Читать книгу Female Beatness: Mujeres, género y poesía en la generación Beat - Isabel Castelao Gómez - Страница 14

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La potencia de la voz de Kandel se encuentra en el hecho de detenerse en la minuciosidad del instante físico experimentado y revelar su fuerza de unión y vínculo interpersonal y espiritual, erradicando así fronteras de oposición entre lo femenino y lo masculino. De esta forma se genera la paradoja de que la autora socava los sistemas de género binarios que la poética Beat de autores varones frecuentemente alienta desde la expresión sexual, exponiendo la propia biología y esencia material de la sexualidad entre hombre y mujer. Como sugiere Polina Mackay en su estudio sobre la sexualidad en la literatura Beat, son las escritoras, y en particular las poetas las que, reescribiendo una perspectiva novedosa de la sexualidad femenina, consiguen introducir elementos en el discurso poético que irónicamente muestran la identidad de género como fluida, fronteriza y altamente expresiva (2017: 190). O en otras palabras, en la exposición de una marcada heterosexualidad transgresora enfocada en la interconexión y unión (o la falta de ella), estas poetas desestabilizan las diferencias entre hombres y mujeres y la concepción de una identidad de género rígida o esencialista, como muestra este fragmento de “Love-Last Poem” de Kandel:

I am not sure where I leave off, where you begin

is there a difference, here in these soft permeable membranes?

[…]

I want this, I want our bodies sleek with sweat

whispering, biting, sucking

I want the goodness of it, the way it wraps around us

and pulls us incredibly together

I want to come and come and come

with your arms holding me tight against you

I want you to explode that hot spurt of pleasure inside me

and I want to lie there with you

smelling the good smell of fuck that’s all over us

and you kiss me with that aching sweetness

and there is no end to this love

(en Peabody 104)

No estoy segura de dónde dejo de ser, dónde empiezas tú

¿es que hay diferencia, aquí en estas membranas suaves, permeables?

[…]

Esto es lo que quiero, el brillo del sudor en nuestros cuerpos

que susurran, muerden, sorben

quiero lo que tiene de bueno, el modo en que nos envuelve

e increíblemente nos acerca

me quiero correr y correr y correr

mientras me abrazas con fuerza contra ti

quiero que hagas explotar ese surtidor de placer dentro de mí

y quiero yacer aquí contigo

oliendo el buen aroma del follar que nos rodea

y me besas con esa dolorosa dulzura

y no hay final para este amor

La relación entre el yo/tú lírico como parte de un contexto erótico, espiritual o de inmediatez cotidiana a través de temáticas recurrentes de experiencia femenina, tales como la domesticidad, la maternidad, o las relaciones íntimas personales, es otra de las características de la creatividad de escritoras Beat. Alicia Ostriker denomina esta tendencia a establecer y afirmar una subjetividad poética femenina a través de la conexión con el otro en la poesía contemporánea de mujeres “el imperativo de la intimidad” (164). Mujeres poetas de la tercera generación Beat nacidas en los cuarenta, como Janine Pommy Vega y Anne Waldman, subrayan este aspecto en su poesía, llegando a un lirismo místico (en el caso de la primera) y a una visión colectiva transcendental (en el caso de la segunda) que diluyen las fronteras culturales establecidas entre los géneros y difuminan la diferencia que delimita las identidades femenina y masculina normativas. A través del vínculo, unión y conexión, ya sea de índole romántica, íntima, social o espiritual, logran una visión de la trascendencia poética diferente a la de la tradición masculina, la cual considera la desvinculación con las demandas de la realidad y las relaciones domésticas y heterosexuales necesaria para la libertad del ego creativo.

