunque la autopsia revelaría posteriormente, que la causa de muerte habría sido una complicada implosión, cuyo epicentro fue localizado en el distrito emocional de la víctima. Extraño caso, peculiar final… Por dentro yacía vacío, hueco, como quemado y cauterizado; por fuera, ni un rasguño.