Читать книгу El Fantasma De Girolamo Riario - Ivo Ragazzini - Страница 9
No era la primera vez que alguien veía el fantasma de Girolamo Riario en el palacio comunal…
Оглавление—dijo el testigo al investigador. Luego explicó—: Ya en el año 1500 se afirmaba que el lugar donde cayó Riario estaba manchado y sucio para siempre por su sangre y, casi doscientos años después, en torno a 1650, algunos cristianos llegaron a escribirlo.6
»En el año 1700 había quienes hablaban del espíritu o alma de Riario y en el 1800 corrían algunas historias de cómo, a partir de su homicidio, su fantasma vagaba en busca de alguien.
»En la segunda mitad del siglo XIX se llegó a la culminación y varios grupos de espiritistas y masones dijeron estar en contacto, no solo con él, sino también con Catalina Sforza7 y con algún otro que estuvo en la fortaleza de Ravaldino.8
»En pocas palabras, después de su asesinato ocurrido en la Sala de las Ninfas, sala que fue destruida y ya no existe, ese fantasma fue visto más veces y en distintas épocas dando vueltas por el palacio, alguno incluso decía haberlo visto en la fortaleza de Ravaldino. Solo que la mayor parte de la gente prefería olvidarlo o callárselo todo.
»También la tercera ventana del primer piso contando desde la izquierda delante de la fachada del palacio comunal fue considerada maldita por muchos, porque algunos pensaban que fue desde allí desde donde fue arrojado Riario tras su asesinato, bajo una multitud que gritaba y que despedazó su cadáver. Pero esa no era la verdadera ventana desde la que fue arrojado Riario después de su asesinato.
—¿Y desde dónde fue arrojado? —preguntó el investigador.
—Desde otra ventana. Riario fue asesinado en la Sala de las Ninfas, pero luego su cuerpo se trasladó fuera y se llevó a otra sala.
—¿Y entonces cuál fue la ventana desde la que fue arrojado? —le interrumpió el investigador.
—La ventana estaba en la parte opuesta de la fachada del palacio, la tercera ventana contando desde la derecha.
—Pero esa es la ventana donde la mujer ha dicho haber visto bailar al fantasma —dijo estupefacto el investigador.
—Exactamente, esa mujer lo ha visto en esa ventana, solo que en realidad no estaba bailando —respondió sonriendo un poco el testigo.
—¿Entonces qué estaba haciendo?
—Es demasiado pronto para entenderlo, hay muchas otras cosas que debería saber antes —explicó el testigo al investigador.
—Está bien. Entonces, ¿la Sala de las Ninfas es aquella en la que se le vio bailar? —preguntó el investigador.
—No, esa era solo una ventana junto a la cual se trasladó su cadáver después de su muerte. La Sala de las Ninfas la destruyó su esposa Catalina Sforza después de su homicidio y hoy ya no existe.
—¿Y después de cinco siglos usted conoce aún detalles similares?
—A decir verdad, conozco muchos otros.
—Entiendo, continúe entonces —respondió el investigador.
—Volviendo a la ventana desde la que fue arrojado, el punto en que Riario cayó a la plaza permaneció señalado por mucho tiempo y muchas personas en todas las épocas y todos los siglos sabían esto. Solo que hoy pocos o nadie lo recuerda ya. Desde entonces muchas personas en todas las épocas dijeron haber visto su fantasma y alguno haberlo escuchado —explicó el testigo.
—¿Cómo sabe todo esto? —preguntó el investigador.
—Corre demasiado. Ya le he dicho que hay que saber otras cosas —respondió el testigo mientras se preparaba para contar más.