En Poems to Fernando, publicado a finales de los sesenta, Janine Pommy Vega medita sobre la experiencia de unión mística del amor romántico. Lo hace a través de recuerdos de la relación con su marido, el pintor peruano Fernando Vega, quien fallece de una sobredosis en Ibiza al poco tiempo de casarse. El libro de poemas lo publica City Lights Books al regreso del viaje catártico de la autora por Europa tras la muerte de su marido. En él mezcla, desde una voz de trovadora Beat sin ambigüedades de autoridad poética, experiencias intimistas y espirituales de conexión con paisajes naturales y con un objeto de deseo ya ausente, ensalzando la interconectividad entre el mundo, el otro y el “yo” poético. Maria Damon considera que parte de la originalidad del libro reside en el hecho de proponer una anti-ética Beat, al ensalzar la idealización romántica y la monogamia (207). Lo interesante es que Pommy Vega, a través de este aparente paso atrás, reescribe la unión del amor romántico destacando su capacidad de liberación y libertad. La voz poética se otorga la posición de agente (no de víctima) de un canto celebratorio al poder del amor entre hombre y mujer, más allá del cuerpo sexuado, y a través del viaje interior y geográfico:

And the flood will not flow over the gap in the land & the

gap be filled;

Still I receive from you what I would know, from a near

proximity:

this life for its miracle of unity, I don’t always

see/ and you show me;

Love reaches out beyond death/ & is met

in the universe

/He holds me up and trips me when I must fall.

For my love with you is deep as the space between stars

& that my song is sung before does not lessen its validity;

I speak to you, always as I would speak before or

write letters

to the space between clouds, that patch of sky—

or the sky deserting me, to that place invisible beyond me

I cannot see and do not let go,

O you know this!

(Pommy-Vega 15)

Y la riada no inundará el hueco en la tierra ni lo

colmará;

Aun así de ti recibo lo que habría de saber, de tal

proximidad:

esta vida en su milagrosa unidad, no siempre

veo / y tú me muestras;

El amor va más allá de la muerte / y se encuentra

en el universo

/Él me sostiene y me hace tropezar si he de caer.

Pues mi amor contigo es profundo como el espacio entre las estrellas

& no le quita mérito si le antecede mi canción;

a ti te hablo, siempre como hubiera hablado antes o

escrito cartas

al espacio entre las nubes, ese retazo de cielo

o el cielo que me abandona, a ese lugar invisible más

allá de mí

no veo y no me dejo ir,

¡Oh, lo sabes!

Anne Waldman, poeta de tercera generación Beat, es conocida por su prolífica carrera y por fundar, junto a Ginsberg, la Jack Kerouac School of Disembodied Poetics, una institución para la formación literaria que incorpora los principios del espíritu Beat. Nacida en una familia bohemia en pleno Village y siempre en contacto con círculos poéticos como la Escuela de Nueva York, es a partir de los setenta cuando fusiona una estética Beat proveniente de los autores clásicos con una ideología feminista madurada en el apogeo de la segunda ola y los derechos civiles en los Estados Unidos. El “feminismo Beat” de Waldman, como Peter Puchek lo denomina, se muestra sobre todo en Fast Speaking Woman (1975), obra de composición abierta, oral y basada en la performance que expresa una consciencia expansiva de inclusión y de conexión entre la pluralidad humana (239). El objetivo que Waldman explicita en sus ensayos de alcanzar una expresión andrógina, hermafrodita, una literatura transexual, transgenérica y travestida donde sea posible una transformación más allá del género (Mackay 2017: 190), se consigue en Fast Speaking Woman dando voz a la complementariedad entre energías masculinas y femeninas a través de figuras como la diosa hindú Kali (diosa de la vida y la destrucción). Esta obra, como indica R. Johnson, paradójicamente abraza una visión de transcendencia de la identidad de género, al tiempo que muestra la gran diversidad de las identidades y experiencias femeninas concretas desde su voz poética plural, como vemos en el fragmento a continuación:

I’m the woman waiting

The woman counting moments

A moment never existed & he walks in

I’m the woman who scribes this text

long after the animals lie down

Chopping wood outside the retreat hut

Stoking the fire with my little stick

A candle lit to light a teacher’s face

I learn by books

I learn by singing

I recite the chant of one hundred syllables

I write down my messages to the world

The wind carries them invisibly,

staccato impulses to the world

I’m the woman stirring the soup pot

The woman who makes circles

with her arms

Stirring, singing this song about the

Woman-Who-Does-Things

Many actions complete themselves

& repeat

she does this

I’m the woman who does these things

many actions carry words

I say them, women-who-signifies

I light the fire

I sit like a Buddha

I feed the animals outside the door

I blow out the lamp

(Waldman en Knight 291)

