Читать книгу Delirios y afines (Compilación neurótica) - Ignacio Nazapatto - Страница 15

Alcohol ético

Vivía solo en un cuarto de dimensiones paupérrimas, no tenía lugar ni para estar incómodo. Su única compañía era una botella verde de vidrio, ya vacía desde hace un número impar de días. Algo sorprendente era el hecho de que esta botella parecía rechazar el polvo, ya que nunca habría logrado cubrirla, ni siquiera sutilmente.

Cansado de vivir así, decidió tirarla a la basura. Y lo hizo. Pero no pudo deshacerse de la sombra verduzca que se había impregnado en la madera maltrecha de aquella mesa de mala muerte; la sombra de la botella trazaba una línea que la dividía en dos mitades desproporcionadas. Aquel desesperante y tentador contenedor ya no estaba, pero marcaba adrede su ausencia, desde la distancia.

La melancolía lo empezó a carcomer, frenéticamente empezó a extrañarla; pensó en ir a buscarla y se sintió como entrando en tierras próximas a la desesperación, galopando un caballo de ansiedad, sin riendas, jalando de esa crin de dignidad que, por fin, lo llevó a frenar a tiempo de dar la vuelta y cambiar el rumbo.

Dejó el trago y, a propósito, olvidó donde lo había dejado. Fue una decisión que maceró toda la noche y la hizo efectiva a la mañana siguiente, mientras que a duras penas se arreglaba el pelo, un poco la ropa y su tupida barba, para marcharse rumbo a su estable empleo en la destilería local.