Soy la mujer a la espera

La mujer que cuenta los momentos

Un momento que no ha existido y entra él

Soy la mujer que copia este texto

mucho después de que descansen las fieras

Cortando troncos junto a la cabaña de retiro

Avivando el fuego con un palo

Una vela encendida sobre el rostro de una maestra

Aprendo de los libros

Aprendo cantando

Recito el canto de las cien sílabas

Escribo mis mensajes para el mundo

El viento los lleva invisible,

los impulsa en staccato hacia el mundo

Soy la mujer que remueve la sopa

La mujer que hace círculos

con los brazos

Removiento, cantando esta canción sobre la

Mujer-Que-Hace-Cosas

Muchas acciones se completan

& repiten

esto hace ella

Soy la mujer que hace estas cosas

muchas acciones llevan palabras

yo las digo, mujer-que-significa

yo enciendo el fuego

yo me siento como un Buda

yo doy de comer a las fieras de la puerta

yo apago la luz

Como indica Puchek, Waldman “roba el lenguaje del patriarcado para ilustrar la auto-expansividad femenina” (240),31 convirtiéndose en una oradora bárdica al estilo de Whitman o Ginsberg, pero basando su visión poética de la trascendencia en la potencia de conexión que se encuentra en la fluidez entre los géneros y en la flexibilidad de identificación de las mujeres como seres plurales. Estos aspectos también se encuentran en la característica poética corporal y performativa de Waldman, que aúna expresividad visual, sonora y experimentación lingüística.

La búsqueda de una visión poética de trascendencia desde el feminismo para superar discursos rígidos binarios entre hombres y mujeres se da en una tercera generación o evolución tardía de la poesía Beat de mujeres. Las poetas anteriores trabajan para diseccionar, cuestionar y desestabilizar las formas en que estos discursos se ponen en práctica, así como las consecuencias de las mismas para su propia creatividad. Les une, sin embargo, el juego con las formas y contenidos de la tradición mayoritariamente masculina Beat para lograr su diversificación y expansión. Las percepciones de female Beatness expresadas a través de la visión poética de las mujeres de la generación Beat utilizan, modifican y expanden prácticas artísticas y preceptos éticos y estéticos asociados al movimiento. Para entender sus aproximaciones y aportaciones a las definiciones de la literatura Beat, parece acertada la teoría que la crítica literaria feminista Jan Montefiore propone respecto a tradiciones poéticas femeninas en lengua inglesa.

En Feminism and Poetry: Language, Experience, Identity in Women’s Writing, Montefiore socava la idea de las aclamadas teóricas estadounidenses Gilbert y Gubar, que sugiere que la escritura de mujeres como tradición se fundamenta en la ambivalencia y ansiedad hacia la creación. Esta aproximación sería difícil de aplicar a las poetas Beat, quienes, aunque se centran en gran medida en la paradoja entre autoridad poética y condición femenina, la sobrellevan, como hemos visto, con una asertividad de la subjetividad poética que nace de una visión pre-feminista (y plenamente feminista más adelante) y un deseo de insertarse en el círculo poético Beat como mujeres poetas.

Montefiore también desarrolla una crítica a las teorías de la reconocida poeta y feminista estadounidense Adrienne Rich, las cuales sustentan la formación de una tradición literaria propia de mujeres en la fuerza de una identificación colectiva, tanto desde solidaridad y apoyo en el ámbito social como en el imaginario poético. Las poetas Beat carecían de esta conciencia como colectivo en un principio, y sobre esto además afirman Johnson y Grace: “Esta realidad difiere dramáticamente de las experiencias de los autores Beat, cuya comunidad de apoyo mutuo estaba sólidamente establecida” (17).32 Montefiore incluye un tercer parámetro para la formación de una tradición poética femenina que desarrolla a lo largo de todo su libro y que se ajusta a la práctica de las poetas Beat: la negociación permanente a través de la contingencia y el juego con la tradición literaria o poética— generalmente masculina—a la que pertenecen y que al mismo tiempo reescriben.

Esta experimentación consciente dentro de la propia experimentación del movimiento, es decir, la suscripción y práctica de los elementos fundamentales de la vanguardia en la que se enmarcan para revelar contradicciones o brechas discursivas dentro de los mismos y practicar subversiones y contra-narrativas que expanden las definiciones del propio movimiento, es lo que Elizabeth Frost considera característica clave de una tradición de poesía experimental o vanguardista “feminista” estadounidense. Con ello, Frost marca un continuo, desde las mujeres escritoras de las vanguardias históricas de principio del siglo XX hasta las poetas experimentales L=A=N=G=U=A=G=E a finales del mismo, dentro del cual se podría inscribir a las poetas Beat.

La ambivalencia de juego entre pertenencia y divergencia, o umbral entre emulación y apropiación de discursos Beat y su alteración a través de una subjetividad y asertividad femeninas, es también considerada como la firma postmoderna de la literatura escrita por mujeres Beat, según Ronna C. Johnson. Johnson se apoya en las teorías sobre la postmodernidad de Linda Hutcheon, y aunque se refiere sólo a narrativa, su aproximación puede ser trasladada al juego de negociación en la poética Beat femenina como “un discurso literario postmoderno que ejercita maniobras oscilatorias de subversión/instauración [ya que] subvierte la hegemonía masculina Beat posicionando a la mujer como protagonista, y, revisando características esenciales de la narrativa Beat, instaura un discurso restitutivo y correctivo, la narración de una agencia femenina Beat, de deseo sexual, de autoconfianza” (2002: 73).33

En relación a la visión poética de autoras Beat, ésta es sin duda una de juego, oscilación y liminalidad o, dicho de otro modo, de ubicación en el umbral, como en una puerta de vaivén. R. Johnson lo define como the art of writing in between (el arte de escribir en el espacio entre dos cosas) en cuanto al movimiento particular entre lo público y lo privado, es decir, entre lo social o bohemio y lo doméstico y personal en sus experiencias como madres, esposas o parejas, cuestión clave y concepto teórico que serán tratados en profundidad más adelante en este estudio. Sin embargo, esta oscilación en movimiento o, si se prefiere, juego fronterizo, se puede aplicar a otros elementos poéticos, y a la naturaleza misma de la escritura de estas mujeres. Su creatividad muestra una tensión entre apertura y contención en expresión, forma y temas; por ejemplo, la que encontramos en la dualidad entre motivos de movimiento y libertad (subjetiva y espacial) en contrapartida con tropos que reflejan espacios psicológicos y reales introspectivos, de estasis o quietud, que facilitan la reflexión en cuanto a la subjetividad poética y su condición de género respecto al entorno. La oscilación entre expansión y contención también se ve en que muchas de estas poetas alternativamente se subscriben a la práctica de una poética oral o performance, característicamente Beat, y al mismo tiempo y con la misma intensidad, al enclave gráfico textual, visual y material del poema en la página.

La liminalidad también está relacionada con la compleja imbricación entre experimentación y experiencia que parece darse en el traslado de las experiencias vitales de las poetas Beat a la forma artística. Hasta la evolución de una tercera generación tardía, estas bohemias vivieron su posición en la vanguardia, en el espacio urbano bohemio y en sus comunidades literarias simultáneamente dentro y fuera, perteneciendo a ellas pero habitando en los márgenes. Una dinámica de ambigüedad que expresaron a través de una creatividad que ponía en contacto sus experiencias subjetivas, materiales, corporales y situacionales como mujeres poetas con su experimentación poética e imaginario femenino Beat.

La subjetividad poética femenina Beat parece no percibir la experiencia del mundo de una forma que permita al sujeto abrirse o trascender sin sentir e identificar la complejidad material de límites, o la localización e interrelación con los demás y el entorno. Difícilmente, por lo tanto, pueden adscribirse a un “yo” poético emersionano universal y transparente que dicte “I am everything”, o a una voz whitmanesca que insista en “I am everyone”, sin que interceda una poética de corporeidad consciente de las condiciones de género y la interconexión entre voz y cuerpo, entre el yo y el otro y las contingencias y posibilidades de su interrelacionalidad. La poética avant-garde de las mujeres Beat comparte un conocimiento contextualizado del mundo, de la subjetividad y de la identidad que imbrica arte y vida de forma intensa e inevitable, introspectiva y política, entendiendo al ser como individuo desde una condición de género ineludible, pero al tiempo capaz de expresarse a través de una creatividad abierta y plural. Su valor ha sido inscribir esta visión dentro de la expansión y la experimentación, tanto social como literaria, Beat.

Female Beatness: Mujeres, género y poesía en la generación Beat

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